viernes, 30 de junio de 2023

Que Dios ayuda a los malos …

 



 

Que Dios ayuda a los malos …

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 896)

 

“Los jueces de mármol nunca comprendieron que a veces la vida te obliga a matar”, Oscar Larroca

 

Sergio Massa logró, a fuerza de audacia propia y desesperación de sus socios, aterrados ante la alta probabilidad de atravesar un penoso desierto, imponer su precandidatura presidencial; al hacerlo demostró, aunque era innecesario, la impotencia actual de Cristina Fernández. La PresidenteVice se vengó –una diminuta venganza- recordándole, en la cara y en público, que su real heredero era Eduardo Wado de Pedro, que fue desechado por presión de gobernadores feudales, “barones” del Conurbano, gordos sindicalistas y algunas organizaciones sociales.

 

Debería llamar la atención que quienes fingen ser los representantes de los más damnificados por la inflación rampante, hoy apoyen sin cortapisas al responsable de ella. Pero, si observamos en detalle el estruendoso silencio con el que permitieron y acompañaron, sin realizar protesta alguna, el deterioro del salario docente (¡teléfono para Roberto Baradel!), la dramática pérdida de poder adquisitivo de las remuneraciones de los trabajadores registrados, la represión a los qom y tantas otras salvajadas (varios asesinatos, incluido el del Fiscal Alberto Nisman) que ha perpetrado el kirchnerismo en las últimas dos décadas, nada debería sorprendernos.

 

El Aceitoso no tendrá paz, sea que gane o pierda en las elecciones. Si triunfara, algo que todos los manuales políticos describen como imposible, heredaría la pesadísima realidad, esa que ha construido con su ignorancia y su incapacidad para controlar la inflación y su simétrico éxito en incrementar la pobreza, en producir una innegable recesión, en endeudar al Estado a tasas geométricas y en barrer bajo la alfombra los problemas derivados de la terrible carencia de divisas para hacer frente a las obligaciones de la deuda pública y la asumida con los importadores, que hoy se estiman en US$ 30.000 millones. Y deberá negociar los indispensables ajustes con un Congreso poblado de irracionales kirchneristas duros y de cambiemitas y libertarios, por muy sensatos que se vuelvan éstos algún día.

 

Para llegar con algún aliento a las PASO, a cuarenta y cuatro angustiosos días de distancia, está tratando de cerrar un inviable acuerdo con las grandes cadenas de supermercados que implique un congelamiento de precios hasta entonces, suponiendo que bastará luego para vencer en las elecciones nacionales el innegable apoyo del círculo rojo “experto en operar en mercados regulados”, la genial frase que acuñó Antonio Brufau, CEO por entonces de Repsol, para justificar la “venta” del 25% de YPF a la familia Eskenazy, que tantas veces he descripto aquí.

 

La esperanza empresarial se basa en los fuertes contactos y amistades que tiene el Aceitoso con personajes de la calaña de José Luis Manzano, Daniel Vila, Cristóbal López, Fabián de Souza y tantos otros próceres de la “patria contratista”. Pero cometería un grave error si diera por seguro que, como consecuencia de la adhesión de esos empresarios corruptos, sólo dispuestos a cazar en el zoológico y pescar en la bañadera, llegarían los votos de los ciudadanos de a pie, ya que hoy pesan más en la gente las redes sociales que los medios de prensa tradicionales.

 

Quedan enormes interrogantes pendientes: el mismo que trajo hasta aquí la catástrofe económico-social que se abate sobre nosotros, ¿podrá ofrecer un mejor mañana al electorado?; si así fuera, ¿por qué no aplica su receta ahora mismo?; ¿hasta cuándo permanecerá en el timón del palacio de Hacienda?; ¿quién se sentará, si se va, en esa silla eléctrica?; y la más importante, ¿qué impacto tendrá su postulación en el staff del FMI, al cual ruega con desesperación para que le suministre fondos frescos?

 

Por lo demás, no es seguro que la devaluada emperatriz de Calafate prefiera el triunfo de alguien que, aunque corra con sus colores, no será nunca su títere y, por necesidad, la traicionará para fundar su propia dinastía, tal como hicieron Néstor Kirchner y ella misma con Carlos Menem y Eduardo Duhalde a partir de 2003. Y si perdiera, podría transferirle la responsabilidad primaria de la derrota.

