viernes, 24 de febrero de 2023

Triste, solitaria y ¿final?

 


Triste, solitaria y ¿final?

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 878)

 

“Toda dictadura, sea de un hombre o de un partido, desemboca en las dos formas predilectas de la esquizofrenia: el monólogo y el mausoleo” Octavio Paz

 

Cristina Elisabet Fernández debe estar rumiando sus penas allá en su sureño lugar en el mundo mientras huele las calas recién plantadas en su jardín. Y no es para menos, ya que la semana no pudo traer peores noticias para sus aspiraciones políticas y, en el fondo, sumamente personales. Para una persona ya anciana, que carece por completo de amigos y que sabe cuánto la odian inclusive aquéllos que de ella dependen por el destrato permanente al que han sido sometidos desde siempre, que no tiene siquiera la posibilidad de tomar un avión comercial, ir al cine o comer en un restaurant, debe ser una experiencia casi letal.

 

Estela de Carlotto, Presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, que tantos favores y miles de millones de pesos debe al kirchnerismo, se opuso a que la sesgada recordación del golpe de Estado de 1976 fuera usada por La Cámpora para reclamar contra una inexistente proscripción y, a la vez, aprovechar la masiva concurrencia de la izquierda  para ocultar su nulo poder de convocatoria; nadie la acompañó cuando fue condenada por ladrona y, pese a contar con todo el aparato y el dinero del Gobierno para movilizar a la tropa, no hubo acto alguno para protestar contra esa falsedad. Claramente, el kirchnerismo necesita el nombre de Cristina Fernández en las boletas electorales, aún cuando sea solamente como candidata a Senadora, para traccionar votos. Creo que así será, aunque se vea obligada a retractarse del histérico renunciamiento que formuló al dictarse la sentencia penal en su contra; si no lo hiciera, quedaría a tiro de los Tribunales, a los que ataca sin tasa ni pausa con movimientos tan inmundos como el simulacro de juicio político a los miembros de la Corte.

 

La otra noticia, aún más grave para su imagen al interior del Frente de Todos (FdT), fue el rompimiento de su antes pétreo bloque en el Senado, que se sumó a la actitud de los dieciséis gobernadores que adelantaron las elecciones provinciales en sus feudos para evitar que una previsible catástrofe en las generales nacionales. En este tema caben todas las especulaciones porque la liberación de cuatro de sus esclavos permitiría a éstos aumentar sensiblemente el monto de sus “honorarios” cuando sus votos resulten esenciales para las necesidades del oficialismo; sin embargo, me tranquiliza en ese sentido la presencia en el nuevo bloque de la Senadora Alejandra Vigo, mujer de Juan Schiaretti, Gobernador de la indómita Córdoba. Lo notable fue que, con el Senador Guillermo Snopek (Jujuy) a la cabeza, los ¿independizados? atribuyeron a Alberto Fernández la culpa por su actitud, acusándolo de falta de federalismo, y no a la arquitecta egipcia, que siempre fue una déspota centralista y unitaria.

 

El Caracol, que sigue negándose a bajar su precandidatura para conservar algo de nafta en el tanque, ha decidido realizar giras proselitistas por el interior del país y, esta misma semana, las extendió a la Antártida, tal vez para buscar el voto de pingüinos más australes. Esa resistencia de parte de alguien que sabe imposible lograr la reelección en estas condiciones de inflación, narcotráfico e inseguridad, y el fracaso de todas las tentativas que realiza el Instituto Patria para doblegarlo y permitirse unificar la candidatura presidencial, me lleva a preguntarme si ambos, ella y él, tendrán disponibles recíprocos “carpetazos”, capaces de neutralizar al contendiente.

