viernes, 25 de diciembre de 2020

La historia vuelve a repetirse …


 

La historia vuelve a repetirse …

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar”.

 Sun Tzu

 

Cuando Enrique Cadícamo escribió el tango “Por la vuelta”, no podía suponer que la Argentina sería esa “muñequita dulce y rubia” unida al protagonista por “ese mismo loco afán” que, lamentablemente, ya formaba parte del pasado. Sin embargo, el cuarto gobierno kirchnerista no sólo se resiste a la despedida sino que vuelve a insistir en los mismos ¿errores?

 

La reciente ley que dispuso la declaración de los servicios de Internet, televisión por cable y telecomunicaciones como servicios públicos, sujetos a regulaciones absurdas y la prestación básica universal de los mismos, constituye una injustificable intervención del Estado en uno de los mercados libres que eficientemente funcionaban en el país y remite a la historia de YPF, cuando don Néstor decidió apropiarse del 25% de la compañía y, para conseguirlo, nos dejó sin el autoabastecimiento energético, que tanto nos había costado conseguir. ¿Otra vez querrá la comandante suprema de la Patria quedarse no sólo con las coimas sino con las propias empresas?

 

Como recordará –en cualquier caso, las notas obran en mi blog- he escrito infinidad de veces sobre el tema y, últimamente, lo he vuelto a hacer motivado por el pleito que tramita en Nueva York, iniciado por Burford Capital contra el Estado argentino, que podría llegar a costarnos la friolera de US$ 15 mil millones. La razón de mi insistencia radica en que sospecho que detrás del “fondo buitre” sigue estando la familia Eskenazy, testaferro de los Kirchner en la anónima compañía australiana dueña aún de ese 25%.

 

Con la irracional excusa de la necesaria gratuidad de los servicios de Internet y comunicaciones para los más pobres, nuevamente el Estado esta inviabilizando las inversiones locales y extranjeras que se requieren, como en tantos otros rubros industriales, para mantener actualizado a un sector verdaderamente dinámico y competitivo de nuestra economía, que según el propio Ente Nacional de Comunicaciones ya atiende al 95% del territorio, y del cual dependeremos para no caernos definitivamente del mapa global.

 

La –para ella- muy preocupante probabilidad de perder las elecciones del próximo año por la monumental catástrofe económica que la absurda “cuareterna” produjo, que será imposible remontar en tan sólo ocho o diez meses (con o sin PASO), ha llevado a PresidenteVice a repetir sus gestos del período 2011-2015 y a congelar las tarifas de la energía, por lo cual podemos predecir –sin margen de error- que volverán los cortes de luz y la falta de gas. Pero, por mucho que le pese, las herramientas de las que dispone no son las mismas; no existen ya las reservas necesarias para reflotar los negociados con el gas licuado importado, reconstruir la piñata de subsidios a todos y a todas ni domar al mercado del dólar “blue”.

 

Por el contrario, la falta de respuesta del consumo, considerado por el kirchnerismo analfabeto como principal factor dinamizador de la economía, obligará al Gobierno a seguir emitiendo más papelitos de colores para atender a las organizaciones sociales y a las empresas que no pueden pagar los salarios mientras se les impide despedir personal. Es decir, inexorablemente el peso continuará devaluándose y perdiendo poder adquisitivo y no se generará trabajo formal privado.

 

Mientras tanto, asombrados asistimos al permanente fuego amigo que el Senado, núcleo central de la telaraña de Cristina Fernández, y los lenguaraces de ésta disparan diariamente sobre el Presidente Pinocho, el Ministro Martín Guzmán y los presuntos avances de ambos en la negociación con el FMI para obtener alguna forma de facilidades extendidas. Pero no debiera sorprendernos porque, como se ha dicho en estas columnas muchas veces, la VicepresidenteVice pretende dejarnos sin alternativas de subsistencia financiera que no sean las provenientes de China, con todo lo negativo que ello implica, tanto para la democracia republicana y a nuestra geopolítica cuanto para la propia economía, que así sólo suministrará las materias primas esenciales al gigante asiático.

 

La gota que derramó el triste vaso de este olvidable año la puso Carlos Pagni cuando el lunes explicó, con todo detalle, las razones del oscuro pacto entre el oficialismo y la oposición en el Consejo de la Magistratura, que habilitó la designación para la determinante Cámara Federal Criminal de Roberto Boico, ex abogado de Cristina Fernández y varios de los mayores corruptos de la historia. Si son ciertas, y los sagrados hechos le dan la razón, Juntos por el Cambio habrá entregado las banderas al enemigo y, con ello, su último bastión contra la impunidad. A partir de ahora, sólo nos queda la oscilante Corte Suprema como trinchera para proteger a la República.

 

Le –y me- deseo el mejor 2021 posible, que seguramente no será mucho, puesto que en él deberemos resistir el golpe de Estado institucional que el kirchnerismo está ejecutando contra la Constitución y su tan esencial división de poderes. Deberemos imitar a Leónidas cuando, en el paso de las Termópilas, con sólo 300 griegos ante miles de persas, ordenó: “Mensajero, ve a Esparta y di que aquí hemos muerto por defender sus leyes”.

 

Bs.As., 26 Dic 20

 

viernes, 18 de diciembre de 2020

¡Viva Borocotó!

 


¡Viva Borocotó!

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“Una pequeña grieta en los cimientos puede derrumbar la Muralla China”. Fabiano Massini

 

Una vez más es fácil comprobar cómo la PresidenteVice, siempre a través del Presidente Pinocho, exitosamente despliega velos para entretener a la sociedad y, claro, ocultar sus trapisondas: ahora le tocó el turno a la discusión sobre el genocida aborto y, por supuesto, al ridículo que rodea la gestión sanitaria y la sospechosa adquisición de la vacuna rusa.

