martes, 29 de septiembre de 2009

Batalla decisiva

Batalla decisiva


“Saber lo que es correcto, y no hacerlo, es la peor de las cobardías”
Confucio



Todos quienes han tenido la paciencia de seguir mis notas, habrán visto el dramatismo con que he pintado la marcha de los ejércitos kirchneristas hacia el escenario que han elegido para librar la batalla de la Ley de Medios, que considero decisiva para la libertad y para la República.

Porque eso es, precisamente, lo que hoy se está jugando en el Senado. Si el Gobierno consigue la aprobación a libro cerrado del proyecto que llegó desde Diputados, Argentina estará muchisimo más cerca de convertirse en la Venezuela bolivariana.

También habrán visto que no milito en las filas del ejército elegido por don Néstor como enemigo ideal, el grupo Clarín, sino que sostengo posiciones cívicas, que nada tienen que ver con los intereses económicos y de negocios de las empresas de medios, sean éstos gráficos o audiovisuales. Por eso, no estoy dispuesto a entrar en el juego de los Kirchner, discutiendo cosas que nada tienen que ver con el verdadero meollo de la cuestión.

Muy por el contrario, creo firmemente en que debemos darnos una Ley de Medios moderna, adaptada a las circunstancias actuales de la tecnología y que nos permita ingresar al futuro de las comunicaciones y, con ello, traer cultura y progreso a nuestra población. Pero, de ninguna manera, puedo estar a favor de este engendro que don Néstor y su mandada, doña Cristina, quieren imponernos a empujones, pues contiene elementos que convertirán a nuestro país en una verdadera cárcel, cuyas únicas llaves estarán en manos de los amigos y cómplices de la pareja que nos gobierna.

Sin embargo, percibo que la población, salvo contadísimas excepciones, no se ha enterado de la gravedad del tema y, en tal medida, no le da ninguna importancia. La verdad es que la discusión técnica y sofisticada del proyecto escapa al saber del 99% por ciento de los argentinos y, por eso, el mensaje que debemos transmitir debe ser simple y claro: ¡Basta de abusos!

En los hechos, sucede exactamente lo mismo que cuando este tirano modificó, sin que hubiera reacción alguna y con la complicidad del Congreso- “escribanía”, la composición del Consejo de la Magistratura y, con ese instrumento, domesticó a los jueces desde 2003, como lo había hecho en su provincia sureña. Hoy, esa falta de oportuna oposición ciudadana a la reforma, hace que la corrupción crezca a niveles nunca vistos, hundiendo en la miseria y en la pobreza al 40% de los argentinos, engrosando los bolsillos de los delincuentes y matando, con falsos remedios, a los enfermos.

Debo aclarar que muchos de los argumentos que usaré en este artículo no me pertenecen, sino que me han sido dados, con extrema generosidad, por el Rabino Sergio Bergman, con quien estoy trabajando en este tema.

Entonces, el grupo con el que actúo se ha preguntado cómo hacer para que -ya mismo, puesto que no hay tiempo- los ciudadanos de a pie tomen conciencia de cuán grave es el tema de la Ley de Medios para el futuro de nuestro país, en términos de libertad y de República.

La respuesta es que tenemos que actuar, tenemos que transmitir uno a uno, boca a boca y computadora a computadora, usando todas las redes sociales –Facebook, Tweeter, etc.- esta verdad, simple y concreta: el proyecto de ley es malo, porque nos encarcelará las mentes por mucho tiempo.

Obviamente, quienes tendrán que asumir la responsabilidad de transmitir más masivamente este mensaje son aquellos que, por la razón que fuera, tienen mayor visibilidad, se trate de periodistas, conductores, actores, deportistas, …

Pero, a la vez, tenemos que hacer llegar, lo más rápido y más numerosamente posible, el mensaje a los senadores, que más temprano que tarde se verán en la obligación de elegir entre el juramento que han prestado –por Dios y por la Patria- o los deseos de este jefe.

Nadie duda que Kirchner está empeñando todos sus esfuerzos -se trate de fondos, puestos públicos, canonjías, embajadas- en dominar a estos señores. Pero también es cierto que éstos ya conocen los riesgos que asumirán sin traicionan, una vez más, la voluntad de sus votantes.

Hay que explicar, públicamente, a los gobernadores que, si se someten a la extorsión de la caja kircherista por el riesgo de que sus provincias se incendien, lograrán que el incendiado sea el país, en el cual esas provincias se encuentran. Hay que recordarles que el Gobierno central, al que por impericia o impudicia, le cedieron la posibilidad de recaudar fondos a su costa, las ha empobrecido utilizando, precisamente, la misma herramienta que pusieron en sus manos, y que las promesas de grandes aportes de fondos para obras públicas, ni son ni serán cumplidas.

Don Néstor tiene caja para comprar voluntades individuales mediante la Banelco, pero no para cubrir los déficit provinciales. Y los gobernadores siempre pueden emitir patacones, que serán un mal menor.