 

Las principales figuras de Juntos por el Cambio (JxC), continúan absortas en la contemplación de sus respectivos ombligos, sin percibir que la situación no permite esperar hasta las PASO de agosto para terminar con la destructiva competencia y tener un liderazgo unificado. A este ritmo, perderá la crucial Provincia de Buenos Aires, amén de otras jurisdicciones en las que ya aparece dividida y los feudales oficialismos conservan sus repugnantes mañas populistas, y comprometerá su fortaleza en el Congreso, indispensable para enfrentar la salvaje resistencia del peronismo cuando no gobierna y el violento accionar de la izquierda trotskista en la calle.

 

Que a los dos tanques más importantes de JxC –Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta- se hayan sumado inexplicables postulantes a la Presidencia, como María Eugenia Vidal, por ejemplo, resulta descorazonador. Ésta podría representar a la coalición en la Provincia de Buenos Aires, por sus buenos antecedentes como Gobernadora, y tendría muchísimas más chances de triunfar sobre Axel Kicillof que Cristian Ritondo, Facundo Manes o Diego Santilli; es más, si no se le hubiera impedido, en 2019, separar su elección local de la candidatura nacional de Mauricio Macri, es altamente probable que otra hubiera sido nuestra historia.

 

Porque, a esta altura de los acontecimientos y con Sergio Aceitoso Massa fuera de carrera por su fracaso económico, me parece razonable que nos planteemos las distintas alternativas que nos presentarán las elecciones generales en el ballotage, aún cuando algunas aparezcan hoy como más probables que otras: 1) Bullrich vs FdT (¿Daniel Scioli?); 2) Rodríguez Larreta vs FdT; 3) Bullrich vs Milei; 4) Rodríguez Larreta vs Milei; 5) FdT vs Milei. Así como no tengo dudas acerca de qué elegirán los votantes de JxC en la quinta opción, me pregunto: ¿qué harán los votantes de Milei, muchos de los cuales provendrán del Conurbano empobrecido, ante las opciones 1 o 2? y también, ¿y los fieles al FdT en los casos 3 o 4? En la respuesta que, al final, reciba cada uno de esos interrogantes estará signado el destino de la Argentina.

 

Bs.As., 24 Feb 23

viernes, 17 de febrero de 2023

¡Mamarrachitos míos!

 


¡Mamarrachitos míos!

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 877)

 

“En nuestro presente, el pasado ocupa más lugar que el futuro”.

 Ryszard Kapuściński

 

Cuando Oscar Casco popularizó ese apodo en las telenovelas de los años 60’s, no podía imaginar cuán aplicable resultaría al momento actual de la política nacional, se trate de las dos coaliciones principales o de sus nuevos contendientes, la izquierda trotskista y el liberalismo antisistema. Ninguno de los dirigentes de esas fuerzas parece entender que, mirándose el ombligo con fijeza, cada vez se distancian más de los ciudadanos a los que aspiran representar en las próximas elecciones. ¿Verdaderamente creen que pueden continuar exhibiendo impúdica e impunemente sus deseos y apetencias personales ante una sociedad angustiada por la inflación y aterrada por la inseguridad, entre muchas otras y urgentes preocupaciones?

 

El Frente de Todos (FdT) es la única voz que sostiene la falacia de una inexistente proscripción y convoca a “romperla” en un acto que necesita masivo para convertirlo en un 17 de Oktubre que rescate a Cristina Fernández del arcón de la historia miserable de la Argentina y, sobre todo, de su ya inexorable futuro penal. Ayer circularon versiones que hablan de un arrepentimiento de la condenada por ladrona a su cacareado renunciamiento, pero descreo de esa posibilidad toda vez que, si se presentara como candidata a Presidente y perdiera, quedaría a la inmisericorde intemperie.  

 

El FdT inauguró el carnaval el jueves con la mesa política que parió el Caracol con fórceps manipulados por La Cámpora. Por ahora, el inefable Rey Momo, auto-percibido Presidente, resiste la presión para renunciar a su imposible reelección y ha logrado meter al kirchnerismo, dueño de monumentales cajas estatales, en el brete que implica tener que callar sus críticas más feroces para evitar que todo explote ya y, a la vez, la imperiosa compulsión a usar los muchos fondos de los que dispone para financiar un aparato capaz de sostener sus muy escasas chances en este crucial año electoral. Sergio Aceitoso Massa se imaginaba ungido por el envejecido dedo de la rapaz emperatriz hotelera pero, ya convencido de la imposibilidad de triunfar exhibiendo índices como los ya inevitables 100% de inflación y 53% de pobreza, se reservará para otra oportunidad.