 

Cuando los diputados que responden a los gobernadores Gerardo Morales (JxC - Jujuy), Gustavo Valdez (JxC – Corrientes), Rodolfo Suárez (JxC – Mendoza) y Juan Schiaretti (PJ - Córdoba) se prestaron para aprobar y ampliar los inconstitucionales recortes a la Ciudad de Buenos Aires, el dique opositor en la Cámara baja comenzó a resquebrajarse y comprometió su futuro ante las embestidas del Frente para Todos, unido fuertemente bajo el liderazgo de Máximo Kirchner, designado heredero in pectore por su madre. La quita se encuentra a estudio de la Corte Suprema por la acción que interpuso el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, hace un par de meses y, en algún momento, espero, será resuelto de acuerdo con las disposiciones de nuestra Carta Magna. Mientras tanto, la República continúa esperando, desde hace cinco años, la decisión de los jueces supremos en algo muchísimo más trascendente: la inconstitucionalidad de la reforma del Consejo de la Magistratura.

 

Es precisamente allí donde se han dado, esta semana, dos defecciones que agravan la deteriorada salud institucional. Me refiero a los consejeros Juan Manuel Culotta y Ricardo Recondo, representantes de los jueces, que permitieron al oficialismo contar con los votos necesarios para aprobar muchos concursos realizados y elevar al Poder Ejecutivo las respectivas ternas, que instalarán en varias sillas curules a militantes kirchneristas[i].

 

Las razones invocadas para ese tan marcado cambio de posición fueron sumamente vagas: presuntos reclamos de sus colegas en la Justicia; las sospechas de un cambio de favores conyugales con uno de ellos fueron desmentidas por el interesado. Ambos debieran recordar que “Roma no paga traidores” y cuál fue el alto precio –la condena social y el definitivo ostracismo de la vida pública- que Eduardo Lorenzo Borocotó debió pagar cuando, en los primeros tiempos del kirchnerismo en la Casa Rosada, traicionó a sus votantes al mudar sus petates a la bancada oficialista.

 

Los otro cuatro consejeros de la oposición –el Diputado Pablo Tonelli, la Senadora Silvia Giacoppo y los abogados Diego Marías y Carlos Matterson- acompañaron a los jueces desertores aduciendo que no hacerlo implicaría perder con las banderas en alto y, en cambio, condescender podría permitir que la oposición pusiera alguno de sus candidatos; ¡qué ingenuos! Aparentemente, olvidan que el Consejo sólo confecciona las listas con nombres para cada cargo y las remite al Presidente Pinocho y que, en definitiva, será la propia Cristina Fernández quien elegirá qué pliego se enviará al Senado, ese verdadero aguantadero de criminales que ella misma (la principal delincuente) conduce con mano dura.

 

Su marioneta en la Casa Rosada ya ha dado muestras de ese proceder cuando privilegió a un candidato (el Juez Daniel Béjas, que tanto protegió al General César Milani) para integrar la Cámara Nacional Electoral en desmedro de Alejandra Lazzaro, Secretaria del mismo tribunal, que no sólo había obtenido mejor puntaje en el concurso sino que con su designación hubiera satisfecho la política de paridad de género, tan cacareada por el Gobierno, a punto tal de inventar un Ministerio específico para promoverla; y cuando propuso al militante y servil Juez Alejo Ramos Padilla como titular del Juzgado Federal N° 1 de La Plata, con competencia electoral en la tan clave Provincia de Buenos Aires.

 

Podemos gritar ¡Bingo! si le sumamos la integración de abogados de procesados kirchneristas, León Arslanian y Alberto Beraldi, a la comisión que formó el Presidente Pinocho para analizar el funcionamiento del Poder Judicial y de la Corte Suprema, y la inclusión de Roberto Boico, ex defensor de Cristina Fernández, en la terna propuesta para integrar la Cámara Criminal Federal, superior de los jueces de primera instancia de Comodoro Py, y el regreso a la misma de Eduardo Farah, quien liberara a Cristóbal López. Todo ello ensombrece aún más la posibilidad de independencia de la Justicia, porque acerca a la PresidenteVice a su prioritario objetivo de impunidad personal y filial.

 

La posibilidad de perder las elecciones legislativas de 2021 –algo muy probable por la agudización de la crisis socio-económica y sanitaria que nos alcanzará pronto- hace que Cristina Fernández haya caído en desesperación ante el paso del tiempo sin conseguir ese logro esencial. Es que tendrá entonces sólo dos caminos: el fraude masivo o alguna forma de golpe de Estado, sin duda contra el Poder Judicial y, con certeza, en la calle con sus batallones de presos liberados, barrabravas, narcotraficantes y piqueteros troskistas, al mejor estilo de los “colectivos” chavistas. Entonces sabremos de qué estamos hechos los argentinos, ya que deberemos optar por entregar a la República o asumir el riesgo de jugarnos todo para conservarla.

 

¡Feliz y santa Navidad, o feliz Jánuka, para usted y los suyos!

 



[i] Si tiene interés en comprender verdaderamente la gravedad que reviste para la República el ataque frontal que conduce Cristina Kirchner contra la Justicia y la Procuración, y los logros que ha obtenido hasta ahora, le sugiero leer un libro muy breve pero fundamental, “El Pacto Kirchner-Verbitsky”, publicado por la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, que se puede comprar por Mercado Libre.

viernes, 11 de diciembre de 2020

¡No me juzguen, soy Cristina!

 


¡No me juzguen, soy Cristina!

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“El destino tomó otra decisión. A veces, el destino es un cabrón”.