Hay que exigir a los senadores que rechacen el proyecto llegado de Diputados, pues éste contiene -en su tramitación en la Cámara baja- vicios que lo convierten en nulo, de nulidad absoluta. Es decir, no deben ni siquiera discutir el articulado del proyecto, porque éste no existe como tal.

Y el Diputado Rossi, cuando fue preguntado acerca de las críticas que ese trámite recibía de parte de la oposición, no negó tales vicios sino que, por el contrario, justificó las violaciones manifiestas al Reglamento invocando el fin superior.

Debemos engrosar, masivamente, las filas de los ejércitos republicanos, y mi sugerencia personal es que nos anotemos, en gran número, en el portal de Compromiso Ciudadano (http://ojocívico.org.ar) para poder demostrar a los senadores que estaremos mirando atentamente cómo actúan en esta batalla, y que quienes traicionen a la Patria y a la República, no tendrán lugar alguno donde esconderse.

Debemos transmitir, uno a uno, la necesidad de juntarnos en plazas y esquinas estratégicas, para velar diariamente por la salud de nuestro país, y por nuestra libertad y la de nuestros descendientes. Debemos lograr “mil plazas con mil personas”. Debemos demostrar cuánto nos interesa el ejercicio de la ciudadanía. Y debemos decírselo, todos los días, a los senadores, que éstos lo vean por televisión, lo oigan por radio y lo lean en diarios y revistas.

Debemos hablar en el seno de cada una de las organizaciones, sean éstas cooperativas, sociedades, iglesias, gremios, sindicatos, ONG’s, clubes, asociaciones, academias, para convencerlas de pronunciarse ya mismo a favor de esta iniciativa republicana.

Si, una vez más, miramos cómo Kirchner y su banda ganan esta batalla sin luchar, por nuestro desinterés o por nuestra cobardía, Argentina se llenará de mordazas y cadenas y, sin lugar a dudas, nos lo habremos merecido. ¿Qué diremos, entonces, a nuestros hijos y nietos cuando nos pregunten por qué lo permitimos?

Bs.As., 29 Sep 09

domingo, 27 de septiembre de 2009

Apuntes un poco dramáticos

Apuntes un poco dramáticos


Las excelentes notas firmadas por Carlos Pagni, Alfredo Leuco, Joaquín Morales Solá y Jorge Raventos, amén de muchas otras que realizan análisis sobre lo sucedido en estos días en el país, cuyo epicentro fue la fábrica de Kraft Foods (ex Terrabusi), en Pacheco, han descripto un escenario por demás complicado: se trata, sin lugar a dudas, de ensayos de insurgencia urbana. Sí, lo mismo que se vio en Argentina en los lejanos 70’s, tan añorados por los Kirchner.

El país se está moviendo en tres planos totalmente diferentes, pero no por ello menos reales: el político, dirigido innegablemente por don Néstor desde su madriguera de Olivos; el real, en la que actuamos todos los ciudadanos de a pie, con nuestros problemas y necesidades cotidianas; y un tercero, el submundo, en el cual conviven estos activistas que, como antaño, son capaces de encaramarse sobre cualquier protesta para general el caos, pero también los servicios de inteligencia y los delincuentes de la droga.

Es cierto, como dicen los citados periodistas, que los K se han visto sorprendidos por una ultraizquierda que no entraba en sus cálculos, pero también es cierto que, durante estos últimos tres años, han llenado su propia ‘caja de Pandora’ con elementos tan disímiles como piqueteros domados a fuerza de billetes, punteros políticos de toda laya, falsificación de datos estadísticos e ignorancia de la realidad, negación de distintas crisis y, sobre todo, de muchísimos actos tendientes a reproducir, en nuestro país, la profunda división que Chávez generó en Venezuela y Correa y Morales replicaron en Ecuador y Bolivia.

Pero esa permanente dicotomía entre la realidad y la ficción oficial hizo que, también, se les escaparan de su idealizado escenario jugadores muy complicados y, según se ve, no susceptibles de ser comprados.

Porque lo cierto es que, pese a su disfraz de izquierdista, el régimen que lleva seis insoportables años en el poder es de derecha, si es que se puede llamar así a este “modelo de acumulación y redistribución” sólo válido para sus amigos y testaferros. Y los verdaderos izquierdistas, esos jóvenes a los cuales se ha dotado de toda la parafernalia rojinegra habitual desde el poder, no lo ignoran.

Tampoco lo ignoran los Gordos de la CGT que, preocupados por la demarcación de sus bases, por ahora en UTA y Alimentación, ven crecer un fantasma cada vez más grande: el de los que, a fuerza de no tener trabajo en blanco, no están encuadrados en los sindicatos que controlan y expolian, que se suman a quienes, dentro de esas organizaciones sobre las cuales han asentado sus nalgas hace tantos años, hoy comienzan a discutir sus adiposos liderazgos.

