domingo, 25 de enero de 2015

Análisis Conjetural de un Magnicidio



Análisis Conjetural de un Magnicidio

"Zumban las balas en la tarde última. Hay viento y hay cenizas en el viento, se dispersan el día y la batalla, deforme, y la victoria es de los otros. Vencen los bárbaros ..." Jorge Luis Borges

La muerte de Alberto Nisman se ha transformado, como correspondía, en la peor tormenta política de la Argentina desde la voladura del arsenal de Río Tercero -amén de actualizar la propia investigación del atentado a la AMIA- y, obviamente, el enorme costo está cargado en la cuenta de Cristina Fernández de Kirchner. La opinión pública, que considera que fue asesinado (70%) y atribuye la autoría al Gobierno (57%), y descree absolutamente de los dichos oficiales, sólo se pregunta cuándo se la obligará a efectuar el pago.

Este asesinato recuerda, sin lugar a dudas pero con enorme preocupación, el de José Calvo Sotelo. En una sociedad tan brutalmente fracturada como la nuestra hoy, soportó el mismo acoso que el Fiscal y había dicho en las Cortes de los Diputados española, luego de las reiteradas amenazas contra su vida, "yo tengo anchas las espaldas". Horas más tarde, el 13 de julio de 1936, apareció su cadáver y sólo cinco días después estalló la Guerra Civil, que costó un millón de muertos. 

El servicio secreto iraní, uno de los más eficaces que se conocen, tuvo en la mira a Nisman durante años; sin embargo, nada le sucedió y continuó trabajando en la persecución a los autores materiales e intelectuales del atentado a la AMIA. Cuatro días después de imputar a la Presidente de la República la responsabilidad de organizar y encabezar una asociación ilícita para exculpar a los terroristas y altos funcionarios de Irán y de traición a la Patria, apareció muerto por un disparo en la cabeza.

El atroz asesinato del Fiscal está cumpliendo, en la memoria colectiva, un papel que, en parte, favorece al Gobierno; estamos olvidado lo principal, es decir, su monumental denuncia contra doña Cristina y su entorno, a quienes acusó de entregar la investigación del atentado a la AMIA a los terroristas iraníes responsables de su comisión; esto convierte en prioritaria esa causa e impone al Juez Lijo la obligación de acelerar su investigación y la total difusión de las grabaciones que la sustentan, hoy sólo parcialmente conocidas.

También ha conseguido esconder la denuncia formulada por Fiscal General ante la Cámara Federal en lo Criminal y Correccional contra la Presidente por dar encubrimiento y protección a Lázaro Báez en la causa por el lavado de dinero en los hoteles de Cristina y sus hijos.

Tal como sostuve en la nota que escribí tres horas después de conocer la pavorosa noticia, el Gobierno no tiene forma de evitar que la responsabilidad recaiga sobre él, sea por la directa autoría del crimen, sea por la ineficacia en su custodia. Porque, pese a sus enormes esfuerzos, el oficialismo no consiguió "vender", siquiera artesanalmente, su hipótesis original del suicidio por la vergüenza que hubiera debido soportar ante lo endeble de sus acusaciones, ni tampoco la de la inducción al mismo por fuerzas irresistibles; el jueves, la Presidente debió girar en el aire -como lo hizo en el caso de SS Francisco- y confesar que se trató de un asesinato, que atribuyó a otro complot en su contra, pero sin cumplir su deber de denunciar el presunto ilícito ante la Justicia. Aún así, ningún funcionario, ella incluida, se privó de denostar a Nisman y de intentar cubrirlo con un manto de sospechas de todo tipo; se llegó al patético extremo de vincular la muerte con una tapa de Clarín que había reflejado las masivas manifestaciones en Francia por el atentado de Charlie Hebdo.

