viernes, 29 de enero de 2021

¡Qué recua de canallas!

 


¡Qué recua de canallas!

por Enrique Guillermo Avogadro

 

"Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a

 nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a

 los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear”

 Mahatma Ghandi

 

Ante la callada y cobarde resignación de la sociedad entera, Cristina Fernández y sus devotos militantes continúan haciendo de las suyas, a punto tal que, sólo en el año 2020, Argentina descendió doce puestos en el índice mundial de corrupción que elabora Transparencia Internacional. La entidad justificó ese monumental retroceso en los desvergonzados ataques de la PresidenteVice a la Justicia y a la Procuración General; produce asombro en todo el mundo civilizado que aquí sean los propios procesados quienes intentan remover a los magistrados que los juzgan, como hicieron años ha con el Procurador Esteban Righi cuando lo eyectaron de su cargo por imputar a Amado Boudou, por entonces Vicepresidente de la República..

 

Esta semana tuvo nuevas actuaciones en ese escenario de pos-verdad llamado lawfare, con la manifestación realizada ante la Corte Suprema, en la que participaron altos funcionarios de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, y durante la cual se arrojaron cientos de bolsas de basura. El reclamo de libertad de los pretendidos presos políticos Amado Boudou, Milagro Salas, Julio de Vido, etc., todos ellos condenados por corrupción y gozando de sus mansiones malhabidas, constituye un doloroso recordatorio de la situación de los dos mil ancianos que derrotaron a la subversión en los años 70’s y cuarenta años después se pudren en la cárcel, ya que los jueces prevaricadores les niegan sistemáticamente la concesión de esa misma prisión domiciliaria a pesar de sus años y de sus achaques de salud.

 

Pero, ¿qué se podía esperar de esta manga de falsarios que sólo brega por los derechos humanos de antiguos y enriquecidos terroristas mientras desconoce la permanente violación de los mismos que hoy ejecuta el sátrapa formoseño, elevado por Alberto Fernández al podio triunfal de los mejores gobernadores?

 

La declaración de Sergio Aceitoso Massa, socio político del Frente para Todos, Presidente de la Cámara de Diputados y tercero en la línea de sucesión presidencial, en el sentido de negarse a habilitar la discusión sobre eventuales indultos o amnistías para esos delincuentes, generó una fortísima reacción de la propia tropa de la PresidenteVice. A coro, salieron a pegarle el abandonado ex Ministro De Vido, el militante Víctor Hugo Morales, la ex Embajadora Alicia Castro, el energúmeno Luis D’Elía, el proxeneta Raúl Zaffaroni y varios más.

 

D’Elía lo amenazó con revelar las oscuros entretelones del fabuloso negocio del cloro en el país, propiedad de Mauricio Filiberti, y la corrupción en AySA, comandada por Malena Galmarini, casualmente la mujer de Massa. Y De Vido se sumó arrojando fuertes sospechas sobre la reciente operación de compraventa de Edenor, empresa que compró el trío de “expertos en mercados regulados” formado por Daniel Vila, José Luis Manzano y el mismo Filiberti, todos íntimos amigos del Aceitoso. Espero que el lunes, cuando se reinicie la actividad judicial después de la feria de enero, algún fiscal decida investigar esas imputaciones, toda vez que las mismas constituyen imputaciones de gravísimos actos de corrupción gubernamental.

 

El panorama no puede ser peor. Los gremios de los “trabajadores de la educación”, aliados de siempre del kirchnerismo, amenazan con prolongar indefinidamente la tragedia que significó la irremediable pérdida de un año lectivo; la creciente inflación llevará más miseria y hambre a los más humildes; el desmadrado gasto público de los dilapidadores ladrones que nos gobiernan obligan a imponer nuevos impuestos que aplastan a la actividad productiva; y la estupidez de reutilizar viejas recetas económicas probadamente fracasadas, sumadas a la absoluta inseguridad jurídica, actúa como una barrera infranqueable a las inversiones externas, única fuente de trabajo genuino.

