viernes, 15 de noviembre de 2024

Gente honrada

 



Gente honrada

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 968)

 

“Sus virtudes sólo a ella aprovechan, y sus vicios contaminan el mundo”.

 José Maria Eça de Queiroz


Todos hemos visto cuánto creció, exponencialmente, la fortuna de los Kirchner desde sus lejanos días en la Intendencia de Río Gallegos, a medida que ocuparon la Gobernación de la Provincia de Santa Cruz y, más tarde, la Presidencia de la República por cuatro períodos. Pero Cristina Fernández explicó en Harvard que el origen de ese enorme patrimonio era el exitoso ejercicio de la profesión de abogados, y Cristina es una mujer honrada.

 

Un día, nos sorprendimos cuando, en una diligencia judicial, fue abierta la caja de seguridad de Florencia Kirchner y en ella encontraron cinco millones de dólares en efectivo. Pero su madre nos explicó que correspondían a la herencia que el laborioso Néstor (q.e.p.d.) había dejado a sus hijos, y Cristina es una mujer honrada.

 

El miércoles, luego de transitar por las manos de quince jueces (de instrucción, de la Cámara Federal de Apelaciones, del Tribunal Oral y de la Cámara de Federal Casación Penal), la causa “Vialidad” tuvo su desenlace con una sentencia que la condenó por defraudación al Estado (curiosamente, obvió la asociación ilícita y el peculado) a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Pero Cristina, simultáneamente, publicó una carta abierta a la que tituló “Copitos en Comodoro Py”, en la que nos contó que, ya que el intento de asesinato había fracasado, ahora la ejecución estaba a cargo de la Casación, y Cristina es una mujer honrada. Juan Grabois, Juan Martín Mena, Oscar Parrilli, Axel Kiciloff, Wado de Pedro, y muchos otros dijeron que se trataba de un fallo que, pese a las pruebas incontrastables, tenía como única razón de ser excluirla de una futura competencia electoral, y todos ellos son personas honradas.

 

Cristina tiene pendientes otras graves causas (pacto con Irán, los “Cuadernos” de Oscar Centeno, “la ruta del dinero K II” y “Hotesur/Los Sauces”); aunque la Justicia divide las investigaciones y, remolona, no fija fechas para los juicios orales que corresponden, ella dijo que todas derivan del pérfido “lawfare”, instalado por los dueños de los diarios Clarín y La Nación para perjudicarla, y Cristina es una mujer honrada.

 

Decenas de empresarios confesaron, ante la Justicia, el pago de sobornos en efectivo a funcionarios y secretarios de Cristina Fernández por la adjudicación de contratos a sus empresas, y hemos visto a José López revolear bolsos con 9 millones de dólares en un convento. Sin embargo, Carlos Mahiques, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone dijeron, en una extraña resolución, que en realidad se trataba sólo de aportes para la campaña electoral y, consecuentemente, no delitos sino meras infracciones, y los tres son jueces honrados.

 

Como Cristina tiene 70 años, ya es vox populi que no irá a la cárcel sino, tal vez, a prisión domiciliaria en alguno de sus múltiples domicilios; ese beneficio se concede a quienes, a criterio de los magistrados, no pueden alterar las pruebas del proceso ni pueden fugarse, lo cual claramente es su caso. Pero decenas de jueces, apoyados por fiscales militantes, mantienen en prisión preventiva a centenares de ancianos enfermos por períodos que exceden largamente (algunos, más de 16 años y, en promedio, 7) el máximo previsto en la ley, porque, seguramente, están de verdad convencidos que aún pueden influir sobre las pruebas de hechos ocurridos hace más de cuatro décadas o escapar del país a desconocidos paraísos, ya que todos esos impolutos magistrados son hombres honrados.

 

El Congreso sancionó, durante la Presidencia de Raúl Alfonsín, las leyes de “obediencia debida” y “punto final”; más tarde, hizo lo mismo con la ley de “2x1”. Más tarde, ya con el finado Néstor en la Casa Rosada, ese mismo H° Aguantadero no sólo declaró nulas las primeras sino que “reinterpretó” la tercera para que no pudiera aplicarse a los militares, y la Corte Suprema, presidida por Ricardo Lorenzetti, convalidó todo. Pero debían tener razón, puesto que todos esos legisladores y jueces son hombres honrados.

 

Diariamente, el vocero presidencial, Manuel Adorni, nos cuenta cuántos enormes chanchullos se descubrieron en la administración del Estado; sin embargo, eso no se traduce, en general, en denuncias penales concretas. Ignoro a qué se debe tamaña inacción por parte de la gestión libertaria pero, como ha jurado combatir a la casta, seguramente está justificada, ya que, además de muy exitoso, Javier Milei es un hombre honrado.

 

Sigue insistiendo en la designación del impresentable Ariel Lijo como ministro de la Corte Suprema, y ha trascendido que, si el trámite no fuera aprobado por el Senado, lo haría por decreto. La sociedad civil se ha expresado masivamente en contra del candidato, mencionando las infinitas y fundadas razones que abonan su inhabilidad para ejercer el cargo. Pero Milei confía en él ciegamente, y el Presidente es un hombre honrado.

