viernes, 29 de marzo de 2019

Cisnes y tsunamis




Cisnes y tsunamis


“Y a pesar de los pesares, mientras escribo
 y vivo, sigo siendo y perteneciendo”.
 Leonardo Padura

Hasta hace una semana, muchos me oyeron decir, con total seguridad: con la “foto” de ese momento, no con la “película” hasta octubre, Mauricio Macri ganaría en primera vuelta; y basaba esa afirmación en una originalidad de nuestro sistema electoral, que convierte en triunfador a quien obtenga el 40% de los votos y diez puntos porcentuales de diferencia con quien resulta segundo. Pero el film continuó su desarrollo y aparecieron cisnes muy oscuros, de la mano de las cifras de inflación, pobreza, desempleo y caída de la actividad económica, el alza en la cotización del dólar y hasta el tsunami contra la lira turca.

Hoy, esa certeza que me acompañaba ya no existe. Y no porque el peor pájaro negro en el tablero de control de la campaña electoral de Cambiemos haya aparecido (que Cristina Elisabet Fernández desista de su candidatura o sea detenida), sino por la absurda insistencia del Gobierno en formular predicciones optimistas que, rápidamente, la realidad convierte en alocadas fantasías. Así, se ha jugado, y perdido, el esencial motor de cualquier política económica: la confianza en el operador.

Ha contribuido enormemente, claro, la incertidumbre que, sobre el futuro, proyecta el ignominioso núcleo duro de votantes de la viuda de Kirchner. Eso, otro error de Cambiemos, produce dos efectos de algún modo contradictorios, ya que impide que el peronismo se una en una candidatura común pero, a la vez, incita a los eventuales inversores -externos y propios- a diferir sus decisiones hasta tanto se sepa, recién en octubre o noviembre, cómo serán los próximos cuatro años en la Argentina.

Porque, si se atienen a las afirmaciones más revulsivas de los adláteres de Cristina acerca de cómo sería su regreso, caen literalmente en el terror: la ampliación de la Corte Suprema para llenarla de “militantes”, la censura a la prensa libre, el desconocimiento de los acuerdos con el FMI, el control de cambio y el incremento de impuestos y, por supuesto, la restauración del famoso “vamos por todo” que debieran actualizar, dada la situación en que dejaron al país, a “vamos por lo que queda”.

Mauricio Macri no supo, no pudo o no quiso cumplir sus promesas de campaña –terminar con el “curro” de los derechos humanos, disminuir fuertemente el gasto público, reducir drásticamente la pobreza, acabar “fácilmente” con la inflación- y defraudó a sus feligreses naturales, tal vez por un pusilánime e injustificable temor a la izquierda más irredenta que jamás lo votará, al no hacer un oportuno y completo inventario de la herencia recibida, promover la discusión sobre el aborto y la infame educación sexual inclusiva e insistir en los amañados juicios llamados de “lesa humanidad” y la persecución a los militares de los 70’s.

Es cierto que ha alcanzado enormes logros durante su gestión, ya que no debiéramos olvidar que levantó el cepo cambiario, nos reinsertó en el mundo civilizado, terminó con el default, recuperó las reservas monetarias, reactivó la inversión en obras públicas fundamentales, redujo los precios de las mismas en un 40%, facilitó enormemente las investigaciones por corrupción, reinstaló la institucionalidad y la total libertad de prensa, incluyendo la natural pluralidad de voces en los medios públicos, etc., pero todo eso habla al corazón de los votantes, que responden mucho más con su bolsillo, ahora tan enflaquecido.

Esa desconfianza vital que produce el tembladeral económico tiene causas tan antiguas como esta sociedad que hemos construido -y suicidado- los argentinos: la utilización de nuestra propia moneda sólo como elemento de intercambio y del dólar estadounidense como reserva de valor, nuestra historia de defraudadores seriales, nuestra innegable vocación populista, nuestra incapacidad para limitar nuestros gastos a nuestros ingresos, nuestra dependencia personal del Estado, sea como empleados del mismo, sea como dispensador de bienes, regulaciones, subsidios o servicios.

Pero, dado el reducidísimo tamaño de nuestro mercado de divisas y sin transformarme en cultor de conspiraciones, es probable que tenga otra causa menos sancta aún: el pánico que cunde entre los ex funcionarios, tan enriquecidos, y sus cómplices, los grandes empresarios que han comenzado a desfilar por Comodoro Py y, en numerosos casos, ingresar a la cárcel. Estoy hablando de las mayores fortunas del país, generadas mediante la corrupción más monstruosa que podamos recordar.

