La maravillosa forma de comunicación del Gobierno
Además de seguir asombrándome por la conducta de doña Cristina, lo cual (como ya saben) me permite mantenerme joven, debo hoy confesar mi más profunda admiración por la forma de comunicar que utiliza el Gobierno. Si fuera dueño de una universidad, no dudaría en ofrecer a don Néstor o a su cónyuge el decanato de la facultad de comunicación social.-
Ayer, como todos los argentinos –con excepción de una pequeñísima ‘mesa’ que ayuda a la pareja imperial en la toma de decisiones- asistí al discurso de la señora Presidente por televisión, en el que me informó que enviaría un proyecto de ley al H° Congreso (cuando era chico, esa abreviatura quería decir ‘honorable’) proponiendo la lisa y llana confiscación de los aportes de quienes optaron por la previsión social privada.-
Lo notable es que el argumento que usó doña Cristina –que, por lo visto, convenció a gran parte de la oposición y, obvio, a todo el sindicalismo- es que las AFJP, que administran los fondos conformados por esos aportes, habían incurrido en desmanejos, los cuales, sumados a la crisis global que afecta a las bolsas de valores del mundo, ponían en riesgo la jubilación futura de los aportantes.-
¡Realmente, maravilloso! Porque lo real, lo que todo el mundo sabe, es que fue el propio Estado quien, obligando a las AFJP a invertir sus fondos en bonos del Tesoro nacional y, luego, encomendando a Moreno que las estafara con el arbitrario manejo del INDEC sobre el CER, las había llevado a esa situación.-
Por lo demás, si desde el segundo gobierno de Perón, todos han saqueado las cajas de jubilaciones, ¿qué lleva a doña Cristina a mentirle nuevamente a la gente?
La verdad, lisa y llana, es que el Gobierno ha dado un manotazo para aliviar sus problemas de financiamiento frente a los vencimientos de deuda que deberá afrontar en el futuro inmediato, y la total cerrazón en que están los mercados mundiales de crédito, especialmente para Argentina.-
Entonces, ¿no habría sido mejor –y, por supuesto, muchísimo más sincero- explicar que, si Argentina recae en un default, volveremos todos al famoso “infierno” de don Néstor?-
Estoy convencido que el Gobierno prefiere demostrarnos, una y otra vez, su excelencia en materia de comunicación antes que decirnos la verdad.-
Porque, además, de haberla dicho seguramente hubiera podido evitar al menos una parte importante de los juicios que, en tribunales locales o internacionales, lloverán como piedras sobre nosotros.-
No solamente irán a pleito los estafados y violados aportantes a las AFJP sino los accionistas de éstas que, sobre la base de una ley, armaron un negocio que hoy pretenden que desaparezca.-
Y ni hablar de los problemas inmediatos que este verdadero manotazo de ahogado del Gobierno significa hoy para el país todo:
Desaparece el mayor inversor en la bolsa.-
Desaparece el mayor financiador de las cuotas de las tarjetas de crédito.-
Desaparece la única fuente de financiamiento genuino que quedaba.-
Desaparece el dueño de importantes porciones del capital social de grandes empresas.-
Argentina se transforma en el país más riesgoso del mundo para la inversión externa, y el ‘riesgo país’ llega a las cifras de la época del default.-
La necesidad del Gobierno de transformar esos valores en dinero, para pagar los vencimientos externos, lo obligará a liquidar las acciones de compañías como Consultatio, Edenor, etc., etc., en momentos en que esas liquidaciones hundirán aún más los precios.-
Desaparece la fuente de trabajo de una cantidad importante de argentinos.-
Y, fundamentalmente, continúa desaparecida la seguridad jurídica, lo cual constituye una barrera infranqueable para la llegada de inversiones externas.-
Pese a todo ello, gracias a la forma en que el Gobierno lo ha comunicado, pudimos todos ver al señor Lascurain (Unión Industrial), al señor Moyano (CGT), a todos los ministros y gobernadores K, y a un grupo importante de corifeos aplaudir encantados el discurso en el que doña Cristina anunció, una vez más, el suicidio en cámara lenta de Argentina.-