 

Que hoy estemos hablando de la probabilidad, aunque sea remota, de que Massa se convierta en el próximo presidente habla muy mal de Juntos por el Cambio (JxC), la alianza que se suicida en cuotas en las sanguinarias peleas públicas de sus líderes, que prefieren luchar entre sí en el barro a ofrecer propuestas de gobierno, y hasta de La Libertad Avanza (LLA), cuyo mesiánico y unipersonal jefe perdió volumen electoral en cada oportunidad en que ha competido en elecciones provinciales.

 

Tal como escribió ayer Carlos Manfroni en La Nación (https://tinyurl.com/2p8zvzkb), todos los candidatos opositores, salvo Patricia Bullrich (JxC) y Victoria Villarruel (LLA), deben a la sociedad en su conjunto un claro posicionamiento respecto al lacerante tema de los presos políticos, esos ancianos que defendieron a la República de la criminal subversión terrorista de los 70’s. Y hacerlo se transformó en urgente, ya que resultará imposible seguir ignorando esa grave situación y, a la vez, ser obedecido para quien gobierne a partir de diciembre cuando deba ordenar reprimir la violencia y el salvajismo con que las necesarias reformas serán enfrentadas en la calle, tal como sucedió durante el ejercicio revolucionario que todos vimos en Jujuy en estos días.

 

Bs.As., 1 Jul 23

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 23 de junio de 2023

El que avisa no es traidor

 


El que avisa no es traidor

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 895)

 

“¿Se puede gestionar esta nación carnívora y mafiosa sólo con diálogo, café y cortesía?”.

 Jorge Fernández Díaz

 

El kirchnerismo, resignado al pésimo resultado -¿tercero cómodo?- que obtendrá en las próximas elecciones, algo que confirmó con la postulación de la fórmula indudablemente perdedora de Eduardo Wado de Pedro y Juan Manzur, y ante la eventualidad de no haber sido escuchado cuando sus voceros más agresivos –Pablo Moyano, Juan Grabois y Eduardo Valdéz, entre otros- verbalizaron sus amenazas contra una futura administración no peronista, ha iniciado una nueva gimnasia subversiva y revolucionaria. Mal que le pese a las almas buenas y sensibles, convencidas de la necesidad de dialogar con todos los sectores políticos, aún con aquéllos que sólo buscan destruir a la República desde adentro para conservar el poder, esta semana demostró que no sólo es imposible sino, además, inconducente. ¿Cómo se puede negociar y acordar con alguien que nos apunta con una pistola y está dispuesto a matarnos para lograr sus objetivos?

 

Gerardo Morales, Gobernador de Jujuy, no es un personaje que me caiga precisamente simpático. Sin embargo, le reconozco el coraje con que, ley en mano, puso fin al Estado paralelo y mafioso que Milagro Sala había instaurado allí, patrocinado con ilimitados fondos nacionales (utilizando el mismo método que usó con los “Sueños Compartidos” de Hebe Bonafini y Sergio Schocklender y con los emprendimientos de Jorge Coqui Capitanich y su socio, Emerenciano Sena) y que contó con el siempre irracional apoyo del trotskismo violento.

 

El candidato –Carlos Sadir- apoyado por el mandatario jujeño ganó el 4 de mayo las elecciones provinciales con el 49,52% de los votos, imponiéndose a los postulantes peronista (22,32%) e izquierdista (12,81%); o sea, la población apoyó la gestión actual a punto tal de permitirle más que duplicar a su más cercano contendiente. Sin embargo, Jujuy fue incendiada por quienes no toleran el juego democrático ni respetan la voluntad popular; una reforma constitucional, aprobada por todo el arco político en la Legislatura, les sirvió como excusa para pasar a la acción.

 

Sobre un reclamo docente por mejores salarios, manos negras soliviantaron a los pacíficos indígenas de la Puna para que tomaran rutas y resistieran, a como diera lugar, los intentos de liberar el tránsito internacional; en este caso, se usó la oposición a las explotaciones de litio. Pero como eso no bastó para generar un caos con gran repercusión en la prensa nacional, llegaron a la capital provincial ingentes contingentes de bárbaros y asesinos transportados y financiados en efectivo por el Gobierno nacional.  Como era previsible, dispuso para ello de delincuentes liberados con la excusa del COVID, soldaditos del narcomenudeo, barrabravas, falsos mapuches, terroristas de Montoneros y ERP y miembros del Sendero Luminoso peruano, del PCC brasileño y del MAS boliviano de Evo Morales, y demás indeseables que han sido beneficiados por la asociación ilícita que todavía nos gobierna, socia del tráfico internacional de drogas.