 

William Shakespeare nos relató, en su “Julio César” qué sucedió con los conspiradores que habían asesinado al protagonista cuando Marco Antonio concluyó su discurso funerario. Tal vez a mucha gente honrada le resultaría útil leerlo.

 

Bs.As., 16 Nov 24


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https://www.notiar.com.ar/index.php/opinion/133800-gente-honrada-por-enrique-avogadro

viernes, 8 de noviembre de 2024

Fuera del Tarro

 


Fuera del Tarro

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 967)

 

“Cuanto más me despreciaran, más brutal sería mi argumento; no podrían verme venir”.

 Pola Oloixarac

 

Lo sucedido el martes en los Estados Unidos dejó al mundo entero en estado de estupefacción pues, hasta el día anterior, todos los pronósticos nos decían que habría paridad, que se tardaría mucho en conocer los resultados definitivos, que la diferencia entre Kamala Harris y Donald Trump llevaría a la judicialización del proceso electoral, que podría haber violencia callejera, etc. Nada de eso ocurrió, los analistas de opinión volvieron a equivocarse como tantas veces y el republicano, al  pintar de rojo el mapa entero, fue coronado por una auténtica avalancha de votos que permitió a su partido hacerse con la mayoría en ambas cámaras del Congreso y con la gobernación de casi todos los Estados de la Unión.

 

Me declaro ignominiosamente culpable por haber caído en esa trampa, engañado por las encuestas que consumí con pasión y que, a diario, informaban de las subas y bajas de ambos candidatos en cada uno de los Estados swingers, siempre con diferencias mínimas entre ellos. Mi única disculpa es que, seguramente, Trump incurrió en el mismo error, ya que agitó el fantasma de un fraude hasta último momento. Y digo esto porque, desde que compartí con mis compatriotas la sorpresa que significó la llegada de Javier Milei al poder, no hubiera debido ser así.

 

Nuestro Presidente interpretó con exactitud el giro copernicano que se había producido en la sociedad, y se transformó en la voz de ésta para expresar su descontento y su ira. Hasta el primer turno electoral, nadie daba una moneda por su futuro político, porque no habíamos percibido, a diferencia de él, ese profundo cambio que llevaría a la implosión de todos los partidos políticos tradicionales. En varios países europeos ese fenómeno se está replicando por el hartazgo de sus ciudadanos ante los excesos que trajeron aparejados la agenda globalista 2030, la imposición de las políticas woke, la insoportable presión gramsciana de las minorías para modificar las sociedades, siempre en sentido contrario los deseos y las arraigadas costumbres de las mayorías y destruyendo a su paso todo aquello que constituye la base de la civilización occidental, comenzando por la familia.

 

La poderosa victoria de Trump puso en pausa al mundo entero, y seguirá así hasta que, después de su asunción el 20 de enero, comiencen a despejarse las incógnitas acerca de la posición que adoptará en los múltiples escenarios de conflicto actuales, sean éstos bélicos, políticos o comerciales. Así, la OTAN se está preguntando si los Estados Unidos seguirán proveyendo a la defensa de Occidente frente a Rusia y los desmesurados apetitos territoriales de Vladimir Putin para recrear el imperio zarista, y seguramente Volodimir Zelensky ha perdido el sueño frente a la posibilidad de verse obligado a negociar la paz a cambio de la amputación del Dombass del territorio de Ucrania para su cesión al invasor. Y lo  mismo sucede en Medio Oriente, en especial en Irán, donde los terroristas ayatollahs ven con preocupación la llegada al Salón Oval de un Trump que, si bien se inclinará por reducir el compromiso militar de los Estados Unidos en el exterior y apoyarse más en los regímenes sunitas aliados de la región, no estará dispuesto a contemplar impávido más ataques contra Israel.

 

En el principal escenario de confrontación, es decir aquél en que compiten China y Estados Unidos, recíprocamente principales socios comerciales, en lugar de balas (no creo que, a pesar de las permanentes provocaciones de Xi Jinping a Taiwan y a todos los países del Pacífico sur, por el momento se llegue allí a una guerra real) se usarán como proyectiles barreras arancelarias, por la propensión del nuevo Presidente norteamericano a proteger a su propia industria frente a la agresividad de los bajos precios de su competidora oriental.

 

En América Latina, si bien nunca ha sido una prioridad para los Estados Unidos, hoy su preocupación pasa por la fuerte penetración de China a través de leoninos préstamos para inversiones en infraestructura y de la adquisición de empresas proveedoras de materias primas, incluyendo alimentos. Con seguridad, no sólo los tiranos Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel, Daniel Ortega y Luis Arce pondrán sus barbas en remojo, sino que la inquietud llegará a Brasil, ya que Luiz Inácio Lula da Silva se ha transformado en una piedra en el zapato, precisamente por su aberrante posicionamiento frente al catastrófico drama venezolano, mientras que México, Colombia y Chile están gobernados por regímenes de izquierda que, a la luz de lo que está sucediendo, aparecen como trasnochados..