 

Juntos por el Cambio (JxC) muestra aún una unidad que, en verdad, se sostiene sólo por su antikirchnerismo. Que en la coalición coexistan un radicalismo socialdemócrata con presencia nacional, un partido como el PRO casi local y con cierta difusa ideología, un peronismo y un liberalismo republicanos y una agrupación tan personal como la CC de Lilita Carrió, dificulta la tarea no sólo a la hora de unificar candidaturas -aún dentro de cada partido- sino también de acordar un plan de gobierno y, en especial, la velocidad que se deberán imprimir a los cambios indispensables.  

 

Pero, aún con esas complicaciones, JxC no debería esperar hasta agosto, con la esperanza de unas PASO que despejen el oscuro panorama que ofrece la insensata multiplicidad de candidatos y permitan dejar atrás los conflictos que hoy se ventilan entre ellos sin poner en riesgo esa unidad tan cacareada. Los tiempos de la ciudadanía son tan angustiantes que están generando un fuerte cuestionamiento al espacio común y a cada quienes pretenden representarla, y llevando crecientes caudales de votos a los marginales que, al menos en las –ciertamente poco fiables- encuestas, están ya sugiriendo el fin de la bipolaridad.

 

Si bien es lógico pensar que dependerá de quien resulte ganador en las primarias el tono y el ritmo con que el programa de gobierno de la coalición (si existiera por haber sido consensuado previamente) será ejecutado, es esencial que JxC enuncie ya los lineamientos generales del mismo porque, amén de  mostrar así un respeto mayúsculo por el votante, permitirá a éste identificar, con calma y anticipación, cuál será el espacio que mejor representará sus intereses personales, última y permanente razón del voto.

 

Los libertarios muestran un crecimiento que, de ser real, resultaría irracional. Su carismático líder carece cuantitativamente de los cuadros necesarios –alrededor de 5000- para asumir de inmediato el control de una administración tan elefanteásica y, hasta ahora, no ha expresado un verdadero plan de gobierno sino drásticas y marketineras medidas -muy controvertidas, por cierto- que, además, nunca se han aplicado en algún país del globo. Pero cuidado porque, así como hoy aparece claro que si la opción en el ballotage se planteara entre un candidato del FdT y otro opositor éste triunfaría, ¿qué podría suceder si el segundo turno se dirimiera entre un candidato de JxC y Javier Milei?

 

La semana pasada, hice una propuesta a cambiemitas y libertarios que, espero, no caiga en saco roto ya que sólo tiene por objeto mejorar las chances de la República en el complejo interior de la Argentina. Pensando básicamente en la trascendental Provincia de Buenos Aires pero también en el resto del país, la idea es que el espacio que tenga menores en cada distrito renuncie a favor del candidato a gobernador del otro para unificar a la oposición y terminar con los eternos feudalismos (Formosa, Chaco, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca, San Luis, Santa Cruz, etc.) tan perversos y dañinos, que violan todos los derechos humanos y compran la voluntad de sus ciudadanos con prebendas pagadas con dinero nacional, empleo público generalizado y obras faraónicas, mientras persiguen a los disidentes, se enriquecen sin tasa y empobrecen hasta el hambre a la población. Dije que aceptar esta sugerencia requería de un enorme patriotismo de parte de la dirigencia; ¿existirá aún esa grandeza?

 

Bs.As., 18 Feb 23

jueves, 16 de febrero de 2023

Foro: Las dos Argentinas: Democracia y Feudalismo - Miami, 15 Feb 23

 https://www.youtube.com/watch?v=D9HABuPaU1g

viernes, 10 de febrero de 2023

Globos Pinchados

 


Globos Pinchados

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 876)

 

“Nada da más tristeza que ver cómo los adversarios del caudillo

 en el poder se desviven por buscar un caudillo que lo reemplace”.