 Laurence Debray

 

 

 

Si algo faltaba para demostrar que el único interés que mueve a la tan ladrona PresidenteVice es su impunidad –y, por extensión, la de sus hijos- fue la penosa carta que publicó el miércoles para, de alguna manera, conmemorar el primer aniversario de su toma de posesión de la Casa Rosada a través de su mandatario groucho-marxista, a quien no mencionó. Como hizo siempre en las grandes tragedias y, en general, con los reales problemas de un país al que no le importa incendiar, no habló de los 40.000 muertos por el virus y de la sideral catástrofe económica, social y educativa que produjo la “cuareterna” que ordenó disponer al “gobierno de científicos” para ocultar sus intenciones judiciales y el fracaso de sus políticas económicas; hoy el rol cegador de ese velo lo ocupa la discusión sobre el genocida aborto legal.

 

Y es que, claro, con este año cumplido, el 25% del mandato se le escurrió como arena entre los dedos y, con ello, sus posibilidades de alcanzar un logro en ese tan complicado problema se han reducido en igual proporción; sabe que, si nada hace al respecto, terminará condenada por los innumerables crímenes -¿sólo robos o, también, asesinatos de fiscales y secretarios?- que cometió y algunos que todavía intenta cometer.

 

La misiva, además, fue un innegable ataque a la Constitución y a su sistema republicano de división de poderes. Pese a que su reforma resulta una misión imposible porque requiere de mayorías legislativas de las que carece, en un país normal Cristina Fernández sería sometida a un inmediato juicio político por atentar contra las instituciones pero, tristemente, estamos en la Argentina y aquí se la volvió a elegir, a pesar de su enorme prontuario y para asombro del mundo.

 

Y si recordamos su abortada pretensión de “democratizar” la Justicia en su anterior mandato, el éxito que alcanzó cuando logró modificación de la conformación del Consejo de la Magistratura para aumentar la participación de la política en la designación y remoción de los jueces, y, ahora, su avanzado proyecto para domesticar a los fiscales y someter a la Procuración General a la voluntad del Senado, nada puede sorprendernos.

 

La virulencia y la ferocidad del ataque a los integrantes de la Corte Suprema, que busca imitar a lo que hizo su amigo Hugo Chávez en 2004 para acabar con la democracia en Venezuela, permite suponer que la temida pero desesperada “abogada exitosa” se ha enterado de su real impotencia y que, más allá de la desestimación de la queja de Amado Boudou y la consecuente confirmación de su condena a prisión, el Superior Tribunal tampoco revisará la negativa de la Casación a ordenar una gigantesca auditoría sobre toda la obra pública realizada en el país en el período 2003-2015; así, el juicio por la causa “Vialidad”, que la tiene sentada en el banquillo, continuará y, en algún momento, terminará con un fallo condenatorio.

 

Aquí corresponde que usted se formule algunas preguntas. Supongamos que es acusado de un delito que no cometió, pero es llevado a juicio. ¿No querría que su conducta fuera analizada por el juez lo más pronto posible, sin las demoras que sus abogados pudieran obtener con chicanas de todo tipo? Entonces, ¿por qué Cristina Fernández sigue interponiendo recursos para evitar precisamente ese análisis?, ¿por qué continuar invocando un imaginario lawfare en lugar de demostrar su inocencia?

 

El Instituto Patria, que ella comanda a través de su principal sicario, el ya famoso “pelotudo” Senador Oscar Parrilli, convoca a una marcha para el lunes 14 bajo el lema “Navidad sin presos políticos”, y lo hace con un afiche que, en realidad, constituye otra prueba de la asociación ilícita que Néstor Kirchner organizó y Cristina Fernández encabeza. Aparecen, detrás de su rostro, Amado Boudou, Ricardo Jaime, Julio de Vido, Luis D’Elia, Juan Pablo “El Pata” Medina y su hijo, Omar “El Caballo” Suárez, Milagro Sala y Juan Pablo Schiavi; ¡menuda banda! Sólo faltó incluir a Luis “El Gordo” Valor (que me perdone por compararlo con estos criminales), José López y sus bolsos, Hebe de Bonafini y Sergio Schocklender y sus “Sueños Compartidos”.

 

El Presidente Pinocho, por su parte, interesadamente desmemoriado y sin ponerse colorado, se desdijo otra vez de cuanto sostuviera durante sus años en el desierto y nuevamente se abrazó a las posiciones más extremas del kirchnerismo. Tal como hizo con los tuertos derechos humanos y con las desapariciones de ciudadanos en democracia durante su gobierno, en un momento tan complicado en la renegociación de la deuda con el FMI, se abstuvo de condenar las fraudulentas elecciones venezolanas, con las cuales Nicolás Maduro se quedó con la Asamblea Nacional, el único poder del Estado venezolano –Justicia y prensa libre incluidas- que no controlaba. ¿Ve usted alguna similitud con la Argentina?

 

Así, la dupla Fernández² reafirmó su hipocresía y su cinismo. Mientras se niega a reprobar las probadísimas violaciones a los derechos humanos que cometen los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua con el argumento de no inmiscuirse en los asuntos internos de esos países, desembozadamente irrumpe en los procesos electorales de Bolivia, Ecuador y Brasil, apoyando con descaro a candidatos que, en todos los casos, se encuentran procesados, prófugos o encarcelados por corrupción, como Evo Morales, Rafael Correa y Luiz Inácio Lula da Silva, cuyas historias y suertes parangona con la de la PresidenteVice. ¡Otra implícita confesión de su culpabilidad!