 

Así, la frase del epígrafe nos interpela a todos y nos insta a luchar para evitar que esta asociación ilícita que hoy nos gobierna siga saqueando al ya exhausto y demolido país y destruyendo, una a una, todas las instituciones de la Constitución. Tal como nos anunció el Presidente Pinocho en su discurso inaugural, volvieron para ser mejores … en su conducta criminal. El cacareado “gobierno de científicos” no sólo ha demostrado su grotesco fracaso en la lucha contra la pandemia, después de haberse comparado con tantos países exhibiendo datos falsos en filminas y discursos, sino que ejerce la más abyecta inmundicia al lucrar con vacunas e insumos hospitalarios, y con alimentos que adquiere a precios escandalosos.

 

Todos los que queremos democracia, República y Constitución debemos unirnos en la santa misión de derrotar a estos canallas en las urnas, utilizando todas las pacíficas armas de las que disponemos para impedirles continuar con la destrucción y el robo. Los hombres de campo nos han señalando el camino de la rebelión y, como seguramente el Gobierno intentará más manotazos confiscatorios en su contra, serán quienes otra vez estarán en la primera línea de este combate terminal; y el kirchnerismo tendrá el somatén que preanunció Juan Perón. Sería un estupendo y razonable final de la historia para Cristina Fernández y su tropilla de canallas travestidos.

 

Bs.As., 30 Ene 21

viernes, 22 de enero de 2021

Una ventana a la esperanza

 


Una ventana a la esperanza

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“O dejamos que el pasado entierre al futuro,

 o hacemos que el futuro entierre al pasado”.

 Thomas Friedman

 

La generosidad de un grupo de importantes amigos (diplomáticos, historiadores, economistas, periodistas, politólogos, militares, expertos en agroindustria, etc.) permitió que me incorporara, desde el inicio de la “cuareterna”, a una reunión diaria de reflexión sobre la realidad argentina e internacional y, ante todo, la probabilidad de cambiar el rumbo de colisión que hemos escogido desde hace décadas. En ese foro se plantearon los defectos que encontramos en el principal bloque opositor, Juntos por el Cambio, en especial por la falta de una propuesta general, que pueda ofrecer a la ciudadanía un horizonte optimista para salir de la profunda crisis en que nos encontramos. Hasta ahora, ese conglomerado de fuerzas políticas –PRO, Radicalismo y Coalición Cívica- está limitando sus acciones a denunciar los ataques del Frente para Todos contra la República y sus instituciones, quedándose en la estricta coyuntura y sin obtener fruto alguno por la cerril resistencia de sus adversarios.

 

El Instituto Patria, ese semillero de economistas populistas y pende-viejos de La Cámpora que comanda Cristina Fernández y que cada vez ocupa más lugares claves en los estamentos del Estado y en las cajas más apetecibles, trabaja todo el día, y todos los días, para convertirnos en una nación asolada por la miseria, la incultura y la corrupción masiva, en el que todos seamos dependientes de un corrupto Estado a cada momento más escuálido e ineficaz, siguiendo fielmente el modelo que impusieron a sus pueblos los tiránicos regímenes cubano, venezolano y nicaragüense.

 

A nuestro modo de ver, sólo hay un equipo de trabajo, del cual forman parte los mejores cuadros de Recrear y Uni2, que ha elaborado un plan de gobierno y de políticas públicas capaz de devolvernos la esperanza en la posibilidad de un futuro distinto al que nos ofrece el nefasto pasado, producto de la reiteración de errores y malas intenciones, los mismos que hoy exhibe nuestra cotidianeidad. Me refiero a Libertad y Progreso, y el plan puede leerse en https://tinyurl.com/yyaaekzr. En él encontrará propuestas concretas a temas tales como: reforma del Estado, impuestos y coparticipación federal, régimen laboral, comercio exterior, seguridad ciudadana, defensa, Justicia, educación, sistema financiero y política energética; es decir, todos los asuntos clave para dar un real paso adelante, verdaderamente diferente a los que hemos dados hasta aquí.

