viernes, 28 de junio de 2019

¿Grieta o abismo?




¿Grieta o abismo?


“Seguridad jurídica y clima de negocios son palabras horribles”.
 Axel Kicillof


 La noticia de la semana, sin duda alguna, después de veinte años de negociaciones, fue la firma del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Comunidad Europea. Dada su importancia, deberé referirme al mismo la semana próxima, pero adelanto mi satisfacción enorme por su concreción.

Con las candidaturas ya oficializadas, los argentinos nos enfrentamos no ya a una grieta a la cual estábamos acostumbrados, sino a un paso de caer al abismo de la desaparición de la República, tal como surge de los dichos de todos quienes giran alrededor de Cristina Fernández. A pesar de mi convencimiento acerca de la imposibilidad que tienen los encuestadores para determinar con exactitud el resultado de unas elecciones tan cruciales, debido a la cantidad de indecisos que aún se detectan, se pueden hacer algunas deducciones.

La primera de ellas es la magnitud de los núcleos duros que reúnen tras de sí las fórmulas Macri-Pichetto y Fernández², es decir, entre un 30/35% de fidelidad total de sus votantes; sin embargo, los demás candidatos (Lavagna, Gómez Centurión, Espert, Del Caño, etc.) podrán causar daños a los resultados que obtengan cada una de aquéllas en las tan discutibles PASO, pero ya nadie duda que sólo serán testimoniales.

Tiemblo de sólo pensar qué puede pasar en la economía –inflación, riesgo-país y dólar- si en esa inútil “gran encuesta nacional”, por cierto muy costosa ($ 4500 millones, que debieran tener mejor destino), Alberto y Cristina obtuvieran una marcada ventaja ante la fórmula reeleccionista; que cada uno saque sus propias conclusiones.

Y así, llegaremos a la primera vuelta de octubre, se abrirá el telón del verdadero escenario y el abismo se nos mostrará en toda su dimensión. Porque es posible que cualquiera de ambas alcance el 45% que, en el original sistema electoral que nos hemos dado, la lleve automáticamente al triunfo; pero debe quedar claro que la responsabilidad por el riesgo actual de que el kirchnerismo populista y ladrón regrese, cae exclusivamente sobre las espaldas del Gobierno.

Precisamente por eso, en mi columna del sábado pasado, apelé al buen sentido y al patriotismo de Juan José Gómez Calderón y de José Luis Espert, proponiéndoles que renunciaran a competir por un cargo al que les resultará imposible acceder, pero mantuvieran sus razonables pretensiones de llevar a sus candidatos a legisladores al Congreso. A pesar de haberlas inscripto, aún están a tiempo de concretarlo; si no lo hicieran y los resultados probaran que, debido a su obstinación, perdimos la República, la historia será inmisericorde con ellos.

En la crucial Provincia de Buenos Aires, donde se gana por un solo voto, el panorama es similar entre María Eugenia Vidal y el autor de la singular frase que sirve de epígrafe a esta nota; es el mismo personaje que se regodeaba en no contar a los pobres, porque implicaba estigmatizarlos, o en celebrar acuerdos con tono triunfalista que, en verdad, fueron monumentalmente ruinosos para el erario público, como el que nos costará otros US$ 5.000 millones por la ‘estatización’ del 51% de YPF.

Esa decisión, tan aplaudida en su momento por una chusma ignorante e inescrupulosa, debiera ser revisada por varias razones, ya que curiosamente no afectó a las acciones en poder de los Eskenazi –eternos testaferros de los Kirchner con sus empresas Petersen- y por la razonable sospecha de que, detrás del fondo Burford que reclama en Nueva York contra la Argentina, están también los sucesores de don Néstor.

La Justicia dio la nota otra vez esta semana ya que, además de elevar a juicio oral otras causas que tienen a la ex Presidente como principal imputada, repitió con Alberto Samid –sí, el mismo que hubo que ir a buscar a Belice tras fuga del país- la decisión que había beneficiado a Omar “Caballo” Suárez, el ex Secretario del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos juzgado por extorsionar a las compañías de transporte para permitirles operar en nuestros puertos, es decir, le otorgó la prisión domiciliaria por teóricos problemas de salud no susceptibles de ser tratados en la cárcel.