 

Los hechos de Jujuy han servido a Unión por la Patria (UxP), la nueva marca del Frente de Locos, para quitar de la portada de los diarios y de los noticieros de TV el atroz crimen del Chaco, que enterró los delirios presidenciales de Capitanich, pero también a Juntos para el Cambio (JxC), que consiguió reunir a todos sus caciques en una foto de familia en apoyo a Gerardo Morales y dio así una prueba de unidad, tan reclamada después de tantos episodios de despiadada pelea interna. Mañana, en Córdoba, después de abortar la tentativa de incorporar a Juan Schiaretti a la alianza opositora, esa unidad será nuevamente puesta a prueba.

 

Sólo esta noche, a las 23:59, conoceremos las cartas definitivas que se jugarán en las PASO. Conociendo los prostibularios antecedentes de ambos, ¿resulta paranoide preguntarse si toda la dura pelea que se escenificó alrededor de la precandidatura de Scioli no será, realmente, una puesta en escena urdida y que el Pichichi, que tantas y tan graves humillaciones soportó en el pasado, sea el verdadero delfín de Cristina Fernández, que así intentaría, como lo hizo con Alberto Fernández en 2019, “venderle” a la sociedad un personaje de historieta, más dialoguista y contemporizador pero, en el fondo, un esbirro obediente?

 

Mientras tanto, ¿qué habrán prometido a Sergio Massa para que no abandone el tan escorado barco del Ministerio de Economía? No tiene, precisamente, un fácil futuro para su gestión, ya que la imposibilidad de hacer frente con fondos propios a las obligaciones con el FMI (US$ 2.700 millones este mismo mes) y la demora del organismo –por la férrea oposición de Alemania y Japón- en ceder a su pretensión de anticipar fondos de libre disponibilidad para intervenir en el mercado de cambios y así evitar una devaluación, ponen a la Argentina ante un escenario de default catastrófico. Todos los anuncios triunfalistas que ha efectuado el Aceitoso hasta ahora (el swap con China, los préstamos del nuevo banco de los BRICS, el apoyo financiero de Brasil, etc.) se han mostrado falsos, aunque le hayan permitido ganar tiempo. ¿Le alcanzará para llegar a las PASO sin un estallido?; aún así, ¿qué pasará entre agosto y noviembre?

 

Hoy, los “mercados” creen que, sin ser candidato, podrá dedicar todos sus esfuerzos a administrar bien la economía. Sin embargo, lo dudo toda vez que, como se vio antes de las elecciones provinciales sustanciadas hasta ahora, el Gobierno giró a los distritos donde gobierna el PJ ingentes fondos como ATN. ¿Qué le exigirá el kirchnerismo ahora, cuando se juega la vida?

 

Bs.As., 24 Jun 23

viernes, 16 de junio de 2023

Marca devaluada









Marca devaluada

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 894)


“Soy un mentiroso muy sincero”.

 Federico Fellini

El circo de tres pistas en que se ha convertido la política nacional no deja de producir espectáculos que, a fuer de ser sinceros, todos los días nos permiten recuperar la capacidad de asombro, esa característica fundamental de la niñez.

 

Si no fuera por lo trágico, el nombre elegido por la emperatriz del Calafate para cambiar la denominación de su frente electoral movería a risa: sólo una caradura tan grande como ella, condenada por haber ejecutado el proceso de corrupción más prolongado y voluminoso de la historia argentina, podría ahora llamar a su banda de delincuentes “Unión por la Patria” (UxP). Si algo faltaba para comprobar cuán devaluado está el poder de Cristina Fernández fue, precisamente, esta inútil pretensión de diferenciarse del fracasado Gobierno, entronizado por ella misma con un sabatino tuit con la marca “Frente para Todos”, a pocos días de inscribir las alianzas.

