domingo, 22 de febrero de 2015

¿Final o Principio?



¿Final o Principio?


“Existen pocas cosas más difíciles que abrir una brecha en el corazón de un corrupto”. S.S. Francisco


El innegable éxito de la marcha del 18 -más allá de los disparatados dichos del oficialismo, que ni siquiera tuvo el decoro de llamarse a silencio- sirvió para dar a fiscales y jueces el impulso final que necesitaban para avanzar definitivamente contra el poder corrupto que nos gobierna desde ya hace trece años. Las amenazas vertidas por el Secretario General de la Presidencia el viernes, sin duda por orden de Cristina, fueron una comprobación directa de la preocupación que embarga al Gobierno; al decir "Que no se les ocurra hacer ningún gesto que pretenda desestabilizar al Gobierno porque las situaciones van a ser muy malas", Aníbal Fernández puso, literalmente, a la Presidente fuera de la ley, ya que cualquier investigación que progrese será considerada "destituyente".

En las horas siguientes, la antes remisa Sala I de la Cámara Federal en lo Criminal confirmó el procesamiento del Vicepresidente de la República y de sus cómplices en la causa por la apropiación -en favor de los Kirchner, como se terminará probando- y ratificó a Claudio Bonadío como juez en la causa Hotesur, que involucra, directa e ineludiblemente, a toda la familia presidencial; con ese respaldo, el magistrado citará próximamente a Máximo, el hijo de la Presidente, a prestar declaración indagatoria; ¿cuál será la reacción psíquica de Cristina cuando esto suceda? La Justicia de Estados Unidos ordenó liberar al menos parte de la información sobre las 127 empresas atribuidas a Lázaro Báez, el gran testaferro presidencial, acusado de lavado de dinero proveniente de la corrupción; seguramente, en los próximos días esas revelaciones constituirán nuevos frentes de conflicto para la noble viuda.

Pero, para el Gobierno, las malas noticias no terminaron allí. La resolución de la Cámara también exige que el juez Lijo investigue los roles que desempeñaron Jorge Brito, titular del Banco Macro, y Ricardo Echegaray, Administrador Federal de Ingresos Públicos, en la maniobra pergeñada para que el finado Néstor se quedara con la imprenta de dinero y documentos. Interpol, a pedido de la Justicia uruguaya, ordenó la detención de Alejandro Vanderbrole, el sub-testaferro de Boudou en ese affaire, por lavado de dinero; se concretó horas después y desató todas las especulaciones: ¿irá preso en soledad o comenzará a contar lo que sabe para aliviar su pena?

Todo eso no hace más que presagiar las grandes investigaciones que, más temprano que tarde, se abrirán por los hechos que, durante esta extendida década, pasaron desapercibidos para la enorme mayoría de los argentinos, satisfechos por la tranquilidad que el viento de cola, que acompañó al kirchnerismo hasta el 2010, llevaba a sus bolsillos.

Así, entre muchos otros ejemplos, cerramos nuestros ojos y oídos ante las trágicas consecuencias directas de la corrupción: el crimen de Once, que se llevó la vida de 51 argentinos; las inundaciones de La Plata, cuyo saldo luctuoso sigue en la nebulosa; la proliferación del narcotráfico y del lavado de dinero, que fomentaron los generales venezolanos y los laboratorios de la efedrina; la pérdida del autoabastecimiento energético, cuyo único objetivo fue permitir que Néstor se robara el 25% de YPF; la muerte de decenas de niños por desnutrición, porque los gobernadores y funcionarios se roban los recursos.

El kirchnerismo, en todas sus versiones, está al fin de su ciclo, constitucionalmente hablando. Hoy resulta por completo imposible que algún heredero, cualquiera sea quien termine designado por el dedo de Cristina, se imponga en las elecciones, pero sigo convencido que no llegaremos a éstas en los tiempos establecidos por la ley y, menos aún, en paz.

