domingo, 27 de abril de 2014

Un cadáver en descomposición

Un cadáver en descomposición

“El tiempo de engañar a los hombres de acaba” Pedro I de Brasil.

El Gobierno ya comenzó a oler mal cuando ese absurdo personaje llamado Norberto Oyarbide, sin que nadie se lo pidiera, mencionó a Carlos Liuzzi como el funcionario de su confianza que, mediante una rarísima llamada, lo hizo detener los más de veinte allanamientos que estaba llevando a cabo en distintas “cuevas” financieras; el mensaje no pudo ser más claro: “si caigo, caen todos”. Una semana después, Avioncito Jaime, muy suelto de cuerpo, hizo lo propio ante el Tribunal Oral Federal que lo está juzgando por el crimen de Once: “Todo lo que hice fue por instrucciones de Néstor y de Cristina”. Tal como muchos suponíamos, los testaferros están dispuestos a recibir las migajas que sus mandantes dejan en sus manos, pero no a pagar solos toda la cuenta final; detrás de estos dos emblemáticos caraduras, seguramente habrá muchos más que intentarán mejorar su situación procesal a cambio de información trascendente.

Por su parte, la señora Presidente también parece percibir que todo a su alrededor ha comenzado a descomponerse, ya que reaccionó con furia ante la más que tardía declaración de treinta y ocho organizaciones de la sociedad civil, considerando que “están en pie de guerra”, pese a que se limitaron a enunciar qué hay que hacer en materia de políticas de estado y, en sentido inverso, enumerar los males que nos aquejan después de once años de kirchnerismo desaforado; cualquiera con sentido común y oportuno coraje podría haber confeccionado esa lista y, sin embargo, la obsesión por negar la realidad hizo que distintos funcionarios, comenzando por Coqui Capitanich salieron a cruzar a los firmantes con desesperación, recurriendo a ridículas chicanas.

El dólar blue volvió a inquietar al Gobierno, pues no suponía que se produjeran movimientos durante el período en que los exportadores de granos liquidan sus divisas y creía que la calma estaba justificada por las elevadas tasas de interés, pero el mercado también ha comenzado a percibir el repugnante olor a podrido y, otra vez, se pregunta si diciembre de 2015 no es un plazo demasiado largo para convivir con la descomposición. Sin embargo, no convendría olvidar la inmensa capacidad de daño que aún conserva la actual inquilina de la Casa Rosada.

Es que ya han transcurrido trece años desde el fatídico 2001 y pretender, como lo hace doña Cristina, que aún el país se encuentra sumido en aquella crisis, es un verdadero disparate. Pese a la prolongada emergencia económica que los impúdicos legisladores no dudan en prorrogar anualmente a contramano de las necesidades de sus provincias, hemos vivido el período con mejores precios de nuestra soja y con mayor recaudación impositiva (¡un millón de millones de dólares!), lo cual convierte al “relato” en una mentira perversa.

Cuando don Néstor (q.e.p.d.) llegó al poder en 2003, deserción del Turco mediante, ya Lavagna había conseguido detener el tsunami y el país estaba creciendo, pero el “yuyito” valía US$ 150, y no US$ 550, como comenzó a suceder a partir de 2005, y las tasas de interés internacional estaban en 15% con Reagan, mientras que con Obama llegaron a 0%. A pesar de esa extraordinaria bonanza del famoso viento de cola, la corrupción ha hecho que la herencia que el kirchnerismo dejará sea vergonzosa, como lo prueba la negativa a publicar los índices de pobreza e indigencia; la Universidad Católica ha estimado que dos millones de chicos pasan hambre y once millones de argentinos (27,5%) se encuentran por debajo del límite de pobreza, y la CGT Azopardo eleva ese número a trece millones.

Es cierto que, desde la época de Illía, no se invertía tanto en educación, pero no lo es menos que la estirada década K ha producido un retroceso fenomenal en la materia, como muestran los resultados de las pruebas PISA. Nuestros educandos, en la adolescencia, no comprenden lo que leen y eso traerá aparejado el fracaso de su integración a un mercado laboral cada vez más exigente; para comprobar este aserto, basta con analizar qué sucede con el plan Fines, destinado a que quienes no han completado el secundario.