 

Finalmente, y salvo en lo que se refiere a un eventual apoyo a nuestro país en su relación con el FMI y otros organismos multilaterales de crédito, no creo que la relación personal e ideológica de Milei con Trump redunde en ventajas especiales para nuestros productos exportables, que compiten con los propios, ni en un marcado respaldo del Tesoro norteamericano a nuestra economía, que aún es muy frágil a pesar de lo sorprendentemente exitosa que ha resultado la gestión gubernamental durante estos once meses.

 

Ahora, nos cabe esperar hasta el miércoles 13, cuando conoceremos el fallo de la Cámara de Casación que revisó la condena a Cristina Fernández por corrupción, y hasta el 25, cuando sabremos el resultado del ballotage en Uruguay, donde Yamandú Orsi (Frente Amplio) competirá con Alvaro Delgado (Partido Nacional), éste con probabilidades de triunfar.

Bs.As., 9 Nov 24

viernes, 1 de noviembre de 2024

Ansiedad y Cimbronazos

 


Ansiedad y Cimbronazos

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 966)

 

“He aprendido a no subestimar nunca a un cubano”.

 Laurence Debray

 

 

Comienzo felicitando a los uruguayos que, el domingo, fueron a las urnas para elegir quien gobernará el país a partir de marzo de 2025 y a los miembros del Legislativo y, también, para expresar su opinión sobre las reformas previsionales impuestas por Luis Lacalle Pou, cuestionadas por la izquierda y los sindicatos, y sobre la prohibición de los allanamientos nocturnos. Yamandú Orsi, candidato por el Frente Amplio, no alcanzó a imponerse y, el 25 de noviembre, deberá enfrentar un ballotage que, según sugieren los votos sumados de quienes integran la alianza de centro-derecha, podría coronar a Alvaro Delgado, del Partido Nacional o Blanco. La propuesta jubilatoria, casi un suicidio, fue rechazada pero se mantuvo el disparate de la limitación a la acción policial.

 

El mundo entero está en vilo ante las elecciones en los Estados Unidos, que se llevarán a cabo el próximo martes 5, ya que mucho dependerá, en todo el globo, de quien resulte ganador: Kamala Harris, Demócrata, o Donald Trump, Republicano. Las últimas encuestas conocidas dan una diferencia casi imperceptible en votos, por lo cual la definición saldrá de los Estados variables, o swingers. Es altamente probable, entonces, que se repita el escenario de 2016, cuando Hillary Clinton obtuvo más votos (dos millones) pero Trump fue quien llegó al poder. En una nota anterior, expliqué cómo funciona el sistema electoral allí. En un acto reciente de la campaña de Trump se cometió, en la recta final, un inexplicable error que puede costarle muy caro en el importantísimo voto latino, cuando un cómico, refiriéndose a Puerto Rico, la calificó como una “isla de basura”. Y Harris lucha contra su pasado de izquierda, una posición que el norteamericano medio rechaza visceralmente.

 

El resultado determinará el comportamiento de los Estados Unidos en todos los escenarios de conflicto actuales: la invasión de Rusia a Ucrania, los ataques de Irán (más Hamas y Hezbollah) a Israel, el estrecho de Ormuz, el Mar de la China, Corea del Norte, etc., aunque también en la guerra comercial con China y la inquietud que produce la creciente presencia de ese país en América Latina. Pese a la tradicional insignificancia con que el Departamento de Estado ha visto a nuestra región, hoy la fuerte rispidez en las relaciones con Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia, países que se han transformado en cabezas del playa de Rusia e Irán en el subcontinente, seguramente también originará una conducta distinta.  

 

La Argentina votó, en Naciones Unidas, condenando el embargo (no un “bloqueo”) de los Estados Unidos a Cuba. Es una flagrante mentira del castrismo achacar su evidente fracaso económico a un inexistente e imposible impedimento norteamericano a comerciar con el mundo entero, tal como lo ha hecho desde la crisis de los misiles de 1962; sólo a la incapacidad y la corrupción de los dirigentes cubanos se puede imputar la catástrofe que vive la isla más grande del Caribe. La implosión de la Unión Soviética y la caída vertical de la producción venezolana, además, terminaron con el regalo de tantos millones de barriles de petróleo que permitió al tiránico régimen sobrevivir siete décadas, con un costo social tan enorme. Discrepo con esa medida de Estados Unidos (sólo prohíbe a sus empresas comerciar con la isla), precisamente porque no sólo es inconducente sino que es usado como excusa por Miguel Díaz-Canel, tal como hicieran antes Fidel y Raúl Castro, para disimular los errores causados por su anquilosado y anacrónico comunismo ante naciones que padecen iguales males.

 

Todos los gobiernos cambian a muchos ministros y funcionarios en el primer año de gestión, movidos por la necesidad de realizar algunas correcciones quirúrgicas en la misma. Javier Milei, que llegó al poder sin partido político, sin gobernadores ni intendentes y, por supuesto, sin los cuadros propios indispensables para cubrir las cúpulas de ministerios y reparticiones públicas, ha debido realizar mayores ajustes que lo habitual, reemplazando a muchos funcionarios heredados de Fernández² y de Sergio Massa. Pensemos en la estructura vertical y piramidal de las fuerzas armadas, y la Cancillería, que deben obedecer siempre –aún cuando no estén de acuerdo con ellas- las órdenes impartidas por quien tiene las atribuciones constitucionales de conducir la defensa nacional y las relaciones exteriores.