 

Esa pérdida de valor no es nueva, ya que fue expuesta por todos los gobernadores al separar sus elecciones provinciales de la nacional, ante la certeza de que una monumental debacle es el único destino posible para un oficialismo que ha cometido tantos desaguisados en materias tales como pobreza e indigencia, inflación, endeudamiento, recesión, cepos para todos (excepto, como siempre, para los “expertos en mercados regulados”, que crecen como hongos ante cada prohibición), inseguridad ciudadana, narcotráfico, educación, salud, etc.. Por si fuera poco, un cuatro de copas como Alberto Fernández la desafió abiertamente al presentar un candidato –Daniel Scioli, insistente titular del sector Fe y Esperanza del peronismo- para frenar un dedazo de su PresidenteVice en las PASO.

 

Si la presencia de Pichichi en las primarias continúa vigente el próximo sábado a medianoche, cuando se deberán inscribir las candidaturas, deberíamos alquiler balcones para contemplar qué hace, finalmente, Sergio Massa y qué consecuencias se derivan de su accionar. Hasta entonces, el Aceitoso seguirá pretendiendo ser el candidato de unidad de la asociación ilícita y, públicamente, ha amenazado con renunciar a su cargo de Ministro de Economía si esa condición no le fuera concedida; conociendo al personaje, su vocación por llegar al sillón de Rivadavia y su falta de principios, dudo que lo haga, sobre todo si lo compensan con algún cargo muy relevante para su mujer y socia, Malena Galmarini.

 

A contramano de la corriente con la que sueña para que lo deposite en la Casa Rosada, producto de la desesperación de Cristina Fernández ante la probabilidad que su facción no ingrese al ballotage, Massa sufre por la falta de resultados de su gestión. Más allá de los reiterados y rimbombantes anuncios triunfalistas, no los ha obtenido del FMI, que demora en las respuestas que necesita con urgencia, ni en Brasil y China, donde no ha obtenido logros significativos. Pero, muy especialmente, sabe de la desconfianza y la urticaria que provoca su figura en la jefa de la asociación ilícita, que lo considera, justificadamente, capaz de cualquier traición.

 

Aún se barajan en la nueva UxP otros nombres de ilustres desconocidos o reputados ladrones, como los de Eduardo Wado de Pedro, Axel Kiciloff, Juan Grabois, Agustín Rossi, el trabajador Máximo Kirchner y hasta el trío mafioso formado por Guillermo Moreno, Luis D’Elia yAlberto Samid, pero ninguno de ellos ofrece garantías de éxito a la banda.

 

Juntos por el Cambio (JxC) ha conseguido conservar todos los pies dentro del plato de la unidad y la sangre no llegará al río, lo cual es un gran logro. Hoy las fundaciones que representan a los cuatro partidos que integran esa alianza (Pro, Unión Cívica Radical, Coalición Cívica y Peronismo Republicano), a los que se han sumado las formaciones que responden a José Luis Espert y Margarita Stolbizer, han podido, no sin grandes esfuerzos, ponerse de acuerdo en el programa de gobierno que aplicará la coalición si llega al poder; sólo les resta, y no es poco, discutir el ritmo que imprimirán para llevar adelante las esenciales reformas que el país requiere.

 

La tercera pista del circo la ocupa, por mérito propio, Javier Milei, que viene de soportar penosas derrotas en las elecciones provinciales sustanciadas hasta ahora y una grave y muy crítica diáspora de quienes se agrupaban localmente bajo sus banderas. Insisto en que, si este líder de un movimiento amorfo y básicamente unipersonal entrara al ballotage, muy probablemente se convertirá en el próximo Presidente, ya que votarán por él quienes resulten terceros, que lo elegirán como el mal menor.

 

Pero, sin duda, tendrá enormes problemas de gobernabilidad; no tanto porque carece de los cuadros necesarios para ocupar los cargos más relevantes de la administración pública, ya que siempre habrá voluntarios para correr en ayuda del vencedor, sino principalmente porque, al no haber obtenido suficientes votos en los comicios provinciales, no contará con un bloque de diputados –y qué decir de senadores- capaz de sostener sus proyectos de ley en el Congreso y gravitar en ese plano. Entonces, necesitará de una enorme cintura política, que no parece ser una virtud que lo acompañe, para obtener los respaldos extra-partidarios necesarios para aprobar las reformas que propone.