El maldito acervo hereditario nacional –no el personal que recibirán Máximo y Florencia en las Seychelles- está compuesto de una enorme cantidad de males: una sociedad fracturada por odios que no se veían desde hace décadas, planes sociales y subsidios impagables, desbocada inflación, una profunda recesión, el Banco Central sin reservas, un Estado sin organismos de control, una presión fiscal imposible de soportar, una infraestructura destruida, una capacidad instalada obsoleta, la dependencia de las importaciones de energía cada vez más caras, un 40% de informalidad en el empleo, el narcotráfico campando a sus anchas y una inseguridad que se ha transformado en la primer preocupación de los ciudadanos, millones de jubilados muertos de hambre, una corrupción que clama al cielo, etc., etc.

El hecho político de la semana lo constituyó el lanzamiento del Frente Amplio Unen, pese a que, por ahora, no pasa de ser una carta de buenas intenciones. Luego de oír las primeras declaraciones posteriores de los firmantes, sigo creyendo –como dije hace meses- que, finalmente, se formarán dos grandes alianzas para competir con las diferentes formas del peronismo (el candidato oficial del PJ y Massa): uno integrado por Macri y el sector más lúcido del radicalismo (Sanz, Aguad, Cobos, Carrió), y el otro por el socialismo, algunos radicales y los sectores de izquierda (Libres del Sur, Juez, etc.) que hoy forman parte del FAU.

Por mi parte, sigo intentando analizar con los mejores expertos los grandes temas del futuro argentino en el programa que conduzco, semanalmente, por www.canaltlv1.com. El martes pasado, 22 de abril, mi invitado fue el Dr. Alejandro Fargosi, con quien conversé sobre el Consejo de la Magistratura, del cual forma parte, y del estado de la Justicia en general; puede ver esa más que interesante emisión haciendo click en http://www.youtube.com/watch?v=c1C3HPLEEc0; para el próximo programa ha comprometido su asistencia el Dr. Andrés Cisneros, ex Vicecanciller, con quienes pretendo discutir el rol geopolítico de nuestro país y su inserción en el mundo, y analizar qué está sucediendo en los escenarios globales.

Hasta el domingo 4, cuando haya terminado un nuevo fin de semana de cuatro días, que seguramente las amigas de la Presidente aprovecharán para llenar los aviones con destino a Nueva York, en un renovado “turismo para todos y todas”. Lamento informar a la mandataria, que lo mira por TV, que el 40% de los empleados informales que su administración nos deja no percibirán sus jornales y, casi con seguridad, no podrán tomarse esas vacaciones tan frecuentes y merecidas por el 2% más rico de la Argentina.


sábado, 26 de abril de 2014

Programa N° 4 de "Un País Distinto" - Invitado: Alejandro Fargosi

Programa N° 4 de "Un País Distinto"
Invitado: Dr. Alejandro Fargosi
http://www.youtube.com/watch?v=c1C3HPLEEc0

domingo, 20 de abril de 2014

Pasión, Muerte y Resurrección de una Nación



Pasión, Muerte y Resurrección de una Nación

“¿Cómo habían podido llegar al punto de que el fundamento de la democracia se viese amenazado por un sistema judicial deficitario?” Henning Mankell

Más allá de confirmar que, como había supuesto, el Ministro de Economía, con su “índice de precios al consumidor nacional urbano”, lo único que ha hecho es un nuevo dibujo de menores dimensiones respecto al que nos había acostumbrado Patotín hasta su viaje a Roma, lo cierto es que, en sólo tres meses, Bambino Kiciloff ha escamoteado casi tres puntos porcentuales de inflación; si sigue así, llegaremos a fin de año con 12% debajo de la alfombra. Nótese que ese ocultamiento, por sí solo, duplica o, en muchos casos, triplica la inflación anual de nuestros vecinos.