La prueba mayor del knock-out que sufrió el Gobierno fue la apresurada convocatoria a todos los monjes tibetanos que militan en el ¿Frente para la Qué? el mismo jueves a la sede del Partido Justicialista donde, compelidos por sus exhaustas cajas provinciales y sindicales, se vieron obligados a suscribir un patético documento para acusar de la gran conspiración a los medios no oficialistas y transformarse así, literalmente y en virtud de la proximidad de muchas elecciones locales, en bonzos; hicieron trizas la famosa máxima del peronismo que, hasta ahora, acompañaba hasta la puerta del cementerio pero no se enterraba con el antiguo líder. A partir de hoy, ninguno de esos actuales mandatarios podrá aspirar a una reelección, salvo quizás en los feudos del norte, que no "pesan" en votos para la gran contienda nacional.

Es que hay demasiados cabos sueltos, y demasiadas explicaciones oficiales y judiciales que no cierran. Hasta el domingo pasado, Nisman debió haber sido el ciudadano mejor protegido de la Argentina, toda vez que sus imputaciones a la Presidente y su anunciada presentación ante el Congreso, lo constituyeron en el principal blanco móvil. Sin embargo, los diez hombres asignados a su custodia no bastaron para evitar el desenlace final: ¿impotencia, complicidad o sólo torpeza?

Las preguntas, aún hoy, siguen siendo muchas, en especial después de las declaraciones de Parrilli, nuevo jefe de la SI, y Berni, el locuaz Secretario de Seguridad, transformadas en sólo veinticuatro horas en mentiras flagrantes por un espía, un piquetero y el cerrajero convocado. De todas maneras, ¿resultaba creíble que la madre se hubiera sentado durante más de una hora en una cama, ignorando si su hijo vivía o había muerto en el baño tan cercano?; si Nisman pensaba suicidarse en horas, ¿para qué habría de dejar una nota a su mucama con la lista de compras que debía efectuar al día siguiente?; ¿por qué habría utilizado una pistola de un calibre tan pequeño, cuyo disparo es más apto para causar ceguera o incapacidad que muerte?. Algo huele a demasiado podrido en Puerto Madero, y el Gobierno carece de desodorante de ambientes.

Tanta ha sido la repercusión del caso en todo el mundo, y tal el desprestigio de nuestras instituciones, que ya ha sido reclamado en varios parlamentos extranjeros la constitución de una comisión internacional para la investigación del magnicidio.

Un dato muy triste y  relevante posterior a la muerte de Nisman es la nuevamente comprobada falta de reacción de nuestra sociedad; ni siquiera este magnicidio, cuya autoría más del 57% de los argentinos atribuye al Poder Ejecutivo, logró que las calles y plazas del país aparecieran abarrotadas por miles de ciudadanos, como sí había sucedido en las manifestaciones de 2013. ¿Desinterés, hartazgo o miedo? 

La Argentina se encuentra en uno de esos raros momentos que se transforman en encrucijadas de la historia. En los próximos días sabremos si contamos con los estadistas que la hora requiere o si quienes se visten de opositores al kirchnerismo sólo son más de lo mismo. Porque la única forma de evitar un terrible desenlace es que, de una buena vez, se unan para ofrecer una alternativa republicana a la decadencia y al desmadre generalizados que hoy impera en esta republiqueta bananera en que pasivamente nos hemos convertido.

Si no lo hacen, si no están dispuestos a ceder sus personalismos para tomar conjuntamente el timón en medio del naufragio, la sociedad entera sentirá en carne propia los versos finales del poema de Borges: "Ya el primer golpe, ya el duro hierro que me raja el pecho, el íntimo cuchillo en la garganta".


lunes, 19 de enero de 2015

Aproximación a una muerte inquietante



Aproximación a una muerte inquietante

"Si el kirchnerismo actuó con brutalidad, la oposición pecó de somnolencia. Su interminable modorra no es culpa K. ¿Por qué toleró tanta demasía?" Oscar Muiño

Amanecí, como todos, con la terrible noticia de la muerte de Alberto Nisman, el Fiscal a cargo de la investigación del atentado -veinte años atrás- contra la AMIA y que, casualmente, había denunciado a Cristina Kirchner, Héctor Timerman, Luis D'Elía, Fernando Esteche y algunos agentes de inteligencia por complotar para entregar atada de pies y manos a la Justicia argentina a Irán, país acusado de la autoría.