 Guy Sorman

 

Pese que el título puede remitir a los recientes incidentes de espionaje aéreo entre Estados Unidos y China, una vez más se refiere a lo que está sucediendo en nuestro país, siempre tan pródigo en intensidades.

 

En el interior del Frente para Todos (FpT), como todos percibimos, ha estallado una guerra cuyos contendientes son Cristina Fernández y su desesperación por la inminencia de una catástrofe penal, Alberto Fernández y su razonable deseo de que los mozos de la Casa Rosada le sirvan café hasta el final, Máximo Kirchner y la suya por conservar algo de la mítica zurda con que se fundó La Cámpora, y Sergio Massa y la banda que lo respalda, conformada por empresarios “expertos en mercados regulados” que buscan seguir haciendo negocios con “la nuestra” y por peronistas que buscan conservar poder y privilegios, aún al precio de consumir la pestilente sopa de sapos que acompaña desde siempre la historia política del Aceitoso.

 

Es innegable que el Caracol padece una afección psiquiátrica porque, de otro modo, no podrían explicarse sus afirmaciones insanas, tales como que los actuales reclamos sociales son la demora en acceder a los restaurants, o que sus éxitos sean su ideologizada y corrupta política de importación de vacunas que nos costó la vida de 125.000 compatriotas, la distribución prioritaria de los fármacos entre sus amigos VIP, sus dichos como que sólo China supera a nuestro país en crecimiento económico o la recuperación del empleo formal; sólo le resta decir que lo obligamos a hacer sus fiestas en Olivos. Pero, entre renuncias de sus pretendidos fieles y desplantes de sus ministros de propiedad ajena, no se pone los pantalones y renuncia al cargo para tirárselo por la cabeza a la arquitecta egipcia, ni acepta resignar su impostada actitud –otro globo aerostático- de precandidato, que complica el armado que busca, como hizo en 2019, el dedo de la PresidenteVice.

 

La renovada ilusión de Cristina de echar a la Corte Suprema para salvarse de la cárcel y, a la vez, escenificar una racionalidad unificadora tampoco parece viable, no sólo porque ya quince provincias peronistas adelantaron sus elecciones con respecto a la nacional, previendo una derrota fenomenal en ésta, sino porque, como en 2013 y 2015, surgió una alianza entre caciques como Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Florencio Randazzo, dispuestos a extraer piedras de la misma cantera política.

 

Para los capitalistas prebendarios habituales, cómplices necesarios de nuestra decadencia, el globo que pretendió venderles el Ministro de Economía pierde helio por los agujeros que la imparable inflación le produce; su atrevida promesa de un índice que en abril comenzaría con 3 resulta de imposible cumplimiento y entierra sus probabilidades electorales. El martes, el INDEC dará a conocer el resultado de su medición de enero, que estará muy próximo al 6, y febrero promete cifras mayores de la mano de los aumentos en carne, energía, colegios, prepagas médicas, alquileres, etc.. Y la recesión que está imponiendo a la economía para frenar la caída del peso es otro salvavidas de plomo para sus ensueños presidenciales.

 

Tampoco es que tuviera tan fácil lograr el respaldo a su candidatura de todo el FpT porque, mientras ata su suerte al apoyo del FMI (algo que se descuenta por el pánico a desatar una nueva crisis aquí que produciría ramalazos en todo el planeta emergente), la mitomanía camporista la obliga a seguir disparando con grueso calibre contra el acuerdo y contra los Estados Unidos, cuyo voto tiene tanto peso allí y se muestra indignado por los impúdicos ataques a la Justicia, que el Aceitoso habilita con el voto de los diputados que le responden. Pero tenía fe en que el espanto del kirchnerismo frente al desierto compensara su falta de amor.