Como en el FMI nadie se chupa el dedo, difícil resultará llegar a un acuerdo que, a su vez, permita cerrar un trato con el Club de Paris, con vistas a volver a los mercados voluntarios de crédito, y la temperatura de la crisis volverá a crecer a partir de julio de este año, cuando los dólares de la soja hayan desaparecido. En este sentido, resultará útil escuchar qué dijeron el martes, cuando los invité al programa semanal que conduzco por www.canaltlv1.com, Susana Merlo, ex Subsecretaria de Alimentos y ex Directora de Canal Rural, y  Agustín Monteverde, economista, para hablar de la realidad del campo y de la soja, el estado de las finanzas públicas y escuchar sus previsiones; puede verse la entrevista haciendo click en https://www.youtube.com/watch?v=ri4OyiZpxXg.

El Gobierno coincide con el pronóstico de complicaciones graves para el segundo semestre, a punto tal que sus primeras espadas en la Cámara de Diputados (Kunkel y Di Tullio, entre otros) presentaron sólo ahora, cuando ha perdido el control de la calle, un proyecto de ley que -¡oh, milagro!- pretende regular la protesta social y, cuando ésta fuera “ilegítima”, sea disuelta por la policía o, como será el caso, por la Gendarmería; debe ser preocupante mirarse en el espejo anticipado de la Venezuela en ebullición.

Con ello y con el pase de gorra ante los organismos internacionales, el mamarracho que constituyó el “modelo” ha perdido los últimos jirones de un “relato” que se ha desflecado por completo pero que, durante diez años, le permitió convencer a tantos y comprar a muchos, y hoy ha dejado en evidencia qué fue en realidad: un obsceno sistema de acumulación de poder para robar empresas y dinero público, aún a costa de la muerte y del hambre de miles de argentinos.

Pero el objetivo de esta nota, y la razón de su título, es enunciar algunos puntos básicos sobre los cuales todas las fuerzas no kirchneristas debieran coincidir para transformarlas en políticas de estado –o sea, aquéllas que se extienden más allá de varios períodos de gobierno, cualquiera sea el partido gobernante-, firmando un pacto que permita resucitar a la Nación, que estará en coma 4 cuando doña Cristina, por las buenas o por las malas, deba entregar la banda y el bastón presidenciales a su sucesor.

Lo primero que nuestro país debe hacer es recuperar la confianza de propios y extraños, muchos de ellos curtidos por tantas décadas de desaguisados, sobre todo en la economía. Sin ella, nos resultará imposible obtener las inversiones indispensables para desarrollar un potencial que, desde hace más de un siglo, nunca se ha transformado en realidad. Los cientos de miles de millones de dólares que los propios argentinos tienen en el exterior (o en los colchones), por sí solos, bastarían pero, hasta que constaten que volver no significa asumir riesgos que superen al propio negocio, seguirán siendo nada más que cifras en un papel.

Tenemos una Constitución Nacional, o sea, un contrato social que hemos firmado para convivir en comunidad; nunca la hemos respetado, como tampoco lo hemos hecho con los códigos y demás leyes que reglamentan las obligaciones y los derechos que ella nos impone y nos otorga. Mucho hemos hablado, todos, de la libertad; sin embargo, ninguna sociedad es verdaderamente libre hasta que no se transforma en esclava de la ley, y el ejemplo siempre debe provenir de la cabeza, es decir, de quienes tienen a su cargo las mayores responsabilidades del Estado, pero cada uno de nosotros tiene un papel a desempeñar y debemos ajustar estrictamente nuestro proceder a ese texto.

Creo que todos coincidimos en que los principales temas a discutir hoy por la ciudadanía, y por quienes pretendan representarla en los comicios, deben ser: la inseguridad, el narcotráfico y el lavado de dinero, la salud y la educación públicas en todos sus niveles, la colonización y el funcionamiento de la justicia, la corrupción generalizada y su impunidad, el unitarismo fiscal de un país teóricamente federal, la indefensión de la nación, la inexistencia de leyes migratorias, el colapso de nuestra moneda, el gasto público y la desaforada inflación, la desmesurada presión impositiva, la desintegración de los organismos de control, las reelecciones indefinidas en ámbitos públicos, la inexistencia de planificación en materia de infraestructura y el actual estado de ésta, la recuperación el autoabastecimiento energético, la reinserción social de los ni-ni, la informalidad laboral y las relaciones internacionales y el papel geopolítico de la Argentina en el mundo.