Si pensamos que, durante las sucesivas presidencias de Néstor y su viuda nos dejaron sin fuerzas armadas, sin educación, sin salud, sin vivienda, sin alimentos, sin organismos de control, sin reservas, sin moneda, sin petróleo, sin gas, sin luz, ¿alguien, en su sano juicio, puede creer que Cristina, que nunca ha respetado ley alguna, aceptará mansamente que tanto ella como sus hijos terminen presos y con su fortuna perdida? ¿Podrá, para postergar ese momento, hacer algo parecido a cuanto Maduro está implementando en Venezuela?; la verdad es que dispone de dinero, de gente, de drogas y de armas -misil y balas robados incluidos- para intentarlo.

Más allá de la innegable vocación republicana de la ciudadanía, remarcada en la marcha del 18F, no aparece ningún político opositor capaz de comandar la resistencia al desembozado autoritarismo y a la imperiosa necesidad de perpetuación de quienes han usufructuado tanto del "modelo" que ya sienten en la nuca el aliento de una Justicia que ha despertado de su interesado letargo y que, a partir de ahora, avanzará rápidamente. Pero, ¿cómo deberemos actuar si la muerte de Alberto Nisman no fuera un final sino sólo un principio?



domingo, 15 de febrero de 2015

Volver al '55



Volver al '55

"No es cierto que el poder corrompa; el poder, en todo caso, delata". Julio Bárbaro

La marcha convocada por los fiscales federales para el próximo miércoles 18, con el objetivo manifiesto de homenajear al colega muerto e ignorado por el Poder Ejecutivo, no puede menos que traer a la memoria la multitudinaria celebración de la fiesta de Corpus Christi que se llevó a cabo, pese a la resistencia del gobierno de entonces, el 11 de junio de 1955; más allá de ser una festividad católica, concurrieron masivamente a la misma profesantes de todos los credos y, en forma personal, las figuras más importantes de la oposición de la época. Se transformó así en el principio del fin de la década en la cual imperó el primer Perón que, apenas tres meses después, fue desalojado del poder.

Los Kirchner, que tanto hicieron por llevar al país a los peores momentos de su pasado, se enfrentan así a una "conspiración destituyente" propia, en pro de la cual doña Cristina ha hecho ingentes esfuerzos. Su discurso del miércoles pasado, enumerando logros empresarios que centró en la futura fabricación de acondicionadores de cabellos que daría trabajo a ciento veinte operarios, se transformó en la patética demostración de la certeza de un fin de ciclo, ya inevitable, al menos en términos republicanos y legales y, sobre todo, en un fuerte incentivo a la concurrencia a la marcha cívica.

Como en todas las grandes conmociones desatadas por las tragedias producidas por la desaforada corrupción de su gobierno, la Presidente huyó rauda hacia su bunker patagónico, dejando a sus ridículos comandantes la imposible tarea de reflotar el "relato"; la carencia de argumentos seguramente los obligó a atribuir a "apropiadores de niños", "narcos" y "antisemitas" la paternidad de la convocatoria.

Sucede que la tormenta perfecta judicial que se ha desatado sobre la cabeza de Cristina está provocando estragos en su ya castigada psiquis, y el acoso cercano sobre su círculo más íntimo por corrupción y lavado de dinero, y sobre su raro entorno por delitos que, como lo sucedido con los qom en Chaco, sin duda serán calificados como de lesa humanidad, traerá aparejados graves conflictos, de los cuales la muerte de Nisman sólo habrá sido un prólogo.

Los acuerdos secretos con Rusia y China, y el ya olvidado memorandum firmado con Irán tampoco resultarán gratuitos, ya que el mundo occidental, al cual pertenecemos por tradición, por cultura y por geografía, no estará dispuesto a tolerarlos en silencio, ya que constituyen graves riesgos para la complicadísima trama geopolítica del presente, de la cual la Argentina es un insignificante jugador.