Y tampoco lo ignora el papagayo caribeño, que está dispuesto a poner dinero –y armas- en regímenes que le permitan distribuir por América, emulando a la Cuba de antaño, exportadora de revoluciones fracasadas, su idea de socialismo al uso propio.

Veamos, entonces, cómo se empiezan a vincular esos planos a los que me refería párrafos antes. Don Néstor, que perdió su plebiscito contra “nadie” y ha conseguido mantener el centro del ring peleando contra “nadie”, tiene enfrente una batalla complicada en el Senado.

Y mi sensación es que este final será peor que el diseñado cuando se votó la famosa Resolución 125. Coincido con los K: ésta es la madre de todas las batallas.

Si el oficialismo consigue imponer su voluntad y, con ello, obtener en la Cámara alta la aprobación del proyecto tal como llegó de Diputados, los Kirchner se habrán apuntado no uno, sino todos los porotos.

Habrán obtenido la destrucción de los multimedios y el acceso de su propia tropa al mercado de las telecomunicaciones. Llegará así toda su banda -Electroingeniería, Cristóbal López, Werthein, Eskenazi, Rudy Ulloa Igor, Eurnekian-Gutiérrez, etc.- a divulgar el discurso oficial y cerrar las puertas a toda voz distinta.

Pero, si no consiguen hacerlo, esto es, si el Senado modifica sustancialmente el proyecto y éste debe volver a Diputados, habrá sufrido una derrota inmensamente peor que la del 28 de junio, y las fieras dormidas en los despachos judiciales, que han comenzado a desperezarse lentamente, se pondrán repentinamente a la cabeza de la vindicta pública.

Habrá llegado, para la mente enferma de don Néstor, la hora de emprender la retirada, incendiando el país a su paso, para que ésta pueda disimularse entre el humo y la confusión.

Y para ello le resultará esencial contar con el concurso destructivo de las bandas de estos subversivos que, empachados de frases chavistas, saldrán a la calle, no a defender a los K sino a sembrar pánico entre los ciudadanos de a pie.

Como me tocó vivir intensamente los años 70’s, pienso que los nuevos líderes rojinegros no resultarán susceptibles de tentaciones vinculadas a la caja que aún conserva don Néstor, pero la tropa de pobres y miserables que, por necesidad, los acompañan sí, al menos para sostener sus barricadas y demás actos de violencia.

Y, a riesgo de caer en posiciones apocalípticas, tampoco olvidemos qué influencia pueden tener, entre la enorme masa de jóvenes sin trabajo ni futuro, los repartidores de droga pues, si ésta fuera usada como elemento de compra de voluntades, los K podrían contar con verdaderas hordas de desenfrenados.

Hasta ahora, nos hemos salvado de ser una versión rioplantense de Venezuela porque los Kirchner no tienen el cincuenta por ciento de la población a su favor, no tienen los petrodólares de Chávez ni cuentan con la adhesión de las Fuerzas, sean éstas Armadas o de Seguridad.

Pero, si la derrota en el Senado se produjera, éste será el escenario que se planteará en Argentina en las próximas semanas. Y es por eso que debemos unirnos, manifestarnos juntos, generar nuevos liderazgos, para que Argentina, sin los Kirchner y sin su banda (a todos los cuales hay que echar ya mismo del poder), pueda resurgir de sus cenizas pese a nosotros, los argentinos.

Esperemos que, esta vez, podamos hacerlo posible.

Bs.As., 27 Sep 09


sábado, 19 de septiembre de 2009

Actualidad primaveral

Actualidad Primaveral


“Y es que no debemos olvidarnos, ni por un instante, de que Nuestro Señor, …
nunca –ni en los momentos más difíciles de prueba y desaliento- cejó en su
lucha y, a pesar de la fatiga y de la necesidad de alguna compensación,
en ningún momento se le pasó por la cabeza la idea de abandonar
el trono; todo lo contrario: a medida que aumentaban las adversidades y
crecía la oposición, más atención dispensaba a la hora militar-policíaca,
en el curso de la cual fortalecía la unidad del Imperio y el orden imprescindible”
Ryszard Kapuściński


Si bien todos sabemos que mañana, lunes, comenzará nuevamente la primavera, los astrónomos han informado que, en verdad, entraremos en ella el martes por la tarde. Parece que la naturaleza y el calendario tiene una relación parecida a la del INDEC con la realidad.

La semana que terminó el viernes trajo consigo, en primera plana, el debate acerca del proyecto de Ley de Radiodifusión que el Ejecutivo envió al Congreso. Tanto se ha escrito sobre ello que ya hasta me parece superfluo hacerlo.

Sin embargo, creo que merece la pena hacer hincapié en dos aspectos, ambos fundamentales para el país.

El primero de ellos fue la sensación que tuvimos quienes, como yo, presenciaron por televisión esas casi catorce horas de ¿vida? de la Cámara de Diputados.