Por mi parte, he formulado algunas propuestas concretas, que pueden verse clickando en http://egavogadro.blogspot.com.ar/2012/02/la-argentina-que-quiero.html. Sin embargo, hasta ahora no he escuchado a ninguno de los partidos políticos expresar claramente qué piensan hacer respecto a cada uno de esos temas fundamentales; en algunos casos, pocos, los precandidatos en danza se oponen a medidas concretas del Gobierno y, aunque reconozco que esa actitud ha sido esencial para impedir nuevos avances del kirchnerismo sobre la república, no han dejado de constituir hechos aislados.

Es indispensable que los ciudadanos exijamos que se pongan de acuerdo (como empezará a hacerlo UNEN el martes) en la forma de encarar a lo largo de mucho tiempo cada drama de los enumerados, lo firmen todas las fuerzas democráticas y las expliquen públicamente. Sólo así dejaremos de elegir nuevos mesías, a quienes entregamos la suma del poder, y después nos lamentamos al descubrir que, una vez más, se nos ha engañado y se nos ha hundido aún más en la ciénaga inmunda en que nos debatimos hace décadas.

El mundo nos sigue dando oportunidades que no merecemos, y debemos rogar que se nos permita, al menos, alcanzar el último coche del tren del progreso. Si lo perdemos, si las desperdiciamos, la Argentina dejará de ser un país viable y habrá muerto, como nación soberana, en el fondo de cenizas del baúl de la historia de la humanidad.

Sin una justicia independiente, seria y rápida nada podrá ser posible pero, con ella, todo lo será, porque habrá recuperado su rol de último custodio e intérprete de la Constitución, y podrá obligar a su estricto cumplimiento, tanto por parte de las autoridades cuanto de los ciudadanos de a pie. Hoy, aunque no los utiliza, la Corte Suprema dispone de remedios para hacer cumplir sus fallos al Poder Ejecutivo; sin embargo, cuando hoy es desobedecida y se limita a lamentarse como si fuera un mero testigo, o cuando se transformó en un instrumento indispensable para ejecutar la falsa política de derechos humanos de los Kirchner, tolerando y respaldando tantos simulacros de juicios, degrada su función legal y denigra a sus integrantes, por muchos lauros académicos y conductas republicanas exhiban en sus antecedentes personales. El próximo martes, a las 20:30 hs., siempre por www.canaltlv1.com, el invitado será el Dr. Alejandro Fargosi, representante de los abogados en el Consejo de la Magistratura, con quien conversaré sobre estos temas y, en especial, sobre el presente de ese órgano del Poder Judicial.

Espero que, en esta Pascua de Resurrección –y en este Pésaj- a los argentinos se nos conceda la gracia de vislumbrar, al menos, el final de un camino de decadencia y desintegración como sociedad, que iniciamos hace muchas décadas, para poder reinsertarnos entre las comunidades civilizadas del mundo y, sobre todo, para ofrecer a nuestros hijos y nietos un país digno, libre, democrático, justo y republicano, capaz de verse Nación.

Bs.As., 20 Abr 14



miércoles, 16 de abril de 2014

Programa N° 3 de “Un País Distinto” - Invitados: Susana Merlo y Agustín Monteverde

Programa N° 3 de “Un País Distinto”.

Invitados: Susana Merlo (ex Subsecretaria de Alimentos, ex Directora de 

Canal Rural TV) y Agustín Monteverde (Economista)



domingo, 13 de abril de 2014

Me Queda la Palabra

Me Queda la Palabra

“Si abrí los ojos para ver el rostro puro y terrible de mi patria. Si abrí los labios hasta desgarrármelos, me queda la palabra”.    Blas de Otero

Obviamente, el título de esta nota se vincula al raro acto, transmitido en cadena nacional, que la señora Presidente protagonizó en Tecnópolis para inaugurar, precisamente, el “Encuentro Federal de la Palabra”. Cuando Pepe Soriano, parafraseando a Neruda, dijo “se llevaron el oro, se llevaron la plata, se llevaron todo, pero nos dejaron las palabras”, se produjo uno de esos momentos mágicos que, cada tanto, la historia nos regala; bastaba con ver la cara desencajada de doña Cristina para saber a quiénes cabía el sayo.