 

En agosto, si Máximo Kirchner quiere, tendremos PASO. Y deberían servir para que todos quienes nos consideramos opositores a este trágico oficialismo compitamos en ellas dentro de una misma estructura, de modo tal que sean los ciudadanos de a pie quienes elijan los candidatos que llevemos a las legislativas de octubre. Obviamente, esa unificación necesita de la generosa aceptación de Juntos por el Cambio a competir con otros candidatos, peronistas no K, conservadores, liberales y provenientes de otros partidos minoritarios que, dispersos, pueden complicar el resultado esencial que necesitamos: impedir que el Frente para Todos obtenga la cantidad de diputados adicionales que le permita acceder al quórum propio, o sea, el avasallamiento final de la República.

 

No niego que el camino será arduo, porque tantos años ininterrumpidos de populismo han hecho que la mentalidad de la mayoría de la sociedad esté hoy infectada de esa rara enfermedad que consiste en pensar que todos los bienes y los servicios son derechos humanos, que el Estado debe proveernos de ellos sin que nos cuesten (¡qué falacia, ya que la pagamos siempre con los enloquecidos impuestos!) y que el trabajo, el esfuerzo y el mérito no pueden ni deben sernos exigidos para mejorar nuestra condición.

 

Pero parte, al menos, de ese camino lo está transitando el Gobierno, alivianándonos la tarea. Al repetir las dañinas políticas de precios y tarifas, de intervención en la economía y en la energía, de ignorancia de los contratos, de idas y venidas en normas y regulaciones, de creciente corrupción y de capitalismo de amigos, de guerra contra el campo y la prensa libre, de ataque a la Justicia, de repudio a la modernidad y a la inversión que practicaron durante los primeros doce años y medio en que Cristina Fernández y su marido ejercieron el poder, pronto se topará con la dura pared de la falta total de recursos para financiar sus disparates. Si espera que China o Rusia (ya no está Hugo Chávez) vengan en su ayuda, las onerosas contraprestaciones en soberanía que le pedirán estos países, cuyas terribles violaciones a los derechos humanos no parecen molestarla, podrían ser un fósforo letal para una situación local de por sí ya explosiva.

 

En ese escenario también incluyo una situación a la cual no prestamos la debida atención. Me refiero al conflicto con los pseudo-mapuches, que están replicando en el sur argentino y chileno la aventura que protagonizó en 1975 el ERP en Tucumán, donde pretendía construir un territorio separado del Estado argentino y lograr el reconocimiento internacional como parte beligerante. Entonces y ahora, la presencia de las fuerzas legales era resistida violentamente por los insurrectos, con la abierta colaboración de funcionarios gubernamentales, hasta que el gobierno peronista ordenó la represión con el Operativo Independencia;  pero, a diferencia de aquella época, hoy los terroristas están asociados con los grandes carteles del narcotráfico, las FARC colombianas y el Sendero Luminoso peruano.

 

Todavía hay una oportunidad para el optimismo. ¡No la desperdiciemos!

 

Bs.As., 23 Ene 21

viernes, 15 de enero de 2021

Miedo, ¿por qué?


 


Miedo, ¿por qué?

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“Los grandes criminales no están en prisiones

 sino en la cúspide de la sociedad”.

     Alexis Carrel

 

Cristina Fernández, casi como el coronel de Gabriel García Márquez, evidentemente no tiene quien le lea, al menos las encuestas. Si no fuera así, se habría enterado de los datos del último análisis de Poliarquía (https://tinyurl.com/y5kztlsb), que debieran preocuparla. Lo cierto es que hasta sus partidarios perciben, cada vez con mayor claridad, que al ánimo de su jefa no lo afectan las pésimas noticias de la pandemia y el fracaso del patriotero y corrupto show de las vacunas, la monumental crisis socio-económica que la irracional “cuareterna” provocó, la catástrofe educativa generada en complicidad con los gremios, el crecimiento exponencial de la pobreza y la indigencia, el desmadre de la inseguridad y la proliferación incontenible del narcotráfico y, ni siquiera, las permanentes violaciones a los derechos humanos que se han producido desde diciembre de 2019.