Que esa muerte se haya producido a los cuatro días de haber formulado la imputación más grave de la vida institucional de la Argentina, ya que involucra a la Presidente en ejercicio y a su Canciller, la transforma en un magnicidio.

Los miembros de este siniestro gobierno que hemos sabido conseguir son torpes, de una torpeza que raya en la imbecilidad, y durante muchos años se ha especializado en pegarse tiros en el pie. Hoy, esto se ha comprobado y la calle, la sociedad entera, lo ha entendido. A horas del descubrimiento del cadáver, sólo puedo afirmar dos extremos: el Gobierno es asesino (si fue algún esbirro el autor) o no supo cuidar al Fiscal más amenazado de la historia.

Porque todas las dudas, obviamente, caben. Los funcionarios del primer escalón del Estado, y los cretinos -tipo Víctor Hugo Morales- que propalan la palabra oficial, pretenden cerrar rápidamente la cuestión asegurando que se trató de un suicidio, cometido ante la inminencia de un enorme papelón en la Cámara de Diputados; sin embargo, nadie lo cree y, cualquiera fuera la causa verdadera de la muerte, incluido el suicidio "inducido", será la actual ocupante de la Casa Rosada -que, mientras el escándalo crece, sigue manteniendo un estruendoso silencio- la encargada de pagar esta enorme cuenta.

En una Argentina que ha sido incapaz de descubrir en tantos años a los autores verdaderos de los criminales atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA, y de todas las muertes sospechosas durante la presidencia de Menem, la sociedad no confía en la Justicia, en especial después del intento de "democratizarla", de las maniobras de Gils Carbó para coparla y la obvia comparación con Francia, que pudo identificar y abatir a los responsables de los asesinatos en Charlie Hebdo en menos de 48 horas. Menos aún cree en la honestidad y profesionalismo de los organismos encargados de investigar, se llamen SI, SIE, Gendarmería o policías varias; baste con recordar que de una base militar desapareció ahora un misil, capaz de perforar cualquier blindaje.

Desde mi punto de vista, cualquiera sea el resultado de la autopsia que se está realizando en este mismo momento, la muerte de Nisman no hace más que confirmar mis peores pronósticos, porque ya no bastará con comprar cascos sino que ahora, como se ve, también deberemos adquirir chalecos antibalas.


domingo, 18 de enero de 2015

Escenarios para una Actriz Quebrada



Escenarios para una Actriz Quebrada

"Advirtió que, en una guerra civil, la primera víctima es la justicia". Ken Follet

La denuncia del Fiscal Nisman contra Cristina Kirchner, Héctor Timerman, y varios más por haber armado una estructura paralela de diplomacia tendiente a olvidar los cargos contra ocho funcionarios iraníes acusados del atentado contra la AMIA, a cambio de petróleo y dinero, alteró gravemente el inventario de escenarios que se ofrecen a la noble viuda del guerrero, que se ¿quebró un tobillo? hace más de  quince días. Los signos de interrogación responden a la falta de lógica correlación entre una lesión como la anunciada y el estruendoso silencio de la actriz principal del drama que a los argentinos nos toca vivir, en especial porque conocemos su debilidad por las luces y los micrófonos.

Creo que los problemas de salud de Cristina exceden, en mucho, a los informados por el aparato oficial de difusión y se deben al fortísimo stress que padece; así, su aptitud física y psíquica es uno de los temas fundamentales que debería pesar en la agenda política nacional este año. Es cierto que ese estado tiene razón de ser, porque sobre el cielo de la Presidente se ha formado una tormenta perfecta, pero sólo ella y sus cómplices (funcionarios, gobernadores y legisladores) han sido responsables de la crisis.