 

Es esencial que los pre-candidatos de JxC digan ya clara y comprensiblemente cuáles son los lineamientos económicos, fiscales, sociales, laborales, políticos y de defensa y seguridad básicos que proponen para salir de este insoportable marasmo en que nos debatimos desde hace demasiadas décadas y volver a soñar con un horizonte feliz y con movilidad social ascendente, aunque el camino sea durísimo. Si no lo hicieran en las próximas semanas, continuará la sangría que hoy lleva agua a los molinos extremos de la derecha libertaria y de la izquierda trotskista.

 

Aunque hoy, de acuerdo con todas las mediciones, a nivel nacional el techo del FpT no supera el 30%, también es cierto que en la Provincia de Buenos Aires, donde no hay ballotage y se gana por un voto, frente a una oposición atomizada entre Juntos por el Cambio (JxC) y Libertad Avanza (LA) es prácticamente seguro que Axel Kiciloff logrará la reelección. El kirchnerismo la transformará en el gran bunker para la resistencia. Y no exagero, porque también se refugiarán allí los movimientos piqueteros, los trotskistas infiltrados, los “trabajadores de la educación” del perverso Roberto Baradel, las bandas de narcotraficantes, los okupas violentos, las barras bravas y unidas, el “Vatayón Militante”, los sempiternos mamadores de la gran teta estatal, los perpetuos intendentes del Conurbano esquilmado y, si nos descuidamos, hasta los pseudo-mapuches.

 

Mi propuesta, entonces, es que el candidato de LA a la gobernación bonaerense compitiera con los de JxC en las PASO, lo cual requería de todos una enorme cuota de patriotismo, pero así la oposición unida vencería. Una carta que quizás permitiría llevar a buen término una negociación sería retirar los candidatos a gobernador en alguna provincia donde LA superara a JxC en las mediciones, y arrebatar así su sillón a algún señor feudal.

 

Si no hubiera en todos los dirigentes la grandeza que requiere una solución como la que propongo (u otra similar), el enorme costo que pagará el país con un nuevo triunfo del marxista Kiciloff, traducido en una complicada inestabilidad para la próxima administración, recaerá sobre las espaldas de quienes hayan privilegiado su miserabilidad y su ombliguismo, y lo pagarán en futuras elecciones si es que, para cuando éstas lleguen, la Argentina continúa existiendo tal como la conocemos.

 

Bs.As., 11 Feb 23

viernes, 3 de febrero de 2023

¡Tira la renuncia, Alberto!

                     



                                          ¡Tira la renuncia, Alberto!

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 875)

 

“No hay mayor desgraciado que el que cambia su forma de pensar para complacer al resto”.

 Donatien, Marqués de Sade

 

El baboso y arrastrado individuo que hoy ejerce de Presidente comenzó la presente saga cuando dejó de ser, en 2008, Jefe de Gabinete de Cristina Fernández y se transformó en el principal detractor de la emperatriz hotelera, a quien acusó durante una década de las peores cosas y de innumerables delitos. Al ser designado por un tuit de su víctima para encabezar la fórmula en 2019, creyó que la ya condenada por ladrona había hecho de la necesidad virtud y, por ser su única posibilidad de su retorno, había perdonado tantos agravios.

 

El sexo femenino se caracteriza por su infinita memoria, que impide que algo prescriba. Ahora, con el indudable fracaso de una gestión de la cual pretende inútilmente despegarse, esos recuerdos afloran y, desde los bastiones de La Cámpora, ella lo somete a humillaciones y desprecios que nadie, aún careciendo de principios morales, podría soportar. El último, y tal vez el más grave, estuvo a cargo de la nueva trifecta formada por Axel Kiciloff, Máximo Kirchner y Sergio Aceitoso Massa para bloquear a Alberto Fernández la intención de reelección.