Leer en los diarios cuáles son esas afecciones me produjo una sideral indignación porque, lisa y llanamente, los jueces nuevamente se nos ríen en la cara, tanto como cuando aceptan que Florencia Kirchner permanezca en Cuba a pesar de las dudas del Cuerpo Médico Forense respecto a su tan oportuna e inventada enfermedad, o se conceden a su madre reiterados permisos para visitarla –el martes viajará otra vez- o para faltar a las audiencias aduciendo falsas actividades parlamentarias.

Porque, mientras eso sucede, dos mil soldados ancianos, muchos de los cuales llevan más de una década en prisión preventiva, sufren gravísimos problemas de salud tan desatendidos que han llevado a la muerte, en las mazmorras del mismo Estado que defendieron frente al terrorismo, a más de quinientos de ellos.

Pensar en ellos me lleva, necesariamente, a hacer una pregunta retórica: ¿el Vaticano se habrá quedado sin rosarios? SS Francisco ha sido enormemente dadivoso regalándolos a los políticos presos por el genocida saqueo al que sometieron al país durante doce años, pero no ha enviado uno solo a los militares ni a los sacerdotes que los acompañan tras las rejas. ¡Curiosa actitud de quien tanto habla de los pobres, principales damnificados por los siderales robos kirchneristas!

Colonia del Sacramento, 29 Jun 19

sábado, 22 de junio de 2019

Riesgos inaceptables





Riesgos inaceptables


“El camino más corto hacia el respeto es siempre la distancia”.
 Petros Márkaris

Estoy absolutamente convencido que, en octubre, los argentinos nos enfrentaremos a una elección presidencial dramática, ya que nos jugaremos la existencia misma de la República. ¿Alguien, con un mínimo de buena fe, puede negar que durante el kirchnerismo, además de saquear el país hasta la extenuación, se intentó terminar con la libertad de prensa y que se crearon un montón de medios adictos financiándolos con dineros públicos, que se realizaron “operaciones” contra los periodistas críticos más notorios, que se llegó al extremo de pegar afiches con sus fotos para que los chicos las escupieran? ¿Cómo ignorar las tentativas de “democratizar” la Justicia y conseguir la impunidad para sus delitos, si nuevamente han sido puestas sobre el tapete por Alberto Fernández, Luis D’Elía y Eugenio Zaffaroni?

De Mauricio Macri y sus ministros se podrán decir muchas cosas negativas (soberbios, cándidos, inocentes, chambones, inexpertos, equivocados, malos comunicadores, etc.), pero no se puede desconocer la libertad que hoy gozamos; esa tolerancia ha llegado a tal absurdo extremo que, desde los medios de comunicación del propio Estado, muchísimas voces despotrican contra el Gobierno, llegando a la prédica destituyente.

A raíz de la elección de Miguel Angel Pichetto para integrar la fórmula presidencial de Cambiemos, muchos de mis lectores, cultores del purismo más estricto, respondieron casi con indignación por la incorporación de un peronista tan notorio que, además, mostró una cerrada lealtad al Poder Ejecutivo cualquiera fuera quien lo ejerciera, incluyendo a ambos Kirchner.

Frente al “movimiento” podemos pensar todo, bueno o malo, ya que se trata de una fuerza política tan líquida que pudo ser, a lo largo de su historia, despótica, combatiente del capital y firmante de contratos petroleros con empresas internacionales, de extrema derecha (AAA) y de extrema izquierda (Montoneros) simultáneamente con Perón, liberal y privatizador con Menem, estatista y ladrón con los Kirchner, siempre creciente corrupto … Lo único que resulta imposible es ignorar que existe y, además, que tiene un arraigo decisivo sobre gran parte de la ciudadanía. 