 

Muy por el contrario, muchos (13%) de esos fieles de antaño se han dado cuenta que su único objetivo es lograr la impunidad para los innumerables delitos que han cometido ella misma, sus hijos, sus testaferros y sus socios de todos los pelajes; cuando, cada vez que se levanta una piedra y aparecen millones de dólares robados, no pueden evitar recordar que esos billetes faltan de las arcas del Estado y que hoy servirían, si fueran repuestos, para aliviar las muchas penurias que padecen. En el camino, además y producto de sus desesperados intentos por lograrla y de los disparates discursivos de sus alfiles, aniquila toda posibilidad de que nuestro país reciba inversiones capaces de generar trabajo genuino y, ni siquiera, ayuda financiera para salir del pozo al que nos ha llevado.

 

Hoy, el escenario político podría resumirse diciendo que hay un oficialismo (el panperonista Frente para Todos) aterrado ante la figura de la PresidenteVice y, en la Provincia de Buenos Aires, de su hijo Máximo Kirchner, y una oposición que parece esencialmente ser incapaz de articular una gran coalición dispuesta a evitar que ella destruya definitivamente la democracia y la República, tal vez porque también la atemoriza. Pero, a la luz de de los últimos acontecimientos y cuanto nos dice esa encuesta, nada amerita que unos y otros padezcan ese inequívoco “síndrome de Estocolmo” frente a la secuestradora del poder.

 

Otro aspecto notable es que quienes por décadas han aplaudido las infames persecuciones y prisiones a los militares que vencieron a la subversión, lo hicieron bajo un lema repetido hasta el hartazgo: “memoria, verdad y justicia”; hoy los mismos, apurados por los plazos procesales y políticos que han comenzado a roer los talones de Cristina Fernández, lo han invertido e imponernos “olvido, mentira e impunidad”.

 

En ese inequívoco sentido, además de las maniobras para favorecer a los condenados Amado Boudou, Julio de Vido, Milagro Sala y tantos otros, va el Presidente Pinocho que, descaradamente, ha afirmado que va a “meter mano en la Justicia” y enviará al H° Aguantadero un proyecto de ley para crear una nueva instancia judicial que, según sus intenciones, se dedicará a tratar sólo los temas de las sentencias arbitrarias para aliviar a la Corte Suprema de parte de sus labores actuales. Que su mandante, la PresidenteVice, haya planteado nueve recursos precisamente por arbitrariedad ante la Corte -que ésta inexplicablemente aún no ha rechazado- no es una mera coincidencia.

 

Para sancionar su creación, el kirchnerismo cuenta con los votos necesarios en ambas cámaras pero, ya promulgada la ley y reglamentada con las recomendaciones de la comisión “Beraldi” –otra casualidad: es abogado de la quejosa- entrará en un sendero que, necesariamente, será muy largo y que puede extenderse más allá del actual período presidencial. Por supuesto, muchos plantearemos de inmediato la inconstitucionalidad del adefesio, y será la Corte, otra vez, quien deberá decidir.

 

Mientras tanto, si consigue los votos necesarios en el Consejo de la Magistratura (¿otra vez traicionarán sus miembros a la ciudadanía?), se abrirán los concursos para ocupar los cargos, y ese proceso suele llevar años; con sus resultados, se elevarán las ternas al Poder Ejecutivo para que elija a cada uno y, finalmente, el Presidente –quien quiera que sea entonces- enviará los pliegos al Senado, donde nuevamente se requerirán las mismas mayorías de las que el kirchnerismo carece, algo que le ha impedido desplazar al Procurador General, Eduardo Casal, y reemplazarlo por alguien más tolerante ante las dislates jurídicos de la insana ladrona.