 

Si, al menos, tuviera algún resabio de dignidad y ningún miedo a los carpetazos, el Caracol debería renunciar ya mismo y tirarle el Gobierno por la cabeza a la abogada exitosa. Al hacerlo, la pondría ante una terrible disyuntiva: asumir la Presidencia o renunciar, con todos los riesgos personales que implicaría esto último para su situación ante la Justicia penal. Si decidiera cumplir el mandato y asentar sus posaderas en el sillón de Rivadavia, quedaría nuevamente al frente de una crisis terminal que, por lo corto de la mecha, esta vez seguramente le explotaría en las manos impidiendo, como en 2015, pasarla intacta a un más que inocente sucesor.

 

Si se calzara la banda, y aún cuando los adelantos de las elecciones provinciales muestren hasta qué punto los señores feudales descreen de cualquier probabilidad exitosa en los comicios nacionales, se beneficiaría con el fin de la interna salvaje que hoy destruye al Frente para Todos, ya que su dedo recuperaría algunas facultades decisorias. Pero también acercaría el horizonte de violencia que, preveo, será su último recurso para intentar salir impune de sus delitos, porque, con seguridad, los actuales conflictos institucionales, pero sumando a otros importantes actores, se exacerbarían y la sociedad civil, al final, se vería obligada a salir de su tradicional abulia para resistir en la calle.

 

Amerita un párrafo la divulgación tan tardía de los datos provisionales del censo de 2022, en la medida en que prueba que, también en ese aspecto, Cristina Fernández robó para sostener su reinado sobre la Provincia de Buenos Aires, en la cual La Matanza resulta esencial. Para lograr inclinar tanto la cancha a favor de ese paupérrimo feudo con enorme cantidad de dinero -$ 85.000 millones en doce años-, no dudó en inflar descaradamente, en el censo de 2010, las cifras de su población en detrimento de los restantes municipios, ya que los recursos coparticipables se distribuyen en función de la cantidad de habitantes.

 

En medio del ruido –sólo importa a los más informados, como probó la escuálida asistencia a la protesta del miércoles ante el Palacio de Justicia- que genera el juicio político a la Corte Suprema, el kirchnerismo, con su mezcla pestífera de ideología y vana ilusión de financiamiento, sigue avanzando en la entrega de territorio nacional a China; comenzó a recorrer esa penosa deriva durante la Presidencia de la arquitecta egipcia con la concesión para la construcción de las represas - no prioritarias para el país- sobre el río Santa Cruz y, sobre todo, con la cesión de soberanía para una base militar en Bajada del Agrio, Provincia de Neuquén, con capacidad de intervenir en una eventual futura guerra espacial.

 

Ahora, a través del militante Gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, pretende permitir que Xi Jinping erija un puerto de apoyo logístico para las depredadoras flotas pesqueras chinas y, claro, militar. Así, no sólo perderemos más territorio sino que se comprometerán nuestros derechos en la próxima renegociación del Tratado Antártico, amén de convertir a la Argentina en un objetivo bélico si se desatara un conflicto armado entre las grandes potencias, algo que no parece imposible si se observa qué está pasando en el Pacífico sur, principalmente alrededor de Taiwan.

 

Por lo demás, la experiencia mundial en la materia señala que la tan mentada “Ruta de la Seda” es, en realidad, una campaña de conquista armada con préstamos chinos impagables para puertos, represas, energía, puentes y autopistas, garantizados por verdaderas hipotecas sobre cada activo que, además, ya muestra defectos graves de construcción que ponen en peligro su sobrevida, tal como sucede en Ecuador, Angola o Montenegro.

 

Simultáneamente, el Gobierno entrega a los falsos mapuches enormes extensiones de tierra en Mendoza que -sólo por casualidad, claro- están sobre yacimientos de petróleo (20 pozos), mientras forma mesas de diálogo con estos usurpadores violentos y terroristas, pero se abstiene de convocar siquiera a los damnificados directos. Y envía a energúmenos rentados, encabezados por el asesino montonero Julio César Urien (que se suma a sus colegas Roberto Perdía y Fernando Vaca Narvaja, ya presentes) a provocar nuevos conflictos en el sur del país con invasiones a propiedades privadas.

 

Bs.As., 4 Feb 23