Podríamos dividir la lista de escenarios entre internacionales y locales, ya que presentan complicaciones diferentes. Han quedado fuera de cualquier probabilidad de control para ella, sus hijos y testaferros, los jueces que ya le están respirando en la nuca y que, tarde o temprano, la alcanzarán en países tan diferentes como Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Lichtenstein, Luxemburgo, Suiza, Seychelles, Belice o Curaçao, a medida que avancen las causas en trámite. En esa volteada caerán, entre otros, Cristóbal López y Lázaro Báez, poniendo en peligro la fortuna de los Kirchner que aún figura bajo sus nombres.

Es bochornoso el espectáculo que la Argentina está brindando al mundo, con estas nuevas denuncias que se suman a las habituales noticias sobre las imputaciones a la Presidente y los procesamientos de su valido, Amado Boudou, por gravísimos delitos de corrupción y lavado de dinero.

Creo que ese daño, y la inminencia de un final anunciado para el imperial absolutismo con el que se ha conducido el régimen desde su instauración, con la consecuente revisión de todo lo actuado por el próximo gobierno, repercutirán en los planes asociativos, muchos de ellos secretos, que la Presidente está firmando de apuro con Rusia y con China. En la medida en que todos los proyectos -hidroeléctricas, bases cívico-militares, extraterritorialidad, ferrocarriles, privilegios licitatorios, energía e inmigración de trabajadores- son de largo alcance, ninguno de ellos podrá madurar antes que Cristina se vea obligada a desocupar la Casa Rosada y sea imputada por traición a la patria. Y la inexistencia de seguridad jurídica por estos lares es de conocimiento público en el mundo.

El jueves, en una noticia que pasó desapercibida ante el huracán desatado por la denuncia de Nisman, la OMC consideró que la Argentina viola las normas del comercio internacional y le ordenó derogarlas de inmediato; dado que esa sentencia será desconocida por el Gobierno, las sanciones no se harán esperar, agravando mucho la herencia que recibirá su sucesor.

Respecto al resto del mundo, al que podríamos calificar como desarrollado y democrático, ya no caben más comentarios, puesto que no quedan, ni en la región ni en el resto del planeta, alguno del cual no nos hayamos distanciado; las excepciones, claro, son Venezuela y Cuba, en las cercanías, e Irán, Angola, Vietnam, Azerbaiyan y Guinea Ecuatorial más lejos. Que los siete -más, obviamente, Rusia y China- sean verdaderos campeones de la opresión y de la falta de respeto a los derechos humanos habla muy a las claras de la falsedad e hipocresía con las cuales ambos Kirchner han enfrentado este tema fundamental para la civilización.

En ese rarísimo alineamiento geopolítico, que se transformó en un giro copernicano y generó alianzas reñidas con nuestra tradición diplomática, y en las obvias urgencias producidas en materia de energía por la demencial política de los Kirchner, se encuentran las raíces del nunca explicado memorandum que fuera firmado con Irán, ratificado por ese país, y el cómplice silencio del Gobierno ante los atentados en Francia, probando una vez más la doble vara con la que juzga Cristina al terrorismo.

En el campo local, y como tantas veces ha ocurrido no sólo aquí sino en muchos países vecinos, resulta fácil augurar el fracaso total de la pretendida autoamnistía que, de la mano de la Procuradora, pretende lograr el kirchnerismo con la invasión al Poder Judicial por montones de fiscales militantes del ¿Frente para la Qué?. Los jueces se han abroquelado en la defensa de la Constitución, después de haber permitido que se la violara durante más de una década, y hoy confirman que la verdadera oposición a Cristina tiene sólo tres patas: la misma Justicia, la salud presidencial y la economía real que, a despecho de la paz que ha conseguido instaurar en el mercado paralelo del dólar, sigue destruyéndose a pasos agigantados y arrastra hacia arriba la desocupación en la actividad privada.