 

Cristina Fernández, que no debe dormir muy tranquila por la noches aunque sea en su pacífico “lugar en el mundo”, está tan obsesionada con el negro futuro carcelario que la espera en un plazo que ve consumir diariamente, como pronosticaron sus fanáticos Hebe de Bonafini y Luis D’Elía, que ha perdido toda empatía con sus votantes, si es que alguna vez la tuvo. Nadie olvida sus espantosos y ridículos bailecitos en Plaza de Mayo mientras en Tucumán morían tantos, o el aturdidor silencio con que respondió a la tragedia de Cromañon, al crimen de Once y a las inundaciones de La Plata. Entonces, ¿por qué tenerle tanto miedo o siquiera un “miedito”, como supo recomendar alguna vez en su anterior reencarnación?

 

Bs.As., 16 Ene 21

viernes, 8 de enero de 2021

Corrección política, ¿a qué precio?

 


Corrección política, ¿a qué precio?

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“La Historia no la escribe quien gana sino quien sobrevive”

 Fabiano Massini

 

Cuando enfrente hay tahúres violentos, que no hesitan al avanzar descaradamente contra la democracia y las instituciones de la República, ¿hasta cuándo debemos mantener los buenos modales y ser políticamente correctos?; ¿el miedo cerval a la PresidenteVice seguirá paralizándonos, como hace con el propio peronismo, los barones del Conurbano y hasta con los gobernadores?

 

El artículo 21 de la Constitución establece que todos estamos obligados a armarnos para defenderla, según las leyes que al efecto dicten el H° Aguantadero y el Poder Ejecutivo; o sea, para evitar que sea pisoteada por los inescrupulosos políticos y los ladrones, debemos esperar a que ellos mismos nos convoquen a hacerlo, algo verdaderamente kafkiano. Deberemos ser los argentinos de a pie quienes asumamos la responsabilidad, y el riesgo consecuente, de hacer frente a como dé lugar a este arbitrario régimen que se va convirtiendo rápidamente en despótico.

 

Hay que agregar que, si la situación socio-económica se sigue complicando, y seguramente lo hará, la desesperación de Cristina Fernández ante la probabilidad de volver a perder el poder la llevará a intentar un fraude monumental en las elecciones de este año, o a activar un autogolpe de Estado recurriendo a los presos liberados, los barrabravas, los sicarios del narcotráfico y hasta aquéllos asesinos terroristas de los 70’s que aún sobreviven enquistados en las entretelas del Gobierno.

 

Sabemos que, en la Argentina, el “largo plazo” es la semana próxima, por lo cual discutir cómo actuar ante las urnas dentro de tres años equivale a hacerlo sobre el sexo de los ángeles; en especial cuando, en ese lapso, la República que nuestros antepasados fundaron en 1853 habrá dejado de existir definitivamente. Cristina Fernández, con la aquiescencia del rastrero Presidente Pinocho, está demoliendo con prisa y sin pausa las instituciones de la Constitución y, mientras tanto, también destruye la economía con la clara determinación de convertir a los ciudadanos en nuevos pobres, exclusivamente dependientes de la dádiva estatal para sobrevivir, y transformarlos en cautivos clientes políticos; cualquier parecido con el régimen chavista de Nicolás Maduro no es una mera coincidencia.

 

En ese sentido van los descarados ataques al Poder Judicial y la Procuración General en los cuales quieren “meter mano”, la apropiación de todas las cajas del Estado y la dilución de los organismos de control, el desconocimiento de la propiedad privada, la gigantesca emisión y la incontrolable inflación, el congelamiento de las tarifas de la energía y de la salud prepaga, la intervención en las telecomunicaciones, la creación de nuevos y confiscatorios impuestos, los controles de precios, la imposición de la cuarentena más larga del mundo (con el cierre de tantas empresas, la pérdida de millones de puestos de trabajo y la masiva fuga de compañías internacionales), la destrucción de todo el aparato productivo, el capitalismo de amigos, la reedición de la demencial guerra contra el campo y la prensa libre y, peor aún, la catástrofe educativa que han generado los gremios kirchneristas con el tácito apoyo del genuflexo Gobierno.