El otro episodio curioso, por no decir trágico, fue la distinción del doctorado honoris causa que tanto la viuda cuanto su fallecido marido recibieron de la Universidad Nacional de La Plata, mientras la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la misma otorgaba un premio, en principio destinado a honrar la libertad de expresión, a los miembros de la familia imperial. Si bien es cierto que antes habían recibido la misma distinción esos otros campeones del respeto a la prensa libre que son el extinto Hugo Chávez y su homólogo ecuatoriano, el contradictorio Rafael Correa, no deja de llamar la atención que ahora sean premiados los Kirchner, que han recurrido a todas las bajezas imaginables para intentar destruir a los medios independientes, como las que ahora están encarando contra Vicente Massot y La Nueva Provincia.

Pero lo más trascendente de lo ocurrido en la semana que pasó fue, claro, el exitoso paro nacional –en la práctica, un verdadero plebiscito desaprovechado por los timoratos opositores, que salieron a despegarse- que motorizaron la CGT Azopardo (Moyano), la CGT Azul y Blanca (Barrionuevo), la CTA (Micheli), UATRE (Venegas) y FAA (Buzzi), organizaciones a las cuales acompañaron las esenciales UTA (Fernández), APTA (Cirielli) y La Fraternidad (Maturano), ya que garantizaron la masividad de la medida. Tal como había supuesto, los afiliados a los gremios comandados por dirigentes cooptados por la Casa Rosada se plegaron masivamente a la huelga. Después de la simpática conferencia de prensa que ofrecieron esos dirigentes, el viernes todos los analistas –algunos, como Carlos Pagni, con excelencia- se ocuparon de desmenuzar motivos, ayudas y consecuencias de la medida, por lo que me siento relevado de hacerlo.

Las imágenes que nos brindó la televisión permitieron confirmar una segunda presunción de quien esto escribe: en el futuro, para reprimir la protesta social, el Gobierno sólo contará con la Gendarmería, que no tiene suficientes efectivos para lograr un eficiente control de todo el territorio; las policías no fueron convocadas, como era dable esperar, para disolver los piquetes que la izquierda más combativa organizó para exagerar, con poco éxito cuantitativo, la importancia de su nueva presencia en la escena política nacional.

Sin embargo, creo que lo más notorio, y lo más preocupante, es el brete de hierro en el que el Gobierno se ha metido, y con él al país entero, por obra y gracia de la peor y más torpe conducción económica que la Argentina recuerde. Para confirmar estos calificativos basta con tomar nota de la enorme oferta de fondos que recibió Grecia, hasta ayer uno de los países más denostados por los mercados internacionales, que finalmente aceptó “sólo” US$ 3.000 millones a una tasa anual de 4,5%, o sea, la mitad de lo que nos vemos obligados a pagar.

Los líderes sindicales, que sufren la presión de esas izquierdas en sus bases, ya que les han arrebatado en muchos casos importantes seccionales y muchas comisiones internas de fábricas, no pueden menos que actuar para evitar la pérdida masiva del poder adquisitivo de los salarios, corroídos por la inflación –el piso de este año será superior al 40%- y por la falta de actualización del impuesto a las ganancias, que llevará a las arcas oficiales gran parte de los aumentos de sueldos que los gremios obtengan. Por supuesto, además, el arco de reclamos incluye a la extensión de los subsidios familiares, la actualización de la asignación universal por hijo, las míseras retribuciones que perciben el 80% de los jubilados, la situación de los trabajadores informales –el 40% de la población-, la negación de la pobreza y la indigencia en los índices oficiales, la indebida retención de $ 22.000 millones de las obras sociales, y la inseguridad, que está al tope de las inquietudes de la ciudadanía.

En resumen, los gremialistas se ven obligados a reclamar algo que los empresarios, masivamente golpeados por el estancamiento de la economía, por la caída del consumo interno y por la imposibilidad de exportar con éxito, no pueden otorgar. Sumemos a ello que, desde hace varios años, el empleo se ha mantenido sólo por la contratación de un millón de personas por el Estado, en sus tres niveles; así, ahora el propio Gobierno debe actuar como empleador en una convención paritaria en la que le exigirán, también a él, incrementos que no puede dar, so pena de caer en hiperinflación.