Hoy, cuando la política se ha negado a seguir el sabio consejo de Jorge Asís y acercar el horizonte electoral, el destino de nuestro país se juega en números y en la calle; si conseguimos que millones de compatriotas marchen el miércoles, si logramos que plazas y avenidas de todo el país se pueblen de indignados, tal vez -sólo tal vez- podamos evitar el trágico y sangriento final que presagio para este negro período de nuestra historia.


domingo, 8 de febrero de 2015

El Amante Chino



El Amante Chino

"... parecería evidenciar la magnitud de los daños que una nación puede autoinflingirle a sus mejores intereses cuando no acierta con la manera de conectarse con el gigante emergente". Andrés Cisneros

Antes de que me acuse de apocalíptico, como hicieron algunos amigos antes del asesinato del Fiscal Nisman, le recuerdo que vivimos en un país cuyo gobierno permitió que la corrupción produjera crímenes como los de Cromagnon, de Once y de los archivos de Iron Mountain, en Barracas, mientras llena los cementerios de muertos inexplicables; también yo podría decir la ya famosa frase: "No tengo pruebas, pero no tengo dudas". Ahora, entremos en materia.  

China ha virado hacia una economía fuertemente capitalista, pero aplica pesados cerrojos a la libertad y, a pesar de combatir recientemente la corrupción hacia adentro, no le hace ascos cuando es para afuera. Tiene la población más grande del planeta, a la que necesita alimentar y dar trabajo y, para ello, requiere de materias primas de todo tipo. En función de ello, ya tiene grandes negocios en varios países del África negra, Venezuela, Ecuador y, ahora, ha comenzado a interesarse en nuestro país, proveedor de alimentos y energía. La Argentina de hoy provee básicamente soja, pero también podría suministrar ingentes cantidades de gas, petróleo y minerales estratégicos, es decir, productos primarios que son y serán industrializados allí. Toda nuestra economía, en comparación con la china, puede ser medida en pocas monedas.   

Por otra parte, el Gobierno necesita desesperadamente divisas y, para conseguirlas, está dispuesto a hacer todo, comenzando por ceder territorio y renunciar a la soberanía, romper definitivamente con los Estados Unidos y Europa, abrir indiscriminadamente su mercado para los productos chinos, reprimarizar nuestra economía, contratar a empresas chinas sin licitación y a cualquier precio o permitir que trabajadores de esa nacionalidad se desempeñen aquí en condiciones reñidas con nuestras leyes.

Pero, como dice la vieja broma, los chinos no son kamikazes, y disponen de uno de los servicios de informaciones más eficientes. Por eso, saben que quien acepta esta descarada colonización y firma por nuestro país los acuerdos de intercambio de monedas y de financiamiento de grandes obras de infraestructura, además del que permitió comenzar a construir, con cesión de soberanía, la base espacial científico-militar en la Patagonia (que constituye una verdadera avanzada en el posicionamiento de China en su silente guerra con los Estados Unidos), es una Presidente que, constitucionalmente, debería entregar el poder en diciembre de este mismo año y cuyo sucesor, seguramente, al menos los revisará y, en algún caso, hasta los anulará en función de un nuevo alineamiento internacional; las amistades que el kirchnerismo ha cultivado en estos años con los países peor vistos desde Occidente -Irán, Rusia, China, Venezuela- están reñidas no solamente con nuestras tradiciones y necesidades geopolíticas sino hasta con la bandera que el Gobierno ha intentado transformar en su baluarte ético, los derechos humanos, que son sistemáticamente violados en todos ellos.

La demostración más clara de ese conocimiento que tiene Xi Jinping, Presidente de China, sobre nuestra realidad es, precisamente, el cuentagotas con que está entregando los frutos monetarios de esos acuerdos: de los swaps sólo ha entregado el 10% y, de las inversiones necesarias para la construcción de las represas Kirchner y Cepernic, en Santa Cruz, apenas US$ 285 millones, un vuelto comparado con los montos involucrados; ¿estarán destinados a pagar la expropiación de las estancias recientemente adquiridas por Lázaro Báez para la familia imperial, que serán inundadas si, a pesar de todo, las centrales hidroeléctricas proyectadas son construidas?

