domingo, 27 de julio de 2014

Reloj, no marques las horas



Reloj, no marques las horas


“El populismo se inventó para poder disfrutar del poder en períodos más breves”.
Carlos Pagni



Que a horas de la fecha límite, una sociedad no supiera aún qué va a ser de ella frente al mundo, parecería bastante raro en un país cualquiera pero, como siempre, la Argentina también por esto quiere entrar en el libro de los records. Tal vez se deba a que, como en tantas otras cosas, la falta de educación –de la cual los Kirchner tienen una parte de culpa no menor- hace que la ciudadanía en general no perciba qué significa caer, nuevamente, en default, aunque éste sea maquillado con calificativos tales como “limitado” o “selectivo”, en materia de falta de inversiones, de pérdida de empleos, de mayor inflación, de menor salud, viviendas e infraestructura. 

¡Difícil debería resultar a quien tuviera un único discurso cuestionar la legitimidad de los fallos de la Justicia estadounidense cuando, a la vez, se firman acuerdos con China que someten la relación a la jurisdicción de los jueces ingleses! Es más, me atrevo a apostar que en los contratos firmados con Chevron, Repsol y el Club de Paris, cuyas cláusulas aún resultan secretas hasta para los legisladores que los aprobaron, también se pactaron que las diferencias que puedan surgir serán resueltas por tribunales no argentinos. Porque quienes desde el Gobierno lanzan tan fuertes críticas al Juez Griesa, parecen olvidar que fueron don Néstor (q.e.p.d.) y la propia doña Cristina quienes acordaron que los bonos entregados en los canjes de 2005 y 2010 tampoco estén alcanzados por los jueces de nuestro país.

Es que, por mucho que nos pese, esa es la única forma de conseguir inversiones y fondos frescos, porque la mala fama de todas nuestras instituciones, cuya degradación se ha acentuado fuertemente durante la “década ganada por los K”, ya resulta demasiado conocida en el mundo entero; el Presidente Xi Jinping le aclaró a la viuda de Kirchner, una vez más, que los kamikazes eran los japoneses, quienes aún así no manifiestan interés alguno en invertir aquí.

Las razones personales determinantes no pueden ser despreciadas, tampoco en lo que se refiere al problema con los holdouts. La Presidente, como antes su fallecido cónyuge, rechazaron de plano y durante diez años cualquier negociación previa con quienes se negaron a entrar en los canjes de deuda, y el Congreso servicial se prestó a prohibirla por ley. El equipo de jóvenes funcionarios que doña Cristina ha puesto a cargo de esa negociación in extremis, que pretende concretar después de varias sentencias en contra, proviene de la cantera del Bambino Kiciloff y es el mismo que montó el cepo cambiario, que desató el déficit fiscal que padecemos, que exacerbó la inflación y, en resumen, el culpable de gran parte de los males que nos aquejan.

La situación de la economía, y su decisiva influencia sobre el clima social, es cada vez más complicada, y ni el futuro banco que organizarán los BRICS ni los swaps en yuanes le permitirán al Gobierno equilibrarla en lo que resta de su mandato, cuando quiera que ese final se produzca. El sueño de doña Cristina de replicar en su futuro el proceso que llevó a Michele Bachelet a un tercer mandato, se está haciendo añicos por la detonación de muchas de las bombas que sembró para que explotaran a su sucesor.

La escasez de dólares, agravada por la fuerte reducción en el comercio exterior y en el precio internacional de la soja, y el notable incremento en el gasto público, que lleva al Gobierno a la necesidad de imprimir cada vez más pesos, está sosteniendo un ritmo de inflación que pauperiza ya a la mayoría de los ciudadanos. Ese es el fuego de la hornalla sobre la que se sigue calentando la olla a presión a punto de estallar, como se ve diariamente en las calles de todo el país.

Como era previsible, las diferentes centrales sindicales han unificado su reclamo, en especial frente al disparatado impuesto a las ganancias –en realidad, un impuesto al trabajo- que se lleva gran parte de los aumentos obtenidos en las paritarias que ya se cerraron y del medio aguinaldo, cobrado hace pocos días, y también frente a las jubilaciones de hambre. Chapita Caló, Centauro Rodríguez y Taxi Viviani, hasta ahora tan fervientes defensores del Gobierno frente a sus afiliados, se están viendo obligados a aumentar la presión sobre la Casa Rosada, porque su poder se desgrana día a día, decantando a favor de comisiones internas, formadas en la izquierda combativa.

