Universidad en Guerra
por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 962)
“No puedes volver atrás y cambiar el principio, pero
puedes comenzar donde estás y cambiar el final”.
C.S.Lewis
Como ha
sucedido tantas veces, el miércoles el país se conmovió por grandes
concentraciones de ciudadanos convocadas, en reclamo por la Universidad pública,
con falsas consignas, inventadas por quienes pretenden conservar sus canonjías,
sean éstas políticas o económicas y, sobre todo, que nadie pregunte por ellas
ni audite los fondos que las alimentan. Ese engaño viene de lejos, pero ha
tenido tanto éxito que se ha convertido en un dogma indiscutible para clases
sociales que, pese a que ya no pueden acceder a ella, centran allí el mito del
ascenso social.
La frase
(“La Universidad pública y gratuita es igualadora social”) es una colosal mentira.
Basta ver qué porcentaje de alumnos proviene de las clases media-baja y baja.
Estudiar, ¿requiere el mismo esfuerzo para un joven que no trabaja que para el
que sí lo necesita? ¿Es lo mismo ir en auto a la facultad que viajar horas en
medios de transporte público? Entonces, y desde otro ángulo, ¿es justo que los
más pobres sustenten con sus impuestos una Universidad que no tiene exigencia
alguna y a la cual sus hijos no podrán acceder? La Argentina, nos guste o no,
está quebrada y el 52% de sus habitantes son pobres o están en la miseria; ¿es siquiera
razonable que dedique parte de sus escasos recursos a educar gratuitamente a extranjeros
cuyos países de origen no ofrecen recíprocas ventajas y a quienes quieren estudiar
carreras innecesarias (abogados, contadores, etc.), durante muchos años, como
si aún fuera rica?
Por nuestra
el mayor tiempo que les lleva a nuestros estudiantes llegar al título, la escasez
de graduados en comparación con los países vecinos, y porque muchos de ellos lo
son en carreras que el país no requiere, el resultado es penoso y sumamente
gravoso para el erario. Insume enormes gastos en infraestructura, investigación
y (magros) salarios docentes que además, al no ser eficientemente auditados,
habilitan corruptelas de todo tipo, tal como sucedió con los miles de oscuros contratos
firmados por universidades con organismos públicos para evadir controles.
Mi
propuesta es, relativamente, simple de implementar. Se trata de establecer –la Argentina
dispone, sin duda, de los medios informáticos para hacerlo- cuántos nuevos
graduados de cada una de las disciplinas necesitará el país a cinco años vista.
Basta, para hacerlo, con introducir en una computadora la información que
suministren las empresas y el sector público, incluyendo a los potenciales
inversores que se acerquen.
Con el resultado de esa
investigación, se constituiría un primer cupo de ingresantes a la Universidad.
Para formar parte de él, los estudiantes deberían rendir un muy exigente examen
de ingreso –en matemáticas, lengua, ciencias y ciencias sociales- y mantener el
nivel de excelencia durante toda la carrera, comprobado mediante pruebas
semestrales. A los miembros de ese primer cupo no sólo no se les cobraría
matrícula alguna sino que, por el contrario, se les pagaría un sueldo
razonable, que les permitiera inclusive mantener a su familia, durante todos
sus estudios. Como es obvio, quienes lograran graduarse integrando ese primer
cupo encontrarían una clara salida laboral, ya que tanto el Estado cuanto las
empresas los buscarían afanosamente.
Luego, crear un segundo cupo que
tuviera en cuenta la capacidad física de cada una de las facultades. Al menos
en algunas de ellas, hay materias en las que los profesores deben dar clases a
más de cien alumnos a la vez, lo cual impide una eficiente enseñanza. Ese
segundo cupo, es decir los extranjeros y aquellos que opten por carreras que el
país no necesitará –y, por ende, es injusto que deba soportar- o por
estudiantes que no lograran el nivel de excelencia requerido para el primero,
debería pagar para estudiar. Simple: si quieres hacerlo, báncalo tú. Incorporaría
a esas normas una ley que impusiera al sector público la obligación de
contratar, como consultora externa, a la Universidad, y pagar los honorarios
correspondientes.
Veamos qué efectos produciría la
solución propuesta. En primer término, mejores graduados, y el país dispondría
de profesionales excelentes en las disciplinas más necesarias. Luego, impediría
la permanencia del “estudiante crónico”, ese al cual el bajo nivel de exigencia
en materia de cantidad de materias aprobadas se le permite permanecer en los
claustros por muchos años, incordiando a los verdaderos alumnos.
Con el producido de las matrículas
pagadas por los integrantes del segundo cupo, más los honorarios por sus
servicios de consultoría externa, se formaría un interesante presupuesto
propio, que permitiría mejorar sensiblemente los salarios e invertir en
infraestructura e investigación. Y al pagar interesantes sueldos, se
incrementaría la vocación por la enseñanza, y que la competencia entre
aspirantes contar con mejores profesores.
El círculo virtuoso se cerraría
con el nivel de excelencia en los claustros docentes, lo cual transformaría a
la Universidad en un verdadero faro capaz de iluminar el futuro del país,
dejando de ser el miserable fanal que sólo permite ver la escalera descendente
en la que estamos embretados.
Lo sucedido esta semana en el campo
internacional no hizo más que agravar mi preocupación, sobre todo en el
escenario de Medio Oriente, ya que el ataque directo de Irán a Israel y la presumiblemente
inminente respuesta de éste, más la implicancia de Siria, Líbano y las milicias
chiítas de Irak y Yemen en la lucha, prometen incendiar aún más la zona, con
consecuencias gravísimas para el mundo entero, tanto por el incremento del precio
del petróleo cuanto por el riesgo nuclear, siempre presente. Y todo esto, a
justo treinta días de las trascendentales elecciones de los Estados Unidos, de
cuyo resultado dependerá, sin duda, el tablero geopolítico global.
Bs.As., 5 Oct 24
Publicado en:
https://prisioneroenargentina.com/avogadro-universidad-en-guerra/
https://www.informadorpublico.com/opinion/universidad-en-guerra
https://totalnewsagency.com/2024/10/04/universidad-en-guerra/
https://periodicotribuna.com.ar/37163-universidad-en-guerra.html
https://elcanillita.info/press/2024/10/06/universidad-en-guerra/
https://radiomiami.us/dr-enrique-guillermo-avogadro-universidad-en-guerra/
https://www.notiar.com.ar/index.php/opinion/133152-universidad-en-guerra-por-enrique-avogadro
https://elcanillita.info/press/2024/10/06/pobre-argentina/