Por otra parte, la nueva alianza con Rusia esconde un factor terrible para todo el hemisferio occidental, cual es el compromiso asumido por Putin de construir en la Argentina una planta de enriquecimiento de uranio cuyo producto tendría como destino final a Irán. Detrás de este acuerdo, impulsado por el extinto Chávez, tal vez deban rastrearse las razones verdaderas que llevaron a la firma del insólito memorandum, ya declarado inconstitucional, ya que quizás encontremos esa crematística a la que son tan adictos los Kirchner.

Si ha tenido la paciencia de seguir mis notas, sabrá ya cuánto descreo de una transición pacífica mediante unas elecciones que, a esta altura del año, debieran considerarse inminentes. Recordará, seguramente, por qué estoy convencido que doña Cristina no entregará el poder pero, a riesgo de ser reiterativo, las enumeraré rápidamente: nunca ha respetado la Constitución, dispone de dinero (Ciccone y Casa de la Moneda), de "tropa" (Vatayón Militante, Tupac Amaru, Hinchadas Unidas, etc.), de "fierros" (han desaparecido arsenales enteros -¡hasta un misil!- y, diariamente, ingresan armas más sofisticadas) y de drogas, para pagar la transitoria lealtad de individuos capaces de generar un grave caos en las calles; ahora, además, y los recientes movimientos de la Justicia así lo acreditan, la Presidente se juega su libertad y la de sus hijos y, al menos parcialmente, su fortuna y, sobre todo, no tiene nadie enfrente capaz de encabezar una resistencia civil y las fuerzas armadas serían prescindentes.

Entonces, ¿por qué cumpliría hoy las mandas constitucionales y entregaría la banda y el bastón a un sucesor que no será, en ningún caso, "del palo"? Conoce al peronismo desde adentro, y sabe que éste tiene un "día de la lealtad" porque los otros 364 son de la traición, y siempre acude en ayuda del vencedor; si, finalmente, el candidato del FpV fuera Scioli, éste no solamente se cobrará doce años de ininterrumpidas humillaciones sino que todo el PJ -como ya lo ha hecho con Menem y con Duhalde- se alinearía tras él y olvidaría la década en la que pagó con obsecuencia los cargos y prebendas recibidos. 

Cuando algún lector me ha preguntado cómo imaginaba que actuaría el kirchnerismo si mis especulaciones fueran ciertas, respondo que creo que generará una enorme conmoción social, antes de las PASO, que le permitiera decretar el estado de sitio y suspender las elecciones hasta nuevo aviso; en realidad, hasta que una nueva bonanza económica permitiera que la ciudadanía, tan sensible a lo que marca su bolsillo, su órgano más sensible, nuevamente viera al FpV con buenos ojos, olvidando todas las calamidades que ha producido.

Es obvio que ese eventual viento de cola no vendría, en ningún caso, desde los países que ya observan con horror los desmanes de todo tipo que se están produciendo en la Argentina pero sí podría llegar, ¡oh, casualidad!, desde China que, en ese caso, tendría un horizonte más amigable y prolongado para sus intereses aquí y para sus aspiraciones geopolíticas globales.

En resumen, si doña Cristina consiguiera asegurar a Xi que ella o alguien indubitablemente fiel permanecería en la Casa Rosada por un lapso prolongado, el mandatario seguramente abrirá las canillas de ese financiamiento que nuestro Banco Central ya necesita como una transfusión sanguínea; todas las cifras involucradas en los convenios firmados son, como dije, sólo monedas para una economía como la china. Entonces, los objetivos finales no pueden ser más coincidentes pero, dado lo escaso de los tiempos restantes, será el régimen argentino quien deberá dar el primer paso y, por eso, considero el affaire Nisman como sólo el inicio de lo que vendrá.

Queda, por supuesto, algunas incógnitas: ¿cómo reaccionará el mundo occidental, en especial Estados Unidos, frente a todas estas iniquidades que podrían desbalancear el equilibrio mundial?, ¿puede permitirse que armemos a Irán o que China disponga de una base militar en el continente americano?