El mes que comenzará esta semana traerá aparejada una huelga general decretada por algunas de esas centrales obreras que, sin duda, será acompañada por muchos de los afiliados de las demás, que sufren en carne propia los mismos perjuicios que afectan a todos los trabajadores registrados y, mucho más, a quienes no lo están o ya integran la clase pasiva. Ese panorama de conflicto social no podrá menos que agravarse si por la torpeza, por la insana testarudez o por el pánico ante las consecuencias de sus actos de los funcionarios responsables de la injustificablemente demorada negociación, caemos en default.

Así que, reloj, detén el tiempo en tus manos y haz esta semana perpetua, porque si el jueves, al despertar, nos enteramos que nos hemos vuelto a caer del mundo, nada será igual aquí. Pero, si tenemos a SS Francisco, a Máxima y a Messi, tal vez Dios se acuerde de que es argentino.


domingo, 20 de julio de 2014

Como abrazada a un rencor



Como abrazada a un rencor

“La estupidez humana es aquello contra lo que los propios dioses luchan en vano”. Friedrich Schiller


Doña Cristina, injustificadamente dado cuánto ha recibido de él, parece odiar al país y actúa como si quisiera destruirlo aún más; tal vez se deba a la manifiesta ingratitud de su pueblo que, pese a tantos éxitos inventados y tantos bienes distribuidos, le impide siquiera aparecer en público por temor a las silbatinas.

La Argentina, bajo el mando de esta mariscala de una derrota injustificable, sigue jugando a la ruleta rusa, y cada vez hay más balas en el tambor del revólver. Después de la ridiculez de Brasília, cuando doña Cristina fue a pedir dinero a un banco que aún no han creado los países del grupo BRICS y a solicitar formal apoyo en la batalla contra la Justicia norteamericana, sin conseguir nada de ello, como era previsible, y del nuevo agravio que nos infligió al dejar en su reemplazo a Guita-rrita, aún no se sabe si llegaremos a un arreglo con los holdouts o si, al ritmo de una cumbia villera, caeremos en un nuevo default.

Ya nuestro país se ha caído del mapa mundial por obra y gracia de una diplomacia imbécil, infantil y contradictoria, que nos lleva, como a los chicos malcriados, a virar nuestra lealtad a unos cuando otros no hacen lo que queremos; pero creo que fue la Presidente Dilma Rousseff quien mejor lo explicó en la capital brasileña. Dijo claramente que no está previsto abrir el BRICS a otros países, al menos por ahora, y que los fondos de los que dispondrá el futuro banco, imaginado para competir con el Banco Mundial, sólo estarán disponibles para quienes integran el grupo; agregó que, más tarde, las naciones que requieran préstamos deberán ser evaluadas por las agencias calificadoras –esas mismas que, día a día, reducen nuestra nota- y pasar por el filtro del Artículo IV del FMI, repudiado por la Argentina porque implica la auditoría de las estadísticas oficiales y las reservas del Banco Central.

Tengo por cierta la utilización de la “inside information” por parte de la Presidente y sus corifeos, que están lucrando enormemente con cada cambio de humor de los mercados, ya que son quienes escriben el diario del día siguiente. Basta comprobar las brutales oscilaciones de los precios de bonos y acciones y hasta del dólar blue para percibir qué beneficio obtiene quien sabe, de antemano, qué efecto producirá cada declaración conciliatoria o cada discurso de barricada de la flamígera viuda.

Parece que ni ella ni su valido, el Bambino Kiciloff, comprenden la magnitud del desastre que, como un verdadero tornado, se abatiría sobre todos nosotros si el Gobierno decide, finalmente, disparar el arma con que nos apunta a la sien. El silencio de la oposición, más preocupada por la imagen de cada uno de los “presidenciables” que por la salud de la sociedad toda, me recuerda el caso del suicidio masivo al que condujo a toda su comunidad un pastor en Guyana en 1978; las diferencias con la situación actual no son demasiadas, ya que fue sólo una visión pseudo religiosa –el “relato”- la que llevó a los fieles de esa extraña iglesia a aceptar el veneno como comunión.