La ignorancia, la torpeza y la soberbia de los ex jóvenes a los cuales ha encargado la conducción económica de la Argentina, más allá del criminal saqueo a todas las cajas disponibles -BCRA, PAMI, etc.- impedirá que el panorama mejore, aún levemente, en este año crucial. Después de las revelaciones acerca del apoyo oficial a los países considerados terroristas, resultará imposible que llegue algún tipo de ayuda real internacional para las ya escuálidas reservas monetarias, y las obligaciones en materia de deuda externa siguen inamovibles luego del estruendoso fracaso del canje propuesto por Axel Kiciloff a fines de 2014.

Lamentablemente, la dramática caída en el precio del petróleo, que ha dañado ya las economías de Cuba, de Rusia, de Irán y de Venezuela, y que sin duda nos beneficia por la baja en nuestras importaciones de gas, nos perjudica desde varios ángulos: demorará quién sabe hasta cuándo las inversiones en Vaca Muerta, que muchos consideraban el remedio de todos nuestros males, y complicará mucho a Brasil, uno de nuestros principales socios comerciales, ya que producirá idénticos efectos sobre sus yacimientos en la pre-sal. En realidad, las compañías petroleras internacionales, que están acostumbradas a trabajar hasta en países en guerra, no parecían demasiado apuradas en poner aquí sus dólares, aún cuando se les ofrecieran condiciones tan vergonzosas que fue necesario mantenerlas en secreto, precisamente por la inexistencia de reglas claras y permanentes en la materia y por nuestra tradición de ruptura de contratos. 

Por lo demás, y dado que será un año de elecciones -sigo descreyendo de su realización- en las que el oficialismo juega su imposible futuro, el gasto público no será reducido, por la vía de recortes en la indignante publicidad oficial o en los subsidios a la energía y al transporte, mientras que los ingresos se verán castigados por la brutal caída en los precios de las commodities y por efecto de la imparable "estanflación" que tanto nos afecta; todo ello contribuirá a agravar el déficit fiscal, pese a que ya bate records históricos.

Cuando, recientemente, le sugerí que comprara un casco, porque lloverían piedras, no pensé que el fenómeno se presentaría tan pronto, pero este enero, del cual sólo ha transcurrido la primera quincena, es de los más originales de nuestro pasado reciente y, con seguridad, lo será de nuestro futuro inmediato.












domingo, 11 de enero de 2015

La Década Asesina


La Década Asesina

"El despotismo se sustenta en el concepto de obtener un beneficio personal y desentenderse de la equidad y de las normas". Luis Alberto Romero

Mi homenaje a quienes murieron en Charlie Hebdo, y a los policías que los exterminaron; me pregunto si éstos, que defendieron con las armas al Estado del ataque terrorista, serán luego juzgados por quienes creen que los derechos humanos sólo pertenecen a los delincuentes.

Volviendo al pago, está fuera ya de discusión que ambos Kirchner disfrutaron, al menos durante los primeros diez años de su conyugal reinado, de una bonanza inédita en materia de recursos públicos, tanto por el incremento del precio de nuestros productos exportables -la soja, por ejemplo, valía US$ 150 por tonelada en la presidencia del Dr. De la Rúa, y superó los US$ 600 en la de don Néstor (qepd)- cuanto por la insoportable presión impositiva, que les permitió recaudar más de un millón de millones de dólares en el período. No estaría de más que cada uno de nosotros se pregunte dónde fue a parar tanto dinero.

Por eso, continúa sorprendiéndome que la ciudadanía, en general, no vincule el incremento de la corrupción con el deterioro de la vida personal de cada uno de sus integrantes. He escrito sobre este tema varias notas, que pueden leerse en mi blog, y no voy a extenderme ahora sobre el genocidio -tal como lo define el Pacto de Roma, firmado por la Argentina en 2004- que los Kirchner han practicado durante su reinado, pero la muerte por desnutrición de Néstor Femenia, el chico qom que a los doce años pesaba veinte kilos, me conmovió extremadamente, en especial por la forma en que Koki Capitanich, ya transformado en el Chirolita de la vulgar ventrílocua que habita en Calafate y en Olivos, intentó restarle importancia.