Esa asistencia –vale la pena destacar, en este momento tan particular, que sólo dos canales de cable permitieron que la ciudadanía pudiera acceder al recinto desde sus pantallas- hizo que la imagen que proyectaban los señores diputados, desde sus bancas y cuando estaban en ellas (cosa que raramente ocurrió) era de absoluta indiferencia respecto a lo que allí estaba ocurriendo.

Vimos legisladores dormidos, muchos hablando por celulares o formando corrillos para realizar comentarios graciosos, gente desparramada en sus poltronas … y poquísimos atentos a los discursos de sus colegas.

Si bien es cierto que, salvo en contadísimas excepciones, las intervenciones de nuestros representantes reflejaban la chatura general que reina en nuestra clase política, y la enorme incultura de muchos que llegaron a sus bancas tapados por sábanas partidarias que premian el aporte de votos o dinero, no es menos cierto que, ese día, se estaba discutiendo en la Cámara el futuro de la libertad de prensa en Argentina.

Estoy absolutamente convencido que el tema ameritaba un mayor respeto por parte de quienes dicen representarnos. Y subrayo “dicen” puesto que, si bien muchos de ellos fueron elegidos en años anteriores al 28 de junio, ello nos les debiera permitir ignorar qué quieren –y qué han dicho- sus representados en esa fecha.

Fervientemente espero que, en las próximas elecciones, cuando quiera que éstas se produzcan, sus respectivos votantes recuerden qué actitud tuvieron, en ese momento, los nunca bien ponderados Fabiana Ríos, Sapag, Das Neves, Binner y Pino Solanas, mediante las instrucciones que dieron a sus diputo-dependientes.

El otro tema que merece ser puesto en la vidriera de la historia argentina tiene que ver con la alteración del texto aprobado por los señores diputados en las comisiones respecto al que será elevado al Senado, puesto que fue el que, finalmente, fue votado.

Si lo que el viernes denunciaron las señoras Patricia Bullrich y Silvana Giudici resulta cierto, el tema reviste una gravedad institucional muchísimo mayor que el recordado “dipu-trucho”, aquél que, con su traste, permitió la sanción de una ley en épocas recientes.

Como digo, si esto fuera verdad, el oficialismo, en su apuro para dotarnos de una ley que reemplazara, finalmente, al “decreto-ley de la dictadura” (raro que no haya tenido esa prisa en los seis años que lleva en el poder) habría llegado a su tropelía mayor: la falsificación y el fraude. Deberá ser la Justicia quien lo investigue, ya que, si bien tiene vedado intervenir en los actos políticos de los demás poderes, puesto que éstos no son justiciables, sí está habilitada para verificar el cumplimiento de las leyes y reglamentos formales.

Pero, según aparece en innumerables e.mails que están circulando por la red, es probable que esta primavera llegue con algunas flores, parecidas, de algún modo, a las que produjeron el mayo francés del ’68.

Hay dos convocatorias a “cacerolazos”: la primera, para mañana, 21, a las 18:00, en la Plaza de los Dos Congresos; la segunda, en todo el país, para el sábado 26.

Es imprescindible que concurramos el lunes, a pesar de los miedos que pretenderán insuflarnos, y también que hagamos mucho ruido el sábado.

Todos ya sabemos cuánto miedo le tienen los Kirchner a los cacerolazos, cuánto sienten entonces que la situación se les escapa de las manos.

Y, en la medida en que está en juego el partido República vs chavismo, o libertad vs opresión, tenemos el enorme deber moral, por nosotros y por nuestros hijos y nietos, de decir ¡basta! ¡Los hemos dejado llegar hasta aquí por estúpidos, pero se acabó!

Hace unos días, en un reportaje radial, un periodista me preguntaba acerca de la razón a la que atribuía la falta de respuesta de la sociedad en su conjunto frente a los despóticos y criminales actos de don Néstor y su banda de ladrones.

Y, realmente, no tengo respuesta. Porque hemos tolerado el atropello a la Justicia mediante la modificación del Consejo de la Magistratura, y no reaccionamos. Porq ue hemos tolerado el robo de los fondos de Santa Cruz, y no reaccionamos, Porque hemos tolerado las coimas en el reparto de subsidios y en los sobreprecios de las obras públicas, y no reaccionamos. Y miles de etcéteras. Sin embargo, todos esos temas requieren alguna sofisticación del conocimiento.

Pero lo más asombroso es que tampoco reaccionamos frente al despojo y la confiscación de los ahorros privados en manos de las AFJP’s, o ante el ocultamiento de las verdaderas cifras de la gripe A antes de las elecciones, o ante el hambre y la indigencia que campean en nuestro país. Y esos no son asuntos que requieran de un nivel cultural elevado para su comprensión.

Espero que el perfume de las cacerolas, anunciando la llegada de la primavera a la Argentina, nos despierte de este criminal letargo al que nos hemos dejado llevar.


