domingo, 31 de octubre de 2021

Enfrente, sólo el abismo

 


Enfrente, sólo el abismo

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 809)

 

“Cada ficha judicial que mueve el Gobierno vuelve … más evidente su responsabilidad penal”.    Jorge Fernández Díaz

 

¿A qué puede deberse que el Gobierno en general, y Cristina Kirchner en particular, cometan tantos errores (la esquizofrenia de respaldar a los pseudo mapuches vs. el justificado reclamo por Malvinas, la fallida pretensión de archivar la causa del memorándum con Irán que costó la vida al Fiscal Alberto Nisman, la renacida guerra contra el campo y la industria, el desabastecimiento, la inflación desmadrada, el espionaje a Nik, la alienación con los regímenes criminales de Cuba, Venezuela y Nicaragua, etc.) en la carrera desesperada por recuperar los votos perdidos?.

 

Esta semana, esa pregunta se volvió más razonable aún por el desistimiento de la ANSES, que comanda la camporista  Fernanda Raverta, de su reclamo para impedir que la PresidenteVice perciba dos monumentales prestaciones que, sumadas, le permiten cobrar $ 2.800.000.= mensuales (¡107 jubilaciones u 84 salarios mínimos!), más una enorme retroactividad de casi $ 120 millones. Si bien pocos leen los diarios, las redes magnificaron esta noticia que afectó, en especial, a los pobres que la siguen y le enajenó el apoyo que hubiera podido mantener en los cinco millones de jubilados.

 

El infinito cúmulo de castigos autoinfligidas de la viuda, que lleva 20 años en el trono nacional, otros tantos en Santa Cruz,y, obviamente, tiene la experiencia necesaria, nos debería imponer otra pregunta: ¿estará haciendo que suceda algo que se nos escapa? ¿Estará, por ejemplo, forzando un viraje total hacia China y tomando partido en su nueva “guerra fría” (o no tanto) con Estados Unidos? Si fuera así, se explicaría la intención de comprar aviones de combate a Xi Jinping y el reflotamiento del proyecto de cederle otra base “de uso civil”, esta vez en Tierra del Fuego.

 

Todo cuanto ha hecho el Gobierno en materia económica tiene, como el yogurt, fecha de vencimiento: 15 de noviembre; a partir de ese día, todo volará por los aires, tanto en materia institucional cuanto económica, y diciembre, tradicionalmente un mes con alta emisión e inflación, terminará de incendiar el seco páramo en que ha convertido al país. Sin dólares para rifar, con los papelitos de colores volando cada vez más bajo, sin inversiones, con la producción detenida por falta de insumos importados, el proyecto populista hará agua por todos lados.

 

El FMI exige, y se lo dijo a Juan Manzur y Martín Guzmán en su última visita a Washington, la presentación de un plan económico creíble y la conformidad de Cristina Fernández (y de la oposición) para conceder una prórroga en los vencimientos de la deuda, ¿Hará ésta suyos los cánticos de La Cámpora, que adoptó Alberto Fernández a gritos, negándose a firmar para no arriesgar su ya escaso capital simbólico?; de hacerlo así, nos mandará directo al default con el mundo entero, soñando con una generosa mano de Xi Jinping -¡más cuentos chinos!- para financiar la nueva crisis.

 

La pérdida del quórum propio en el Senado y de la primera minoría en Diputados (ambos eventos muy probables), le impedirá continuar manejando el Congreso como lo ha hecho, y los caciques peronistas (gobernadores y “barones” del Conurbano), como leales que son, la abandonarán para no enterrarse con ella. Y qué decir de su situación penal que, a dos años de la asunción de su títere, no sólo no se ha despejado sino que, por el contrario, se está complicando más. ¿Seguirá reclamando la absolución judicial o buscará una amnistía para sus numerosos delitos?; en este caso, además de sus escasos fieles y de algunos empresarios corruptos, ¿quién se suicidaría políticamente apoyándola?; ¿confiará ella en un Legislativo que varias veces (“obediencia debida”, “punto final” y “2x1”, por ejemplo) volvió ignominiosamente sobre sus pasos y declaró nulas sus propias leyes o en una Justicia tan probadamente arrastrada frente al poder de turno?