Porque el Jefe de Gabinete sigue siendo Gobernador del Chaco, cargo en el cual se ha limitado a pedir licencia. Como tal, es el principal responsable de la forma en que viven los habitantes de su provincia, donde se niegan el hambre, la sed y la desocupación en beneficio de la imagen del sultán de turno. Precisamente por eso, se refirió a esta muerte como un caso aislado, en una horrorosa e inmunda tentativa de evitar que se sepa que la desnutrición ya es endémica allí donde ha gobernado tantos años.

Lo mismo ocurre en la vecina Formosa, en Misiones, en Salta, en Tucumán, en Santiago del Estero y en Jujuy, donde reinan, como modernos señores feudales, individuos como Insfrán o Closs, Urtubey o Alperovich, Zamora o Fellner, todos devotos y sumisos seguidores de la noble viuda del guerrero, a la cual le facilitan los indispensables votos de los legisladores de sus provincias para arrasar con la Constitución, con las leyes y con la República.

Aunque el INDEC haya dejado de publicar hace tiempo las estadísticas de pobreza e indigencia, el Observatorio Social de la UCA estima en más de dos millones a los niños y jóvenes argentinos que viven con hambre; esa cifra, equivalente al 5% de la población, además de condenar a los Kirchner como genocidas, debe interpelarnos como sociedad. Nuestro país está en condiciones de alimentar a quinientos millones de personas y, sin embargo, las nefastas políticas públicas hacen que un enorme porcentaje de esa potencialidad no se concrete. Pero debemos preguntarnos cuánto se debe a nosotros mismos, ya que ni Perón, ni Isabel, ni Videla y los militares, ni Alfonsín, ni Menem, ni Duhalde ni los pingüinos llegaron del espacio o salieron de un repollo; todos ellos son esos "nosotros" y, como tales, se nos parecen mucho.

La Justicia, por su parte y tal como era previsible, ya comenzó a abortar las desesperadas maniobras que la Dra. ¡Giles! Carbó intentó para domesticarla y, de ese modo, desactivar el peor frente de conflicto que doña Cristina tiene en el horizonte; además de habilitar la feria para investigar las denuncias penales en su contra, el viernes salió la primera medida pre-cautelar que impide a los pseudo fiscales designados por la Procuradora General asumir sus cargos antes de que ésta dé explicaciones sobre su proceder. Seguramente, enero traerá muchas más novedades al respecto.

Imaginemos qué pasará en la psiquis de la Presidente, ya alterada a punto tal de generarle la caída de todo su sistema inmunológico, cuando el Juez Claudio Bonadío llame, más temprano que tarde, a su niño Máximo a prestar declaración indagatoria; si bien ya casi todos los magistrados federales han virado en sus afectos y hoy se encuentran en la trinchera defendiendo la independencia del Poder Judicial, el kirchnerismo se metió con el más "loco" de todos, que les resultará imparable y a quien no amedrentarán las amenazas ni detendrán las extorsiones.

El único pre-candidato que "mide" dentro del "Frente para la Qué" es Daniel Scioli, el peor Gobernador que tuvo la Provincia de Buenos Aires en toda su historia pero que, inexplicablemente, sigue siendo bien visto por una parte importante de la sociedad. Pero la Presidente no ignora que Lancha lleva doce años tragando sopa de sapos; si accede al poder, ¿estará dispuesto a olvidar las despiadadas humillaciones que el finado y su viuda le propinaron sin solución de continuidad? Peor aún, como peronista ésta sabe que su movimiento se encolumna siempre detrás del que gana, para no perder las prebendas y los cargos; ¿será tan ilusa como para creer que, en su caso, será distinto?