Bs.As., 20 Sep 09






sábado, 12 de septiembre de 2009

Fotogramas de una película

Fotogramas de una Película
(que terminará mal)


“Y formidable y espantoso suena
dentro del corazón el postrer día
y la última hora, negra y fría,
se acerca, de temor y sombras llena”
Francisco de Quevedo



La despreciable película que don Néstor le ha regalado a la Argentina nos ha deparado, en estos últimos tiempos, algunos fotogramas trágicamente curiosos.

El director de este film bizarro siempre se ha caracterizado por su capacidad de construir poder, y en dilapidarlo a una velocidad digna de un corredor de Fórmula Uno. Para comprobar este aserto basta con recordar que, a fines de 2007, consiguió imponer a su títere con una mayoría tal que le evitó concurrir al ballotage.

Sin embargo, cuatro meses después que doña Cristina asumiera su rol de presidente “de mentirillas”, fabricó un conflicto grave con el sector más dinámico e innovador de la economía argentina y, por ello, con todo el interior, que tantos votos había aportado al triunfo de su cónyuge. Con esa actitud, hizo trizas la ‘confianza en el Gobierno’, cuyas últimas mediciones (publicadas esta semana en el diario ‘O Estado de São Paulo) arrojan un mísero 5% como intención de voto a Kirchner.

La lista de desmanes en esta materia, como en tantas otras, es larguísima, pero el operativo de la AFIP contra Clarín, sus empresas y sus directivos se ha convertido, internacionalmente, en el ejemplo prototípico de lo que no debe hacerse. En mi caso, que nunca he sido devoto del diario fundado por Noble, histórico y sibilino negociador con todos los gobiernos que en la Patria han sido desde el Proceso hasta ahora, ha conseguido que me embandere con él en defensa de la libertad de prensa.

Y he aquí el primero de los fotogramas a los que se refiere el título de esta nota: la imagen de los sabuesos, con sus camionetas negras, anteojos negros y rostros pétreos, rodeando e invadiendo la sede del diario.

Porque sólo un necio total –o alguien convencido de su omnímodo poder- pudo haber cometido una torpeza de esa magnitud, en plena discusión del proyecto de Ley de Medios.

Demás está decir cuál fue la reacción de todas y cada una de las organizaciones que nuclean a la prensa y a los medios en todo el globo, que informaron urbi et orbi acerca de este ataque bolivariano a la libertad en nuestro país.

La pretensión actual del meritorio Aníbal Fernández, tratando de “vender” la idea de que fue la oposición, política o mediática o ambas, quienes desataron uno de las operaciones de mayor envergadura humana de la historia del organismo recaudador, sin el conocimiento de su jefe, el también meritorio Echegaray, o del propio Kirchner, es un nuevo insulto a la inteligencia del común de los argentinos.

¿Cree, seriamente, el Jefe de Gabinete que puede despreciar de tal modo a sus gobernados y salir indemne de ello? Pareciera que sí.

El segundo de los fotogramas que, ciertamente, tiene una antigüedad mayor, fue impreso en el abrupto final de la reunión plenaria de las tres comisiones de la Cámara de Diputados, celebrada para despachar rápidamente y a tambor batiente un dictamen común que les permitiera llegar al recinto.

La imagen de la Presidente de la Comisión de Libertad de Expresión, tratando de explicar el correcto procedimiento que hubiera debido aplicarse en el caso, superada por la prepotencia de los legisladores kirchneristas, nos dio la primera pauta de lo que será el futuro inmediato.

El tercero fue el allanamiento a la sede de La Bancaria ordenado por el ahora corajudo Dr. Oyarbide, la vinculación del tráfico de medicamentos con la campaña de doña Cristina y con el poder de los Gordos sindicalistas.

Este episodio, que Christian Sanz no ha dudado en calificar como el Watergate local en su ‘Tribuna de Periodistas’, ha repercutido y repiqueteado también en toda la prensa mundial, desgastando aún más, si ello fuera posible, la imagen de la Presidente de la Nación, nuestro tan elegante representante en cuanto foro aparece.

Lamentablemente, nadie ha puesto el acento sobre la enorme criminalidad de esta mafia enquistada en el poder, capaz de matar a enfermos de cáncer o de SIDA -¿no estamos frente a un verdadero genocidio?- por un lucro económico, que debe ser fantástico, toda vez que sus organizadores no han dudado en buscar una protección de tan alto nivel.

Por otra parte, y pese a que no ha tenido demasiada recepción en los medios nacionales, otro fotograma importante lo constituyó esta semana el viaje de nuestro “aliado estratégico”, el papagayo venezolano, durante el cual se reunió con Khadafi, en Libia, con Medgadev, en Rusia, y con los líderes iraníes, precisamente aquéllos que, burlándose de la Justicia nacional, designan Ministro de Defensa a un prófugo, acusado del insano atentado a la AMIA.