 

Es evidente que Cristina Fernández ya no se detendrá ante ningún límite legal y seguirá intentando demoler lo poco que queda del fenomenal andamiaje jurídico sobre el cual nuestra ahora saqueada y decadente República fue construida. Por ello, todos debemos preguntarnos, porque el artículo 21 de la Constitución Nacional nos lo exige, hasta cuándo estaremos dispuestos a tolerarlo y a qué remedio recurriremos para evitarlo.

 

Bs.As., 12 Dic 20

viernes, 4 de diciembre de 2020

“Voy de fracaso en fracaso”




 “Voy de fracaso en fracaso”

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“He repetido una y otra vez que, a mi juicio, en democracia la

 mentira es la mayor perversión en la que puede caer la política”.

 Alberto “Pinocho” Fernández

 

La falsa opción entre salud y economía, que nos planteó el cínico y falsario Presidente cuando decretó la “cuareterna” para ocultar las nuevas trapisondas de su mandante, mostró su peor cara: la OCDE determinó que la Argentina es el país cuyo PBI más cayó este año, el doble que nuestros vecinos. El fracaso de todas las medidas sanitarias –el nulo control de las fronteras, tanto como la ausencia de tests y de seguimiento de los contagiados-, queda probada porque ya somos cuartos en fallecimientos por millón de habitantes, y estamos próximos a alcanzar los 40.000 muertos (¿recuerda cuando Alberto Fernández dijo que, si hubiera gobernado Mauricio Macri, tendríamos 10.000?) después de compararse -usando falsas filminas con otros países- y generando los conflictos diplomáticos del caso.

 

Si el Gobierno no pudo siquiera planificar el extraño funeral de Diego Maradona y fracasó en su tentativa de adquirir un nuevo “vestidito negro”, como aquél del que se colgó Cristina Fernández en 2010 para obtener el 54% de los votos un año después, ¿cómo creer que podrá organizar la complicadísima logística de la vacunación masiva que promete para 2021?

 

Y el costo de esos monumentales fracasos puede medirse en los niveles de pobreza (44,2%, y 64,1% en la infancia), indigencia y hambre negado, la destrucción de la educación y el adoctrinamiento escolar, el cierre del Congreso y los tribunales, la devaluación por la escandalosa emisión (el dólar multiplicó su cotización por tres desde las PASO de 2019), el creciente endeudamiento (US$ 20.000.= desde el 10 de diciembre), el derrumbe de las inversiones, el saqueo al Fondo de Sustentabilidad Previsional y al Banco Central, la incesante creación de nuevos y locos impuestos, el cierre definitivo de centenares de miles de Pyme’s y la fuga de las grandes empresas, la emigración de nuestros jóvenes más preparados, el aumento del desempleo (14,2% que, si todos buscaran trabajo, llegaría al 30%), la proliferación del narcotráfico y la violencia, el extendido aumento de la corrupción y, por supuesto, las enormes desinteligencias que cada día muestra la gestión del Gobierno, provocada por el loteo de cada ministerio y la preponderancia de la PresidenteVice en la toma de decisiones.

 

Una de esas diferencias quedó patentizado el miércoles, cuando el H° Aguantadero, que ella conduce con mano de hierro, frustró al Presidente Pinocho su proyecto de presupuesto para ajustar aún más a los jubilados, algo que el FMI le exige como parte de su programa de ajuste fiscal para alcanzar sus facilidades extendidas y regularizar el pago de la deuda. Que ello se produjera en medio de una dura negociación, claramente, dejó al Ministro Martín Guzmán sin banquito y colgado de un pincel en Washington, algo que ya se veía venir luego del confuso episodio que generaron los dichos del Canciller Felipe Solá sobre la conversación entre su jefe y Joe Biden.

 

Cristina Fernández tampoco puede vanagloriarse de logros en su primigenia y principal necesidad, la impunidad para todos los delitos que ha cometido desde sus lejanos días en Santa Cruz, como jefa de una asociación ilícita. Lo prueba la ratificación por Casación de la “ley del arrepentido” y la consecuente validez de las declaraciones de funcionarios y empresarios que la incriminan, que se suma al penoso y salomónico fallo de la Corte con respecto a los jueces que pretende desplazar. Dos de los más emblemáticos actores del kirchnerismo, Amado Boudou y Lázaro Báez, serán los primeros de la larga fila de testaferros y otros corruptos que volverán a la cárcel.

 

Pero hay otros movimientos del Instituto Patria que siguen a toda velocidad. Además de sus reiterados ataques para controlar al Procurador General y a los fiscales, y tal como sucediera con el opositor Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, durante los mandatos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, el kirchnerismo está recortando fondos y competencias a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para pauperizarla. Comenzó con un decreto que redujo la coparticipación para solucionar el tema salarial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, continuó con una ley –votada por los diputados del Frente de Todos que traicionaron vilmente a sus representados porteños (recuerde: Mara Brawer, Gabriela Cerruti, Carlos Heller, Eduardo Valdez, Gisella Marziotta y Paula Penacca)- apretó aún más esas clavijas (ya llega a $ 65.000 millones la quita) y está estudiando retirar la financiación del Hospital Garraham y retrotraer la cesión de predios nacionales.

 

Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno, ya no tiene margen para continuar siendo una “paloma” y debe ponerse las plumas de “halcón”. En la medida en que los actos inconstitucionales del Presidente Pinocho -¿cuándo se dignará la Corte decidir el tema?- lo obligan a aumentar aún más los impuestos a los habitantes de la Ciudad, que financian la salud, la seguridad y la educación que utilizan tantos ciudadanos del Conurbano y de muchas provincias, además de países vecinos, ¿no será hora de comenzar a cobrarles por ello? Los dirigentes cristinistas despotrican contra la opulencia de la Ciudad, pero no dicen que, si en el Conurbano se pretende vivir como sus vecinos porteños, se debe votar como éstos y sacarse de encima a los eternos ladrones que los mantienen en la pobreza para obtener su sumisión.