Vendrán, a no dudarlo, tiempos difíciles para el país y para la República. Doña Cristina ha demostrado que no tiene respeto alguno por la Constitución y que la interpreta o la ignora según sus las circunstancias. Por lo demás, dispone de "caja", "merca", "tropa" y "fierros", y están en juego sus hijos, su libertad y su incalculable fortuna personal. ¿Es imaginable que, en estas condiciones, esté dispuesta esta vez a cumplir la ley y entregar pacíficamente el poder, en especial cuando enfrente no hay nada?

Sea previsor y cómprese un casco, porque en la Argentina, como en Europa, lloverán piedras.






domingo, 4 de enero de 2015

Yendo por Todo



Yendo por Todo

"Cuando la fe es tan alta, cualquier precio es bajo". Jorge Fernández Díaz

La Constitución dice que el 10 de diciembre de este año, Cristina deberá dejar el poder, por obra y gracia de Macri y Massa que, aliados en la Provincia de Buenos Aires, sepultaron en las elecciones legislativas de 2013 todo sueño de modificar la carta magna para lograr su perpetuación. La Presidente carece de un delfín confiable, sobre todo porque sabe de la tradicional deslealtad del peronismo (su propio marido fue principal intérprete), y prevé que el desierto que deberá atravesar si vuelve al llano pondrá en muy grave riesgo su libertad y la de sus hijos, y la fortuna familiar construida sobre tanta miseria y sangre. 

En un país normal, la situación hubiera convertido al primer mandatario en un "pato rengo" pero, como ya es obvio, no ha sido así aquí. Muy por el contrario, la noble viuda del guerrero confirma diariamente que está determinada ir por todo y a no abandonar el sillón de Rivadavia.

A partir de su vocación por las noticias "sin intermediarios", la concentración de medios de prensa en manos de sus amigos ha seguido siendo la política rectora, en una nueva tentativa por asfixiar la prensa independiente. Los peores exponentes de esta guerra fueron la pretendida y fracasada adecuación forzosa del grupo Clarín y, ahora, la designación de un fiscal adicto para intervenir en la causa en la que se pretende que la adquisición de Papel Prensa fue un hecho de lesa humanidad. Por su parte, Sanatella sigue haciendo de las suyas, y muchísimas radios y canales de televisión se transfieren a cómplices, en abierta violación a la Ley de Medios Audiovisuales.

Cuando los jueces encargados de investigar la corrupción comenzaron a avanzar sobre la propia Cristina y su familia, recurrió al genuflexo Congreso para sancionar, en pocos minutos, un nuevo Código Procesal Penal que permitió a la Dra. ¡Giles! Carbó desplazar a funcionarios críticos y designar casi veinte fiscales, a los cuales encomendará la investigación de las causas más peligrosas para el poder. Este renovado ataque de Mme. Kirchner contra la Justicia tuvo otro grave episodio con el nombramiento de un secretario -no habilitado para ello- como nuevo Juez federal en La Plata, con jurisdicción electoral sobre toda la Provincia que concentra el 40% del padrón, que decidirá sobre fórmulas, boletas, impugnaciones y acusaciones de fraude.

Aún más gravitante, pese a que la ciudadanía no se dio por enterada, fue la sanción del unificado Código Civil y Comercial, que altera de raíz todo el sistema jurídico sobre el cual fue construida la sociedad tal como la conocimos e intenta modificar nuestro futuro. Anunciado para entrar en vigencia a partir de 2016, ya fue cambiado ese "pequeño" detalle y comenzará a regir en agosto, mientras Cristina continúe siendo Presidente constitucional.

El Ejecutivo ha montado un sistema de inteligencia interna como no se veía desde la época del Proceso, encomendando a su nuevo valido, el Tte. Gral. Milani, el espionaje sobre los líderes y movimientos políticos y sociales opositores, con actitudes extorsivas o francamente terroristas tendientes a domar y desactivar a los disidentes. Para defender a su Espión no vaciló en borrar toda su falsa política de derechos humanos.