Más allá de las perversas alusiones de la señora Presidente a los millones de argentinos que veranean o llenan los restaurantes, resulta claro que la frazada del “modelo” se ha encogido y no permite, a la vez, atender a las dos partes en natural pugna; de allí que resulte fácil predecir que la conflictividad social se incrementará, y mucho, este mismo año; seguramente, estas huelgas generales se reproducirán en el futuro inmediato, y la CGT Balcarce (Caló) y la CTA oficialista (Yasky) verán cómo migran sus afiliados, que sufren las mismas penurias, hacia los gremios opositores o hacia la izquierda combativa.

Y ello porque, pese a lo que dijo esperar Camión en la conferencia de prensa, no es razonable pensar que el Gobierno cederá en los reclamos después del paro, porque aparecería como vencido por la medida, algo imposible por sus características tan similares a las del famoso escorpión, que no pudo contrariar su naturaleza y murió ahogado.

Dedicaré un párrafo a la monumental sentencia que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal dictó en la causa de los sobornos en el Senado, en la que se encontraba imputado Fernando de la Rúa. En su meduloso análisis, los jueces demostraron que el delito no existió y que, para construir esas acusaciones, el Estado nacional, mediante la actuación de los fiscales y de falsos testigos, inventó pruebas para incriminar, por decisión del kirchnerismo, al ex Presidente y a varios senadores, algunos inclusive del propio partido gobernante.

Y merece recordarse porque lo mismo –la inexistencia del crimen- ha sucedido, y sigue pasando, en la enorme mayoría de los juicios a los militares y civiles imputados en las causas de lesa humanidad. He presenciado algunas de las audiencias de esos procesos y he sentido vergüenza, después de 47 años de ejercicio profesional, ante estos pseudo tribunales que degradan y hasta “desaparecen” a la Justicia, manipulando a los testigos, falsificando “hechos”, forzando hipótesis y situaciones y condenando, a veces, porque “deben haber sabido” por el mero hecho de dormir en dependencias castrenses.

El martes 15, a las 20:00 hs., en el programa “Un país distinto”, que conduzco y se emite por www.canaltlv1.com, estarán Susana Merlo y Agustín Monteverde, con quienes conversaremos sobre la situación de la economía y del campo.

Para terminar, permítame reproducir una frase que no me pertenece: “No linche a los ladrones, deje de votarlos”. Gracias a Dios, aún “me queda la palabra”, especialmente por aquéllos que no la tienen.


Programa N° 2 de "Un País Distinto" - Invitados: Julio Bárbaro y Ricardo López Murphy

  1. "UN PAIS DISTINTO", programa N° 2, que conduzco semanalmente en www.canaltlv1.com
  2. Invitados: Julio Bárbaro y Ricardo López Murphy

domingo, 6 de abril de 2014

Desgranada Sociedad

Desgranada Sociedad

“La marcha convocada por Leopoldo López, más que abrir un agujero a la dirigencia, muestra una respuesta de buena parte de la sociedad que no aguanta más el lento reaccionar de los jefes, que aún piensan que estamos en la vieja democracia” Nelson Bocaranda

El martes pasado comencé a conducir un ciclo de televisión, “Un país diferente”, que podrá verse cada semana en www.canaltlv1.com. Pretendo que se transforme en un ámbito en el cual se discutan los temas más importantes para el futuro de la Argentina. Para la primera emisión invité al Ing. Emilio Apud, integrante del grupo de los ochos secretarios de energía; conversamos sobre la situación del mercado, a raíz de la quita de subsidios, y de las perspectivas mediatas en materia energética . Si tiene interés, puede ver ese primer programa pinchando en https://www.youtube.com/watch?v=2C-9t8hI0SU&list=UUgF9ahMxHViwYu-wF8OD0Dw. El 8 de abril me acompañarán Julio Bárbaro y Ricardo López Murphy, y el 15 Agustín Monteverde.