Esos delincuentes, que disponen de bancos (Macro, Santa Cruz, etc.) y misiles, están convencidos de que, de regresar Cristina, las veletas que guían a los jueces federales volverían a virar y recuperarían la impunidad perdida. Nada es más indispensable para lograrlo que debilitar las probabilidades de Macri, tan erosionadas por la devaluación del peso y la persistente inflación.

El Gobierno, que se ha metido en este berenjenal por torpeza y por soberbia, contra ese monumental arsenal dispone sólo de rifles de aire comprimido (y pocos, ya que está limitado por los acuerdos con el FMI). Entonces, ¿por qué se privarían los inquietos de intervenir en el pequeño mercado del dólar para generar más inquietud?; con otros fines, ¿no lo hizo hace años George Soros especulando contra la libra esterlina?

El ritmo de llegada de conformidades para la obtención de la personería provisoria del PAD no ha disminuido, pero seguimos estando muy lejos de la mágica cifra de 4.000 por distrito electoral; por favor, ayúdenos difundiendo la plataforma, que puede solicitar por mail.

Bs.As., 29 Mar 19

sábado, 23 de marzo de 2019

Relatos rotos




Relatos rotos


“Para algunos, los hechos no eran más que
 irritantes obstáculos para sus obsesiones”.
 Jo Nesbø


Los argentinos estamos asistiendo a un funeral que debiera darnos vergüenza, pero hemos roto u opacado todas las superficies en las cuales hubiéramos podido vernos como sociedad: el cleptómano populismo que asoló a nuestro continente avanza acelerando hacia su enrejada tumba.

Así, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Kuczynski (en Perú), Rafael Correa y Jorge Glas (Ecuador), Raúl Sendic (Uruguay), Luiz Inácio Lula da Silva y Michel Temer (Brasil) y mandatarios de Colombia y República Dominicana, han debido renunciar o fueron destituidos, han sido procesados o encarcelados, y algunos se encuentran prófugos de la Justicia.

Pese a que las pruebas obtenidas en el “Lava-jato” brasileño están a disposición de nuestros jueces desde 2017, distintas interpretaciones procesales han evitado, al menos hasta ahora, que lleguen a la Argentina y sirvan para investigar y, en su caso, crucificar a políticos y funcionarios de todos los colores.

Lo notable es la unificación del discurso entre quienes dijeron encarnar el “socialismo del siglo XXI” o la “patria grande bolivariana”, que acusan a sus magistrados, a la prensa y al “imperio” de todos sus males, intentando vanamente ocultar, tras un velo supuestamente ideológico, sus desmanes y sus latrocinios; los constructores de tales “relatos” resultan perfectamente intercambiables: se llamen Lula, Nicolás Maduro o Cristina Elisabet Fernández, todos dicen exactamente lo mismo para justificarse.

Pero esos recursos literarios explotaron esta semana por obra y gracia de tres personas a las que nadie en su sano juicio podría acusar de irredentos derechistas: Michelle Bachelet (ex Presidente de Chile y actual Alta Comisionada de Derechos Humanos de ONU), Luis Almagro (ex Canciller de Uruguay y actual Secretario General de OEA) y José Miguel Vivanco (Director para las Américas de Human Rights Watch) fueron unánimes al condenar al tirano venezolano por la violación permanente de los derechos humanos, la tortura y el asesinato de presuntos opositores, el saqueo de los recursos públicos y los daños sanitarios y alimenticios que está produciendo a su pueblo.

A ese repudio generalizado se sumó el Grupo de Lima, que Argentina integra, y sobre todo Lenin Moreno. El Presidente de Ecuador cerró la sede de UNASUR, ese engendro político inventado por el Foro de São Paulo para recrear por otros medios en la región la trágica década de los 70’s y perpetuar en el poder a los regímenes que encabezaran Hugo Chávez, Lula, Correa, Evo Morales, Fidel Castro y Néstor Kirchner; la estatua de éste, instalada a la entrada del edificio, fue removida y destruida.

En Brasil, la detención de Temer, a quien el PT de Lula y Dilma Rousseff acusaba de conspirador y traidor por haber reemplazado a ésta tras su destitución, contribuyó a la aniquilación del “relato”, porque ahora se confirmó, pesados con la misma balanza, que los ladrones, sean de izquierda o derecha, son todos políticos presos, y no presos políticos.

