viernes, 22 de agosto de 2025

Las Guerras del Poder



                                                Las Guerras del Poder

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 1008)

 

“Los países pobres lo son porque quienes tienen el poder toman decisiones que crean pobreza. No lo hacen bien, no porque se equivoquen o por su ignorancia, sino a propósito”. Daron Acemoglu y James A. Robinson

 

Como bien sabemos, la semana estuvo marcada por las tentativas de la oposición en insistir, en Diputados, en la sanción de leyes – en especial, el demagógico aumento de jubilaciones y pensiones – que fueron vetadas por el Presidente. Pese a que triunfaron en el tema de la discapacidad, no pudieron lograr algo similar en lo que al aumento en las prestaciones sociales – jubilaciones y pensiones – se refiere. Nadie puede discutir la necesidad de llegar a un momento en que quienes, después de aportar por treinta años al sistema previsional, perciban un emolumento que les permita vivir con dignidad y llegar con cierta comodidad a fin de mes.

 

Pero que sean precisamente quienes saquearon las cajas y expropiaron a las AFJP, destinando los fondos a atender los despilfarros del Estado quienes impulsaron la iniciativa sin explicar de dónde saldrían los recursos necesarios para financiar ese aumento sin poner en riesgo el superávit fiscal, no puede más que definirse como flagrante hipocresía; basta recordar, al respecto, que cuando era Presidente Cristina Fernández, vetó la aplicación del 82% móvil, aduciendo que implicaba la quiebra del Estado. En el Senado fue peor aún el caradurismo explícito porque, mientras derogaban cinco decretos firmados por Javier Milei, en uso de las facultades delegadas, que reducían la hipertrófica burocracia gubernamental, se auto-aumentaban los sueldos hasta superar los diez millones de pesos mensuales. Lo dejó claro, involuntariamente, la Senadora Anabel Fernández Sagasti, cuando sostuvo la posición de “Unión por la Plata” (sic) kirchnerista.

 

Claro que gran parte de la responsabilidad de los fuertes cachetazos que recibió en el H° Aguantadero corresponde atribuirlo al propio Gobierno que, en ocasión de los cierres de las listas para las elecciones legislativas de octubre, dejó tantos heridos innecesarios, es decir, impericia política pura, acentuada por la escasez de cuadros propios de la que adolece en todos los niveles y que le impide cubrir tantas candidaturas con alguna racionalidad. Le corresponde, asimismo, cargar con la factura derivada de la guerra interna que se libra dentro del universo de La Libertad Avanza, con los habituales “carpetazos”, propios y ajenos.

 

No tengo dudas de que este tipo de cosas seguirá ocurriendo al menos hasta octubre porque la desesperación del kirchnerismo ante una derrota - ellos mismos la dan por altamente probable - en la Provincia de Buenos Aires se vincula directamente con el horizonte carcelario que aterra a sus líderes más notorios.

 

En ese sentido, no resulta menor la tan sospechosamente oportuna – tanto como la antes desconocida hiperactividad del Juez Sebastián Casanello y del Fiscal Franco Picardi - tormenta generada alrededor de los presuntos audios de Diego Spagnuolo, ya ex Director de la Agencia Nacional de Discapacidad, de los cuales surgiría una trama de corrupción que afectaría a Eduardo “Lule” y Martín Menem y,  sobre todo, a “La Jefe”, Karina Milei. Mientras cierro esta nota, no he oído explicación alguna del echado funcionario ni de la Casa Rosada, aunque ya ha habido decenas de allanamientos que buscan determinar si se trata, o no, de un episodio similar al que dio origen a la causa “Cuadernos” que, a partir del 6 de noviembre, comenzará a ventilarse en juicio oral, con Cristina sentada en el banquillo, rodeada de centenares de cómplices y empresarios “expertos en mercados regulados”.