Por otra parte, muchos de los actuales funcionarios y legisladores oficialistas provienen del peronismo (Emilio Monzó, Cristian Ritondo, Diego Santilli, Patricia Bullrich, etc.), y no por ello han dejado de ser eficientes, tanto como otros que llegaron desde el radicalismo y la Coalición Cívica.

Pero, más que la pertenencia política, lo que hoy importa es de qué lado se ubica cada interlocutor. La alternativa no puede ser más clara, ya que el espejo de la ensangrentada Venezuela nos devuelve la imagen de lo que pasaría en la Argentina si triunfara la fórmula Fernández², por mucho que se intente almibarar ahora, sin éxito como se vio el jueves en Rosario, el carácter de la “señora”.

Para librar esta batalla electoral, la verdadera madre de todas ellas, estamos obligados a dejar de lado, por un rato, algunos esenciales reparos que muchos tenemos contra Macri, anteriores a su alianza con Pichetto, debido a su habilitación de la discusión legislativa sobre el aborto no punible, la educación sexual inclusiva, la continuidad en los juicios de venganza contra los militares (contra todo lo cual llevo casi cuatro años luchando y que, por lo demás, Cristina Fernández y sus acólitos sostienen los mismos disparates) y los graves errores en materia económica.

Forzando absolutamente la hipótesis, es menester recordar que Winston Churchill no dudó en aliarse con el asesino y genocida Josef Stalin para ganar la Segunda Guerra Mundial y derrotar a Adolf Hitler. La historia está llena de ejemplos similares ya que, cuando se procuran objetivos de tamaño porte, siempre el enemigo de mi enemigo es mi amigo.

Y esto lleva a la justificación del título de esta nota. No tengo duda alguna acerca de las buenas intenciones de José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión, ya que conozco a ambos. Soy liberal en lo económico, y celeste en lo moral y, es más, a través de mi demorado proyecto de partido político –el P.A.D.- pretendía lograr el mismo fin: la incorporación de diputados, para exigir al Gobierno el cumplimiento de sus promesas de campaña y tratar de imponer nuestra agenda legislativa.

Como ambos son inteligentes, saben que, de concretar sus respectivas candidaturas, las mismas sólo serán testimoniales puesto que no podrán acceder al ballotage. Entonces, y dado que los números serán muy finitos, les pregunto: ¿se justifica asumir el riesgo de un regreso del kirchnerismo al poder? ¿No sería mejor, para garantizar el triunfo del claramente ‘menos malo’, y como lo harán muchos gobernadores peronistas recientemente reelectos, que ambas coaliciones (Despertar y Nos) concurrieran a los comicios con “lista corta”, es decir, sin candidatos al Ejecutivo?; además así seguramente conseguirían más votos. ¿No creen que, en estas circunstancias, la Patria les agradecería que postergaran sus sueños presidenciales y privilegiaran ahora el bien común? Tienen hasta las 23:59 de hoy para pensarlo.

Bs.As., 22 Jun 19

sábado, 15 de junio de 2019

Caretas caídas



Caretas caídas


“En política son más atractivos los regímenes demagógicos hábiles en crear
 relatos épicos en tanto la legalidad democrática parece fría y aburrida”.
 Juan José Sebreli


Para terminar de convencer a los descreídos, la fotografía del jueves de los candidatos de la fórmula Fernández² con los gremios que la apoyan hizo caer las caretas detrás de las cuales se escondían las motivaciones de las huelgas docentes en la Provincia de Buenos Aires, las marchas de los bancarios, las permanentes medidas de fuerza que paralizan los aeropuertos de todo el país, las acciones destituyentes de las dos CTA y, sobre todo, la habitual extorsión de Camioneros al Gobierno y a las empresas.

Porque, más allá de las reales penurias que están sufriendo los asalariados, todas ellas, ahora, tienen nombre y apellido: Cristina Elisabet Fernández. O sea, no se hacen para defender a los trabajadores sino que tienen una clara intencionalidad política: atacar al Gobierno y fomentar el caos y, por supuesto, mantener en libertad a la líder del binomio electoral, a sus hijos y a los miembros de la familia Moyano.

