Un
día de furia
“Y un
horizonte de perros
ladra muy lejos del río”
Federico García Lorca
Debo
pedir disculpas por la gran demora que se produjo en la remisión de mi nota
anterior, debido a un problema en el motor de envío. Como recordará, lamenté en
ella el lugar y la forma de la convocatoria, para el martes 20 y en Comodoro Py
2002, de una marcha ciudadana en reclamo de una Justicia independiente, seria y
rápida.
Tal como
dije que haría, concurrí y me llevé algunas sorpresas. La primera, el número de
los asistentes; desde el llano resultó imposible calcularlo, pero una
fotografía tomada por un dron permitió más tarde descubrir que la multitud
colmaba totalmente la ancha avenida Py; además, en el momento en que emprendí
la retirada, comprobé que muchas personas recién llegaban, como había sucedido
el 1° de abril. La segunda, penosa, fue la casi total ausencia de jóvenes. Finalmente,
el enorme compromiso que ha asumido una gran franja de la población frente al
principal problema de nuestro sistema político: la corrupción, la ignorancia y
la lentitud que afectan al Poder Judicial, salvo honrosas excepciones.
Muchos de
los carteles que portaba la multitud hacían referencia al Juez Sergio Moro, de
Curitiba, que ha logrado enviar a la cárcel a cientos de políticos y
empresarios corruptos, incluyendo la invitación al magistrado para trasladarse
a la Argentina. Me recordaron otros, que pude ver en las manifestaciones
brasileñas a fines de 2015, que proponían a Mauricio Macri como candidato a
presidente de nuestro vecino país.
Tengo la infantil
esperanza que el mensaje de la calle haya llegado a los ojos y oídos de los
magistrados, ausentes ese día del emblemático edificio, y los hagan tomar
conciencia del riesgo personal que asumen al convertir a la República y a la
Constitución en sendas cáscaras vacías. Mientras sigan garantizando la
impunidad y fallando con arreglo a intereses bastardos, la Argentina no tendrá
futuro alguno.
De todas
maneras, sigo insistiendo en una nueva convocatoria a la ciudadanía para
reunirnos un día de semana, en Plaza Lavalle, donde están las sedes de la Corte
Suprema y del Consejo de la Magistratura, para elevar el tono de la protesta
frente a quienes son los máximos responsables del desquicio. En la medida en
que el lugar está en obras, que no terminarán antes de la feria de invierno,
habrá que dejarla para los primeros días de agosto, cuando se reanuden las
actividades judiciales.
Mientras la
concentración del 20 se llevaba a cabo, Cristina presentó en sociedad a su
nuevo “espacio” –el FUCK- con un show unipersonal y rodeada por los personajes más
repudiados de la panoplia en que se exhibe la de la política local. Resultó un
acto verdaderamente escuálido, en un estadio de fútbol pequeño, montado sobre
la movilización de los masoquistas aparatos del PJ, al cual la ex Presidente
excluyó a propósito de su armado; esa es la peor pesadilla de los intendentes
que todavía la acompañan, porque los privará de usar las imágenes de Perón y
Evita, la marchita y el escudo, tan caros al corazón de los más pobres.
Esta
noche, finalmente se sabrá, sobre todo en territorio bonaerense, quiénes serán
los candidatos que competirán en octubre por las bancas legislativas que
entrarán en disputa, previo tránsito por las inútiles primarias de agosto. El
día de furia se vivirá, mientras tanto, en el interior del Frente Unión
Ciudadana Kirchnerista, cuando los casi cuarenta kapos que han jurado apoyar a
Cristina en su tentativa de llevar a sus fieles a la Legislatura, vean cómo han
quedado las listas verdaderamente importantes para ellos, es decir, cómo se
integrarán sus respectivos concejos deliberantes.
La razón
es simple, ya que de esos organismos depende la supervivencia del cacique que
comanda el municipio. Si no quedaran conformes, la “traición” volverá a primer
plano, como sucedió en 2015, cuando los punteros repartieron boletas cortadas, dejando
fuera a la fórmula Anímal Fernández-Gabriel
Mariotto.
En
octubre, si bien es cierto que quienes pondrán más bancas en juego serán el
kirchnerismo y el massismo, debido a que deberán renovar aquéllas que ganaron
en 2011 y 2013, el país necesita confirmar que algo ha terminado, y que no
existe riesgo inmediato de un retorno del populismo, el fantasma que espanta –al
menos, hasta entonces- a los inversores, casi tanto como la inexistencia de una
Justicia digna de tal nombre.
Que entre
los interesados fieles de Cristina impera un cierto desánimo lo prueban los aullantes
caninos que repudian un cambio en el tema de los derechos humanos tuertos que,
presumen, se produciría a partir de un triunfo del oficialismo. Los máximos
voceros de esos perros, encabezados por Horacio Verbitsky, se rasgan las
vestiduras ante una eventual desfinanciamiento de los instrumentos de venganza
que consiguieron durante el kirchnerismo, mientras denuncian una severa
modificación en la postura estatal frente al drama de los 70’s; tal vez, estén
previendo ya que, cuando la Corte Suprema deba volver a fallar en un caso de “2x1”,
Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco resolverán sostener
su impecable postura y, consecuentemente, que el adefesio legal votado casi por
unanimidad para impedir su aplicación a los militares acusados de delitos de
lesa humanidad es inconstitucional.
Hasta el
momento, esa alteración no se percibe en la calle, ya que algunos jueces
integrantes de la nefasta Justicia Legítima, siguen ordenando detenciones por
hechos ocurridos hace más de cuarenta años y continúan los fallecimientos de
ancianos militares en cautiverio. El caso más reciente y paradigmático fue el
encarcelamiento de los extremadamente jóvenes oficiales que comandaron el
operativo de rescate de un secuestrado en una “cárcel del pueblo”, cuyos
custodios no hesitaron en asesinarlo cuando llegaron las fuerzas del orden y
cayeron combatiéndolas; el hecho derivó en la tentativa de suicidio de un señor
Coronel, que intentó dejar un mundo en el que la verdadera Justicia ha dejado
de existir.
Pero no
sólo aquí se cuecen habas. La reunión de la OEA que acaba de celebrarse en
México se transformó en una vergüenza por obra y gracia de los países que se
dicen campeones de los derechos humanos. La feroz tiranía de Nicolás Maduro,
que ya ha matado a setenta y ocho personas en casi tres meses de protestas
pacíficas, evitó la condena regional gracias a los votos negativos de Bolivia,
Ecuador y Nicaragua, acompañados en esa deshonrosa actitud por las pequeñas
naciones del Caribe que continúan recibiendo el petróleo que se ven obligados a
regalarles los hambrientos y masacrados venezolanos.
No dudo
de la victoria de Cambiemos en las elecciones de octubre, y exhorto fuertemente
a los cobardes dueños del capital nacional a que, si no lo hicieron antes por
miedo, empiecen a invertir en su país cuando eso ocurra. Si no lo hacen, si no
apuestan al futuro, el retorno del populismo ladrón será una profecía
autocumplida y la Argentina se habrá suicidado nuevamente.
Bs.As.,
24 Jun 17