 

Vengo de pasar unos días en la República Dominicana, donde vive un hijo mío hace diecisiete años y donde tengo un nieto. El país, que visito con gran frecuencia, es muy pequeño en comparación con la Argentina y con pocos recursos naturales, aunque crece a pasos agigantados. Se destaca, sin embargo, en algunos planos fundamentales: hay estabilidad económica y no hay inflación; y si bien hay pobreza, se trata de una pobreza digna, y no hay miseria, puesto que la comida está al alcance de la mano, como sucede en casi todos los países cálidos. Sobre todo, no se vive en medio de un clima de violencia social e individual como sucede aquí; nunca he visto, por ejemplo, que se produzcan enfrentamientos en la calle por meros incidentes de tránsito, pese a lo enloquecido del tráfico. Así, Ezeiza puede ser visto así como la puerta de retorno al infierno, más que la única salida.

 

Bs.As., 17 Jun 23 

viernes, 9 de junio de 2023

Locos bajitos

 


Locos bajitos

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 893)

 

“El que hoy te compra con su adulación mañana te venderá con su traición”. Proverbio español

Si hubiéramos creído en las afirmaciones triunfalistas del Aceitoso y Kirchnerito, el dúo tan dinámico que se fue a China, los problemas del Banco Central y, consecuentemente, del Gobierno ya estarían solucionados. Sin embargo, nada fue cierto, mal que le pese al equipo de Massa y, en cambio, es muy probable que los costos que los argentinos deberemos afrontar para responder a las exigencias de Xi Jinping sean extremadamente gravosos.

 

El nivel de las reservas, que ya estaban en rojo furioso antes del viaje misional de estos aspirantes a SuperAgente 86, zapatófono incluido, seguirá cayendo en picada e impulsando la fuerte recesión que ya se percibe en las góndolas y en la restricción a las importaciones de insumos tan básicos como medicamentos. En China se les explicó claramente a nuestros enviados que deberán esperar para recibir fondos frescos reales, más allá de una pequeña ampliación del swap para importar desde China, y las negociaciones con el FMI se han demorado, a punto tal que el Ministro de Economía, con la lapicera enarbolada para firmar el adelanto de anticipos por el que ruega, ha debido postergar su periplo a Washington hasta un momento más propicio.

 

Más allá de los aspectos económico-financieros de la alocada diplomacia argentina, me parece necesario recordar que nada menos que Henry Kissinger, un reconocido optimista, acaba de decir en público que un conflicto armado entre China y Estados Unidos es previsible en los próximos cinco años, lapso que coincide exactamente con el establecido por Beijing para reincorporar por las armas a Taiwan, un aliado estratégico de Occidente en el sudeste asiático, a su territorio continental.

 

La Argentina apareció en las mesas de arena de los estados mayores occidentales en razón de la base científico-militar que Cristina Fernández permitió construir en Neuquén -con cesión de soberanía incluida- al tiránico régimen chino; imaginemos qué puede suceder ahora que el reelecto Gobernador de Tierra del Fuego, el kirchnerista Gustavo Melella, firmó un decreto por el que autoriza a empresas de ese origen, todas bajo control del Ejército Popular, un memorándum para implantar en su territorio una gran fábrica de fertilizantes químicos y un puerto multipropósito, o sea, comercial, pesquero y militar, con proyección clara hacia el Atlántico sur, el tráfico bioceánico y la Antártida.

 

Lo más dramático es que el próximo Gobierno, que será la cabeza de un país David flaco y consumido, se deberá enfrentar a una potencia Goliat más que robusta y fuerte, por lo cual le resultará casi imposible desarmar los acuerdos que hayan firmado estos crápulas traidores, tal como sucedió con las no prioritarias represas Kirchner y Cepernic, en el río Santa Cruz.

 

Ni los más serios encuestadores pueden hoy hacer pronósticos con alguna posibilidad de convertirse en realidad. Esto se debe a varios factores que convergen: la dudosa veracidad en las respuestas que obtienen; la apatía social frente a la política, o sea, el crecimiento de la abstención; la permanente sensación de ajenidad, en relación con las necesidades sociales, que los dirigentes de todos los orígenes despiertan; y la “liquidez” de las fidelidades partidarias, en especial entre los más jóvenes.