La visita del Presidente Xi trajo a las arcas argentinas la promesa de varios miles de millones de yuanes, una moneda inconvertible, que servirá para pagar las importaciones que realicemos, a cambio de pesos depositados en China para cancelar nuestras exportaciones a ese país; el reemplazo del dólar para esta relación bilateral nos vendrá muy bien, ya que el saldo comercial nos es deficitario. Lamentablemente, el gigante asiático también parece dispuesto a financiar la construcción de las futuras represas Cepernic y Kichner, en Santa Cruz, que no son prioritarias, nos costarán verdaderas fortunas y, una vez más, beneficiarán a los testaferros de la familia imperial.

Tal como se afirmó en febrero, cuando el INDEC publicó el nuevo IPCU (índice de precios al consumidor urbano), manteniendo a los mismos estafadores que elaboraron el viejo IPC desde 2007, el desvío entre los porcentajes informados por el instituto y el que elaboran las consultoras privadas (“índice del Congreso”) ya está ocultando más de un punto porcentual por mes, lo cual implica una mentira superior al 15% anual. Pero es la calle, con su percepción del carrito de supermercado, la que invalida nuevamente al discurso oficial y sume al futuro inmediato en un marco de total incertidumbre.

Estoy convencido que la presión social, justificada por la pérdida de poder adquisitivo del salario y de las jubilaciones y, ahora, también por la destrucción de empleos, convertirá a los próximos meses a la Argentina en una verdadera olla de presión, con pronóstico obviamente reservado. Eso se pudo comprobar cuando los despedidos y suspendidos empleados de las autopartistas, ahora encolumnados detrás de las comisiones internas de las fábricas por la desatención de las cúpulas sindicales, comenzaron a transformar el panorama de las protestas.

Precisamente por esa inquietud –la deserción de los afiliados- Camión Moyano, Bandeja Barrionuevo, Momo Venegas y la CTA de Micheli han convocado a una huelga general para el mes próximo. Preanuncio la pronta adhesión de los sindicatos nucleados en la CGT de Caló y en la CTA de Yaski a la medida, ya que ellos conocen el viejo apotegma de Perón (“con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes”) y el aliento en la nuca de la izquierda combativa se los recuerda, aterrándolos.

Volviendo al inefable Guita-rrita, realmente su soberbia y su percepción de impunidad pero, sobre todo, su supina torpeza, no harán más que agravar los problemas políticos que aquejan a la viuda de Kirchner. Al descubrimiento de la devolución de coimas a Gildo Insfrán, Gobernador de la provincia más pobre del país, que pagó más de siete millones de pesos a The Old Found por un inexplicable asesoramiento de la deuda de Formosa con la Nación cuando Boudou era Ministro de Economía, se sumó esta semana un sospechoso robo a su novia, la pelirroja Kampfer; las dos computadoras y un disco rígido externo desaparecidos podrían contener delicada información, o sea, convertirse en moneda de cambio de una protección oficial ante las embestidas de los jueces de Comodoro Py. El Juez Bonadío, viejo inquilino de ese edificio, lo citó a indagatoria para este miércoles por un auto “trucho”, y es vox populi que tiene su procesamiento listo.

Ya están poniendo las barbas en remojo Katia Daura, Presidente de la Casa de la Moneda, y hasta el mismísimo Echegaray, jefe de la AFIP, quien –me aseguran- ha inquietado también a Olivos por lo mucho que sabe, que estaría dispuesto a divulgar si su libertad se pone en juego.

Porque parece que la pólvora de la que disponía la Casa Rosada se ha mojado, y no le ha servido a ¡Giles! Carbó siquiera para triunfar en el dislate que intentó, por orden directa de doña Cristina –preocupada por los avances en la ruta del dinero K a partir de Bóvedas Báez-, para echar al Dr. Campagnoli de su cargo de fiscal, en el que ha sido repuesto. La presión de la ciudadanía ha sido un elemento esencial para este resultado, lo cual también preanuncia qué sucederá en adelante con el resto de los procesos por corrupción que afectan a tantos funcionarios del Gobierno. En este sentido, resultará útil ver qué hace la Sala I de la Cámara Criminal Federal, hasta ahora muy permeable a las presiones de Olivos, con la apelación de Guita-rrita al primer procesamiento que le dictara el Juez Lijo; jugó un raro billar estos días, ya que sobreseyó a De Cobrado por enriquecimiento ilícito y ratificó la condena a Felisa Bolsa Micheli.