A mi modo de ver, en coincidencia con varios analistas, la elección de Miguel Angel Pichetto fue una positiva sorpresa, tanto para los mercados internacionales cuanto para el peronismo en su conjunto. Resulta obvio que las apuestas internacionales han reconocido la enorme cuota de gobernabilidad que el jefe del bloque justicialista en el Senado aportará a un segundo mandato de Mauricio Macri, y lo han demostrado con la tranquilidad en la cotización de nuestro pobre moneda nacional y con la brusca caída en el riesgo país, en su evolución diaria, anual y quinquenal.

Si bien es cierto que los mercados no votan, no lo es menos que la suerte del Gobierno en las urnas dependerá, en gran medida, del comportamiento de la economía que aquí tiene la conducta del electrocardiograma de un infartado. Y allí es donde adquieren una importancia fundamental porque, si apostaran en contra de la reelección de Mauricio Macri, ese habitual infarto obligaría, entre agosto y octubre, a vivir en terapia intensiva.

También fue recibido el anuncio de la fórmula oficialista con optimismo en todo el amplio espectro de líderes que lo apoyan irrestrictamente: Donald Trump, Christine Lagarde, Felipe González, Jair Bolsonaro, Iván Duque Márquez y Sebastián Piñera -cada uno a su modo- lo expresaron así. No fue casual que, cuando la Argentina necesitó la conformidad del FMI para disponer de las reservas aportadas por el organismo para la eventual defensa de la cotización del peso ante un ataque masivo, el Senador teóricamente opositor se encontrara en Washington.

Por su parte, Fernández² intenta, infructuosamente, tratar de convencer al mundo que, si volviera al poder, todo será distinto esta vez; ya que respetará los tratados internacionales, pagará la deuda externa, garantizará la libertad y la democracia, etc., y no convertirá a nuestro país en un nuevo enclave ruso-cubano en América del Sur, como sucede ya innegablemente en la triste y ensangrentada Venezuela.

Y digo que no lo consigue porque, cada dos por tres, se le suelta el indio y vuelve a las andadas. No sólo Alberto Fernández amenaza a los jueces que juzgan y condenan a funcionarios y empresarios que saquearon sin misericordia el país durante doce largos años, sino que a su jurista de cabecera, Raúl Zaffaroni, otro delincuente, no le tiembla la voz cuando explica que la Constitución debe ser reformada al gusto de la “Señora”.

El claro apoyo que recibió de SS Francisco, que hasta se permitió utilizar en su discurso una palabreja reiterada en el léxico de Cristina (lawfare) mientras despotricaba contra la teórica utilización de la Justicia para hacer política, dejó claro de qué lado de la “grieta” se ubica el Pontífice. Pero esta actitud tiene una explicación: Jorge Bergoglio vivió los años kirchneristas en una probeta, aislado por completo de la realidad.

La demostración de esa alienación del Papa es sencilla: si hubiera estado en la Argentina, recordaría la persecución a Enrique Olivera (falsas cuentas en el exterior), a Francisco de Narváez (narcotráfico), a Ernestina Herrera de Noble (apropiación de sus hijos adoptivos) y hasta al último aliado de Fernández², el tan voluble Sergio Massa.

Como no creo en la seriedad de las encuestas, todas incapaces de ofrecer pronósticos acertados en un escenario con 40% de indecisos, los informes de opinión que bombardean mi casilla de mail cada semana no influyen en mi ánimo. En cambio, sí lo hace la conducta de los gobernadores; por eso soy optimista.

Es obvio que no confiaban en la capacidad de tracción de votos de Fernández² puesto que, de lo contrario, no habrían separado las elecciones locales de la nacional; una actitud totalmente distinta de la de aquéllos que gobiernan la Ciudad Autónoma y la Provincia de Buenos Aires. Ahora, varios de ellos, peronistas ya reelectos, irán con “lista corta” a los comicios en que se elegirá a los diputados y senadores nacionales, o sea, las listas de éstos no irán “colgadas” de ninguna fórmula presidencial.