 

Pero ni siquiera el despido de Nicolás Posse de la Jefatura del Gabinete de Ministros produjo un cimbronazo tan fuerte como el de Diana Mondino, Canciller, eyectada por ese voto. Si bien nuestro país, bajo el kircherismo se había expresado así, sonó extraño que nuestro representante en la ONU y su jefa, Mondino, ignoraran el férreo alineamiento de Milei con Washington e Israel, en especial después de un atípico comunicado de Presidencia del día anterior, estableciendo que los diplomáticos que no estuvieran dispuestos a acompañar la posición oficial del país contra los regímenes totalitarios de América Latina y contra la Agenda 2030 deberían abandonar de inmediato sus cargos. Sin embargo, Andrés Cisneros, refiriéndose a la influencia negativa del affaire Mondino en la imagen de Argentina ante el mundo, puntualizó: “El prestigio trae dólares, pero los dólares no traen prestigio”.

 

Este último entuerto es una cuenta más en el collar de pesados melones que nos dejó el kirchnerismo, ya que durante veinte años prostituyó al Ministerio de Relaciones Exteriores y a su cuerpo profesional –el mejor preparado del Estado hasta entonces- incorporando militantes irresponsables, inexpertos y soberbios a mansalva, engordando hasta la obesidad el número de diplomáticos activos y (lo multiplicó por seis) de empleados administrativos.

 

Bs.As., 2 Nov 24


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viernes, 25 de octubre de 2024

Rarezas de Aquí y de Allá


                                          Rarezas de Aquí y de Allá

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 965)

 

“¡El último gesto del gran artista es la revelación de la contradicción!”.

 Giuliano da Empoli

 

Tuvo razón quien le puso ese mote, ya que Santiago Caputo, tercer integrante del “círculo de hierro” presidencial, sin duda usa “El mago del Kremlin” como biblia de cabecera. Por ello, para quien quiera prever nuestro futuro inmediato, analizar en esa novela cómo Vadim Baranov contribuyó a la construcción de poder de Vladimir Putin, resulta imprescindible. Cuando el protagonista lanza la frase del epígrafe a un opugnador del nuevo Zar, seguramente hubiera podido referirse a la desconcertante conducta de nuestro Gobierno en múltiples áreas no vinculadas a la macro-economía, en la cual acumula sucesivos e innegables éxitos, aunque el ajuste que resultó inevitable aplicar nos resulte a muchos argentinos tan doloroso. 

 

Porque resulta al menos curioso que transfiera tan inmenso poder a ese jovencísimo súper asesor (sin cargo oficial); que se mantengan los onerosísimos e irritantes privilegios impositivos que gozan las compañías armadoras de Tierra del Fuego, encabezadas por Newsan (Rubén Chernajovsky) y Mirgor (Nicolás Caputo); que se siga impulsando la candidatura del impresentable Juez Ariel Lijo a la Corte Suprema; que se tolere la continuidad de los juicios de venganza y la horrorosa persecución que sufren los ya ancianos militares en prisión; que se mantengan en relevantes cargos del Estado a quintacolumnistas del kirchnerismo y del massismo; que no se traduzcan en inmediatas denuncias penales los escándalos de corrupción que se destapan diariamente; que se mantenga o se designe en numerosas empresas y reparticiones públicas a personajes con oscuros pasados y frondosos prontuarios; que se mente al liberalismo libertario mientras se ataca a periodistas y medios independientes, se limita el acceso a la información pública y se vociferan sapos y culebras desde los más encumbrados atriles oficiales.

 

El activismo estudiantil contra el Gobierno, pese a estar desinflándose, es fogoneado por el trotskismo, claramente secundado por el kirchnerismo, y por el radicalismo que se resiste a perder el manejo sin control de los gigantescos presupuestos universitarios, tal como sucederá tan pronto comiencen la auditorías ya ordenadas. Esos sectores, aterrados ante el desierto que les toca atravesar y que vieron el camino que recorrió en Chile Gabriel Boric, un líder surgido de las anárquicas revueltas que destruyeron simultáneamente decenas de estaciones de subterráneo y enfrentaron violentamente en la calle a los Carabineros, se ilusionan con replicarlo aquí, sin aguardar el fin del período presidencial, es decir, sueñan con destituir a Milei. Pero éste tiene la suerte a su favor, porque el PJ estalló, demostrando la pérdida de centralidad de Cristina Fernández, que habilitó la traición de su heredero Axel Kiciloff al respaldar a Mario Quintela, y la UCR siguió sus pasos cuando se partió su bloque en Diputados por inspiración de Martín Lousteau y Facundo Manes, al quedar en minoría.