 

Para concluir, y dada la extrema gravedad presente y las consecuencias futuras del tema, le recomiendo enfáticamente leer una editorial de La Nación (https://tinyurl.com/y39cspxb), ya que se refiere al peor entre los enormes crímenes que los Kirchner cometieron contra la Argentina; disiento con su autor solamente en que, para mí, no hubo errores sino planificado saqueo, que continuará cuando los juicios de New York concluyan.

 

Bs.As., 5 Dic 20

viernes, 27 de noviembre de 2020

Ocultar canalladas tras las burradas

                    



        Ocultar canalladas tras las burradas

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“En el socialismo nunca sabes el pasado que te espera”.

 Leonardo Padura

 

Como ha hecho desde su irrupción en la política nacional, otra vez la PresidenteVice quiere esconder sus zafarranchos institucionales tras la espesa niebla que cubre al país desde la muerte de Diego Maradona. Su penosa marioneta, el Presidente Pinocho, quiso obsequiarle una remake del show del vestidito negro que permitió a su jefa alzarse con el 54% de los votos en 2011 pero, como se trata de un gobierno de exitosos incapaces, también eso salió muy mal y el velorio se transformó en un nuevo bochorno.

 

Resultó patética la inculpación de Alberto Fernández a los deudos y a la Policía de la Ciudad por los incidentes (suscitados cuando, por pedido de Cristina Fernández, se cerró el acceso mientras ella estaba frente al féretro) y se convirtió en rastrera cuando se intentó borrar el comunicado oficial previo, que auto-atribuía a la Nación la responsabilidad por la seguridad, ya que las tomas de pantalla inundaron las redes. Finalmente, los barrabravas, condenados incluidos, ingresaron por la fuerza a la Casa de Gobierno -¡qué simbólico!- y hubo que recurrir al escuadrón de custodia de Granaderos para evitar que fuera, literalmente, tomado todo el edificio.

 

Por obra y gracia del tan masivo e imprudente velorio, la “cuareterna” (que seguirá rigiendo hasta marzo para el Congreso y la Justicia) quedó desnudada como lo que realmente es: sólo un recurso político para domar a la ciudadanía y mantenerla encerrada y callada, mientras se arrasaba el país para empobrecerlo como nunca antes, destruyendo empresas y empleos, escuelas y alumnos, para avanzar en la idea de construir aquí otro santuario pobrista (ya llegamos al 55%) del socialismo del siglo XXI. La voluntad de Cristina Fernández, instrumentada por su mandado, nos costó ya cuatro millones de puestos de trabajo, un año entero sin clases, quinientas mil Pymes fundidas y la huida de grandes empresas.

 

La prensa, en general, recayó en el amarillismo más abyecto con la muerte de Maradona, tanto como hizo y sigue haciendo aquí y en el mundo con la pandemia del Covid, facilitando a los gobiernos populistas de todos los signos enmascarar sus verdaderas intenciones tras el pánico que generó con su insistente recuento de tragedias. Lamento, a priori, las pérdidas personales que cada lector haya sufrido en carne propia, pero no debemos perder de vista los hechos concretos: se contagió sólo el 0,87% de la población mundial, y murió el 0,02% de ella; en la Argentina, esos números, al día de hoy y que confirman el fracaso de la “cuareterna” como prevención, sólo llegan al 3,04% y 0,08%; ¿justifican el altísimo costo que pagamos?

 

Alberto Fernández ya envió el pliego de Alejo Ramos Padilla, el militante Juez de Dolores, para ocupar el Juzgado Federal N° 1 de La Plata, a cargo de las elecciones en la Provincia de Buenos Aires, incrementando el control electoral al que ya había accedido con la designación de Daniel Bejas para integrar la Cámara Nacional Electoral. Por su parte, la PresidenteVice logrará que el H° Aguantadero reduzca a una mayoría simple el requisito para designar al Procurador General de la Nación e impedirá que el cuarto poder del Estado –que incluye a todos los fiscales- conserve su esencial independencia. Los senadores darán media sanción, y será en Diputados donde librará esta batalla antes de fin de año. Deberemos mostrarnos otra vez muy activos para exigir a nuestros representantes que eviten este magnicidio. También en este caso, utilizarán como velo la discusión por la legalización del aborto para esconder el estropicio.

 

El Poder Judicial continúa en deuda con la ciudadanía. La Corte debería decidir, ya mismo, sobre la constitucionalidad de la modificación del Consejo de la Magistratura, a estudio desde hace cinco años; si confirmara las sentencias de los tribunales inferiores, impediría que la siniestra impunidad de la PresidenteVice –que deberán decretar los jueces porque, según ella, ya tiene la de la historia- pueda lograrse. Y la Sala I de la Cámara Federal de Casación hacer lo mismo con la validez de las declaraciones de los funcionarios y empresarios “arrepentidos” en la causa “Cuadernos”, que dejaron detallada constancia de los sobornos que pagaron y cobraron, y dónde terminaba el dinero, durante los primeros gobiernos kirchneristas.

 

Los probados delincuentes invocan la falta de registro audiovisual de esas declaraciones para invalidar las mismas, que constan en actas firmadas por ellos y sus abogados, de los fiscales intervinientes y del juez de la causa. Es probable que lo consigan, dada la clara adscripción de algunos de los miembros de esa Sala a la ya famosa asociación “Justicia Legítima”, eterna protectora de los ladrones; pero deberán tener en cuenta la reacción popular que suscitaría un fallo en ese sentido dado que, según todas las encuestas, la corrupción es de las mayores preocupaciones de la población.