 

Quienes confiamos en Milei para sacar a nuestro país de la sima a la que nos arrojó el kirchnerismo, lo hicimos porque creímos en la libertad que proponía y en el combate contra la siniestra casta que emprendería. Pero, si las denuncias de irregularidades y coimas que comprometerían a la hermana del Presidente se comprobaran, la reciente esperanza de los argentinos, esos que aún en medio de este ajuste tan doloroso lo seguimos apoyando y – estoy convencido – lo llevarán a la victoria en octubre, se transformarán de inmediato en una nueva y dramática frustración. Y habríamos reencontrado el camino de decadencia infinita que inauguramos en 1946; que ese año sea, precisamente, el de mi nacimiento permite entender la angustia que siento. Conservo grandes esperanzas de así no sea.

 

En otras latitudes, disgustos similares deberían estar afectando – si su extraña personalidad lo permitiera – a Donald Trump ante la actitud de su presunto amigo Vladimir Putin, a quien recibió, en condiciones francamente humillantes para los Estados Unidos, en Anchorage la semana anterior. Nadie suponía que lo allí conversado saldría a la luz, pero los gigantescos ataques de Rusia a Ucrania de estos últimos días no hacen más que confirmar que quien reina en Moscú no tiene intención alguna de dejar de avanzar – y en el camino masacrar a la población civil – sobre Kiev y lograr la anexión de gran parte del territorio de la nación invadida, la remoción de Volodimir Zelensky y la entronización de un gobierno títere que olvide cualquier aspiración de incorporarse a la Unión Europea, ni qué decir a la OTAN.

 

Tampoco su otro amigo – y de Milei – Benjamin Netanyahu le da alegrías; no sólo no detiene el avance de sus tropas en la Franja de Gaza, con el consiguiente incremento del sufrimiento de la población civil, sino que implanta colonias israelíes en Cisjordania. Con ello, amén de dar razones a Hamas para no rendir sus armas ni liberar a los rehenes del 7 de octubre de 2023 que aún conservan la vida en medio de torturas, garantiza su propia permanencia en el poder, ya que ningún país cambia de gobierno en medio de un conflicto armado, y debe tener bien presente lo sucedido con Winston Churchill tan pronto terminó la II Guerra Mundial.

 

Otro escenario que se va enrareciendo por días es Venezuela, ante el despliegue aéreo y marítimo que está realizando Washington frente a sus costas con el argumento de controlar el narcotráfico que asola a la población estadounidense. El sanguinario tirano Nicolás Maduro, que tanto ha intervenido en otros países de la región – recordemos, por ejemplo, las muchas valijas de dólares Wilson para solventar campañas electorales en todo el subcontinente – hoy se rasga las vestiduras porque los “gringos” han puesto precio a su cabeza y calificado a sus “Tren de Aragua” y “Cártel de los Soles” como organizaciones terroristas.  

 

En cambio, un gran suspiro de alivio recorre gran parte de Sudamérica desde el domingo pasado, cuando el primer turno electoral de Bolivia, donde todas las encuestas se equivocaron una vez más, confirmó que Evo Morales – y todo lo que ello implica - no volverá al poder, aunque sectores del MAS apoyen a Rodrigo Paz Pereyra para triunfar en el ballotage de octubre.

 

Bs.As., 23 Ago 25 


Publicado en:

https://www.informadorpublico.com/las-guerras-del-poder/

https://totalnewsagency.com/2025/08/22/las-guerras-del-poder/

https://prisioneroenargentina.com/las-guerras-del-poder/

https://www.notiar.com.ar/index.php/opinion/138149-las-guerras-del-poder-por-enrique-avogadro

viernes, 15 de agosto de 2025

Convulsiones Continentales




                                            Convulsiones Continentales

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 1007)

 

“Si no estás en la mesa, Guillermito, estás en el menú”.

 Un empresario a Willy Kohan

 

Hoy, cualquier cosa que digamos sobre la reunión que mantuvieron ayer, en Alaska, Donald Trump y Vladimir Putin no podría ser más que una especulación; sólo nos enteraremos de la verdad acerca de qué fue negociado en ella con el correr de los días, observando cómo se comporta Rusia en el terreno de Ucrania, y cómo lo hace Estados Unidos en su relación con Ucrania en particular y con Europa en general.