 

La reaparición del asesino Mario Firmenich desde su más que cómoda residencia en Nicaragua, reivindicando el accionar terrorista de Montoneros con la pretensión de traerlo al presente, y el franco respaldo de sus más encumbrados cómplices a los pseudo-mapuches que incendian y ocupan propiedades privadas y fiscales, son síntomas que delatan sus intenciones: desafiar al Estado, aún a costa de la desintegración territorial de la Argentina, y convertir a nuestro país en un nuevo campo de batalla de la renovada guerra (todavía) fría que se libra en el plano geopolítico mundial. No tendrán éxito los subversivos actuales porque estas nuevas generaciones son incapaces, gracias a Dios, de parir tantos criminales como aquéllos de los 70’s que, en nombre de una falsa ideología igualitaria y a riesgo de sus propias vidas, sembraron el terror a sangre y fuego; si así no fuera, no dudo que la Ministro de Seguridad, a quien no le tiembla la mano, sería muy eficiente en el mantenimiento del orden público.

 

El 5 de noviembre, dentro de sólo diez días, se disputará la elección presidencial en los Estados Unidos, una de las más ríspidas y parejas de su historia. Quien resulte ganador tendrá una decisiva influencia en el futuro inmediato de todo el globo, que se ha vuelto multipolar. Se verá cuando Kamala Harris o Donald Trump tengan que decidir cuál será la política de inmigración y, sobre todo, cómo actuará su país frente a Putin, Xi Jinping, los ayatollahs, Benjamín Netanyahu, Vlodimir Zelensky, la Comunidad Europea, la OTAN y el Pacífico. Hay demasiados escenarios que desvelan a la aterrorizada humanidad por la posibilidad de un holocausto nuclear: la denodada lucha por su supervivencia de Israel contra Irán, Hezbollah y Hamás; la salvaje guerra de conquista de Rusia contra Ucrania; el persistente acoso de las milicias hutíes al comercio marítimo internacional en el Estrecho de Ormuz; la cada vez más activa gimnasia bélica de China ante Taiwan, Filipinas, India, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia; y otras guerras civiles que nos pasan desapercibidas, aunque cuestan millones de vidas, sobre todo en Africa y Asia.

 

En Latinoamérica, también esa resolución electoral se espera con inquietud, y no es para menos. Si el vencedor fuera Trump, los tiranos Miguel Díaz-Canel (Cuba), Daniel Ortega (Nicaragua), Nicolás Maduro (Venezuela) y Luis Arce (Bolivia) seguramente la pasarán bastante peor que ahora, pero también Xiomara Castro (Honduras), Gustavo Petro (Colombia), Luiz Lula da Silva (Brasil) y, especialmente, Claudia Sheinbaum (México) estarán más preocupados por la forma oscilante en que se han comportado recientemente en la tirante relación entre China y los Estados Unidos, especialmente a través del BRICS. Por el contrario, si triunfara Harris, lo mismo ocurriría con Nayib Bukele (El Salvador) y quizás hasta Milei encontraría aún más dificultosos los accesos al Tesoro y al FMI.

 

Colonia del Sacramento, 26 Oct 24

viernes, 18 de octubre de 2024

Lujo Caro


 

Lujo Caro

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 964)

 

“Con tal de que dure”.

 Letizia Bonaparte

 

Napoleón, hijo de esa señora, elegía a sus generales en función de la suerte que éstos tuvieran; evidentemente, Javier Milei está tocado por esa varita mágica, ¡un lujo!. Sólo a ese factor puede adjudicarse que quienes dicen querer comandar a la principal fuerza de oposición, con desesperado hambre de futuro en el poder, sean los impresentables y carísimos Cristina Fernández, y Roberto Quintela. Si este dúo de crápulas son los únicos que aspiran a liderar al peronismo del futuro renovándolo para volver al poder, debemos concluir que el famoso movimiento ha dejado de existir, aunque conserve una gran capacidad de daño ante la sola posibilidad de su retorno.

 

En la medida en que hace poco hice un rápido inventario del costo socio-económico de los cuatro períodos presidenciales en los que tuvo responsabilidad directa, seguir hablando de Ella resulta innecesario, salvo para recordar que el 13 de noviembre próximo la Cámara de Casación Federal ratificará la condena a seis años de prisión (hasta es posible que la incremente) que le impuso el Tribunal Oral. Si bien ese fallo contará entonces con el doble conforme que exigen los tratados internacionales, no quedará firme hasta que la Corte Suprema lo revise pero, sin duda, tendrá enorme repercusión política porque incluye la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, o sea, la sacará del juego real y abrirá la ineludible sucesión en el liderazgo de la franquicia kirchnerista.

 

Quintela, Gobernador de La Rioja, otro subnormal, tiene entre sus mayores deméritos el haber reestrenado las pseudo-monedas, esos bonos con los cuales tantas provincias que carecían de dinero pagaban a sus empleados; sólo que, en este caso, no parece haber tenido demasiado éxito porque nadie lo acepta. Además, este malversador serial de caudales públicos hizo caer en default a su propio feudo ante los acreedores internacionales, mientras impide el desarrollo minero en la provincia.