Luego llegaron los acuerdos con Rusia, en pos de un financiamiento que la crisis económica que afecta a ese país por la baja en los precios del petróleo transformó en imposible. Contemporáneamente, inauguró una nueva etapa en la relación con China, con enormes lagunas secretas en su redacción, que habilitó a esa nación a instalar una base militar en la Patagonia, cediendo soberanía sobre nuestro territorio, y a invadirnos pacíficamente, como ya hizo con varios países africanos, con Venezuela y con Ecuador, quedándose con nuestros recursos naturales y "primarizando" nuestra industria. Los acuerdos firmados para el suministro de material ferroviario por veinte años, incluyendo hasta durmientes de cemento, para la prioridad en la obra pública sin licitación y con trabajadores chinos, y para la cesión de enormes áreas petrolíferas a sus empresas, facilitaron un sistema de swaps de monedas, sólo útil para el "relato". Con eso se fue por el caño de desagüe todo la cacareada política industrial desarrollista, como puede comprobarse en cualquier hipermercado con la presencia de productos basura importados desde China.

Lo mismo ocurrió con la nueva Ley de Hidrocarburos que, a contramano de lo dispuesto por la Constitución de 1994, quitó el poder sobre el subsuelo a las provincias productoras para dárselo al Gobierno central, que rápidamente extendió las concesiones por décadas. Ahora, con la persistente caída en la producción nacional, además de firmar acuerdos secretos con Chevron, hemos llegado al original extremo de ¡subsidiar! a las grandes multinacionales del rubro. El inventario podría prolongarse pero creo que, a los efectos de esta nota, resulta suficiente. Resume un patrón de conducta inédito para una Presidente que, al menos en teoría, debiera dejar su cargo en menos de un año.

El viernes, además, se supo que Kiciloff contratará, mediante una licitación digitada, ¡a una consultora privada para medir los precios en todo el país!, o sea, para hacer lo que el INDEC debería hacer si no fuera por la manía del kirchnerismo por esconder la realidad bajo la alfombra.

El sábado, en La Nación, Héctor Guyot se preguntaba qué hará Cristina después del 10 de diciembre, e imaginó que tendría tres opciones: amparada por algún fuero (con la complicidad de Carlos Menem), ser una pacífica señora dedicada a escribir sus memorias sobre un país que resultó indigno de sus esfuerzos, convertirse en una tortura para cualquier sucesor que la desobedeciera, o tomar sol en las playas de las Seychelles. Lamento arruinarle, lector, la primera semana del año pero no creo en ninguna de ellas: no la veo en ese papel de anciana y, si se tratara de fueros, debieran cubrir a demasiados familiares y cómplices, y los jueces norteamericanos, brasileños, suizos y uruguayos los ignorarían; ningún heredero podrá garantizarle la fidelidad; y aún en los paraísos fiscales funciona Interpol.

Sigo pensando que estas conductas de hoy, que ignoran los plazos y las normas constitucionales, se agudizarán exponencialmente en lo que resta del período y, al final, inventará algo (¿quizás una conmoción social que le permita decretar el estado de sitio y suspender las elecciones?) para no llegar al momento final, aquél en que debería devolver la banda y el bastón que le prestamos hace ya ocho años. No le faltan para eso armas de ningún tipo: dispone de una red de medios de comunicación que ocupa el 80% de ese universo, de hordas violentas dispuestas a todo por dinero o por droga, de información sobre cada uno de nosotros para extorsionarnos y limitar nuestra acción, y de una caja que, aún exhausta, todavía conserva la cantidad de dólares necesaria para financiar ese demencial proyecto.

Los chinos dicen al despedirse "ojalá vivas tiempos interesantes". No sé si es una bendición o una maldición, pero estoy seguro que, para nosotros, se hará realidad este año que recién comienza. Mientras tanto, y si puede, disfrute de sus merecidas vacaciones.