Pese a las inquietudes que su viaje había suscitado, Cristina volvió al país después de su exitosa visita “privada” al paraíso socialista de los hermanos Castro Ruz. Pero dejó allí, protegida por los obedientes médicos cubanos, a Florencia Kirchner, el único miembro de la familia que carece –al menos por el momento- de fueros; inmediatamente, su madre solicitó la extensión del permiso que le fuera otorgado para salir del país. Otra vez, las redes sociales explotaron con versiones de tentativas de mantenerla fuera del alcance de la Justicia hasta las elecciones, cuando sería incluida en alguna lista como candidata a diputada.

Y las sospechas tienen su razón de ser: ambas fueron beneficiadas por los jueces con privilegios que ningún otro argentino tiene. Algo como la detallada confesión de Víctor Manzanares, el dueño de todos los secretos de la asociación ilícita que encabezara la viuda (que ya acumula diez procesamientos y hasta una prisión preventiva confirmada por la Corte Suprema), y que tiene a Florencia como organizadora, bastaría para que cualquiera de nosotros terminara tras las rejas, pero no es el caso, ya que aquélla continúa paseando por el mundo como una reina, injustamente destronada por la “oligarquía”, los “medios hegemónicos”, la Justicia “perseguidora” y el “norte”. Tampoco es el caso de Enrique y Sebastián Eskenazi y de Jorge Brito, todos mencionados otra vez por el verborrágico contador.

Mientras tanto, la probabilidad de su triunfo en octubre o noviembre sigue enfriando la economía argentina, que casi ha alcanzado niveles de rigidez cadavérica, mientras los muchos ministros que intervienen en ella, notoriamente incapaces y torpes, no aciertan con sus múltiples recetas ni proponen plan alguno para tranquilizarla.

Agradezco muy especialmente a los cientos de connacionales que han expresado su simple conformidad al otorgamiento de la personería jurídico-política provisoria del P.A.D., enviando respectivos correos; pero le recuerdo que, para lograrla, se necesitarán cuatro mil manifestaciones en cada jurisdicción, una meta que todavía estamos muy lejos de alcanzar.

Bs.As., 23 Mar 19

viernes, 15 de marzo de 2019

A falta de luto, bueno es el pánico




A falta de luto, bueno es el pánico


“Las elecciones me pondrán en la disyuntiva de elegir entre ladrones y chambones, 
pero no será un problema, porque mi religión me impide votar ladrones”.
           Un oyente citado por Héctor M. Guyot

Antes que nada, mi profundo agradecimiento a los muchísimos compatriotas que asistieron, el martes pasado, a la presentación del P.A.D. y, en especial, a quienes participaron del debate y ofrecieron su colaboración, incluyendo a muchos del interior del país que no pudieron llegar, y pido mil disculpas a todos aquéllos que no consiguieron ingresar al recinto por falta de espacio pero tuvieron la enorme gentileza de escuchar desde afuera. A partir de ahora, los esfuerzos estarán enderezados a obtener la simple conformidad de 4.000 porteños para que se constituya como partido en la ciudad; mientras tanto, puede solicitar el envío de la plataforma a AusteridadyDecencia@gmail.com.

  Ahora sí, a los hechos. Y los dos más políticamente relevantes, sin ignorar la ruptura de Cambiemos en la Provincia de Córdoba, fueron sin duda la insólita e ilegal presentación del Juez Alejo Ramos Padilla ante la Comisión de Libre Expresión de la Cámara de Diputados, y el viaje de Cristina Elisabet Fernández a Cuba para, según dijo, acompañar a su hija Florencia Kirchner durante su internación médica en la isla.

El magistrado federal de Dolores, pese a que la causa se encuentra bajo secreto del sumario por su propia decisión, expuso cínicamente ante los legisladores que integran una comisión ajena al tema, las supuestas pruebas de la presunta red de inteligencia ilegal que investiga.

Su confesa pertenencia a Justicia Legítima, la organización que el kirchnerismo parió mientras intentaba la “democratización” del Poder Judicial, se suma a su clara incompetencia, toda vez que los eventuales delitos se habrían cometido en la Capital Federal, y desnuda la maniobra de los procesados en la “causa de los cuadernos” para embarrar la cancha y, si resulta posible, desplazar al Juez Claudio Bonadio y al Fiscal Carlos Stornelli, quienes terminarán por llevarlos a todos a la cárcel.

El otro acontecimiento llamativo fue la salida del país de la ex Presidente. Las redes sociales explotaron ante la posibilidad de una fuga, ya que la dictadura comunista caribeña no ha firmado un tratado de extradición con la Argentina; a riesgo de equivocarme malamente, desde ya aclaro que descreo que ese sea el motivo del viaje.