Otros que la ven cada vez más negra son José Colmillo Granero, el ex mandamás del Sedronar, y sus cómplices, todos procesados, precisamente, por tráfico ilegal de efedrina, en el cual intervinieron los laboratorios que financiaron la campaña presidencial de doña Cristina, en 2007, y que produjo ya tantos muertos.

La Presidente está dispuesta a rascar el fondo de la lata; mi sincero homenaje a Rocío García, una odontóloga que fue premiada por su suegra con un cargo inventado a medida, con un salario de $ 32.000 mensuales, por el innegable mérito de haber parido a Néstor Iván Kirchner. Sin duda, resulta a sus ojos mejor cuidar a la nuera o malgastar dinero público en propaganda o en aviones y viajes privados que elevar el mísero haber de los jubilados, por ejemplo.




viernes, 18 de julio de 2014

Cuatro mil se dice fácil



Cuatro Mil se dice fácil

Hoy, como una hazaña milenaria de ejercicio de la tenacidad y del coraje, llegará a mis manos la edición N° 4000 de Notiar, ese sueño de libertad que fundó Humberto con la complicidad, inestimable por cierto, de Marcela.

Es un número que se dice fácil, pero significa muchas noches de falta de sueño, de olvido de los sucesos y los problemas cotidianos de la familia, de inquietud ante el futuro, de valentía ante la adversidad. Ese es el milagro que Bonanata nos regala cada día, aún aquéllos en que hubiera sido más lógico y comprensible dejar todo de lado y mirar sólo hacia adentro.

Estos ya más de once años de tiranía kirchnerista han encontrado siempre a Notiar peleando por la República, por la Constitución y por las instituciones y, me consta, nada de ello ha sido gratuito. El precio, aún cuando a veces muy alto, fue compensado por los frutos de este árbol, regado con tanto sudor y, a veces, con tantas lágrimas.

Por eso, hoy levanto mi copa para brindar por mi amigo Humberto, por su mujer, Marcela, y también por sus hijas. Todos ellos significan la esperanza de un futuro mejor para la Argentina, que sólo se dará si todos, todos, ponemos el hombro, peleando el “buen combate” de la honestidad, de la decencia, de la solidaridad, todas virtudes que, en los Bonanata, brillan con luz propia. ¡Salud, queridos!

Bs.As., 19 Jul 14



Publicado por:

http://www.notiar.com.ar

domingo, 13 de julio de 2014

La Degradación como Hábito



La Degradación como Hábito

"Llegará un día en que nuestros hijos, llenos de vergüenza, recordarán estos días extraños en los que la honestidad más simple era calificada de coraje" Yevgeny Yevtushenko

¡Qué semanita! El miércoles, la selección nacional le dio un respiro a los argentinos y, con la victoria y la consecuente clasificación para el partido final de hoy, trajo alegría a un pueblo acongojado por una realidad que, cada día, lo aprieta cada vez más. El proceder de Mascherano dijo mucho de la recta moral y de las virtudes simples, escondidas detrás de nuestra tradicional viveza criolla, que tanto nos perjudica en el mundo. Tengo que confesar que me equivoqué cuando comparé al equipo argentino con la sociedad, es decir, muchas estrellas individuales y poca posibilidad de trabajar juntos, lo cual fue claramente desmentido en la arenga de este jugador al plantel.

Gracias a Dios, comenzó con la entrevista que logró Jorge Lanata de Catalina Hornos (clickear: http://tinyurl.com/phhyoqs). Esta joven, especialmente en un momento en que sentimos tanta vergüenza y un profundo asco por la situación a la que nuestra propia anomia nos ha llevado, me hizo recordar que aún quedan reservas morales y sociales que nos permitirán reconstruir la nación que supimos ser. Para fortalecer esa esperanza, releí la carta con la que Elpidio González, Vicepresidente de Marcelo T. de Alvear (1922/28), renunció a percibir la pensión que le correspondía por haber ejercido tal cargo; la pongo a su disposición, porque revela cómo éramos hace tiempo.

El lunes, la embestida de Giles Carbó contra el Fiscal Campagnoli terminó en un nuevo papelón, tanto por la postergación de la discusión acerca de la composición del fracasado jury de enjuiciamiento cuanto por el pedido al FBI norteamericano para que identifique a quienes, en Twitter, se expresaron críticamente contra algunos de sus miembros, solicitud que fue, como era imaginable, rechazada y, además, desmentida por el oficialismo.