 

Entonces, ante ese panorama desolador, ante las múltiples facturas (subsidios, tarifas, inflación, planes sociales, gasto público, devaluación, pobreza, miseria, hambre) que llegarán exigiendo el pago, ¿es tan absurdo imaginar que, simplemente, desatará el caos en nuestras calles para victimizarse y huir invocando un golpe de Estado, como hizo Evo Morales en Bolivia? La candidata de su Frente, Victoria Tolosa Paz, distraída de sus afirmaciones sexuales, avaló esta hipótesis con su denuncia de un imaginario “golpe blando” que estaría gestando la oposición. Para hacer algo así, para generar un conflicto enorme, a Cristina le bastaría con desplegar 500 sicarios, y dispone en abundancia de ellos entre presos liberados, “soldaditos” del narco y barrabravas, a los cuales es tan afecta.

 

La intención del Frente de igualar la situación de Mauricio Macri, acusado de espiar ilegalmente a los familiares del ARA San Juan, con la de la jefa de la mayor asociación ilícita que recuerde nuestra historia, multiprocesada por infinidad de delitos –entre ellos, nada menos que traición a la Patria- y dueña de tan enorme como inexplicable fortuna, fracasó transitoriamente el jueves por la chapuza de un incompetente Juez; el PRO erró al acompañar al ex Presidente a declarar, pues así colaboró con la buscada equiparación. De todos modos, la maniobra política y la complicidad judicial quedó por demás probada con la velocidad con que el magistrado pidió levantar el secreto y la rapidez con la que la otorgó el PresidenteNada antes de viajar a Roma y dejar la Casa Rosada a cargo de Cristina. Macri ya fue convocado para el miércoles próximo y, seguramente, su procesamiento ya está escrito, ya que el incapaz Martín Bava lo necesita como ofrenda a la viuda de Kirchner antes de las elecciones.

 

Bs.As., 30 Oct 21

viernes, 22 de octubre de 2021

Un ominoso final

 


Un ominoso final

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 808)

 

“La integridad era cada vez más una virtud en peligro de extinción”. 

José María Fuster-Fabra

 

La sucesión de hechos producidos por el Gobierno en los últimos días obligan a preguntarse si lo hace a propósito, si en realidad quiere recibir una paliza peor. La monumental derrota en las PASO se debió a una serie de inconductas previas: el cierre de las escuelas, el vacunatorio VIP, las fiestas de Olivos, la liberación de criminales de toda laya, la inseguridad, la inflación, la corrupción, la devaluación de la palabra presidencial, la proliferación de cepos y prohibiciones, el generalizado desabastecimiento y montones de otras causas derivadas de la pésima gestión económica; hubiera debido aprender de esas lecciones, pero insiste en agraviar a la ciudadanía.

 

En la nota anterior (https://tinyurl.com/m46jht4v), preví qué sucedería en los dos actos con los cuales el peronismo festejó su Día de la Lealtad; pero no pude imaginar que las hordas que se juntaron el domingo 17 en Plaza de Mayo a pedido de los Fernández², por haber sido ambos desairados por la CGT, profanaran el santuario armado espontáneamente por los deudos de los más de 115.000 muertos por Covid, pisoteando las piedras con sus nombres y arrancando fotografías y mensajes.

 

Pero muchísimo más grave ha sido la forma en que el Gobierno y sus funcionarios se comportan frente al terrorismo en el sur argentino, al cual descaradamente apoyan y abastecen. Los pseudo mapuches pretenden “recuperar” un territorio que, a ambos lados de la cordillera, alcanza a la Patagonia entera, invocando inexistentes derechos ancestrales. En un claro remedo de la tentativa del Ejército Revolucionario del Pueblo que, en 1974, quiso “independizar” el monte tucumano para reclamar al mundo su reconocimiento como “parte beligerante” de un conflicto armado, hoy están ocupando tierras públicas y privadas, incendiando construcciones y vehículos y hasta lesionando a propietarios, funcionarios judiciales y turistas.

 

Frente a ese claro ataque a la soberanía, el Gobierno nacional, que tanto cacarea su reclamo por las islas Malvinas, inventa excusas para no reaccionar y enviar fuerzas de seguridad federales a las provincias afectadas directamente por los ataques terroristas; una de ellas, Chubut, es además una en las que se jugará la mayoría en el Senado que tanto ha usufructuado. O sea, Alberto, Cristina y “Anímal” Fernández (¡cuánta mala cría salió de la descendencia de Fernando!) no solamente se han constituido en infames traidores a la Patria y deberán ser juzgados por ello, sino que están dinamitando sus ya escasas chances electorales. ¿Puede creerse que lo hagan sin querer?