Por el video que grabó para difundir su preocupación por la salud de su hija y culpar a la Justicia por la “persecución feroz” que le ha provocado estas complicaciones psicológicas, pienso que otra es la razón. Me parece que, convencida que la muerte de su marido en 2010 fue el factor que permitió su reelección al año siguiente, está intentando reemplazar el mágico luto del vestidito negro por las irreprimibles lágrimas de una madre acongojada.

Eduardo Valdez, el ex Embajador ante el Vaticano reconvertido en su vocero, explicó a la prensa que Florencia padece de ataques de pánico, productos de su temor a ser detenida en cualquier momento; sería razonable que los padeciera, ya que es la única de la familia que carece de fueros. Pero no atribuyó, claro, ninguna responsabilidad a Cristina por ello.

Olvidó así que a la joven no sólo se le encontraron inexplicables US$ 5 millones en efectivo, sino que sus padres, como tantos otros de estos delincuentes hicieron con sus hijos (por ejemplo, Julio de Vido, Lázaro Báez o Cristóbal López), la incluyeron en los directorios de las empresas a través de las cuales lavaban dinero. Claramente, no hay un acoso judicial sino, meramente, varias causas judiciales en las que está siendo investigada por delitos comunes.

Hay preguntas que están flotando en el aire, y que Bonadio insiste en no responder: ¿quién autorizó a Florencia a salir del país?, ¿no existe, en su caso, el peligro de fuga? Sospechosamente, tanto él como sus colegas también ignoran el reclamo ciudadano para que citen a prestar declaración a Enrique y Sebastián Eskenazi y a Jorge Brito, a quienes se continúa extrañando en Comodoro Py; ¿por qué será que los protegen tanto?

Hubo otro hecho que, si no fuera tan lamentable, sería de una comicidad inigualable: la anunciada candidatura presidencial del ex Gobernador Daniel Scioli, el mayor saqueador que recuerda la Provincia de Buenos Aires. Los muertos y damnificados por las inundaciones de La Plata, el sideral crecimiento de las villas de emergencia en el Conurbano, la proliferación de la droga durante su gobierno, y la inusitada riqueza que se le atribuye en Balcarce, Carmelo (ROU), Estados Unidos e Italia debieran recomendarle cultivar un bajo perfil; tal vez, su lanzamiento se deba, precisamente, a la alta probabilidad de su pronto encarcelamiento.

El cambalache político argentino, como se ve, da para todo, hasta para que Roberto Lavagna, pretendiendo que olvidemos su pasado, se ofrezca como la gran esperanza del peronismo, siempre propenso a indultar a los peores ladrones.

Bs.As., 15 Mar 19

viernes, 8 de marzo de 2019

Invitación a la presentación




Invitación a la Presentación

El martes 12 de marzo, a las 19:00 hs., en la Avda. Quintana 161 (entre las calles Parera y Montevideo), de la ciudad de Buenos Aires, se expondrán unas ideas básicas tendientes a la creación de una formación política a la cual, al menos por el momento, se ha bautizado Partido de la Austeridad y la Decencia (P.A.D.); a su pedido a AusteridadyDecencia@gmail.com, se le enviarán esas propuestas por mail.-
En la medida en que aún no ha sido constituido, no se le pedirá que se afilie a él sino sólo que escuche y participe en la discusión de la plataforma con arreglo a la cual desarrollará su acción futura.-
Los tiempos actuales requieren un mayor compromiso ciudadano con el país y sus enormes problemas, y está en todos nosotros la posibilidad de dejar a nuestros hijos y nietos una sociedad más justa, más honesta, más respetable y, sobre todo, mejor preparada para los desafíos que un mundo en permanente y acelerado cambio impone.-
Debemos empeñar nuestros mayores y mejores esfuerzos en revertir el proceso de decadencia, inédito e inexplicable, en que la Argentina se encuentra desde hace tantas décadas.-
La naturaleza nos ha dotado con enormes recursos naturales, pero eso nos convierte en un país rico; muy por el contrario, nos hemos transformado en un país dilapidado que, si no altera el rumbo, se transformará en inviable.-
Por eso, le ruego asista a la presentación (no se requiere vestimenta formal) y, en la medida de sus posibilidades y afinidades, nos ayude a lograrlo.-
Bs.As., 9 Mar 19

sábado, 2 de marzo de 2019

Finalmente, los largos




Finalmente, los largos


“Es el primer cambio político que respeta las ruinas”. 
Manuel Vázquez Montalbán

La apertura del período ordinario del H° Aguantadero trajo una sensible novedad: Mauricio Macri, por primera vez y tal vez enojado por el destrato que sufría por parte del zafio kirchnerismo, salió de su estilo zen, que cultivaba desde hace años, y respondió con justificada firmeza a los desaforados gritos que provenían de la bancada encabezada por Agustín Rossi. Me sorprendió escuchar al Presidente en un verdadero discurso de barricada, casi una arenga, y confieso que me gustó mucho.   