El 9 de Julio, la Presidente demostró el profundo desprecio que siente por todos los argentinos o, quizás, su miedo cerval a los ventiladores. Aún con la preocupación acerca de lo que puede decir si va preso, encomendar al delincuente Guita-rrita encabezar el acto de conmemoración de nuestra independencia fue un verdadero cachetazo a la dignidad de todos, incluidos los funcionarios a los que envió a poner la cara y soportar los dislates que, con tono épico y triunfal, gritó Boudou en un espacio pequeño y cerrado. Porque, convengamos, una cosa es que Cristina lo siga bancando y otra, muy distinta, es que nos infiera la ofensa imborrable que constituye este gesto. ¿Qué habrán sentido los peronistas mientras este ladrón se arropaba en la gestión del General muerto? Realmente, hemos caído muy bajo, y la degradación se ha transformado en costumbre.

Tal como previmos, la gravísima crisis económica a la que la mala praxis, la ignorancia y la maldad de este gobierno nos ha llevado innecesariamente, ha comenzado a sentirse fuertemente sobre el poder adquisitivo de los salarios y sobre la estabilidad de los puestos de trabajo y, en el caso de los jubilados, literalmente sobre la posibilidad de sobrevivir al hambre y la marginación. Las cúpulas sindicales enroladas en la CGT de Caló dejaron de luchar por la suerte de sus afiliados, y éstos han reaccionado apoyando a las comisiones internas, en general provenientes de la izquierda más combativa. El martes, en la ruta Panamericana y en la Gral. Paz, como antes en muchas provincias, se cayó para siempre otra máscara del “relato”, la no “criminalización” de la protesta social, y una vez más se debió recurrir a la inmisericorde Gendarmería para liberar los caminos.

Espero, arriesgándome a que me apliquen la ley de 1951 que reprime a quien atente contra los intereses nacionales, que las visitas de Vladimir Putin y Xi Jinping no representen la llegada de veinte mil millones de dólares frescos a las arcas del Gobierno; aparentemente, y dado el proyecto que tiene media sanción del Senado, no será así sino que, al menos en el caso de China, se tratará de un depósito en yuanes en el Banco Central –y de pesos en su homólogo- para que sirvan como alternativa al dólar en el comercio bilateral y que, la semana próxima, cuando pase por Diputados, estarán fuera del alcance de los tribunales locales de ambos países. Porque, si fueran destinados a gastos generales, seguramente serán robados por los Kirchner para intentar mejorar la alicaída economía personal de los argentinos y, en su imaginación, permitir que el ¿Frente para la Qué? volviera a ganar las elecciones.

Si la excusa para pedir esos fondos pasa por las represas Cepernic y Kirchner en Santa Cruz, será todavía peor. Serán construidas, con enormes sobreprecios como siempre, por las empresas de Lázaro Bóvedas Báez y Gerardo Cablecito Ferreyra, testaferros de doña Cristina y de Carlos Chino²Zannini; pero, además, no tienen garantizada, por escaso caudal, la generación de energía hidroeléctrica, estarán ubicadas tan lejos de las redes de transporte que se requerirá una fortuna para conectarlas al sistema y, en el orden de prioridades, están ubicadas después de los treinta primeros e indispensables proyectos energéticos.

Seguirá así la saga de los negociados con Venezuela, donde ya se abrió una investigación por sobreprecios del 80% en el arroz argentino –entre otros productos- vendido a organismos oficiales, tal como denunciara, hace años, el Embajador Eduardo Saduz, desplazado precisamente por hacerlo. En el affaire están complicados el todavía Ministro De Cobrado y los encantadores integrantes de la “embajada paralela”.

Llegó el nuevo aumento de los precios de los combustibles que, como de costumbre, encabezó YPF; ya llega al 140% en dos años, cuando el Congreso, con festejos similares –en cantidad y en identidad de aplaudidores- a los que recibió la declaración del default por Rodríguez Saa, logró la teórica “soberanía energética”. Volví a recordar, entonces, cuál fue la realidad de la estatización de las acciones de Repsol que representan el 51% del capital de la empresa, mientras no se tocó, por ejemplo, el 25% que aún pertenece a la sociedad australiana que formaron los Eskenazi en Australia, y cuyos verdaderos dueños se desconocen. Es decir, estos aumentos –además de realimentar la inflación- benefician, otra vez, a quienes están detrás de esta familia de banqueros, dueña del Banco de Santa Cruz, que operó los fondos desaparecidos de la provincia; como los Kirchner me enseñaron a ser peor pensado, me pregunto: ¿se probará, algún día, que esas acciones forman parte de la herencia de don Néstor (q.e.p.d.)?