 La inseguridad, primera en las preocupaciones de los ciudadanos, copó los titulares de la mano de los más de doce linchamientos –uno se transformó en asesinato- que, pese a ser relativamente usuales en los últimos meses, adquirieron visibilidad cuando la escena se trasladó a un barrio de Buenos Aires, cercano al centro de la ciudad. No voy a explayarme sobre el particular (sólo mencionaré la edad de los “ajusticiados” que, cuando llegó el kirchnerismo, tenían diez a doce años), ya que de ello se han ocupado pensadores, funcionarios, periodistas y compatriotas de a pie; pero voy a recordar una respuesta de Borges cuando un periodista malintencionado le preguntó en Europa si en la Argentina había caníbales: “no, ya no; nos los comimos a todos”.

Se ha hablado mucho de la ausencia del Estado; algo realmente sorprendente en una Argentina donde éste ha tomado un rol preponderante en montones de actividades que le hubieran debido resultar ajenas: el fútbol, Tecnópolis, Aerolíneas Argentinas y hasta el mercado de telefonía celular, entre muchas más. Es claro que, dada que su capacidad de presencia eficiente no es infinita, ha dejado de ocuparse de otros asuntos que sí le son propios y esenciales: salud, vivienda, educación, seguridad, defensa y justicia; de todos estos temas, los ciudadanos con capacidad para hacerlo afrontan el doble costo -el primero, los impuestos- de proveerse privadamente.

Lo curioso es que la Presidente se comporta, frente a una sociedad yaciente y desgranada, como si recién hubiera llegado al poder, olvidando que los miembros de su familia llevan once años sentados en el sillón de Rivadavia; pretender, todavía, que los Kirchner no tuvieron nada que ver con los actuales niveles de pobreza e indigencia, el deterioro de la enseñanza y, sobre todo, el grave desgarramiento del tejido social de la Argentina es, como mínimo, hipócrita. Doña Cristina debiera tener más respeto por sus conciudadanos, no súbditos, cuando exagera la frecuencia de la cadena nacional para hablar de pavadas, mientras manda al Coqui Capitanich a “relatar” la realidad, es decir, a intentar convencernos de que no es lo que es, o viceversa.

Un hecho que, a pesar de cuanto muestra sobre la forma en que se conducen tanto las relaciones exteriores como el “capitalismo de amigos” en esta época, no deja de ser cómico, fue el decreto de quiebra de la empresa que, en teoría, fabricaba cosechadoras y había vendido, en versión oficial, dieciocho unidades durante la visita presidencial a Angola y que, en realidad, no era más que una gran estafa. Ahora resulta aún más insolita la rara movida de Patotín y el entusiasmo de doña Cristina en Luanda, cuando llegó al extremo de aletear desde el atril. Incluyo este comentario porque, en estos días, parece más probable la teoría que esbocé en una nota que escribí entonces, a la que titulé “¿Son eternos los diamantes?”, que puede verse clickeando en http://egavogadro.blogspot.com.ar/2012/05/son-eternos-los-diamantes.html, básicamente porque no hay más explicaciones racionales para la visita.

La conmoción producida por la auto-denuncia de British Petroleum (BP) ante el mercado de valores (SEC) de Nueva York, por haber pagado coimas en la Argentina, alcanza al Portugués Das Neves, ex Gobernador hoy militante del massismo, y a funcionarios nacionales de primer nivel, como el incombustible Ministro de inexistente Planeamiento, Julio De Cobrado, y a varios de sus segundos, encabezados por Daniel Cameron, el Secretario de Energía; en algún momento, , las compras de gas de Enarsa y los contratos de Bridas con Chubut, de Timba López con Petrobras, de Chevron y Apache con YPF, y del Gobierno con Repsol, guardados siete llaves, verán la luz y exhibirán el inmundo hedor de uno de los costados más graves de la monstruosa corrupción de esta década. 

El jueves 10, por primera vez desde 1975, el sindicalismo concretará una huelga general contra una administración peronista que, con seguridad, paralizará al país entero; la adhesión a la medida de colectiveros y ferroviarios, gremios enrolados en la CGT oficialista, garantizan ese resultado. Por lo demás, la izquierda ha comenzado a presionar a las cúpulas eternizadas para incrementar el nivel de protesta con cortes y concentraciones, y Camión Moyano se ha mostrado favorable a las posturas de Bandeja Barrionuevo, que pretende la organización de un plan de lucha con paros de duración creciente.