Es precisamente con Chávez con quien hemos establecido el único vínculo –muy caro, en términos de tasa de interés- que hoy nos permite tener acceso a créditos externos, si bien éste se encuentra en una difícil situación, por la caída en los precios del petróleo. La sola posibilidad de que se nos identifique, internacionalmente, con ese nuevo “eje del mal” constituido por Caracas, Teherán y P’yŏngyang, soportado financieramente por Moscú y Bengasi, nos tiene que dar una idea de nuestro aislamiento; y no digamos si a ello le sumamos nuestra privilegiada relación con La Paz, Quito y Managua.

Ese deterioro notable que Argentina sufre respecto a los escenarios mundiales se vincula, directamente, con la desaparición de nuestro país de los planes de inversión de todos aquéllos, particulares y empresas, que hoy estudian alternativas de largo plazo; los Kirchner nos han dejado sólo con los escasos jugadores compulsivos y audaces que, en pos de un interés muy alto, están dispuesto a asumir un riesgo financiero –no económico- que todos los demás descartan.

Sin inversiones, Argentina no tiene posibilidad alguna de desarrollarse, ni de sustentar la necesaria infraestructura que, por definición, se relaciona con el largo plazo.

Lo peor de todo es que se trata de una secuencia: si no hay inversiones, no hay nuevos puestos de trabajo, no hay crecimiento, no hay exportaciones, no hay servicios. En una palabra, Kirchner nos está condenando al achicamiento veloz de nuestra economía, a la desocupación, al estancamiento, a la desocupación, a la inflación, a la pobreza y a la indigencia.

Otro de los fotogramas que merece ser citado en esta apretada crónica tiene que ver con el diálogo de Cobos con la oposición, frente a la cual el airado Gobierno ha reaccionado pidiendo la renuncia del Vicepresidente de la Nación.

El único signo verdaderamente positivo en estos tiempos tan negros y ominosos lo constituyó esa cuasi plena reunión de la oposición en la Presidencia del Senado, gritando que todas las leyes que sean sancionadas por la escribanía legislativa, esa que don Néstor y doña Cristina perderán en diciembre, serán revisadas y, en su caso, derogadas.

Espero, con ansias, que ésta sea la última vez que Argentina aproveche su mala fama y, obligada por unas circunstancias sólo atribuibles a Kirchner, se vea en la necesidad de cambiar marcos legales.

El argumento, que han utilizado todas las espadas del kirchnerismo, en especial Aníbal Fernández, para exigir la dimisión de Cobos es que quien integró la fórmula ganadora y que, consecuentemente, compartía sus postulados, no puede transformarse, de la noche –concretamente, la de la votación de la Resolución 125- a la mañana, en un opositor.

Si bien tal razonamiento es, teóricamente, sustentable y responde a la lógica interna, no debemos ignorar que doña Cristina hizo caso omiso de todas y cada una de sus promesas electorales, en especial de aquéllas relacionadas con la institucionalización del país.

Entonces, ¿qué pretenden los Kirchner y sus lenguaraces? ¿Qué Cobos sea leal a una plataforma electoral pre-acordada o a una persona que, precisamente, la ha convertido en letra muerta?

¿Con qué derecho quienes han cambiado en el aire sus promesas piden una lealtad comparable a la que pretendían merecer los monarcas absolutos? ¿Se la creyeron? ¿Ignoran, en serio, que Argentina es República?

Todo esto nos conduce, inevitablemente, al abismo. Un abismo que hasta puede ser deseado por Kirchner para aducir que fue eyectado del poder y pretender, más adelante, regresar a él.

Reitero mi propuesta para hacerle el gusto: ¡echémoslos ya!

Bs.As., 13 Sep 09

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miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿Qué debe hacer el peronismo hoy?

¿Qué debe hacer el Peronismo hoy?

El Partido Justicialista, encabezado por Néstor Kirchner, sufrió el 28 de junio la peor derrota electoral de su historia y hoy se encuentra, al menos formalmente, en la blanda mano de Daniel Scioli, puesto allí, a dedo, por su antecesor, a quien reporta y obedece.

En el exterior de la estructura se encuentran, cual planetas o lunas, distintas expresiones del verdadero Peronismo que, aparentemente, sufren el efecto de esa disgregación, que les impide constituir un frente común para enfrentar al verdadero mariscal de la derrota.

El PJ institucional, es decir el comandado por Kirchner y que integró, en todas las elecciones desde 2002, el Frente para la Victoria, puede decirse que obtuvo, con todos sus aliados, el 30% de los votos el 28 de junio, si nos tomamos la licencia de considerar al país como un distrito único.

Por su parte, lo que se ha dado en llamar el PJ Disidente, es decir todos los peronistas que no quieren saber nada con Néstor y su banda, alcanzó una cifra parecida, pero sin aliados de ningún tipo.

Sin embargo, de cara a la sociedad, y por obra y gracia de Kirchner y de muchos otros que, hasta entonces, eran reconocidos militantes peronistas, hoy proyecta una imagen única, a la que el imaginario popular llama PJ S.A., y a la cual ve como una máquina destinada, exclusivamente, a tomar el poder y a lucrar con su ejercicio.