 

La recuperación económica y social deberá esperar mucho tiempo, porque sólo puede venir de la mano de las inversiones. Y no llegarán mientras se creen nuevos impuestos confiscatorios y abusivos y aparezcan resoluciones con moratorias inéditas con nombre y apellido (Cristóbal López y Máximo Kirchner), mientras no exista seguridad jurídica, mientras se siga avanzando sobre la propiedad privada (se prohibirá disponer de los campos incendiados), mientras el costo de la casta política siga siendo tan abusivo, mientras continúe el adoctrinamiento malévolo en las aulas y se degrade la educación y, sobre todo, mientras los jueces sean sólo veletas obedientes a los vientos del poder.

 

Bs.As., 28 Nov 20

viernes, 20 de noviembre de 2020

Aniquilar al enemigo

 


Aniquilar al enemigo

por Enrique Guillermo Avogadro

 

”Las mentes que buscan venganza destruyen los estados,

 mientras que las que buscan reconciliación construyen naciones”.

 Nelson Mandela

 

          En 1975, un gobierno democrático, acosado por terroristas que secuestraban y asesinaban a mansalva, que atacaban cuarteles militares y ponían bombas en toda nuestra geografía, ordenó a las fuerzas armadas aniquilar a esos subversivos que intentaban transformar a la Argentina en un “paraíso” comunista. Cuarenta y cinco años después, los hijos de esos mismos criminales, reciclados como funcionarios y legisladores, parecen estar logrando su objetivo: el kirchnerismo, en pos de la impunidad de su líder y para habilitar su venganza, ha tomado por enemigo a la Nación y pretende aniquilarla. Y en esa guerra que lleva adelante contra la República y la Constitución, los campos de batalla que ha elegido son los que constituyen los cimientos sobre los cuales se construyeron la convivencia, el progreso común, la familia, la vida y el respeto a los más elementales derechos individuales.

 

En nuestro camino inexorable de decadencia, mientras los políticos crean o agrandan cada vez más impuestos confiscatorios para financiar su inoperancia y sus prebendas, el Estado paquidérmico que hemos sabido darnos por este inexplicable suicidio colectivo que tanto nos esforzamos en concretar ha hecho abandono de todas sus obligaciones básicas: salud, justicia, seguridad, defensa y relaciones exteriores. Nadie duda, después de la “cuareterna” más larga del mundo que, habiendo entrado en el cuadro de deshonor de mayor cantidad de muertos por millón de habitantes, el sistema de salud pública está quebrado y el sector de la sociedad que puede permitírselo debe hacer frente a la medicina privada.

 

Tampoco que carecemos de justicia y que, lo poco que queda de ella, desaparecerá cuando Cristina Fernández y su esbirro presidencial logren “reformarla” con la indigna e inmoral complicidad de la Corte Suprema; que la inseguridad campea por la liberación de miles de presos y que el narcotráfico ha copado territorios y policías; que la defensa nacional no ha sido una prioridad para los políticos que nos gobiernan desde hace 37 años y que las fuerzas armadas tienen hoy una capacidad ofensiva comparable a los boyscouts; que las relaciones exteriores se subordinan, siempre, a los preconceptos ideológicos del Instituto Patria; y que ha renunciado a tener una siquiera razonable política migratoria.

 

Pero, sin olvidar a las demás, la más trágica es, sin duda, la educación pública primaria y secundaria, donde su más eficiente sicario, Roberto Baradel, impone una devastación cultural que afecta a los más pobres y desprotegidos, aquéllos que no tienen posibilidad alguna de recurrir a los establecimientos privados o parroquiales para que sus hijos dejen de ser rehenes de los delincuentes disfrazados de gremialistas. Los “maestros” se han convertido en “trabajadores de la educación” y, también por ideología propia y flagrante cobardía ajena, espantan a los chicos y a sus padres, dejándolos sin clases por huelgas permanentes y utilizan la pandemia como excusa para no concurrir a la escuela.

 

La brecha entre esos niños sin aulas y aquéllos otros cuyos padres gozan del privilegio de poder pagar la enseñanza privada se ha transformado en un verdadero abismo y condena a nuestro país a una tragedia incomparable con cualquier país civilizado. Y ese fosa destruye, en un mundo cada vez más exigente con los requisitos de empleo, cualquier posibilidad de recuperar esa movilidad social que nos fuera tan característica. La ciudadanía, hipócrita y pusilánime como siempre, no reacciona y guarda silencio cuando el Gobierno, aliado a los gremios, permite la apertura de los casinos de Cristóbal López y habilita el fútbol mientras demuele las bases del genial proyecto sarmientino. Y todo eso se produce como efecto deseado del movimiento de pinzas con el que la PresidenteVice quiere aniquilar a la Argentina, para convertirla en un territorio poblado por súbditos muy poco instruidos y cada vez más pobres que dependan siempre del Estado presuntamente benefactor y en el que los únicos triunfadores sean sus propios líderes, mamarrachos saqueadores.

 

Su meta es el sometimiento a China; el sonriente Xi Jinping no se limitará esta vez a instalar una base militar en la Patagonia -con indigna sesión de soberanía, sino que implantará un sistema tan extractivo como el que utiliza para expoliar al Africa Subsahariana. Y creo que los últimos movimientos epistolares y legislativos del kirchnerismo, que tanto complican la inversión y el crédito, tienden precisamente a justificar que el gigante asiático se convierta en la única fuente de financiamiento, aunque ello implique entregarle el transporte de granos en la hidrovía y la energía con las nuevas centrales atómicas y transformar al país en un simple proveedor de materias primas. Nada le importa a Cristina Fernández que ese camino nos aísle definitivamente del mundo occidental ni, menos aún, que nos convierta en un país hostil comparable a Venezuela, donde Nicolás Maduro respalda su salvaje tiranía en los ayathollas iraníes, los barbudos cubanos y en las desafiantes fuerzas armadas rusas.