 

Pero allí no terminan las ocurrencias fatales de estos mentirosos seriales. Ordenaron al Embajador en Chile, Rafael Bielsa, comparecer ante los Tribunales para pedir que el terrorista Facundo Jones Huala, condenado por varios crímenes en el sur trasandino, cumpla su condena en la Argentina, inmiscuyéndose claramente en las decisiones del Poder Judicial de otra nación. Contradijo así su falsa política de no intervención en los asuntos internos de otros países, que utiliza para proteger y apoyar en todos los foros internacionales (lo volvió a hacer esta semana con Daniel Ortega) a los regímenes asesinos, secuestradores y torturadores (así los califica la inobjetable Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU) de Nicaragua, Cuba y Venezuela.

 

En otro orden de cosas, Cabo Verde extraditó a los Estados Unidos a Alex Saab, testaferro del chavismo y dueño de sus más oscuros secretos; si hablara para reducir su larga pena, enlodará a la familia Kirchner, con la cual tanto Hugo Chávez como Nicolás Maduro intercambiaron dinero robado y tecnología nuclear destinada a Irán. Fue una pésima noticia para Cristina Fernández, pero la situación se le complicó aún más con las declaraciones, en España, de Hugo “El Pollo” Carvajal, otro alto jerarca que, para evitar correr igual suerte, está contando detalladamente los robos de sus jefes al hambreado pueblo venezolano (¡los estimó entre US$ 350 y US$ 500 mil millones!)  y los tejemanejes que ambos dictadores realizaron para sostener tantos movimientos políticos afines en América del Sur y Europa.

 

Entre otros, ya que también recibieron dinero negro y sucio los activos miembros del Foro de São Paulo Rafael Correa (Ecuador), Luiz Inácio Lula (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y José Luis Rodríguez Zapatero y Pablo Iglesias (España), confirmó los US$ 25 millones aportados para la campaña de nuestra viuda negra, en 2007, una pequeña parte de los cuales fue decomisada en Aeroparque cuando llegó, en un avión oficial argentino, en la valija de Guido Antonini Wilson.

 

Cristina ve acercarse un pavoroso huracán, pero no huirá y se quedará para pelear con las armas de las que disponga, tal vez echando al triste payaso que encumbró a la Presidencia y asumiéndola ella misma. ¿Estaremos en vísperas de nuevos enfrentamientos entre las diferentes tribus peronistas, que dejaron ríos de sangre entre 1974 y 1976?; enfrente del montonerismo revivido estarán, como entonces, los señores feudales de provincias y municipios y los “gordos” sindicalistas, pero no hay ahora fuerzas armadas que puedan detener el caos que generarán.

 

Ante unas elecciones que, fiscalización mediante, serán otro fortísimo cachetazo y con dos años paupérrimos por delante, Sergio “El Aceitoso” Massa propuso a la oposición cogobernar. Insisto: es imposible mientras el peronismo no se desprenda de una figura tan tóxica como Cristina Kirchner; con los caciques del movimiento aún aterrados por ella, es ridículo siquiera estudiar el convite. El oficialismo deberá eliminar ese escorpión de su propia casa antes de invitarla a participar, de alguna forma, en el Gobierno y compartir responsabilidades.

 

Bs.As., 23 Oct 21

viernes, 15 de octubre de 2021

Pato pobre, pero peligroso


 

Pato pobre, pero peligroso

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 807)

 

“Los guerreros victoriosos primero ganan y después van a la guerra, mientras

 que los guerreros vencidos primero van a la guerra y después buscan ganar”.

 Sun Tsu

 

El Gobierno, que conserva una increíble capacidad de destrucción, es un pato de campo, capaz de autogenerarse problemas (por decirlo en modo elegante) a cada paso. El último fue el mafioso ataque de Anímal Fernández, nada menos que Ministro de Seguridad, contra el dibujante Nik, ya que desnudó el ilegal acceso que tienen sus servicios de inteligencia a datos personales nuestros y de nuestras familias; la reacción social, magnificada en las redes, lo transformó en otro clavo en el ataúd del oficialismo. Un amigo expresó su repudio a la vergonzosa actitud de sus ex colegas, que nada preguntan sobre ello a Cristina Fernández, pese a su aturdidor silencio.