 

Contra lo que muchos opinan, no hay en estas acciones ignorancia alguna sobre las reglas de la economía y de las consecuencias que de aquéllas se derivarán, sino que están perfectamente planificadas para lograr el establecimiento de una monarquía hereditaria y la impunidad de los innumerables delitos cometidos por la PresidenteVice y sus hijos.

 

En el orden geopolítico, la decisión del Instituto Patria, que ella comanda, está cerrando todas las puertas que, luego de una renegociación exitosa con el FMI, pudieran reinsertarnos en el mundo occidental y, de ese modo, convirtiendo a China en la única alternativa para financiar el monumental déficit que produce este Estado saqueado, tan caro e ineficiente. Basta recordar que, durante su mandato como Presidente, entregó a Xi Jinping una fracción de nuestro territorio para instalar una base militar que no reconoce la soberanía argentina y que ha obligado a nuestros vecinos a reinstalar hipótesis de conflicto armado; en el caso de Chile, la situación se agrava por la presencia, a ambos lados de la frontera, de comunidades pseudo mapuches dispuestas a lograr violentamente la independencia de su inventada nación y que aquí son patrocinadas por organismos y funcionarios públicos.

 

Ante ese negro panorama muchos nos preguntamos qué hacer para evitar ese cantado final y cómo impedir el éxito de ese nefasto proyecto populista y pobrista que avanza, que nos transforma en ranas en agua crecientemente caliente y que, como ya hemos dicho infinidad de veces, nos lleva a Venezuela sin escalas, adhiriéndonos a las también genocidas dictaduras de Cuba y  Nicaragua, con el apoyo de China, Rusia e Irán.

 

Los verdaderos hombres del campo –no la tímida y lábil Mesa de Enlace- nos están mostrando el camino de la resistencia y la rebelión civil, y también nosotros debemos volver a las calles a expresar nuestra indignación no sólo por la conducta del Gobierno sino por el pasivo comportamiento de la oposición, a la cual concedimos el 41% de los votos y que –con algunas conspicuas excepciones- permanentemente nos defrauda. Y, por supuesto, recurrir a todas las instancias internacionales para que nos ayuden y no consientan que aquí se cometan las mismas tropelías que hicieron tan tristemente famosos a los regímenes caribeños.

 

Bs.As., 9 Ene 21

viernes, 1 de enero de 2021

Un peor año




Un peor año

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“Es preferible para los pueblos tener malas leyes con

 buenos jueces que buenas leyes con malos jueces”.

 Francesco Carnelutti

 

Este fin de 2020 llegó a la Argentina, como en todo el mundo, con casi nada que celebrar, salvo para quienes aún estamos vivos, que no es poco; en general, no se vieron las cañitas voladoras ni los atronadores petardos de antaño pero, en cambio, fue pródigo en escalofriantes estafas de la política y, sobre todo, de la Justicia a la ciudadanía de a pie.

 

La lista no puede ser más amplia: los reiterados ataques de la PresidenteVice al Poder Judicial y la Procuración General, los inauditos e ilegales privilegios previsionales otorgados a Cristina Fernández y a Amado Boudou, los beneficios veraniegos que éste obtuvo por la insólita curiosidad de un Juez, el regreso del carísimo (para los demás argentinos) capitalismo de amigos, el nuevo recorte a las jubilaciones, las originales moratorias impositivas concedidas a Cristóbal López y sus socios, la pobreza generalizada y la curiosa paz social para el kirchnerismo, la reiterada intervención estatal en la economía y el retorno del populismo extremo, la ideologización criminal de las relaciones exteriores y el peligroso abrazo estratégico con China, etc..