Dirigentes de la talla de Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Carlos Reutemann, Ramón Puerta, Juan Carlos Romero, Alberto Rodríguez Saa, Mario das Neves, Francisco de Narváez, y tantos otros, si bien son unánimes en el repudio a la figura y a la forma de ejercer el poder de Kirchner y de su mujer, no han conseguido armar una estrategia que se proyecte hacia el exterior, ofreciéndose como una verdadera alternativa.

Por eso creo que la primera obligación del Peronismo no kirchnerista, si es que el encabeza Néstor puede calificarse como tal, es consensuar ciertas políticas de Estado, no solamente entre sí sino con toda la oposición. Me resisto a comparar esta sugerencia como un “Pacto de la Moncloa” porque han pasado, desde entonces, treinta y cinco años y las circunstancias son, esencialmente, distintas.

Ese consenso debe alcanzarse a tambor batiente, pues los tiempos en que la política y la economía en Argentina se están moviendo comienzan a ser extremadamente breves y, tal vez, si no se llega rápidamente a estos acuerdos, el pueblo avanzará con la cabeza de sus dirigentes.

Aquí llegamos a los dos escenarios posibles en lo inmediato. El primero, obviamente, pasa por tolerar al Gobierno en ejercicio los dos años y poco que le queda de mandato, período en el cual no solamente continuará destruyendo el país sino que continuará ejerciendo el poder omnímodo aún después del relevo legislativo de diciembre (en realidad, marzo), a fuerza de vetos de leyes y decretos de necesidad y urgencia.

Ese escenario es que más place a los dirigentes opositores, en el Peronismo y en el Radicalismo, porque saben que la cuenta que habrá que pagar por la “fiesta” kirchnerista será enorme, y no tienen interés, ni unos ni otros, en hacerlo. Antes bien, pretenden que sea el propio Néstor que la asuma, perdiendo así toda posibilidad electoral futura.

Pero debemos pensar, siguiendo el orden de prioridades que enumeró Perón, que primero está la Patria, después el Movimiento y luego los hombres. Y si esta premisa sigue siendo válida, resulta indispensable tomar en cuenta el daño que, día a día, infiere Kirchner a la Argentina, destruyendo al interior, empobreciendo y pauperizando a los ciudadanos y convirtiéndola en el hazmerreír del mundo entero.

Y, además, tenemos que poner en el escenario un tema no menor: como dije, de cara a la sociedad y mal que nos pese a muchos, el Peronismo es Kirchner y, cuando él se hunda, también el PJ –de todos los colores- se ahogará con él.

Entonces, ¿cuál es la alternativa para este desolador panorama? Pues la otra opción.

Una vez elaboradas y consensuadas esas políticas de Estado, toda la oposición, apoyada sobre los millones de firmas de ciudadanos individuales que llegarán al Congreso para entonces, debe eyectar del poder a estos crápulas, juzgarlos y mandarlos a la cárcel.

Y asumir el poder, sabiendo que el precio que la Patria demandará por ello será, otra vez, muy alto. Pero si quien resulte elegido para encabezar la transición hasta 2011 es apoyado por todos, pero seriamente, ese verdadero desierto que Argentina deberá atravesar será menos cruel y menos dañoso.

La experiencia del 2002 nos debería haber enseñado, a todos, que la crisis siempre –aquí y en cualquier otro lugar del mundo- los más desposeídos. Si actuamos como sugiero, tal vez –sólo tal vez- podamos evitar que eso suceda nuevamente.

Ruego a Dios para que, antes de dejar definitivamente de ser argentino, se apiade de nuestro país y nos conceda la gracia de transformarnos en verdaderos hombres, capaces de afrontar el destino que nos toque con generosidad y desprendimiento individual.

Si no fuera así, nos esperan días trágicos, ya que Kirchner está dispuesto a cualquier cosa, sin límite alguno, para conservar su poder y su capacidad de daño a los enemigos que, en su cabeza loca, somos todos los argentinos.

Saludo, entonces, fervorosamente la aparición de este Peronismo Federal, ahora impreso, y hago votos para que pueda ser el que encabece esta transformación y esta reconversión.

Bs.As., 7 Sep 09

Publicado por:

http://www.nuevoencuentro.com


sábado, 5 de septiembre de 2009

¿Ahora tampoco?

¿Ahora tampoco?

“El hombre se acostumbra a todo,
siempre y cuando alcance el apropiado grado de sumisión”
C.G.Jung



Jorge Raventos publicó ayer, con su maestría habitual, su nota semanal, a la que tituló “La Conjura de la Realidad”, y en la que describe, con precisión quirúrgica, el panorama político argentino pre y post recambio legislativo del 10 de diciembre.

El artículo en cuestión, cuya lectura recomiendo efusivamente, no hace más que poner en blanco y negro el estilo y el objetivo del gobierno de don Néstor, que está dispuesto a todo para continuar ejerciendo el poder omnímodo, con total prescindencia del veredicto de las urnas.