 

¿Tampoco sobre estos temas tiene nada que decir la oposición, más allá de contestar individual y puntualmente las falsedades del relato? ¿Cuál es el plan nacional que propondrá a la ciudadanía como una alternativa al modelo de dominación kirchnerista? Creo que la sociedad no merece esta inopia.

 

Bs.As., 21 Nov 20

viernes, 13 de noviembre de 2020

Penosa Deserción

 


Penosa Deserción

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“Hoy no basta con contar la verdad.

                           Hay que destruir las mentiras”.

                               Javier Cercas

 

Los regímenes democráticos en el mundo tienen infinidad de formas diferentes, pero hay uno en especial que me produce envidia: el británico. Se trata de un sistema parlamentario, muy lejos del presidencialista que nos rige y, sobre todo, distinto a nuestras tradiciones. Los Comunes (Diputados) son elegidos uninominalmente en jurisdicciones pequeñas; es decir, no existen allí nuestras lamentables “listas sábana”, que cubren a tantos incapaces y corruptos. Lo más importante es que, para ser ministro del Poder Ejecutivo, el candidato debe ser miembro de esa cámara y si en las siguientes elecciones perdiera su banca, dejaría de serlo automáticamente. ¿Se imagina qué pasaría si adhiriéramos al sistema?

 

Pero además, y aquí llegamos al meollo de esta nota, por ser básicamente bipartidista, dividido entre laboristas y conservadores, ambas formaciones se mueven en espejo. Mientras una ocupa Downing 10 y tiene su gabinete de ministros, la otra mantiene uno equivalente en las sombras, el shadow cabinet. Por supuesto, ambos –Gobierno y oposición- tienen unificada la comunicación política a través de su propio vocero oficial. Es algo que falta en la Argentina: la oposición, encarnada al menos hasta hoy en Juntos por el Cambio, parece haber desertado de la función que le encomendó el 41% del electorado y carece de ambos elementos (gabinete y vocero) y esa carencia permite al Gobierno mentir impúdicamente, con prisa y sin pausa, y mantener impertérrito su relato.

 

Un ejemplo fueron los dichos de Alberto Pinocho, que acusó a María Eugenia Vidal de no haber hecho, durante su mandato, nada con los problemas que el río Luján y el arroyo El Gato causaban en sus riberas. Se trató de una flagrante falsedad, como pueden atestiguar los habitantes de Salto, Arrecifes, La Plata y otras localidades, ya que durante la gestión de ex Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, después de casi ochenta años de inacción, se realizaron obras importantísimas que permitieron evitar trágicas inundaciones y recuperar miles de hectáreas para el cultivo. La aludida se limitó a responder en las redes al mentiroso Presidente.

 

Más grave aún es la conspicua ausencia de planes alternativos de esa oposición para cada uno de los temas prioritarios que siguen arrastrando al abismo a nuestra triste realidad: economía y presupuesto, salud, justicia, relaciones exteriores, defensa y seguridad, vivienda, pobreza e indigencia, y educación; si existieran, debieran ser dadas a conocer a la sociedad en su conjunto ya que permitirían aclarar a la ciudadanía qué se jugará en las elecciones legislativas del próximo año.

 

¿Por qué esa callada oposición no se manifiesta con claridad sobre cada acción del Ejecutivo?, ¿por qué no dio alaridos frente al descarado apoyo de funcionarios a las tomas de tierras en todo el país?, ¿cómo no grita, por ejemplo, que es insano no permitir el regreso a las clases presenciales?, ¿no tiene nada que decir frente a la indefensión de la Nación cuando el presupuesto de 2021 asigna sólo el 0,7% del PBI a las fuerzas armadas y, además, se concentra y traslada a la Capital Federal a la Fuerza de Despliegue Rápido, mientras se gastan enormes fortunas en ministerios absurdos?, ¿por qué no sale a los medios a explicar en detalle los robos massistas contenidos en el proyecto de presupuesto nacional?

 

¿No le parece sospechoso que, casualmente después de habilitar con su voto en el Consejo de la Magistratura el inicio de las acciones para desplazar a los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli, la Diputada Graciela Camaño fuera recompensada con un asiento en ENARCOM, el organismo que tendrá a su cargo el control tarifario de los servicios de Internet y telefonía celular? Dado que, en general, la sociedad no entiende de las cuestiones judiciales, ¿por qué no transforma en un monumental escándalo los avances del kirchnerismo para sojuzgar a la Procuración General y desplazar a Eduardo Casal?, ¿cómo no hace lo mismo frente a la colonización de la Oficina Anticorrupción y de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas?, ¿cómo se permite sólo mascullar ante la designación del Juez Daniel Bejas para integrar la Cámara Nacional Electoral?, ¿cómo calla frente al pretendido regreso del cuestionado Juez Eduardo Farah a la Cámara Federal, a la que tuvo que renunciar para no ser despedido por su raro enriquecimiento y por haber liberado a Cristóbal López y a su socio?

 

En todo el extraño formato que ha adquirido el poder en la Argentina a partir de la designación por Twitter de Alberto Pinocho, hay un rasgo que llama poderosamente la atención: el país entero parece aterrado ante Cristina Fernández. A su dedito se someten y retroceden, además del Presidente, gobernadores e intendentes, ministros y secretarios, senadores y diputados. ¿Ignoran que, según las encuestas, la multiprocesada mandataria es la figura con mayor rechazo del universo político, y su intención de voto no llega a 25%? Pese a ello, su sola y silenciosa presencia emascula a todos, oposición incluida (con algunas honrosas excepciones).