 

La incorporación de ese energúmeno al Gabinete se sumó a la designación, como Secretario de Comercio, de Roberto Feletti, quien debutó ordenando congelar, con una ley de 1974 y en un marco de desatada inflación (3,5% de septiembre, 52,5% anualizado), el precio de más de 1.200 productos de primera necesidad; debiera leer “4000 años de controles de precios y salarios”, de Robert Shuettinger y Eamonn Butler, disponible en la red, para convencerse que esa receta siempre fracasó. En un país transformado en una olla a presión, con todo “pisado” (tipo de cambio, cepos, importaciones, prohibiciones, retenciones, tarifas, precios, subsidios, planes sociales, jubilaciones) y con un gobierno sin reservas monetarias, que emite todos los días millones de papelitos de colores para intentar inútilmente levantarse de la lona después de la paliza recibida, la devaluación del peso se está espiralizando y no hay un David Copperfield que pueda frenarla.

 

Mientras el PresidentePintado sigue mintiendo y tratando de embaucar a los empresarios en almuerzos privados y en IDEA y el país estalla, Juan Manzur y Martín Guzmán están ante el FMI intentando llegar a un difícil acuerdo de facilidades extendidas que el kirchnerismo se ha comprometido públicamente a rechazar “para cuidar a los argentinos”, una actitud que nos condenará a aún peores privaciones.

 

Hoy es altamente probable que las marcadas diferencias de las PASO crezcan cuando votemos en las elecciones legislativas, pero eso dependerá de nuestra capacidad de fiscalización. Si ese resultado (previsto por todas las encuestas) se concretara, los efectos se sentirán de inmediato: Cristina Fernández perderá el quórum en el Senado (la oposición está a 5 senadores de lograrlo) y el Frente de Todos su condición de primera minoría en Diputados; en esta Cámara, Máximo Kirchner sufrió en carne propia una anticipación de ese proceso cuando intentó forzar la mano sin acordar la agenda y quedó pasmado ante su fracaso.

 

La importancia de esas alteraciones en el tablero de comando radica en que, como para que un DNU de hecho se transforme en ley basta con que una cámara no lo rechace, si JxC le hace perder el quórum en el Senado, en manos del PJ con todos los ropajes desde 1987, dejará de disponer de ese resorte para gobernar por decreto; además, hay que recordar que la Cámara alta es quien decide los nombramientos de los jueces. Con la epopeya que realizó Mauricio Macri entre agosto y octubre de 2019, JxC consiguió recuperar voluntades extraviadas, alcanzar el 41% de los votos y retener una importantísima cantidad de bancas en Diputados, que bastó para conseguir que la pretensión de Cristina Fernández de lograr su impunidad tomando por asalto el Palacio de Justicia se convirtiera en un penoso fiasco.

 

De ese lado llegaron dos noticias esperanzadoras: 1) el Fiscal Juan Patricio García Elorrio pidió la condena de Cristóbal López, Fabián de Souza y Ricardo Echegaray a graves penas por robar, con la complicidad de la AFIP, los impuestos que los primeros sólo debían recaudar pero que usaron para financiar su grupo de empresas; Mercedes Marcó del Pont, jefa actual del organismo, había renunciado a su papel de querellante (deberá rendir cuentas por ello) aduciendo que los ladrones fueron víctimas de lawfare por orden de Macri. La sentencia se conocerá después de las elecciones, cuando los vientos ya serán otros; y 2) fue revocado el sobreseimiento de Anímal y otros por la corrupción en el Fútbol para Todos.

 

El 17 de octubre el peronismo conmemorará su Día de la Lealtad (porque los otros 364 son de la traición) y, para confirmar que los jefes de ese camaleónico movimiento acompañan al vencido sólo hasta la puerta del cementerio, lo hará de un extraño modo: la CGT, que no quiere compartir su acto con el PresidentePintado ni La Cámpora, lo postergó para el lunes 18, dizque para no superponerlo al Día de la Madre; Alberto Fernández, que pretendió sumarse a él y fue desairado, volvió sobre sus pasos (¡otra vez!) y llamó a movilizarse mañana, con mal pronóstico en materia de concurrencia.