 

Volodimir Zelensky, que se ha pasado la semana entera recorriendo las grandes capitales de la Comunidad Europea en pos de un respaldo militar y financiero que le permita continuar con la defensa de su territorio, hoy algo dudoso sobre todo por lo escaso de sus tropas en el terreno, se debe sentir como el pato de una boda a la cual no ha sido invitado.

 

De todas maneras, en un mundo – la diplomacia – en el que hasta los gestos tienen significado, y en especial en un sistema como el que rige en Moscú, donde nadie se atreve siquiera a respirar sin permiso del Presidente, la indumentaria que vistió Serguei Lavrov, su Canciller, para llegar a la cumbre – una camiseta con la sigla de la URSS en el pecho – constituyó una violenta marcación de la cancha a Trump, que tal vez hubiera ameritado que éste cancelara el encuentro.

 

Para el dignatario visitante, sin duda, la reunión fue un importante ascenso internacional, ya que de hecho lo llevó sin escalas a la gran mesa de las decisiones internacionales, una suerte de Yalta actualizada, equiparándolo al anfitrión y al ayer ausente Xi Jinping. Tampoco fue casual el lugar elegido para celebrarla, toda vez que Putin sólo debió volar los 87 Km que separan a su país del continente americano, ahorrándole los (imaginarios) riesgos que conlleva la orden de captura dispuesta por el Tribunal Penal Internacional que pesa sobre él.

 

Trump se mueve, como hemos visto desde que asumió su segundo mandato, en forma espasmódica, pero algunos datos siguen resultando curiosos o llamativos, si se quiere. Por ejemplo, ha impuesto serias sanciones arancelarias a India por comprarle petróleo y gas a Rusia, y dando el consecuente oxígeno financiero a su débil economía, un estado que la guerra misma ha ahondado. Sin embargo, no ha hecho lo mismo con China, que no sólo se comporta del mismo modo con su – por ahora – aliado de Moscú, a quien además suministra armas.

 

Para obtener un escurridizo cese del fuego en Ucrania, ha amenazado reiteradamente al “neo-zar” con embargar los activos en el extranjero de su país, de los principales magnates rusos y de sus empresas, pero no ha concretado nada. En cambio, después de prohibir a Chevron operar en la extracción de petróleo en Venezuela y levantar esa medida al poco tiempo, algo esencial para la catastrófica situación del país, aplicando la Ley Maginsky, sí ha confiscado bienes del dictador Nicolás Maduro por US$ 750 millones (casas, aviones, haras, etc.) en territorio estadounidense y en República Dominicana, además de ofrecer una recompensa de US$ 50 millones por su cabeza, imputándolo de narcotraficante.

 

Este jueves, por otra parte, Trump prácticamente ha militarizado la ciudad de Washington al ordenar al Ejército y a la Guardia Nacional patrullar las calles de la capital invocando la necesidad de devolverles una seguridad ciudadana que, a sus ojos al menos, ha perdido; y ha encomendado a la Armada desplegar numerosos buques en el Caribe, en un nuevo intento de detener el flagelo del narcotráfico en la zona.

 

En la región, la atención está centrada en Bolivia, donde mañana se sustanciará la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Todas las encuestas coinciden en que el segundo turno se disputará el 19 de octubre entre Samuel Doria Medina, de centro derecha, y Jorge “Tuto” Quiroga, de derecha. Si así fuera, habrán terminado los gobiernos del MAS, que encabezados por Evo Morales y Luis Arce Catacora, hoy mortalmente enfrentados, destruyeron la economía hasta sus cimientos. Pero no garantiza que el líder cocalero, con orden de detención por estupros reiterados, no resista violentamente desde su reducto en el Chapare.

 

Ese final implicará un enorme alivio, porque acabará con una de las grandes cabezas de playa – la otra, Venezuela – de Irán en la región y de sus milicias proxys, sobre todo Hezbollah, tan activas en la Triple Frontera y aliadas de las violentas organizaciones criminales brasileñas, Primeiro Comando Capital y Comando Vermelho, que tanto daño están causando en Paraguay, Argentina y hasta Uruguay, ya que utilizan la Hidrovía para exportar la droga e importar armas.