 

Me parece inútil convocar a la ciudadanía a nuevos banderazos, porque resultan cansadores y, obviamente, no producen resultados en un oficialismo ciego y sordo; será necesario encontrar otros caminos para la protesta civil.

 

BsAs, 14 Nov 20

viernes, 6 de noviembre de 2020

Los 30 denarios de la infamia

 


Los 30 denarios de la infamia

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“Las mejores marionetas no siguen la voluntad

 de quien las maneja, sino que la anticipan”.

 Fabiano Massimi

 

No voy a analizar en detalle el tan lamentable fallo del martes de la Corte Suprema -¡honor a Carlos Rosenkrantz, que no aceptó firmar ese triste y confuso engendro!- pues ya lo han hecho todos los grandes constitucionalistas y los mejores analistas políticos en diarios, revistas, radio y televisión. Sólo diré que los cuatro magistrados que lo suscribieron (Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, a quienes se sumó Elena Highton de Nolasco) enterraron a la Constitución y a la división de poderes que ella establece y garantiza y, así, dieron la razón al Talmud cuando en él se escribió hace miles de años: “Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados”.

 

El adefesio que emitieron pretende, infructuosamente por cierto, quedar bien con Dios y con el diablo, traducido en que mantiene a los jueces en sus cargos hasta tanto se substancien nuevos concursos. En condiciones normales, ese trámite implica muchos años de demora pero, en la Argentina K, tan apurada en resolver los problemas judiciales de su dueña, urgida además por una probable derrota en las elecciones del año próxima, no es así. Ya el Consejo de la Magistratura, colonizado por sus esbirros, a los cuales apoyó para generar esta crisis la lavagnista Graciela Camaño, comenzó a acelerar y, según las palabras de su Presidente, Alberto Lugones, pretende tener el tema resuelto en seis meses.

 

Cuando sea que terminen los concursos, será el propio Consejo quien determinará la terna que se presentará a Alberto Fernández para que éste opte por uno de los candidatos y envié el pliego al Senado. Como se ve entonces, la mayoría de los jueces supremos no sólo creó una nueva categoría de magistrados –los 74 “interinos”- sino que dejó todos los resortes, prácticamente, en manos de Cristina Fernández. El resultado final, pensando que la PresidenteVice necesita agregar a la absolución de la historia –que dice tener- la de los tribunales terrenales, está casi cantado.

 

Los altos jueces deberían saber que el kirchnerismo está respirando en la nuca de todos ellos; en efecto, esa otra aberración, la famosa “comisión Beraldi” presentará este mes a quien dice ejercer el poder su recomendación acerca del número de miembros y del modo de funcionamiento de la Corte. ¿Estarán allí los treinta denarios de la infamia?

 

Esta Corte que la política bastarda nos ha impuesto aún tiene una oportunidad para reivindicarse frente a la ciudadanía; le bastaría con resolver ahora mismo la inconstitucionalidad (decretada por la Cámara Federal Contencioso-Administrativa hace nada menos que cinco años) de la modificación en la composición del Consejo de la Magistratura, devolviéndola al formato original que le dio la Constitución de 1994. Si lo hiciera, recuperarían peso los estamentos profesionales (jueces y abogados) y lo perderían los representantes de los poderes Legislativo y Ejecutivo.

 

Por su parte, el Presidente Pinocho agregó otras perlitas a sus incontables antecedentes de mentiroso serial: nuevamente condenó a los “ricos” (quienes invierten y crean trabajo) y muy suelto de cuerpo, insistió con la necesidad de una reforma judicial; afirmó, jocosamente, que no la pedía para nombrar jueces amigos. Pretendió que nos olvidáramos que, para integrar la Cámara Nacional Electoral, privilegió a Raúl Bejas, un esbirro de Juan Manzur, su cómplice Gobernador de Tucumán, en injustificado perjuicio de Alejandra Lazzaro, que había obtenido mejores calificaciones y que, por ser mujer, le hubiera permitido equiparar géneros –otra manía K- en ese tribunal; su designación fue aprobada el jueves por el Senado.

 

El otro ineludible tema de la semana es la elección presidencial entre Donald Trump y Joe Biden; tampoco me extenderé sobre esto, en especial porque la moneda sigue en el aire, y sólo diré que, lamentablemente, ya hubo un claro perdedor: los propios Estados Unidos. Parece que la grieta se ha transformado en nuestro principal producto de exportación, porque también ya la padecen España, Gran Bretaña, Brasil y muchos más; la generación a la que pertenezco se está despidiendo de la vida, pero el legado que dejará a sus hijos y nietos con certeza no será de los mejores.

 

Para concluir, mi enérgico repudio a los gremios de los ¿trabajadores de la educación?, encarnados en ese horrible personaje llamado Roberto Baradel, y su reticencia a volver a las aulas invocando presuntos peligros sanitarios vinculados a la pandemia. Pero más me repugna la actitud del Gobierno nacional, que tolera este disparate tan inmensamente costoso, en especial para los más desprotegidos.

 

Por todas esas razones y muchas otras, mañana (#8N) a las 1700 hs., volveremos a las calles y plazas de todo el país para expresar nuestra profunda disconformidad ante las manifiestas violaciones a la Constitución, la pérdida de la independencia de los poderes y la carencia de Justicia, la persecución a los jueces díscolos y la impunidad de la corrupción, la toma de tierras promovida por el Gobierno, la decadencia de la educación pública, la inseguridad cotidiana y la proliferación del narcotráfico.

 

Bs.As., 7 Nov 20