 

Lo que esta apretada nota muestra es por qué resulta imposible que la grieta se cierre y se firme aquí un remedo de Pacto de La Moncloa mientras el peronismo no se desprenda de una figura tan tóxica, dañina y peligrosa como Cristina Elisabet Fernández de Kirchner. Con ella sentada sobre el poder, con los caciques del famoso movimiento aún aterrados por su presencia, es de todo punto de vista ridículo que la oposición siquiera estudie la posibilidad de ayudar a gobernar y firmar planes de desarrollo y políticas de Estado a largo plazo. El oficialismo debe eliminar muchos escorpiones de su propia casa antes de invitar a alguien a participar, de alguna forma, en el Gobierno y compartir programas y responsabilidades.

 

Bs.As., 16 Oct 21

viernes, 8 de octubre de 2021

El día siguiente de la noche anterior

                      



                       El día siguiente de la noche anterior

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 806)

 

“Una cosa es reposar en el fondo del mar (donde estuvimos varias veces); otra, muy

 distinta, es caernos del talud oceánico, abismo del que nadie ha vuelto con vida”. 

Jorge Fernández Díaz

 

Me parece que, a esta altura de los acontecimientos, debiéramos ponernos a pensar qué sucederá a partir del amanecer del 15 de noviembre, cuando se hayan conocido al menos la mayoría de los resultados de estas elecciones tan cruciales; tengo claro que fueran cuales fueran éstos, el abismo se habrá hecho presente, ya que el cuarto kirchnerismo resolvió, en el segundo semestre, recurrir a cualquier método para intentar conservar el poder, aún a costa de hipotecar dramáticamente su propio futuro.

 

El Banco Central, la Anses y el Pami quebrados, los exigentes compromisos de la deuda pública, el impedimento a las empresas de pagar sus créditos externos, la furiosa emisión monetaria, una inflación que se puede convertir en híper, el atraso en los tipos de cambio, los frenos a las importaciones de insumos industriales esenciales, el congelamiento de los precios de servicios y combustibles y el aumento de los consecuentes subsidios, la renovada guerra contra el campo con la anunciada “administración” por el Estado de los saldos exportables de granos y la prohibición de exportar carne, el desmesurado crecimiento del gasto público, la sideral proliferación de planes sociales, la insistente jubilación de ciudadanos sin años o aportes, los dramáticos índices de pobreza e indigencia, la falta de trabajo privado y el geométrico crecimiento del empleo público, mostrarán su rostro más duro esa misma mañana.

 

Entre muchos, hay un claro ejemplo del daño estructural que el popu-pobrismo le ha hecho al país. Ya en el gobierno de Néstor Kirchner, el irracional proceder en materia de tarifas nos hizo perder el autoabastecimiento energético y los ductos construidos para enviar gas a Chile y electricidad a Brasil se convirtieron en canales importadores. Esa política se basó en considerar a la energía (luz y gas) como derecho humano, tal como ahora se hace con las comunicaciones e Internet; los resultados, como quedó claro, fueron en sentido contrario, ya que la falta de inversores hizo aumentar los precios y disminuir la calidad de los servicios.

 

El mundo está abandonando el consumo de combustibles fósiles por el calentamiento global y, a la par, padece una enorme escasez de gas por la reconversión de la industria china, conminada a dejar de usar el carbón como fuente. Una política racional nos hubiera permitido abastecernos y exportar gas durante muchísimos años con Vaca Muerta; sin embargo, los permanentes cambios en las reglas de juego impidieron que se concretaran las inversiones necesarias y ese enorme reservorio parece condenado a permanecer bajo tierra definitivamente.

 

Y a tantos jinetes del Apocalipsis se sumarán, sin ninguna duda, los problemas que ya surgen diariamente en el Frente de Todos, un techo agujereado que, hasta la noche anterior, habrá cobijado a casi todas las tribus del justicialismo: peronistas feudales del interior, renovadores massistas, envejecidos pseudo-zurdos camporistas, barones del Conurbano, los traficados movimientos sociales y el corrupto mundo de los “empresarios” amigos; a título de ejemplo, ¿podrá Máximo Kirchner sostener su pretensión de presidir el PJ en la Provincia? Sabemos que el peronismo no perdona la derrota y quienes tenemos los años suficientes recordamos qué sucedió entre 1973 y 1976, cuando esas facciones decidieron dirimir a tiros, bombas y asesinatos sus diferencias internas.