Metalúrgicos, comerciales, estatales de UPCN y algunos otros sindicatos importantes se han mostrado permeables a las exigencias de la Casa Rosada para firmar convenios muy por debajo de la inflación reconocida; eso producirá, y es fácil predecirlo, la migración de muchos de sus afiliados, descontentos con la fuerte poda que implicarán sobre los salarios y la falta de actualización de la base del impuesto a las ganancias, que se comerá el aumento que obtengan. Habría que recordarle a Caló, el jefe de la alianza más cercana a la Casa Rosada, que cuando los dirigentes aceptaron una quita importante en los sueldos, los convenios fueron desconocidos por los afiliados, y ése fue el principio del fin de la era de Isabelita.

La falta de recursos del Gobierno ha congelado el monto de los planes sociales y de las jubilaciones, y los damnificados engrosan cada día las filas de los descontentos con el “modelo”, que se manifestarán en el único lugar en que su protesta puede adquirir visibilidad, la calle. Ante la segura inacción de las policías, descontentas por la marcha atrás en los aumentos concedidos bajo presión en diciembre, por las permanentes purgas e inficionadas por la corrupción y el narcotráfico, sólo le quedará a la señora Presidente el recurso de la Gendarmería, muy bien equipada y pagada, pero insuficiente en número para controlar el escenario en todo el país.

Habrá llegado así la hora del Tte. Gral. Milani, cuyo concurso resultará esencial para ese objetivo; resta saber qué sucederá si, como presumo, las bases –los oficiales con mando de tropa- no acatan las órdenes de represión de la rebelión social, sobre todo porque saben que, en el futuro, serán encarcelados por ello, aún cuando se dicten leyes y decretos que lo habiliten. La existencia de mil seiscientos camaradas presos, muchos de ellos sin condena y, casi todos, ya en edad provecta y muy enfermos, actuará como fuerte disuasivo para la obediencia reglamentaria.

El “modelo”, hoy en manos de los imberbes de La Cámpora, está haciendo agua en el imaginario de todo el universo social, pero con una marcada incidencia en los sectores más humildes, tradicional base electoral del PJ; pretender, entonces, que reuniones de figurones piantavotos –como las que están haciendo bajo el control del Chino Zannini- consiga restaurar los daños producidos en esa cadena de poder y reunifique al partido bajo autoridades groucho-marxistas, no pasa de ser una ilusión, como tantas otras en las cuales creyó la familia imperial a lo largo de su prolongado período.

Resulta razonable pensar, como muchos, que es preferible esperar hasta diciembre de 2015, sin hacer olas que pudieran presentarse como excusa para la fuga con honor y, de ese modo llegar, hasta lograr que las muchas bombas de tiempo que el kirchnerismo ha plantado estallen. Sin embargo, viendo cuantos inversores están aguardando un cambio de gobierno para traer sus dólares, a esta altura tan necesarios como el oxígeno mismo, me pregunto por qué hacer que los ciudadanos, sobre todo los más indefensos, sufran tanto, y permitir que los delincuentes que han asaltado el poder dispongan de tiempo para poner a buen recaudo sus bienes mal habidos.

El cambio de percepción de los mercados sería muy rápido y se generaría trabajo y riqueza. Argentina tiene enormes posibilidades de desarrollo, pero sólo se transformarán en realidades cuando este régimen haya terminado y el respeto a la ley y la Justicia independiente dejen de ser una utopía. Continúo sosteniendo que, para ello, deben utilizarse todos los mecanismos previstos en la Constitución Nacional para destituir a los mandatarios, y no acompañaría un golpe de estado salvo, como dijo el Gral. San Martín, “cuando la Patria está en peligro, todo está permitido menos dejarla perecer”.


miércoles, 2 de abril de 2014

Programa N° 1 de "Un País Distinto" - Invitado: Emilio Apud

Programa N° 1 de "Un País Distinto"
Invitado: Ing. Emilio Apud


https://www.youtube.com/watch?v=2C-9t8hI0SU&list=UUgF9ahMxHViwYu-wF8OD0Dw