 

Pero los males del extinto peronismo no terminan allí porque el marsupial Axel Kiciloff, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, que pretende convertirse en su único candidato presidencial y enfrentar a Milei en 2027, nos ha costado a todos los argentinos nada menos que ¡US$ 40.000 millones! por su impericia y su absurda e injustificada soberbia. Para explicar esa enorme suma, debemos recordar que, siendo Ministro de Economía, cuando su Jefa “expropió” a Repsol sus tenencias accionarias en YPF, dijo que serían los españoles quienes deberían responder por los daños ambientales y terminó pagándoles US$ 10.000 millones y, a la vez, se negó a ofrecer igual trato, porque “los argentinos no somos estúpidos” (sic), a los restantes accionistas, tal como imponían los estatutos. Hoy, para no entrar en detalles, esos damnificados han ganado el juicio contra el Estado en los Tribunales de Nueva York y se nos ha condenado a pagarles US$ 16.100 millones más, de los cuales el 33% terminará en los bolsillos de los Kirchner.

 

Por si eso fuera poco, hay que sumar la estafa en la manipulación de los índices de crecimiento para perjudicar a tenedores de bonos argentinos atados al PBI; nos llevaron a juicio ante las cortes británicas y acaban de obtener otra condena por € 1.400 millones. Y también los € 9.000 millones en intereses punitorios que, sin discutir, reconoció al Club de Paris, ni todas las demandas por la ilegal rescisión de tantos contratos de concesión de servicios públicos que había firmado Carlos Menem.

 

Tampoco el radicalismo puede festejar demasiado toda vez que se encuentra afectado por fuertes corrientes centrífugas después de, inexplicablemente, entregar su conducción nacional a un eterno tránsfuga político, Martín Lousteau, que estuvo al borde de provocar una guerra civil con su Resolución 125 siendo Ministro de Economía de Ella en otra gestión. El centenario partido, tan afecto a los cargos públicos, pese a tener varios gobernadores y 500 intendentes, está siendo vampirizado por la innegable atracción que genera el calor del sol libertario. Y lo mismo sucede en el PRO, dividido entre el bullrichismo que quiere incorporarse, incondicionalmente, a La Libertad Avanza, y el macrismo, que cifra su apoyo en obtener posiciones relevantes en el Gobierno para quienes fueran sus mejores e incuestionados funcionarios entre 2015 y 2019, tal como sucedió con el área de Energía.

 

Parafraseando a Leopoldo Lugones en su artículo “El Sable”, el crimen de Milei es haber ocupado sólo todo el horizonte político de su tiempo, mientras todos los demás partidos sufren implosiones y disgregaciones que los inhabilitan, al menos por ahora, para disputarle el poder. Aún así, hoy tienen tres oportunidades inmediatas de complicarle la vida en el H° Aguantadero: el presupuesto 2025 y la distribución del gasto fiscal, la derogación de la ley que impulsara Cristina Kirchner para blindar los decretos de necesidad y urgencia en la época de su marido muerto y, claro, los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema.

 

En el caso del tan cuestionado Lijo, candidato inexplicable, aparentemente el kirchnerismo estaría exigiendo que, antes de aprobarlo en el Senado, se sancionara una ley que aumente el número de miembros del alto Tribunal para incorporar también a quienes pudieran asegurarle a Ella la impunidad definitiva por los múltiples y salvajes delitos cometidos al saquear tan afanosamente al país y empobrecerlo hasta la miseria actual.

 

Bs.As., 19 Oct 24


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viernes, 11 de octubre de 2024

¡Pobre Argentina!


                                                         ¡Pobre Argentina!

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 963)

 

“Con una Justicia independiente, confiable y rápida,

 todo será posible; sin ella, nada lo será”.

 

Hace dos semanas nos arrasaron las lacerantes cifras de pobreza e indigencia. En el imaginario popular, el peor pecado del kirchnerismo fue la corrupción rampante, pero el costo social y económico de esa irrefrenable vocación saqueadora es sideralmente peor y el país deberá soportarlo por décadas. Es cierto que la crisis del 2001 arrastró al abismo a las clases medias y bajas, pero gran parte de esos problemas habían sido conjurados por Jorge Remes Lenicov y Roberto Lavagna para cuando llegó al poder el fundador de la dinastía, Néstor Kirchner, acompañado por los gangsters que habían robado a mansalva en Santa Cruz, y los precios de los productos argentinos volaban (el de la soja, siempre peronista, duplicaba al actual).

 

Un somero inventario de los más graves daños causados por los canallescos cuatro gobiernos de ese signo, sin duda debe incluir la pérdida del autoabastecimiento energético, la ridiculización del esfuerzo como factor de progreso, la desaparición de la cultura del trabajo, el aprovechamiento político de la “cuareterna” con la consecuente matanza de empresas, los muertos por Covid causados por la bastarda manipulación de vacunas por motivos ideológicos y crematísticos, la pauperización generalizada, la destrucción de la educación pública, la inviabilidad del sistema jubilatorio, la nefasta indefensión del país, la salvaje degradación de la seguridad ciudadana, la desmadrada inmigración, la supresión de la movilidad social ascendente, la penetración del narcotráfico internacional, el colapso de la infraestructura, el retorno de inflación, etc. Y todo eso sin olvidar la firma del pacto con Irán y el asesinato de Alberto Nisman ni la colonización de la Justicia para buscar esa repugnante impunidad que aún subsiste, vaya uno a saber en razón de qué acuerdo espurio.