 

El escenario no podría ser peor y amerita todas las especulaciones, tanto económico-financieras (¿maxi-devaluación, arreglo con el FMI, subsistencia de Martín Guzmán?) como políticas: ¿qué hará Cristina si la ciudadanía le prodiga un cachetazo igual o mayor que el que recibió en septiembre?; si algo tan probable como que el PresidenteNada renunciara o quedara incapacitado, ¿asumiría ella el cargo o también se correría?; ¿se radicalizará con sus recetas probadamente fracasadas?

 

Si en noviembre no mejorara sensiblemente el desempeño del Frente de Todos, perderá no sólo el quórum propio en el Senado, que ella administró con mano de hierro desde 2019, sino también la primera minoría en Diputados; los nonatos proyectos de “democratizar” la Justicia, colonizarla con propia tropa y conquistar la Procuración General serían definitivamente abortados; ¡qué peligro para la PresidenteVice en las causas por corrupción, pese al inédito y vergonzoso fallo del memorándum con Irán, que la absolvió sin hacer el juicio y que seguramente será apelado!

 

María Eugenia Vidal dijo que, si Juntos por el Cambio gana las elecciones reales en noviembre y, con ellas, la primera mayoría en Diputados, exigirá la Presidencia de la Cámara para uno de sus miembros; me parece un terrible error político, toda vez que aquél pasaría a integrar la línea de sucesión presidencial y, peor aún, se haría corresponsable del monumental desastre que ha provocado la gestión de los Fernández². La oposición debe asumir un rol tal que permita que el Gobierno, a través de quien fuera, lleve a término su mandato y asuma las consecuencias del desaguisado; cuando ejerza el poder real, si triunfa en 2023, habrá llegado su tiempo para reparar los terribles daños que dejará el kirchnerismo antes de extinguirse definitivamente. Ello no obsta a que se prepare ya para la eventualidad de verse obligada a asumir el Ejecutivo por defección de las actuales autoridades, elaborando un plan de gobierno y formando algo parecido a lo que los británicos llaman “gabinete en las sombras”.

 

Bs.As., 9 Oct 21

viernes, 1 de octubre de 2021

La palabra extraviada

 


La palabra extraviada

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 805)

 

“Lo peor de las pestes no es que matan a

 los cuerpos, sino que desnudan las almas”.

 Albert Camus

 

Aún fuertemente conmocionado por el tamaño de la sideral golpiza recibida en las PASO, el Gobierno intenta recuperar al menos parte de los huidizos votos que lo habían acompañado en 2019, cuando tantos se dejaron engañar por la imagen de un Alberto Fernández conciliador y pacífico. Y, para hacerlo, tuvo que ceder posiciones claves a favor de los tan despreciados caciques territoriales del peronismo, tanto a nivel nacional cuanto de la Provincia de Buenos Aires; en la práctica, ambos poderes ejecutivos han sido intervenidos y el PresidenteNada y el Gobernador Axel Kiciloff ratificaron que eran, y seguirán siendo, meras figuras decorativas.

 

El equipo convocado para enfrentar las elecciones es por demás preocupante, ya que ha organizado monstruosos fraudes electorales en el pasado reciente: Juan Manzur (Gobernador de Tucumán, ahora Jefe de Gabinete), Anímal Fernández (Ministro de Seguridad), Daniel Bejas (hoy Juez de la Cámara Nacional Electoral, ex Juez Federal de Tucumán y apoderado del PJ de José Alperovich), Alejo Ramos Padilla (Juez electoral de la Provincia de Buenos Aires), Walter Bento (ídem de Mendoza, con orden de detención vigente y salvado por el kirchnerismo esta semana), y tantos otros colegas que fueron designados para contentar a los señores feudales.

 

El jueves, después de un estruendoso silencio y de un retiro patagónico siempre tan costoso para un país quebrado, en una reiteración de su ancestral costumbre de desaparecer cuando ocurren tragedias, Cristina Fernández volvió a la Casa Rosada para acompañar a su penoso mandado en un acto con pretensiones electoralistas, en el que anunciaron confusas e increíbles medidas para –como si alguien pudiera creer al Gobierno- reconciliarse con su más antiguo y tradicional enemigo, el campo.

 

No voy a hacer aquí una exégesis de un proyecto cuya aplicación concreta se extendería por años, pero garantizo que nada cambiará en la ideología de los funcionarios y, peor aún, en la imbecilidad de los probadamente fracasados y obsoletos criterios con los que analizan y regulan las actividades agropecuarias. El nuevo Ministro de Agricultura, Julián Domínguez, después de levantar levemente (sólo para China y de vaca conserva) el duro cepo a la exportación de carne –una medida irracional que, en la época de Guillermo Moreno, nos costó la pérdida de doce millones de cabezas de ganado y de numerosos mercados que habíamos conquistado con enorme esfuerzo, beneficiando así a Brasil y a Uruguay- dijo que “el Estado debe administrar los saldos exportables”, un remedo del IAPI.  