 

Ya en noviembre, los ojos continentales se centrarán en Chile, que el 16 de ese mes celebrará sus elecciones presidenciales – el 14 de diciembre se disputaría, de ser necesario, el segundo turno. Gabriel Boric, que viene muy golpeado por el desempeño económico, lleva como candidata oficialista a la comunista Jeannette Jara, y competirá contra sus principales adversarios de derecha, José Antonio Kast (Partido Republicano) y Evelyn Matthei (Vamos Chile); si alguno de estos últimos triunfaran, gran parte de la región habrá cambiado de color político, enterrando aquellos delirios mesiánicos de “Patria Grande”, pseudo socialista y ladrona, que soñaron Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva y Rafael Correa.

 

Bs.As., 16 Ago 25

viernes, 8 de agosto de 2025

Hablemos en Serio



Hablemos en Serio

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 1006)

 

“En tiempos de crisis los inteligentes buscan soluciones y los inútiles, culpables”.

 Hiparco de Nicea

 

Quienes llevamos muchas décadas viviendo en este original país, Argentina, hemos visto pasar planes económicos que, de algún modo, se parecen al actual. Tuvimos pesos – y dólares - baratos o caros, protecciones absurdas a industrias incompetentes, cierres masivos de pyme’s, salarios razonables o de hambre, niveles de pobreza y miseria siempre crecientes, índices de inflación desconocidas en el mundo, etc..

 

Las diferencias con el que hoy impulsa Javier Milei son dos, esenciales y gigantescas: superávit fiscal y cero emisión. La oposición lo sabe y por eso apunta a esos pilares para destruirlas, aunque sepan que las ruinas caerán sobre todos los ciudadanos, en especial sobre los más pobres e indefensos, esos mismos a los cuales pretenden deslumbrar con promesas populistas para convocarlos a votar por quienes necesitan mantenerlos en la indigencia.

 

La actividad económica se está recuperando, aunque algunos sectores lo hagan con fuerza y otros aún caen. Mientras mantengamos este perverso régimen impositivo, con gobernadores e intendentes que imaginan cada día como exprimir más al sector productivo, este sistema laboral y sindical heredado del fascismo, una infraestructura vial destruida que implica mayores costos de transporte, y complicidad entre los jueces del trabajo y abogados “caranchos” para otorgar indemnizaciones imposibles y desmesuradas, seguirá siendo harto difícil ser empresario aquí.

 

Muy a nuestro pesar, la realidad indica que, sobre una población de 48 millones, quienes hoy pueden consumir son muy pocos, lo cual impide una producción de gran escala. Sin embargo, los industriales en general se han situado en una errada posición, optando por vender – salvo honrosas excepciones - dentro de las fronteras, cazando en el zoológico y pescando en la bañadera, y ello los obliga a hacer incalculables esfuerzos por cuidar ese territorio, esa ‘quintita’ privada. Para conservarlo, o al menos intentarlo, deben recurrir a exigir protecciones, traducidas éstas en barreras arancelarias y para-arancelarias, invocando la necesidad de cuidar los puestos de trabajo.

 

Sin embargo hoy, nuevamente, la realidad los ha traicionado, y se ven enfrentados a competir contra nuevos actores, gigantes como China y Brasil, que producen a precios imbatibles. ¿Qué hacen entonces? Nuevamente piden barreras aduaneras, aún a costa de que el competidor levante similares defensas contra los productos primarios argentinos, e intentan sobreproteger a su sector. Con ello, sólo tendrán éxito en impedir que los más humildes puedan acceder a productos buenos y baratos.

 

Y aquí vienen la reflexión, la comparación y la sugerencia. ¿Por qué insistir en competir contra países que, por costos internos y por dimensión de mercado pueden exportar a precios sensiblemente inferiores a los nuestros? Esa pretensión, totalmente insana, equivale a imaginar a Francia o a España intentando competir, en los mercados mundiales, contra la carne argentina o la soja brasileña. Si nuestro país no tiene un mercado considerable, ¿por qué pretender sustentar en él la supervivencia de industrias que no competitivas a nivel mundial?