Los acontecimientos se precipitan en la Argentina, a velocidad de vértigo; a muchos de ellos, no les encuentro otra explicación que las que leyó en esta nota. Rezo, todos los días, para que los hechos y el tiempo vayan demostrando que todo cuanto digo está equivocado, que el proceso electoral se cumpla en paz y con normalidad y que la Justicia cumpla a rajatabla con el rol que la Constitución le asigna pero, lamentablemente, ya sé que los Reyes Magos son los padres.


domingo, 1 de febrero de 2015

Señuelos Desesperados

ENRIQUE AVOGADRO Y DRA

Señuelos Desesperados

"En la sociedad argentina hay un gusto por ser gobernada por tipos a los que tenerles miedo". Silvia Mercado

Si ha asistido alguna vez a una carrera de galgos, habrá visto cómo los galgos corren, afanosamente, detrás de una liebre mecánica que circula a gran velocidad. La Presidente, en alguno de sus viajes, debe haber presenciado alguna, porque utiliza el sistema en forma permanente, y muchas veces con éxito.

Desde que el Fiscal Nisman la denunciara por encubrimiento de los terroristas iraníes, desesperada y sin prurito alguno ha utilizado su muerte para intentar que esa siniestra nube nos ocultara esa causa, que debiera ser objeto de nuestra principal preocupación. Rápidamente, políticos opositores y periodistas de todo tipo comenzaron a correr detrás de ese señuelo, cayendo en la trampa tendida por el Gobierno.

Luego llegó la puesta en escena que esta gran actriz quebrada montó para presentar otro truco, de esos a los que nos tiene tan acostumbrados, ahora vestida de blanco para dar impresión de pureza e intentar suscitar pena en el público al destacar la bota plástica que la presunta fractura en dos huesos le permite usar; para que no nos distrajéramos, y para potenciar el efecto, ni siquiera se colocó detrás del escritorio habitual.

Recurrió a bajezas inimaginables y, como había hecho en las cartas que publicó en Facebook, mintió descaradamente, deslizó inmundas sospechas e imputaciones y se victimizó y, otra vez, todos nos distrajimos del tema trascendente y comenzamos a especular sobre el nuevo "perejil" -Lagomarsino- al cual el Gobierno pretende cargarle el mochuelo de la muerte de Nisman por haberle entregado el arma final.

Por si no bastara con eso, anunció el cambio de nombre de la actual Secretaría de Informaciones (SI) -según Anímal Fernández la nueva agencia estará en operaciones en mayo, confirmando así que la pretendida reforma se trataba sólo de un maquillaje- y anunció que transferiría el control de las escuchas judiciales a una funcionaria a la que calificó de independiente, la Procuradora General, Dra. ¡Giles! Carbó, inventora de las fallidas maniobras para destruir, definitivamente, la Justicia independiente en nuestro país.

Que eso se haya transformado en una nueva atracción resulta sorprendente porque, me pregunto, ¿qué diferencia puede haber entre que las escuchas las manejen Larcher, Icazuriaga, Stiusso, Parrilli o ¡Giles! Carbó? Con este conejo que Cristina ha sacado de la galera, sobre el cual tanto estamos discutiendo, nada cambiará, al menos hasta que haya un nuevo ocupante en la Rosada. Y, si a ese título le sumamos que obvió hacer comentario alguno sobre la inteligencia militar, que conduce el Tte. Gral. Milani, tan dotado de medios y de dinero por la Presidente, el clima de temor que se ha apoderado de la ciudadanía desde el domingo pasado aparece como totalmente justificado, en especial por la demostrada e ilegal actividad de los servicios secretos en el seguimiento de funcionarios judiciales, de periodistas y hasta de personas comunes a las cuales resulte posible armarles causas penales.

El último señuelo que largó a correr la Presidente fue la insólita  pretensión de designar a Roberto Carlés, un joven de 33 años, para integrar la Corte Suprema; hasta la noble viuda de un guerrero sabe que no obtendrá, ni siquiera pagando con la "banelco", los 48 votos necesarios en el Senado. Sin embargo, otra vez caímos todos en la trampa, alejando una vez más del centro de atención la causa en la que ella misma, Timerman, D'Elía y Esteche, están acusados de encubrimiento de terrorismo y, consecuentemente, de traición a la patria.