Con más decencia y sentido común que la enorme mayoría de los diputados ¿opositores?, la Asociación Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, presidida por Nora Cortiñas, repudió la constitución del “pañuelo” en emblema nacional; resultó hasta extraño comparar esa actitud con la patética e infantil justificación de Tonelli y Pinedo, del Pro, por la estupidez cometida y el agravio infligido a los símbolos patrios. Alejandro Fargosi, el mismo 9 de julio en La Nación (clickear: http://tinyurl.com/n9yqt9h) puso los puntos sobre las íes, y su nota merece un aplauso ciudadano.

Hoy, como todos nosotros, estoy rezando por una victoria esta tarde ante el fuerte equipo de Alemania. Sin embargo, si el Gobierno pretendiera adueñarse del eventual triunfo para continuar su tentativa de colonización de la voluntad de los votantes, se equivocará: no quedan muchos que estén dispuestos a tolerar más. Cuando los festejos terminen, volveremos a mirar hacia la Casa Rosada para exigir un imposible cambio en la desastrosa gestión, en los imperiales modos, en la rampante corrupción, en la permanente inseguridad y en el trato despreciativo y agraviante a la ciudadanía.

Pero, mientras tanto, disfrutemos de un partido que, cualquiera sea el resultado, confirmará que el fútbol argentino recuperó unos laureles perdidos hace tiempo, de los cuales la sociedad en general no puede vanagloriarse.



domingo, 6 de julio de 2014

¿Cómo será el final?

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¿Cómo será el final?

“Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz, juegan con cosas que no tienen repuesto y la culpa es del otro si algo les sale mal. Entre esos tipos y yo hay algo personal.”.          Joan Manuel Serrat

En pocos días más, el Mundial habrá terminado y se disipará la espesa niebla que impidió a los argentinos –y a muchos ciudadanos de otras naciones- enterarse de algo más que el desempeño de la selección durante la copa. Cuando despertemos, tomaremos conciencia de algunas cosas que han pasado mientras la pelota se movía a patadas sobre el césped. Con la pitada final, volverán al centro de nuestras preocupaciones la profunda recesión, la inflación, el desempleo, la inseguridad, la pobreza, la corrupción, el narcotráfico y tantas otras lacras que, durante más de un mes de intenso circo, preferimos olvidar.

Nos anoticiaremos que a la bandera, la escarapela y el escudo se agregará ahora (ya tiene media sanción en Diputados, con el sorprendente voto de muchos opositores, cuya lista le enviaré si le interesa saber a quién no elegir la próxima vez) un cuarto emblema nacional, el “pañuelo”. Sí, este hato de imbéciles que, en teoría, nos representan quieren –y lo lograrán con este Senado obsecuente- incorporar el emblema de las Madres de Plaza de Mayo, ahora una asociación ilícita comandada por Hebe Bonafini que, con la inestimable colaboración del parricida Sergio Shocklender, se robó los “Sueños Compartidos” por muy pocos; la misma a la cual le hemos “estatizado” la gravosa pseudo universidad destinada a enseñar teoría marxista y proceder terrorista.

De la imperdible entrevista radial que el jueves consiguió Marcelo Longobardi de Adela Segarra (cliclear: http://tinyurl.com/k7e37vx), que preside la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, surgieron varias confirmaciones. La primera, obviamente, es que la bancada oficialista tiene el brazo enyesado y vota las iniciativas del Ejecutivo sin siquiera molestarse en entender de qué se tratan; sin embargo, hubo más.

Amén de no resultarle posible a la legisladora, una marplatense montonera, responder a quién le compró el Estado la imprenta de billetes y, a la vez, negar que esta fuera propiedad de Guita-rrita y su banda –todos testaferros de los Kirchner en la operación- resultó claro qué sucedería, horas después, en la reunión de la Comisión. El oficialismo, haciendo uso de su inexpugnable mayoría (17 a 14), rechazó todas las acusaciones contra el Vicepresidente sin siquiera un análisis de las mismas.