 

El kirchnerismo está metido en un brete del que le resultará más que difícil salir: no puede prescindir de Massa como Ministro porque, tal como dijo su mujer, si él se va sería el final (coincido) pero, para permanecer, exige ser su único candidato presidencial; a ello se oponen el resiliente no-Presidente, y Daniel Scioli y Juan Grabois, que se niegan a renunciar a sus postulaciones, y a la insistencia de la necesidad de primarias se sumaron Hugo y Pablo Moyano con treinta de sus fieles gremios. ¿Bastará el devaluado dedo de Cristina Fernández para resolver ese intríngulis?

 

Si hubiera varios candidatos en las primarias del Frente de Locos, quienes voten, por ejemplo, por Daniel Scioli en las primarias, ¿lo harían por Wado de Pedro en las nacionales?, ¿y viceversa? Los votantes de Horacio Rodríguez Larreta, ¿acompañarían luego a Patricia Bullrich?, ¿y viceversa? Después de la primera vuelta real, si el Frente, como se cree probable, sale tercero, ¿por quién se inclinarán la mayoría de sus electores?

 

Con ese juego tan abierto de probabilidades, no es en absoluto descartable que Javier Milei llegue a la Presidencia, en especial después de los daños que produjo en la intención de voto –sobre todo en Córdoba- a favor de Juntos para Qué la pretensión de Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales de incorporar al peronismo de Juan Schiaretti a la coalición, a escasos días de la presentación de alianzas y a dos semanas de las candidaturas; creo que fue un error de enorme magnitud, ya que hubiera podido intentarse hace meses y discutirse con amplitud, o esperar a que se realizaran las elecciones para sumar voluntades.

 

Mi mayor preocupación radica en la falta de consensos de la oposición en la Provincia de Buenos Aires, en la cual Axel Kiciloff podría obtener su reelección con sólo alcanzar un 25% de los votos. No debemos olvidar que, aunque el futuro Gobierno nacional cerrara la canilla de transferencias para domesticarlo, un eventual ahogo financiero en La Plata haría explotar al Conurbano, que está a poquísimas cuadras de la Casa Rosada, como todos comprobamos diariamente con los piquetes y acampes de las organizaciones sociales, que podrían volverse salvajes y violentos.

 

El Valle, Samaná, R. Dominicana, 10 Jun 23

viernes, 2 de junio de 2023

¿A cualquier precio?

 


¿A cualquier precio?

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 892)

 

“Una paz nunca es honrosa para el vencido”.

 Jean Lartéguy

 

Entre la enorme cantidad de nubarrones que se ciernen, amenazadoras, sobre la Argentina, la que más me preocupa es la que se deriva el viaje a China que está realizando Sergio Massa, inexplicablemente acompañado por Máximo Kirchner, el tan laborioso hijísimo bi-presidencial. La nueva humillación impuesta al auto-percibido Presidente con el estreno de la nueva y carísima joya de la flota de aviones oficiales por el Ministro de Economía y por su ex-mayor enemigo interno, constituye al mismo tiempo un irracional gesto de derroche de un Estado quebrado que va a pasar la gorra.

 

Superada la anécdota, vamos a lo importante. El Aceitoso y su nuevo socio turista tienen un objetivo básico, conseguir las divisas que el Banco Central necesita tanto como una transfusión de sangre, sea en yuanes, reales o dólares, que permitan coronar con éxito el famoso “plan llegar”, al menos hasta las PASO. Pero encuentran dificultades cruzadas.

 

La primera es que el organismo internacional, al cual se le ha pedido adelantar en junio o julio todos los giros previstos para el segundo semestre para pagarse a sí mismo, está demorando su resolución, en especial porque países importantes, como Alemania (que se encuentra en recesión) y Japón, no quieren prestar más dinero de los impuestos de sus ciudadanos a un deudor recalcitrante como la Argentina y, tampoco, logra el acuerdo de los funcionarios de su staff sobre qué porcentaje podría ser “de libre disponibilidad”, o sea, como herramienta para intervenir en los mercados de divisas local.

 

Es más que razonable porque, si el Gobierno argentino actúa tan irresponsablemente como siempre y dilapidara esas divisas (ingresó, durante el gobierno de los Fernández², la friolera de 110.000 millones de dólares y hoy las reservas son negativas en once mil), caería en default con el propio FMI. Y por si eso fuera poco, tanto Cristina Fernández cuanto Máximo Kirchner despotrican permanentemente en su contra, acusando al organismo de ser el único responsable de la inflación y de la recesión.