El miércoles, el INDEC informó que, durante 2018, la economía argentina cayó en 2,6%. En épocas recientes, Guillermo Moreno, que hoy se postula como candidato presidencial y jura que, de triunfar, convertirá en un verdadero paraíso este penoso infierno del cual fue uno de los máximos responsables, no trepidaba en falsificar los datos que hoy se exponen.

Esa caída en el PBI (que, a fin de 2017, era de US$ 637,6 mil millones) significó que casi todos los argentinos somos US$ 16.000 millones más pobres. Digo ‘casi’ porque hay toda una siniestra casta a la que no le pasó lo mismo: la integran los empresarios que aplicaron siderales sobreprecios a los contratos de obras públicas, resultantes en sumas que compartían con los funcionarios encargados de firmarlos, que las remitían a sus jefes en bolsos y valijas.

No comprendo cómo tan pocos relacionan nuestros inmensos problemas actuales con las cifras involucradas en la expoliación de la que fue objeto el país durante la extendida década en la que Néstor y Cristina ocuparon la Casa Rosada. Como me dijo un amigo, Mauricio Macri no debería recurrir al FMI sino al Juez Claudio Bonadio y a algunos de sus colegas de Comodoro Py, que ya tienen embargados bienes (estancias, cuentas bancarias, aviones, automóviles, casas y hoteles) cuyo valor puede superar el auxilio internacional recibido.

Lo peor de todo es que, sea en billetes enterrados en el sur (que nadie ha encontrado aún), cambiados por diamantes en Angola o depositados en cuentas secretas alrededor del mundo (Seychelles incluidas), todo el fruto del saqueo se fugó del país y, así, se sustrajo de nuestra economía.

Es por ello que la sociedad entera reclama que devuelvan lo robado, más aún que la prisión de los responsables. Ese unánime grito se escuchó en la manifestación del jueves por la noche, cuando la ciudadanía exigió al Consejo de la Magistratura la rápida y eficiente investigación del proceder de los jueces federales que, como dijo Santiago Kovadloff, se escudan en sus cargos para ocultar su verdadero rol de protectores de la corrupción y, ellos mismos, grandes coimeros y ladrones.

El peronismo votó en comisión, unánimemente, por derogar el decreto presidencial que estableció un rápido régimen procesal para la extinción de dominio en los casos de corrupción y narcotráfico, que tramitará en sede civil. No resultó óbice para que los legisladores levantaran la mano el riesgo de una fuerte condena social en un año de elecciones, pero cuando esa propuesta llegue al recinto de las cámaras, cada actitud individual será exhibida en los medios, y dudo que quienes hayan decidido incinerarse para blindar a los ladrones obtengan el porcentaje necesario para su derogación.

Macri, sin duda, está en deuda con la sociedad y con su electorado, ya que ha respetado muchas de las estructuras y a gran parte de los funcionarios quintacolumnistas que heredó; a mero título de ejemplo, nada ha hecho para terminar con el “curro de los derechos humanos”, como prometió al asumir; pero rescato una frase de Adolfo Ruiz: “Con Macri, mal; sin Macri, peor”. Siempre he calificado como especulación bastarda la vocación de tener como sparring a Cristina Fernández, pero las encuestas, al reflejar la firmeza de su base electoral, nos obligará este año nuevamente a optar por el mal menor: si el kirchnerismo regresara, entraremos en el mismo espiral de destrucción masiva que acabó con Venezuela.

En muchas notas me referí a la impunidad de la que gozan, aún hoy, Enrique y Sebastián Eskenazi. Ayer, nada menos que Carlos Pagni tomó la posta; su nota de ayer en La Nación (https://tinyurl.com/yy5ktfha), como siempre, fue impecable y agregó un sinnúmero de trascendentales informaciones a mis dichos. Es de esperar que ahora los jueces dejen de mirar para otro lado y los llamen a prestar declaración indagatoria, ya que fueron –y aún lo son- los cómplices necesarios en el mayor desfalco que sufrió el país.

Para finalizar, le ruego agende la reunión del 12 de marzo, a las 19;00, en Quintana 161, C.A.B.A., en la que presentaré en sociedad al Partido de la Austeridad y la Decencia (PAD); su presencia, y su participación en el debate, resultará esencial.

Bs.As., 2 Mar 19