 

Utilizando sólo como ejemplo a la industria del calzado (aunque sea igual en la textil, la de indumentaria y muchas otras), recordemos que quien quiera comprar un buen par de zapatos italianos o ingleses deberá pagar US$ 800 o más, se nos plantearán otros interrogantes. Si Italia o Gran Bretaña no tienen suficientes cueros para atender a la demanda de su industria, ¿por qué, si Argentina los tiene, no sale a competir contra esos países vendiendo en el exterior productos de igual calidad pero sensiblemente más baratos? Nuestros costos laborales son muy superiores a los orientales, pero sensiblemente inferiores a los europeos; y podemos producir cueros curtidos y trabajados a menor precio que Europa. ¿Por qué no producir zapatos muy buenos y de muy buen precio, que fabricar zapatos relativamente baratos y de baja calidad? ¿No sería mejor que todos los ciudadanos pudieran calzarse con zapatos importados y pagar menos?

 

No recuerdo haber leído jamás acerca de protestas de los fabricantes italianos o británicos de zapatos contra la invasión por China o Brasil de sus ‘territorios’. Y no lo recuerdo porque no las ha habido. Y no las ha habido porque, simplemente, no tienen intereses contrapuestos. Dentro de Italia o del Reino Unido, tanto como en el resto de los países del mundo que han abierto su economía, existen sectores dispuestos a pagar fortunas (y capaces de hacerlo) por los zapatos de lujo, y otras franjas de mercado que, mal que les pese, sólo pueden acceder a calzados baratos. Los fabricantes locales de esos países han diseñado su producción para atender al mercado de altísima calidad, tanto interno cuanto externo, y no tratan de jugar en el sector de bajo consumo.

 

¿Por qué no hacer algo parecido en la Argentina cuando la guerra de aranceles de Donald Trump nos favorece y, además, eso implica agregar valor a las exportaciones? Todavía los industriales están a tiempo de modificar su conducta y adecuarla a los nuevos tiempos que vive el mundo. Si no lo hacen, los vientos de apertura y la libre competencia los obligarán a pagar esa factura cerrando sus empresas y, con ellas, a los trabajadores que hoy dicen querer proteger y, en realidad, perjudican al extremo.

 

Bs.As., 9 Ago 25

viernes, 1 de agosto de 2025

Tembladerales


 

Tembladerales

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 1005)

 

“Entonces los dioses lamentan que el mundo sea tan ingobernable”.

 Eduardo Galeano

 

El uso del plural en el título remite, necesariamente, a lo que sucede tanto en la complicada Argentina de siempre cuanto en un mundo en el cual la presencia del “cowboy de los aranceles” tiene un inédito protagonismo en el sistema internacional de comercio, que tantos buenos frutos había prodigado a toda la humanidad durante varias décadas.

 

El plan económico – si es que puede llamárselo así – del Gobierno está bajo fuego graneado de muchas corporaciones que han visto afectados sus intereses particulares, incluido por supuesto el pero-kirchnerismo, cuya jefa necesita recuperar poder para obtener su libertad antes de que nuevos nubarrones – causas “Cuadernos” (el juicio oral comenzará a comienzos de noviembre), “Hotesur-Los Sauces” y “Memorandum con Irán” – obscurezcan aún más su futuro personal y, como mínimo, el del hijísimo Máximo.

 

Luis Toto Caputo, que debe agradecer al Cielo el clarísimo apoyo que está recibiendo de la Casa Blanca ante los organismos multilaterales de crédito, está recurriendo a las herramientas más peligrosas del cajón de acciones para sortear una situación – la dolarización de las carteras – que se repite antes de cada elección de dudoso resultado, como son las de septiembre, en la Provincia de Buenos Aires, y las nacionales de octubre.

 

Desde afuera del armado oficialista, y oyendo el ruido que genera, resulta incomprensible para cualquiera medianamente informado su pretensión de imponer un dogma único a todos aquellos que piensan parecido; si éstos no aceptan ser disciplinados por Karina Milei, serán excluidos de las listas – repletas de ex massistas y cristinistas - sacrificando así apoyos que resultarán insustituibles para blindar los proyectos legislativos que el Gobierno necesitará para llevarnos al paraíso prometido.