Por su parte, por fin el Gobierno mejoró la comunicación de su gestión, y las obras que ha realizado –y sigue construyendo, pese a la recesión- impactan directamente en la vida cotidiana de sus beneficiarios; muchos habitantes del crucial Conurbano tienen ahora agua potable, gas, luz eléctrica, pavimentos y mejor transporte público.

Pero los dados están en el aire, y así seguirán hasta octubre o noviembre. Nos jugamos nada menos que la República porque, si Fernández² triunfara finalmente, la Argentina que conocemos desaparecerá y volverán a reinar la corrupción y la impunidad.

Bs.As., 15 Jun 19 

viernes, 7 de junio de 2019

McPato, SS y agujeros enormes




McPato, SS y agujeros enormes


“Si abrí los ojos para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra”
Blas de Otero

Donald Trump ya nos tiene acostumbrados a sus excéntricas conductas y a sus explosivos tuits, que hacen temblar los mercados mundiales, pero esta vez, en la visita de Estado que realizara a Gran Bretaña no solamente se inmiscuyó brutalmente en la política interna del país anfitrión –debe ser una moda, porque lo mismo hizo aquí Jair Bolsonaro- al ponderar a los euroescépticos más notorios y denostar al Alcalde de Londres, musulmán él, sino que abogó por la inmediata salida de la Comunidad Europea, aunque ésta se concretara sin acuerdo previo; es más, recomendó al Reino Unido negarse a pagar los € 65.000 millones que adeuda a sus socios y, para compensar los daños que indudablemente sufrirá la economía británica, ofreció reforzar la alianza estratégica con los Estados Unidos.

Una de las primeras medidas adoptadas por McPato al llegar a la Casa Blanca tuvo como objetivo debilitar fuertemente a la OTAN, algo que agradó a Vladimir Putin, por supuesto. Ahora, con su irracional apoyo al Brexit y a los líderes populistas –una conducta que dinamita el exitoso proceso de unidad del continente europeo, que le garantizó el período de paz y crecimiento más prolongado de su historia- volvió a favorecer los intereses del Presidente de Rusia, un verdadero zar, ¡que se ha reconciliado con la China de Xi Jinping, el mayor enemigo comercial de los Estados Unidos! Incógnitas de la geopolítica global.

El otro ya habitual rarito que dio la nota fue SS Francisco quien, ante un foro de juristas –entre los que estaba Raúl Zaffaroni- en Roma, recomendó terminar con la “persecución judicial” para influir en la política; claramente, se entendió que se refería a Brasil, Ecuador y la Argentina. Parece que él también está intentando detener las investigaciones sobre la probada corrupción que está llevando a la cárcel a tantos de sus amigos, los mandatarios, políticos y empresarios ladrones; tanto es así que Cristina Kirchner inmediatamente viralizó en las redes sus dichos. El Vaticano debería aclararlos rápidamente porque, de ser así, el Papa estaría otorgando protección ‘divina’ a los ladrones, sin que éstos se hayan arrepentido ni tengan propósito de enmienda, los dos requisitos que exige la Iglesia para otorgar el perdón de los pecados.

Aquí los diarios y las redes dieron cuenta de los enormes agujeros en que cayó –o caerá a corto plazo- la Argentina en las cortes internacionales, léase CIADI y Justicia de Nueva York. Son el producto de las monumentales barrabasadas que el kirchnerismo cometió, presentadas como éxitos por los entonces ministros de Economía, Amado Boudou, y el actual precandidato a Gobernador, Axel Kiciloff, que ahora pretende perpetuar en la Provincia de Buenos Aires el verdadero holocausto que significaron los gobiernos peronistas que la condujeron, sin solución de continuidad, desde 1987 hasta 2015, y que la dejaron arrasada como Cartago.