 

Pero sí quiero detenerme en las palabras finales del PresidenteNada. Con su mejor cara de póker, dijo que se autopercibía como si sólo hubiera estado en su cargo cien días, y nos llamó a creerle cuando nos convoca ahora a la misma reconciliación y a la seráfica paz interior que nos propuso el 19 de diciembre de 2019, en su discurso de asunción; acentuó que la pandemia que nos afectó debía dar paso a una atmósfera de reecuentro nacional, y que debíamos creer en su palabra.

 

Tamaño dislate sólo puede tener dos explicaciones: es amnésico o es un cínico que cree que somos irremediablemente idiotas. Se trata del mismo sujeto que nos encerró en la “cuareterna” más larga del mundo, que fundió miles de empresas y expulsó a muchas otras, que llevó la pobreza al 40,6% y la indigencia al 10,7% (con algunas provincias que superan fuertemente esos índices), que trajo una inflación anual de 50%, que dividió a la sociedad entre “buena gente” (sólo los votantes del Frente para Todos) y los “odiadores seriales” (el 52% restante), que permitió que existieran la corrupción más escandalosa en la compra de insumos y los paralelos “vacunatorios VIP”, que nos obligó a inmunizarnos con las peores vacunas por ideología, que nos impidió despedir y velar a nuestros 115.000 muertos mientras festejaba el caro cumpleaños de su concubina, que impidió a nuestros hijos y nietos tener clases durante casi dos años mientras su perro recibía lecciones diarias, que nos prohibió atender a nuestras enfermedades terminales mientras obtenía tratamientos de fertilidad asistida para su pareja, que liberó a miles de asesinos y violadores que hoy asolan nuestras ciudades, que expandió al infinito los mercados liberados a la droga, que nos aisló del mundo cerrando los cielos y asociándonos a los regímenes más perversos.

 

El adefesio político organizado por la PresidenteVice para volver al poder tuvo un efecto letal sobre el país, comparable sólo con aquéllos que han sufrido devastadoras guerras, pero el PresidenteNada parece no darse por enterado y continúa mintiéndonos descaradamente, cambiando de color según la ocasión y convirtiendo a su palabra –la misma en la que ahora nos pide que creamos- en algo irremisible extraviado; si no fuera tan trágico, podríamos recordar que del ridículo no se regresa, y Alberto Fernández insiste en recaer en él.

 

Como era previsible, el Gobierno está inundando el país de papelitos de colores y regalando, con descaro, electrodomésticos a ciudadanos que, literalmente, no tienen agua corriente, luz ni gas para hacerlos funcionar y que, naturalmente, los venden o los canjean por comida. Pero tengo una fuerte sensación de la inutilidad que tendrán estas movimientos en orden a obtener un vuelco en la voluntad de los votantes, porque percibo un enorme descontento, y hasta una profunda rabia, en los estratos más sumergidos de la sociedad; da la impresión de que el hartazgo ya supera a la ignorancia y al sometimiento de los más pobres a la dádiva de los caudillos de turno. Si le sumamos a ese sentimiento la rapidez con que se licúan los míseros salarios y hasta los planes sociales, precisamente por influencia de ese desparramo de moneda sin valor, tenemos el combo perfecto que lo justifica.

 

Ahora, la cuestión es qué hará el Gobierno, con un Banco Central exhausto y depredado, a partir del 15 de noviembre, sea cual fuere el resultado de las cruciales elecciones del día anterior. ¿De qué se va a disfrazar para evitar una brusca maxidevaluación?, ¿con qué dólares afrontará sus compromisos externos?, ¿cómo hará para permitir las importaciones esenciales para los procesos productivos, aún de aquéllos que generan divisas por su exportación?, ¿con qué dinero devolverá a los bancos los depósitos de los particulares que se llevó a cambio de bonos? Son muchas incógnitas para un peronismo que, casi por primera vez en su larga historia, deberá pagar la cuenta de tantos zafarranchos en que ha incurrido.

 

Bs.As., 2 Oct 21