Ambos temas tienen muchos puntos de contacto. Cuando quedó en claro que quienes votaron la estatización de Ciccone no sabían a quién pertenecía la imprenta, recordé la expropiación del 51% de YPF. Tampoco en ese caso quienes, invocando una soberanía energética inexistente, pudieron dar explicaciones acerca del restante 49% del capital de la empresa. Parte de ese porcentaje -el 25%- está a nombre de una sociedad australiana, en teoría de los Eskenazi, pero cuyos verdaderos dueños permanecen incógnitos.

Con lo esta familia, vinculada a la construcción y a los bancos –es propietaria del Banco de Santa Cruz, que operó para don Néstor los fondos de la provincia enviados al exterior-, ignoraba acerca del negocio petrolero se podía hacer la enciclopedia completa de una de las actividades más riesgosas del mundo. Sin embargo, Repsol no sólo le prestó el dinero necesario para que le comprara esas acciones de YPF sino que, además, le cedió toda la administración de la compañía. ¿Curioso, no?

Pero lo más notable fue que, para justificar el proceder de su bancada en la Comisión, la balbuceante Diputada recurrió al remanido principio de inocencia que nuestra Constitución garantiza a todos los habitantes salvo, claro, a los ancianos y enfermos militares acusados de delitos de lesa humanidad, muchos de los cuales fueron condenados sin pruebas y otros muchos llevan más de diez años detenidos sin condena, violando hasta los tratados internacionales de los que la Argentina es suscriptora. Y todo ello en nombre de una falsa política de Estado en materia de derechos humanos, que ha permitido negociados enormes, profundas injusticias y la impunidad de los asesinos de miles de ciudadanos que fueron sacrificados, con tiros y con bombas, en el altar de una elite enceguecida y mesiánica que hoy, transfigurada, se ha hecho con el aparato del Estado.

Si alguien conserva alguna ilusión acerca de la debilidad del kirchnerismo en la etapa final de su mandato, puede ir olvidándola. Si bien es cierto que muchas de sus pretensiones dañinas –el proceso a Campagnoli es un buen ejemplo- se frustran por su propia torpeza, no lo es menos que va logrando algunas victorias vinculadas al futuro que imaginan los delincuentes que se encaramaron al poder en 2003. La eliminación de la responsabilidad civil a los funcionarios, que fue aprobada durante el Mundial, es una de las medidas que imaginan como blindaje para el momento en que la ciudadanía les exija la rendición de cuentas y la justificación de sus abultados patrimonios.

La visita que harán a Tucumán los presidentes Maduro, Correa y Morales para celebrar con doña Cristina el Día de la Independencia -¿asistirá Guita-rrita?- será un capítulo más de la “chavización” que la Presidente pretende impulsar en nuestro país para evitar el descalabro final que, ya sin dudas, le propinarían las urnas el año próximo, si las elecciones finalmente se concretan.

Obviamente, los presidentes de Venezuela, de Ecuador y de Bolivia formarán parte del coro internacional que la viuda de Kirchner y su valido Bambino Kiciloff ha formado, con previsible mal futuro en los tribunales norteamericanos,  para “malvinizar” el conflicto con los holdouts. Si bien es cierto que muchos de los economistas y de los empresarios creen que, finalmente, el Gobierno lo concluirá a fuerza de exagerados “billetazos”, como ya hizo en el CIADI, y con Repsol y el Club de Paris, y eso ha tranquilizado a los mercados, tampoco puede descartarse de plano que la demencia de Cristina nos lleve al default, aunque sea como una presunta medida táctica; como ya ha sucedido, serán nuevamente quienes puedan escribir el diario del día siguiente los únicos que lucrarán en ese río revuelto.

Cuando, más arriba, sugerí la posibilidad de alguna interrupción en la marcha de los tiempos electorales no me refería a una eventual renuncia de la Presidente a su cargo, por supuesto atribuyendo la responsabilidad a las corporaciones, a la prensa y a la sinarquía internacional, sino a que me sigue costando imaginar una foto en la que Cristina aparezca entregando los atributos de poder a un sucesor que, obligado por la crisis que soportaremos, la perseguirá en los Tribunales, junto con toda la banda de delincuentes que la rodea. De allí la pregunta que da título a esta nota, para la cual no tengo respuesta aún.

Por ahora, celebremos que la nariz de los jueces, que los forzó a comenzar a lavar su imagen y desempolvar las causas de corrupción, empuja al país entero por la buena senda, esa que reclama SS Francisco. Sólo si terminamos con este flagelo, de una vez y para siempre, podemos aspirar a un futuro como nación.