Me refiero a los juicios que hemos ya perdido por las arbitrarias y desprolijas expropiaciones de YPF (US$ 5.000 millones, con las costas) y de Aerolíneas Argentinas (US$ 320 millones), los iniciados por las ex AFJP Metlife (US$ 161 millones) y Orígenes (US$ 500 millones) por la confiscación de las jubilaciones privadas (sin duda, habrá otras demandantes), y la manipulación de las cifras del INDEC para no pagar un cupón de bonos atados al crecimiento, aplaudidas de pie como se puede ver en distintos videos y fotografías, que nos han costado esas siderales fortunas que, más temprano que tarde, deberemos pagar a los vencedores y sus abogados; algunos especialistas, ya hablan de un total aproximado a los US$ 20.000 millones en indemnizaciones, aunque pueda crecer aún más.

LLama poderosamente la atención que no hayan sido objeto de investigación judicial, como tampoco lo han sido los tristemente famosos “fondos de Santa Cruz” (US$ 1.100 millones) -y sus operadores, los Eskenazi, también testaferros en el affaire YPF-; la construcción de la usina atómica de Atucha y su brutal sobrefacturación por US$ 5.000 millones (Electroingeniería); la venta de bonos soberanos a Hugo Chávez para obtener el dinero necesario (por US$ 9.500 millones) para cancelar anticipadamente la deuda con el FMI, cuya venta inmediata generó en el mercado negro de divisas venezolano una monumental diferencia que el tirano caribeño repartió con su par argentino, Néstor Kirchner; y tantos otros gigantescos negociados de la época.

Es que todos los hechos mencionados más arriba, y otros muchos omitidos en esta nota, han producido al fisco argentino perjuicios tan enormes que, de ser compensados, generarían un vuelco copernicano en nuestra devastada economía. Porque estamos hablando de cifras tan monstruosas que, por comparación, hacen parecer pequeña a nuestra deuda externa; para comprobarlo, basta revisar cuál es el nivel actual de las reservas del Banco Central, que sería doble si no fuera por estas reiteradas e ‘interesadas’ malas praxis.

Muchas veces califiqué como ‘genocidio’ al robo sistemático que practicó el kirchnerismo sobre los recursos nacionales, ya que su contrapartida fueron las muertes por desnutrición en el norte del país, el hambre y la miseria, la falta de escuelas, hospitales, cloacas y agua potable. Sin embargo, los principales perjudicados por esa sideral rapiña siguen prefiriendo a Cristina Fernández, organizadora y jefa de la asociación ilícita que la protagonizó, y que ya cuenta en su haber con trece procesamientos por corrupción y siete prisiones preventivas, como futura Presidente.

Es cierto que la administración de Mauricio Macri ha cometido una infinidad de errores tal que nos ha puesto en peligro de volver soportar a los gangsters que nos gobernaron durante doce años, pero no lo es menos que aún estamos a tiempo de evitarlo. Muchos deberemos taparnos la nariz para votarlo nuevamente, ya que ha incumplido muchas de sus principales promesas (derechos humanos, aborto, educación sexual) pero será necesario hacerlo para no caer definitivamente en el abismo que significaría el retorno, con su espada vengadora, del más salvaje kirchnerismo, que vendría por lo que queda y lograría la deseada impunidad de todos los saqueadores.

Bs.As., 8 Jun 19



sábado, 1 de junio de 2019

Danza con lobos




Danza con lobos


“Unirse para defender las democracias, para combatir el fascismo. Si hay
 necesidad de trabajar más, lo haremos porque, de lo contrario, seremos esclavos”.
 Francisco Pérez Leirós

El miércoles, por el peso del paro de los gremios del transporte, el país se detuvo una vez más; las fotografías mostraron la escasez de tráfico y la ausencia de personas en los puntos neurálgicos. En la medida de fuerza convergieron la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales, con su habitual parafernalia de cortes de calles, quema de neumáticos y hechos aislados de violencia. Implementada a pocos meses de las elecciones presidenciales, resulta obvio que, más allá de las verdaderas dificultades que trae aparejada la recesión, la huelga general tuvo motivaciones claramente políticas, y dejó algunas lecciones que vale la pena repasar.