 

La segunda es que Brasília, tal como le explicó con sorna Lula da Silva en la cara a Alberto Fernández, no está dispuesta a prestarnos fondos sin garantía, ni siquiera bajo la forma de un swap. Para intentar obtenerla del Nuevo Banco de Desarrollo, recién creado por los BRICS, que será presidido por Dilma Rousseff, la destituida (por utilizar “contabilidad creativa” en las cuentas públicas, algo usual en los gobiernos kirchneristas en la Argentina) ex Presidente de Brasil, otorgue ese aval o un préstamo, algo prohibido por el estatuto del propio banco, se fueron a China nuestros Batman y Robin.

 

La tercera, y en esto radica mi mayor preocupación, es que todos los contratos de financiación que firma China contienen una cláusula específica de confidencialidad para evitar que trasciendan sus condiciones y sus tasas de interés, ambas leoninas. A simple título de ejemplo, basta señalar que Montenegro pidió un préstamo a Beijing para construir una autopista, que fue construida por empresas y con obreros chinos; cuando no pudo pagarlo, Xi Jinping se quedó con el camino; y eso mismo ha sucedido alrededor del mundo entero, donde China se ha hecho de puertos, centrales eléctricas, yacimientos de minerales estratégicos y hasta bases militares, como la que el kirchnerismo le entregó, con cesión de soberanía, en Neuquén.

 

Es probable que China acepte ampliar el swap, el acuerdo para pagar en monedas locales –sin usar dólares- los intercambios comerciales entre ambos países, y hasta liberar una porción del mismo para permitirle a Massa seguir postergando la devaluación que le exige el FMI, pero no será inmediato; los tiempos orientales son sensiblemente distintos a los nuestros y es difícil que se adecuen a las urgencias argentinas. Según parece el mayor logro de la carísima misión del dúo dinámico será la promesa de una empresa china de invertir US$ 1.000 millones, en yuanes, en el noroeste argentino.

 

Hoy Beijing tiene interés estratégico en aumentar su presencia en la Argentina, a través de la construcción de las represas Kirchner y Cepernic y de una central atómica (sería la primera para exhibir su tecnología), la administración de la esencial Hidrovía, un puerto pesquero y militar en Tierra del Fuego, la geopolítica en el Atlántico Sur y la Antártida, la concesión del sistema 5G (sospechado de espionaje en Occidente), el litio, la pesca y los alimentos, etc.. ¿Cuántas y qué gravosas concesiones estará dispuesto a hacer el kirchnerismo en fuga para obtener los favores de Xi Jinping, a quien lo une además una sumisión ideológica?

 

¿Se puede pedir mayor patología psiquiátrica que perorar contra la Constitución Nacional y la descripción que la misma hace del Poder Judicial por ser una “rémora monárquica”, como dijo Cristina Fernández el 25 de Mayo, y a la vez adherir sin tapujos ni fisuras a dictaduras como las que encabezan Xi Jinping, Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel, Daniel Ortega, Vladimir Putin o los ayatollahs? Eso es lo que hicieron, esta misma semana, tanto Massa y Máximo cuanto Alberto Fernández, acompañando a un Lula da Silva que está volando sin escalas hacia el ridículo de abjurar de su propia historia democrática.

 

Merece destacarse, en la reunión de Brasília que buscó dar nueva vida a la extinta UNASUR, la actitud del chileno Gabriel Boric, un claro exponente de la joven izquierda latinoaméricana, quien –con el más que esperable acompañamiento del uruguayo Luis Lacalle Pou, al cual la televisión pública brasileña le censuró el discurso pero lo grabó y consiguió difundirlo por YouTube- repudió claramente el respaldo que el resto de sus colegas de la región dieron al criminal régimen venezolano.

 

Entre ambos, arruinaron la fiestita organizada por Lula da Silva y su Foro de São Paulo, ya que dejaron en claro que es profundamente inmoral disculpar, en nombre de una presunta ideología común, las permanentes y generalizadas violaciones a los derechos humanos, la persecución a la prensa y, sobre todo, los crímenes de lesa humanidad que comete a diario, tal como hacía su predecesor, el asesino heredero de Hugo Chávez Frías.

 

Samaná, 3 Jun 23