Pero el nuevo record de impudicia fue batido por la Presidente el viernes 30, cuando apareció, con los brillos y los aplaudidores habituales -¡al pobre Lancha lo obligaron a sentarse al lado de Guita-rrita para la foto!-, enumerar una ristra de falsedades y lisas y llanas mentiras, desparramando cifras que pintan un país en el que sólo ella habita, mientras que en el nuestro siguen muriendo chicos de desnutrición y las villas miseria crecen exponencialmente. No se privó de bromear y reír con sus ministros y los gobernadores que la acompañaron, justo al día siguiente del entierro de Alberto Nisman, a quien ni siquiera mencionó.

Al menos esta vez parece que el pudor llevó a callar al colectivo Carta Abierta, tan poblado de "góngoras" kirchneristas; parafrasendo a Leopoldo Lugones, podríamos decir que "no han sido los historiadores que se han callado, sino el cadáver que les ha impuesto silencio".

Hoy, la noble viuda del guerrero está en China suscribiendo nuevos tratados que, en la práctica, significarán nuevas entregas de retazos de soberanía y de inútil y perjudicial endeudamiento. Las represas de Santa Cruz no serán más que nuevos negociados para su familia y para sus testaferros, Bóvedas Báez y Ferreyra, de Electroingeniería, pero, mientras tanto, continúa la construcción de la base científico-militar china en la Patagonia, nos estamos llenando de trabajadores de ese origen no afectados por nuestras leyes laborales, y de artículos que competirán, de muy mal modo, con nuestra precaria industria y, como terrible contrapartida, re-primarizando nuestras exportaciones. Sin embargo, al parecer nada de eso nos inquieta, como tampoco lo hizo con nuestros legisladores cuando aprobaron, sin conocer sus cláusulas secretas -¿tan bochornosas son?-, los contratos entre YPF y Chevron.

El inefable Anímal Fernández, un émulo más inteligente del payasesco Koki Capitanich, pretende que al honorable y respetado Dr. Carlos Fayt, Ministro de la Corte Suprema, se le realicen pruebas psiquiátricas para comprobar si, a sus 97 años, continúa con aptitud para ejercer su cargo. Entonces, ¿qué debiéramos hacer los cuarenta millones de argentinos con la persona a quien hemos dado el mandato de ejercer, en nuestro nombre, la administración del Estado? Porque ya está más que probado que su psiquis, sea por los problemas craneanos, sea por la extirpación de la tiroides, sea por el stress, no funciona ya normalmente y, en la práctica, ejerce el poder de un modo que raya en la locura.

¿No deberíamos, acaso, usar los mecanismos constitucionales para revocar el mandato que le hemos concedido? Debemos recordar que nuestra carta magna dice que somos una democracia "representativa", y no "delegativa", genial definición de O'Donnell. Entre nosotros, las mayorías circunstanciales deben respetar a las minorías, a las cuales ambos Kirchner aplastaron con su superioridad numérica en ambas cámaras, por obra y gracia de los gobernadores y senadores genuflexos, que también nos hicieron perder, por completo, el federalismo y ahora se ven obligados, por lo exangüe de sus arcas, a reptar frente a esta emperatriz tocada.

Pero somos un pueblo manso, capaz de soportar todo, como lo ha demostrado la falta de reacción ante los escándalos de corrupción que sacuden el clima político, ante la pauperización de nuestra economía y, por supuesto, ante este magnicidio; ¿cómo podemos seguir así dormidos, sin siquiera salir a la calle para expresarnos, ante la denuncia contra la Presidente de Nisman que, cuatro días después, estaba muerto? El mundo nos está mirando, nuevamente horrorizado al ver en qué nos hemos convertido; ¿seguiremos dando esta imagen de anomia total, impunidad permanente y tolerancia suicida?