La primera de ellas, por cierto, debería ser aprendida de una vez por todas por el Gobierno, que cede con demasiada facilidad a la presión para la obtención de recursos públicos; a esta altura, ya debiera saber que al peronismo hay que cobrarle al contado, y pagarle en cuotas. Sin embargo, abrió recientemente la bolsa para entregarle millonarias sumas para las obras sociales sindicales, la gran caja personal de los eternos caciques, pero éstos siguieron adelante con la protesta, descaradamente aliados al kirchnerismo insurreccional.

Y lo mismo sucede todos los días con los titulados líderes sociales que, utilizando mano de obra prácticamente esclava, atormentan con sus piquetes y acampes varios; su máximo exponente es Juan Grabois que, cabeza de la CTEP y asesor del Papa Francisco, es escolta permanente de Cristina Elisabet Fernández cada vez que ésta concurre a Comodoro Py para ser indagada o juzgada por sus innumerables delitos.

El dato que explica la combatividad de los camioneros es el peligro que corren Hugo y Pablo Moyano de ir presos por las estafas cometidas en el Club Atlético Independiente y por su manifiesta complicidad con las criminales barras bravas del fútbol. Tanta es la preocupación que embarga al jefe del clan que, en busca de la misma impunidad que ansía la ex Presidente, no duda en aliarse con ella luego de insultarla por años.

Como siempre, la danza con los lobos de la política menuda no permite a la sociedad tomar conciencia de la verdadera dimensión de la catástrofe que significaron los doce años durante los cuales ambos Kirchner gobernaron. Amén de las malas noticias relacionadas con la expropiación de YPF, que nos costarán otros US$ 5.000 mil millones, esta semana el país perdió un juicio en el CIADI –US$ 350 millones- por la re-estatización de Aerolíneas Argentinas, entregada a La Cámpora como botín; ambos procesos fueron conducidos por el ex Ministro de Economía, el recientemente designado a dedo candidato Axel Kiciloff

Después del anuncio de la fórmula Fernández², por ahora sólo un amague, y el fin del debate acerca de la candidatura presidencial de Mauricio Macri (la pretensión de algunos de reemplazarlo por María Eugenia Vidal equivalía al suicidio de Cambiemos que, en otras manos, perdería la vital Provincia de Buenos Aires y, con ella, la Nación), el baile de los presuntos candidatos continúa.

Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto parecen personajes de Luigi Pirandello en busca de quien encabece al “peronismo racional”; Sergio Massa sigue dando sus habituales vueltas sobre sí mismo sin encontrar un palenque donde rascarse, ya que su última pirueta lo llevaría a disputar, y perder, una PASO con Alberto Fernández; y Roberto Lavagna se disfraza de vestal para ser ungido por un inexistente consenso. Y José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión se presentan como alternativas a Cambiemos para exigir a la coalición gobernante, con su nueva presencia en el Congreso, cumplir los compromisos electorales.

Salvo al Gobierno, que ha mejorado sensiblemente su comunicación y busca la continuidad de su proyecto, a nadie se le ha caído una idea acerca de cómo salir del pantano; las convenciones del radicalismo y de los renovadores no han servido absolutamente para nada, como no sea dejar al descubierto la vocación por aumentar su participación en canonjías y cargos bancados con dineros públicos.

El ciudadano de a pie, mayoritariamente indeciso, se asoma al abismo. Nada hace presumir, a escasos días del inicio legal de la contienda electoral, que pueda disiparse la opción de hierro: Mauricio Macri o Cristina Fernández, es decir, la innegable libertad que gozamos o el fascismo violento del populismo saqueador.

El mundo entero nos mira, una vez más, con asombro: no puede creer que la viuda, que carga sobre sus espaldas con once procesamientos y cinco prisiones preventivas firmes por la enorme corrupción de su gobierno y el encubrimiento del terrorismo islámico, varias muertes dudosas y alianzas perversas con los regímenes totalitarios de Venezuela, Rusia, Cuba e Irán, aún tenga la posibilidad de volver a conducir la Argentina pues, si lo lograra sería el definitivo final de un país tan autodestructivo y suicida.

Bs.As., 1 Jun 19