Si cumple su objetivo –y no dudo que así sucederá- en pocos días más Argentina tendrá una nueva Ley de Medios, hecha a la medida de sus intereses, políticos y económicos.

Otra vez, enmascarando sus verdaderas intenciones detrás de una inquietud genuina –la necesaria modificación de la legislación vigente, que ha permitido a todos los gobiernos, desde el Proceso hasta hoy, tolerar una irracional concentración de medios de prensa- doña Cristina, su mandada, ha enviado al Congreso un texto que, de ser aprobado a libro cerrado, producirá graves daños a la libertad de prensa y de opinión, pero también a la democracia.

Vayan aquí, dados los ríos de tinta que se han vertido en estos días sobre este tema, sólo algunas precisiones:
a) Al permitir el ingreso a las telefónicas al mercado, se producirá una concentración igual o peor que la actual.
b) Al obligar a Telecom Italia a desprenderse de sus tenencias accionarias para evitar el monopolio de la telefonía, se está fabricando un traje a la medida de los grupos Werthein y Eurnekian, íntimos amigos y socios de don Nëstor.
c) Al imponer la obligación a los grandes conglomerados actuales (Clarín y Vila) de desprenderse de medios (TV abierta, cables, radios AM y FM, diarios), éstos caerán en las manos de los cómplices y testaferros de la pareja imperial: Rudy Ulloa Igor (el inexplicablemente exitoso self-made man, ex chofer de don Néstor), Electroingeniería, Cristóbal López, etc., etc.
d) Al determinar que las licencias deberán pasar por una revisión oficial, exclusivamente en materia de equipamiento técnico dice el texto, en realidad se establecerá una rígida censura por parte del poder reintante sobre los contenidos y líneas editoriales.
e) Al conformar un organismo de contralor con mayoría del Ejecutivo, se estará entregando un virtual poder de vida y muerte a quien lo ejerza.
f) Al omitir legislar sobre el manejo de la pauta publicitaria oficial, se consentirá que el tubo de oxígeno indispensable continúe en manos de quienes deben ser vigilados y criticados por la ciudadanía a través de la prensa.

Estos puntos, y varios más, no invalidan per se un proyecto que, desde el punto de vista estrictamente técnico, puede ser muy bueno, pero debo informar a mis lectores que vivimos en Argentina, y no en Finlandia.

Aquí, tal como está escrito, el proyecto de la Ley de Medios permitirá un avasallamiento mayor de la opinión pública, por parte de un poder que no tolera disensos, como bien saben, por haberlo aprendido con sangre, los señores Nelson Castro, Alfredo Leuco, Jorge Lanata, Víctor Hugo Morales y tantos otros.

Tampoco digo que este querer imponer el pensamiento único sea patrimonio de los Kirchner -basta recordar la fantástica respuesta, multitudinariamente cantada, a la pretensión de la Juez María Romilda Servini de Cubría de amordazar a Tato Bores- pero nadie, al menos desde que recuperamos la democracia, ha hecho tanto uso -y cometido tanto exceso- de las formas de ésta para implantar una verdadera tiranía.

Y aquí llega, entonces, la justificación del título de esta nota, vinculada a una anterior: “Abusos contra una sociedad apática”. ¿Tampoco ahora reaccionará la sociedad ante este Chávez, más pobre y menos armado, pero igual de loco que su mentor bolivariano?

¿Seguiremos tolerando, para evitar ser calificados como “destituyentes”, que los Kirchner nos sigan robando nuestro país, nuestras libertades y nuestro futuro?

¿Contemplaremos impertérritos como, al decir de Javier González Fraga y confirma la Iglesia, este Gobierno sigue mandando a la pobreza a cinco mil argentinos por día?

¿No reaccionaremos frente a la inmunda escena en la cual un rey loco quema nuestros “pozos de petróleo árabes” y dilapida el producto de su rapiña impositiva en disparates tales como el fútbol o la “línea de bandera” mientras montones de compatriotas mueren de hambre, cuando las enfermedades les permiten llegar siquiera al primer año de vida?

¿De qué está hecha la sociedad argentina?

¿Creemos, en serio, que “los libres del mundo responden, ‘al gran pueblo argentino, salud’”?

En este tema también debo informar que, en realidad, el mundo entero se muere de risa las pocas veces que piensa en nuestro país, y que las escasas informaciones que se publican a nuestro respecto en el mundo se refieren, casi con exclusividad, a la corrupción oficial reinante.

Hemos desaparecido, guiados por don Néstor, de todos los escenarios de inversión del mundo, y nos hemos convertido en el hazmerreír universal.

¿Hasta cuando lo toleraremos? Honduras, con sus instituciones funcionando, nos ha marcado el camino. No hay otro que el juicio político, la destitución y la cárcel para estos canallas, si no queremos que Argentina deje de existir.

Bs.As., 6 Sep 09
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