 

El H° Aguantadero sancionó la genocida ley de interrupción voluntaria del embarazo. Creí que los senadores de las provincias del norte, en especial, se opondrían a este adefesio asesino, pero resultó evidente que la fuerte presión del Ejecutivo consiguió conmover la voluntad de los gobernadores, y el Presidente Pinocho tuvo su lamentable logro. Ahora, sólo las acciones de inconstitucionalidad que muchos iniciarán, y jueces con los pantalones bien puestos, podrían detener esta injustificable locura.

 

Cuando comparé las acciones del Gobierno contra la industria de las telecomunicaciones con su conducta frente a YPF, no sabía que también avanzarían contra la eléctrica Edenor; todo el sector de energía quedó en manos, en esta extraña división de facultades, de Cristina Fernández, y las consecuencias de sus desmanejos populistas, que conocimos en el período 2003/2015, con la pérdida del autoabastecimiento, la necesidad de importar gas y electricidad, y los cortes permanentes de suministro, serán reeditadas en un año electoral, como el que ayer comenzó.

 

No respetará tampoco al sistema privado de salud, del cual la clase media depende. Ya es un objetivo primario, como lo demostró la resolución del Ministro de Salud que, publicada en el Boletín Oficial el miércoles por la mañana, autorizaba un muy magro incremento en las cuotas; la PresidenteVice puso el grito en el cielo y ordenó otra resolución, dada a conocer el mismo día por la tarde, que la dejó sin efecto. La conocida desvergüenza de Ginés González García tampoco ahora justificó su renuncia inmediata ante esta reacción que, obviamente, preanuncia que el pobrismo se extenderá a esa área.

 

Hubo algo bueno en la noticia del fallo judicial que ordenó que se paguen a Cristina Fernández dos jubilaciones de privilegio, a las cuales se adicionará su sueldo como Vicepresidente, algo totalmente prohibido por la ley, lo que originará que esta ladrona perciba un haber mensual de dos millones mensuales, sumada a una retroactividad estimada en cien millones, y todo ello exento del impuesto a las ganancias. Y lo bueno fue que se conociera el mismo día en que se sancionó la ley que excluye a la inflación del cálculo de los incrementos de las jubilaciones, en un país donde los expertos creen que superará el 50% este año. Fue tan sonoro el sopapo que propinó a la sociedad que le resultará difícil seguir manteniendo su relato.

 

La absurda curiosidad del Juez Daniel Obligado lo llevó al extremo de preguntarle al propio Amado Boudou, cuya condena quedó irreversiblemente firme por decisión de la Corte, dónde le parecía bien cumplirla, es decir, si quería permanecer en su lujosa mansión o volver a la cárcel. El magistrado, después de demorar un mes en tales diligencias, resolvió que regresara al penal pero, al hacerlo el último día hábil y sin ordenar su inmediata ejecución, permitirá al privilegiado delincuente seguir gozando de su mansión todo el verano, mientras también percibe su jubilación privilegiada.

 

Lo que más llamó la atención del mes de diciembre, marcado por un aumento sideral de la pobreza y de la indigencia, la presencia del hambre en las puertas de todas las ciudades, la creciente inseguridad, la inexistencia del año escolar y la consecuente deserción definitiva de tantos chicos, la caída en el poder adquisitivo del salario y de las jubilaciones y la pérdida de puestos de trabajo, el cierre y la emigración de empresas, fue el atronador silencio de la calle. Con un gobierno no peronista, otro hubiera sido el cantar; basta recordar qué sucedió en diciembre de 2001 y Fernando de la Rúa tuvo que renunciar en medio de saqueos y muertes, o en 2017 cuando fue aprobada una reforma previsional muchísimo más favorable que la de hoy, y quince toneladas de piedras fueron arrojadas sobre la Policía.

 

En fin, lamento arruinarle tan a priori este 2021, pero no será mejor que el que ya vivimos. Sólo espero que hayamos aprendido, mientras nuestra vida se deteriora cada día, que la solución no la aquéllos que, con su afán por el poder y su falta de moral, nos han hundido en esta ciénaga infinita.

 

Bs.As., 2 Ene 21