Buenos Aires, 22 de octubre de 2008.-
Además de seguir asombrándome por la conducta de doña Cristina, lo cual (como ya saben) me permite mantenerme joven, debo hoy confesar mi más profunda admiración por la forma de comunicar que utiliza el Gobierno. Si fuera dueño de una universidad, no dudaría en ofrecer a don Néstor o a su cónyuge el decanato de la facultad de comunicación social.-
Ayer, como todos los argentinos –con excepción de una pequeñísima ‘mesa’ que ayuda a la pareja imperial en la toma de decisiones- asistí al discurso de la señora Presidente por televisión, en el que me informó que enviaría un proyecto de ley al H° Congreso (cuando era chico, esa abreviatura quería decir ‘honorable’) proponiendo la lisa y llana confiscación de los aportes de quienes optaron por la previsión social privada.-
Lo notable es que el argumento que usó doña Cristina –que, por lo visto, convenció a gran parte de la oposición y, obvio, a todo el sindicalismo- es que las AFJP, que administran los fondos conformados por esos aportes, habían incurrido en desmanejos, los cuales, sumados a la crisis global que afecta a las bolsas de valores del mundo, ponían en riesgo la jubilación futura de los aportantes.-
¡Realmente, maravilloso! Porque lo real, lo que todo el mundo sabe, es que fue el propio Estado quien, obligando a las AFJP a invertir sus fondos en bonos del Tesoro nacional y, luego, encomendando a Moreno que las estafara con el arbitrario manejo del INDEC sobre el CER, las había llevado a esa situación.-
Por lo demás, si desde el segundo gobierno de Perón, todos han saqueado las cajas de jubilaciones, ¿qué lleva a doña Cristina a mentirle nuevamente a la gente?
La verdad, lisa y llana, es que el Gobierno ha dado un manotazo para aliviar sus problemas de financiamiento frente a los vencimientos de deuda que deberá afrontar en el futuro inmediato, y la total cerrazón en que están los mercados mundiales de crédito, especialmente para Argentina.-
Entonces, ¿no habría sido mejor –y, por supuesto, muchísimo más sincero- explicar que, si Argentina recae en un default, volveremos todos al famoso “infierno” de don Néstor?-
Estoy convencido que el Gobierno prefiere demostrarnos, una y otra vez, su excelencia en materia de comunicación antes que decirnos la verdad.-
Porque, además, de haberla dicho seguramente hubiera podido evitar al menos una parte importante de los juicios que, en tribunales locales o internacionales, lloverán como piedras sobre nosotros.-
No solamente irán a pleito los estafados y violados aportantes a las AFJP sino los accionistas de éstas que, sobre la base de una ley, armaron un negocio que hoy pretenden que desaparezca.-
Y ni hablar de los problemas inmediatos que este verdadero manotazo de ahogado del Gobierno significa hoy para el país todo:
Desaparece el mayor inversor en la bolsa.-
Desaparece el mayor financiador de las cuotas de las tarjetas de crédito.-
Desaparece la única fuente de financiamiento genuino que quedaba.-
Desaparece el dueño de importantes porciones del capital social de grandes empresas.-
Argentina se transforma en el país más riesgoso del mundo para la inversión externa, y el ‘riesgo país’ llega a las cifras de la época del default.-
La necesidad del Gobierno de transformar esos valores en dinero, para pagar los vencimientos externos, lo obligará a liquidar las acciones de compañías como Consultatio, Edenor, etc., etc., en momentos en que esas liquidaciones hundirán aún más los precios.-
Desaparece la fuente de trabajo de una cantidad importante de argentinos.-
Y, fundamentalmente, continúa desaparecida la seguridad jurídica, lo cual constituye una barrera infranqueable para la llegada de inversiones externas.-
Pese a todo ello, gracias a la forma en que el Gobierno lo ha comunicado, pudimos todos ver al señor Lascurain (Unión Industrial), al señor Moyano (CGT), a todos los ministros y gobernadores K, y a un grupo importante de corifeos aplaudir encantados el discurso en el que doña Cristina anunció, una vez más, el suicidio en cámara lenta de Argentina.-
Buenos Aires, 22 de octubre de 2008.-