 

En materia de energía, el propósito inicial fue robar YPF y la herramienta fue el congelamiento de los precios de producción. Luego, ante la escasez derivada, generó un negocio, la importación de gas licuado, fuente de nuevo latrocinios. Las consecuencias de todo eso, en particular la re-estatización de la petrolera, han derivado en monumentales condenas por US$ 37.500 millones, que deberemos pagar por generaciones.

 

Para consolidar el bastión electoral del Conurbano bonaerense, lo llenó de inmigrantes pobres a los cuales les entregó documentos argentinos para que pudieran votar y les permitió la ocupación de tierras fiscales y privadas, suministrándoles gratuitamente electricidad, aunque se tratara de viviendas de lata, sin agua potable ni cloacas. Sus habitantes pasaron de hacer planes para tener hijos a hacer hijos para tener planes sociales, que distribuyó sin control, administrados por los gerentes de la pobreza que tanto han lucrado con ello. En lugar de procurar que todos tuvieran salarios que les permitiera pagar el transporte, el agua y la energía que consumían, congeló las tarifas hasta convertirlas en ridículas, y cubrió el déficit con emisión monetaria; el despilfarro se transformó en una norma para todas las clases sociales y ahora, cuando ya no tenemos de dónde sacar dinero para seguir en esa fiesta, nos duele pagar las consecuencias de esa demencial política.

 

En nombre de una teórica igualdad, entregó el diseño y la implementación de la educación pública a Roberto Baradel y sus cómplices que, amén de transformar a los chicos en rehenes, la han destruido hasta los cimientos. Con la monumental proliferación de pseudo-universidades en el Conurbano bonaerense, otra fuente de oscuros negocios, donde 7 de cada 10 chicos no termina el secundario y, cuando lo hacen, no comprenden los textos, acabó por perfeccionar ese estrafalario y demoníaco modelo de postergación social. Y con la incorporación de cuatro millones de personas sin aportes, demolió la ecuación que daba sustento al sistema previsional: hoy, por cada jubilado, sólo hay 1,4 trabajador registrado. Por si fuera poco, incautó los fondos de las AFJP que, en Chile, por ejemplo, tanto contribuyeron a financiar el desarrollo del país.

 

La defensa territorial y la vigilancia eficiente de las fronteras fueron las primeras víctimas de proyecto kirchnerista. Como no pudo cooptarlas al mejor estilo chavista, desfinanció a las fuerzas armadas y empujó sus salarios por debajo de la línea de pobreza, mientras impedía a las fuerzas de seguridad (policías, Gendarmería y Prefectura Naval) cumplir con sus objetivos específicos de vigilar las fronteras terrestres, fluviales y marítimas para facilitar la pesca ilegal, el contrabando y el tráfico de personas y estupefacientes, todas lucrativas actividades a las cuales los Kirchner estuvieron (seguramente, aún lo están) asociados.

 

Estas calamidades podrán repetirse si la Justicia no cumple su esencial rol y resuelve, de una buena vez, tantas causas penales en curso. La inicua y tan sospechosa insistencia en designar a Ariel Lijo a la Corte conspira claramente contra ese objetivo, en especial porque subsistirá la desconfianza de los inversores, propios y ajenos. ¿Se vinculará a esa postulación la rara conducta de la Cámara de Casación, que debe decidir sobre la condena a Cristina Fernández en la causa Vialidad, al avisar que emitirá su fallo recién el 13 de noviembre? ¿Se deberá a ese plazo el acelerón del Gobierno en el trámite de la candidatura?

 

Como sociedad, debemos estar muy alertas para evitar que un traspiés de Javier Milei, habilite el regreso del kirchnerismo exterminador, como sucedió en 2019, con las terribles consecuencias que todos conocemos.

 

Bs.As., 12 Oct 24


Publicado en:

https://elcanillita.info/press/2024/10/06/pobre-argentina/

https://prisioneroenargentina.com/pobre-argentina/

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https://totalnewsagency.com/2024/10/11/pobre-argentina/

https://periodicotribuna.com.ar/37192-pobre-argentina.html

https://www.informadorpublico.com/opinion/pobre-argentina-3

https://www.notiar.com.ar/index.php/opinion/133224-pobre-argentina-por-enrique-avogadro

https://www.diarioenfoques.net/index/edition/e/2379/s/18

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viernes, 4 de octubre de 2024

Universidad en Guerra

 


Universidad en Guerra

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 962)

 

“No puedes volver atrás y cambiar el principio, pero

 puedes comenzar donde estás y cambiar el final”. 

 C.S.Lewis

 

Como ha sucedido tantas veces, el miércoles el país se conmovió por grandes concentraciones de ciudadanos convocadas, en reclamo por la Universidad pública, con falsas consignas, inventadas por quienes pretenden conservar sus canonjías, sean éstas políticas o económicas y, sobre todo, que nadie pregunte por ellas ni audite los fondos que las alimentan. Ese engaño viene de lejos, pero ha tenido tanto éxito que se ha convertido en un dogma indiscutible para clases sociales que, pese a que ya no pueden acceder a ella, centran allí el mito del ascenso social.