 

Desde otro ángulo, el Poder Judicial – he dejado de llamarlo Justicia – nuevamente está en el ojo de la tormenta. Casos como los de los jueces Walter Bento, Julieta Makintash, Ariel Lijo, Marcelo Bailaque, Ernesto García Maañon y varios más, sólo contribuyen a deteriorar la mala imagen que la sociedad ya tiene de él. Al respecto, recomiendo leer una impecable nota de Jimena de la Torre, integrante del Consejo de la Magistratura por los abogados, (https://tinyurl.com/4j25dete) porque propone soluciones reales y concretas a ese grave problema, tanto que impide que la Argentina reciba inversiones genuinas, genere puestos de trabajo registrado y se desarrolle. Si lográramos resolverlo, hasta podríamos encontrar la salida para la situación terminal del actual sistema previsional.

 

Mientras tanto, el mundo sigue convulsionado por las medidas, muchas veces contradictorias, que emanan del Salón Oval. Aunque la guerra tarifaria desatada por Donald Trump contra todos, en especial aquéllos que eran los mejores y más confiables aliados y socios de los Estados Unidos, no haya producido los tan negativos efectos que auguraban los demócratas, sí parece haber ralentizado el crecimiento.

 

En la región, la imposición de aranceles del 50% a Brasil por la negativa de su Supremo Tribunal Federal a aceptar su pedido de archivar las causas por sedición que afectan a Jair Bolsonaro, en un país tan nacionalista como es nuestro vecino, han contribuido eficientemente a la recuperación de la alicaída imagen de Luiz Inácio Lula da Silva, ya que lo han convertido en el general que se niega a rendirse a las presiones externas. Como explicó Susana Merlo, si bien esos desmesurados aranceles pueden tener un efecto positivo sobre las exportaciones argentinas a EEUU, éste será superado por la necesidad de Brasil de dirigir sus productos a otros mercados, carnes y oleaginosas a China sobre todo, de los cuales seremos expulsados por precio.

 

El cowboy rubio sigue frustrado en su intención de recibir el Nobel de la Paz - que sí obtuvo su enemigo Barack Obama - al no poder cumplir su promesa de poner fin a las guerras de Ucrania y Medio Oriente. Vladimir Putin no parece impresionado por la movilización de submarinos nucleares estadounidenses a zonas vecinas a su territorio, las sanciones que la Comunidad Europea ha aplicado a sus combustibles (gas y petróleo) ni por las fuertes medidas económicas en su contra que Trump ha prometido imponer en diez días. Por ello, éste ha debido suministrar equipamiento bélico a Volodimir Zelensky, aunque sea la OTAN quien los compre a EEUU.

 

Y  su gran amigo, Benjamin Netanyahu, confiado en que los israelíes no cambiarán de caballo en medio de la guerra y tan dependiente del apoyo del partido derechista extremo - HaTzionut HaDatit - en su gobierno, y sin duda preocupado por las causas por corrupción que lo esperan cuando se firme la paz, desdeña el reconocimiento a Palestina como Estado que han efectuado grandes potencias otrora aliadas e ignora el aislamiento que conlleva la condena global a la campaña de destrucción masiva que está ejecutando en la Franja de Gaza, escenario de una catástrofe humanitaria por el hambre provocado, un verdadero genocidio.

 

¡Qué duro será, de aquí en más, tanto para Trump como para Javier Milei, que lo ha invitado a venir a Buenos Aires en septiembre, seguir manifestándose como irreductibles amigos de tamaño sujeto!

 

Bs.As., 2 Ago 25


Publicado en:

https://radiomiami.us/enrique-guillermo-avogadro-tembladerales/

https://www.notiar.com.ar/index.php/opinion/137789-tembladerales-por-enrique-avogadro

https://diariocastellanos.com.ar/politica/2025/08/01/tembladerales.htm

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