 

La frase (“La Universidad pública y gratuita es igualadora social”) es una colosal mentira. Basta ver qué porcentaje de alumnos proviene de las clases media-baja y baja. Estudiar, ¿requiere el mismo esfuerzo para un joven que no trabaja que para el que sí lo necesita? ¿Es lo mismo ir en auto a la facultad que viajar horas en medios de transporte público? Entonces, y desde otro ángulo, ¿es justo que los más pobres sustenten con sus impuestos una Universidad que no tiene exigencia alguna y a la cual sus hijos no podrán acceder? La Argentina, nos guste o no, está quebrada y el 52% de sus habitantes son pobres o están en la miseria; ¿es siquiera razonable que dedique parte de sus escasos recursos a educar gratuitamente a extranjeros cuyos países de origen no ofrecen recíprocas ventajas y a quienes quieren estudiar carreras innecesarias (abogados, contadores, etc.), durante muchos años, como si aún fuera rica?

 

Por nuestra el mayor tiempo que les lleva a nuestros estudiantes llegar al título, la escasez de graduados en comparación con los países vecinos, y porque muchos de ellos lo son en carreras que el país no requiere, el resultado es penoso y sumamente gravoso para el erario. Insume enormes gastos en infraestructura, investigación y (magros) salarios docentes que además, al no ser eficientemente auditados, habilitan corruptelas de todo tipo, tal como sucedió con los miles de oscuros contratos firmados por universidades con organismos públicos para evadir controles.

 

        Mi propuesta es, relativamente, simple de implementar. Se trata de establecer –la Argentina dispone, sin duda, de los medios informáticos para hacerlo- cuántos nuevos graduados de cada una de las disciplinas necesitará el país a cinco años vista. Basta, para hacerlo, con introducir en una computadora la información que suministren las empresas y el sector público, incluyendo a los potenciales inversores que se acerquen.


        Con el resultado de esa investigación, se constituiría un primer cupo de ingresantes a la Universidad. Para formar parte de él, los estudiantes deberían rendir un muy exigente examen de ingreso –en matemáticas, lengua, ciencias y ciencias sociales- y mantener el nivel de excelencia durante toda la carrera, comprobado mediante pruebas semestrales. A los miembros de ese primer cupo no sólo no se les cobraría matrícula alguna sino que, por el contrario, se les pagaría un sueldo razonable, que les permitiera inclusive mantener a su familia, durante todos sus estudios. Como es obvio, quienes lograran graduarse integrando ese primer cupo encontrarían una clara salida laboral, ya que tanto el Estado cuanto las empresas los buscarían afanosamente.


       Luego, crear un segundo cupo que tuviera en cuenta la capacidad física de cada una de las facultades. Al menos en algunas de ellas, hay materias en las que los profesores deben dar clases a más de cien alumnos a la vez, lo cual impide una eficiente enseñanza. Ese segundo cupo, es decir los extranjeros y aquellos que opten por carreras que el país no necesitará –y, por ende, es injusto que deba soportar- o por estudiantes que no lograran el nivel de excelencia requerido para el primero, debería pagar para estudiar. Simple: si quieres hacerlo, báncalo tú. Incorporaría a esas normas una ley que impusiera al sector público la obligación de contratar, como consultora externa, a la Universidad, y pagar los honorarios correspondientes.


       Veamos qué efectos produciría la solución propuesta. En primer término, mejores graduados, y el país dispondría de profesionales excelentes en las disciplinas más necesarias. Luego, impediría la permanencia del “estudiante crónico”, ese al cual el bajo nivel de exigencia en materia de cantidad de materias aprobadas se le permite permanecer en los claustros por muchos años, incordiando a los verdaderos alumnos.


       Con el producido de las matrículas pagadas por los integrantes del segundo cupo, más los honorarios por sus servicios de consultoría externa, se formaría un interesante presupuesto propio, que permitiría mejorar sensiblemente los salarios e invertir en infraestructura e investigación. Y al pagar interesantes sueldos, se incrementaría la vocación por la enseñanza, y que la competencia entre aspirantes contar con mejores profesores.


       El círculo virtuoso se cerraría con el nivel de excelencia en los claustros docentes, lo cual transformaría a la Universidad en un verdadero faro capaz de iluminar el futuro del país, dejando de ser el miserable fanal que sólo permite ver la escalera descendente en la que estamos embretados.

 

        Lo sucedido esta semana en el campo internacional no hizo más que agravar mi preocupación, sobre todo en el escenario de Medio Oriente, ya que el ataque directo de Irán a Israel y la presumiblemente inminente respuesta de éste, más la implicancia de Siria, Líbano y las milicias chiítas de Irak y Yemen en la lucha, prometen incendiar aún más la zona, con consecuencias gravísimas para el mundo entero, tanto por el incremento del precio del petróleo cuanto por el riesgo nuclear, siempre presente. Y todo esto, a justo treinta días de las trascendentales elecciones de los Estados Unidos, de cuyo resultado dependerá, sin duda, el tablero geopolítico global.

 

Bs.As., 5 Oct 24


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https://totalnewsagency.com/2024/10/04/universidad-en-guerra/

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https://www.notiar.com.ar/index.php/opinion/133152-universidad-en-guerra-por-enrique-avogadro

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