Un
infierno alternativo
"Ningún país
que aspire a ser desarrollado hoy puede aplicar una política de puertas
cerradas. Nosotros hemos probado esa amarga experiencia, y también nuestros
antepasados la han probado". Deng
Xiaoping
Desde
diciembre se ha instalado, entre quienes votaron a Cambiemos en 2015 y 2017, un
descontento tan fuerte que ha hecho caer nada menos que quince puntos la imagen
del Presidente de la República, que se había fortalecido después de las elecciones
de medio término. Las razones para ese cambio de tendencia son varias: la
azarosa modificación previsional, el aumento en los servicios públicos, la
persistente inflación, la frustración de la reforma laboral, la ocupación del
espacio público por la izquierda combativa, la frontal lucha de los dirigentes
sindicales corruptos contra la Justicia, algunas cancelaciones de contratos de
empleados públicos, el crecimiento de la deuda externa, etc., amén de notorios
errores de ciertos funcionarios que, con razón, dieron pasto a las fieras.
Desde
esta columna semanal he sostenido que consideraba su mayor error no haber
desnudado claramente, de cara a la sociedad entera, la magnitud de la crisis
que, cual bombas sembradas en cada uno de los caminos, había dejado Cristina
Elisabet Fernández cuando debió dejar el poder; ésta, a mi juicio, fue
infinitamente más grave que la que soportamos en el 2001. A ello adjudico la disconformidad
de la ciudadanía frente a la necesidad de ceder supuestos pero perceptibles
beneficios que el kirchnerismo le había otorgado con populista generosidad.
Me
refiero, por ejemplo, al acceso indiscriminado a la jubilación de cuatro
millones de personas que no habían efectuado aportes previsionales; ese
disparate –se hubiera podido encontrar una solución para paliar la extrema
necesidad en algunos casos- permitió que muchísimas señoras de clase media y
alta se subieran a la oportunidad, aunque el importe mensual que perciben no
les alcance para pagar una cena o un vestido; tengo a mi alrededor montones de
amigas que se acogieron a ese privilegio y, supongo, a partir de hoy me dejarán
de querer.
Lo mismo
sucede con quienes pagaban por el transporte público el precio más barato del
país y quienes recibían prácticamente gratis el suministro eléctrico o el gas
domiciliario, lo cual los habilitaba a mantener caliente el agua de sus
piscinas y, por supuesto, a pagar mucho menos para cocinar que sus propias
empleadas domésticas que deben, aún hoy, adquirir las garrafas mentirosas.
La viuda
de Kirchner dejó el país con una inflación que superaba el treinta y ocho por
ciento anual, al Banco Central vacío y endeudado a futuro, y un tercio de los
habitantes sumido en la pobreza y en la miseria extrema. Y eso además de colonizar
la administración pública con más de un millón de empleados superfluos que hoy
actúan como quintacolumnistas.
Sólo esos
datos concretos, de por sí, justifican la primigenia necesidad de Cambiemos de
adoptar una política gradualista, porque no podía abandonar a los más pobres a
su suerte ni expulsar de un solo golpe y hacia un mercado laboral privado
inexistente a todos aquellos que hoy se alimentan de la agotada teta de la vaca
Estado. La única virtud de la administración anterior, no buscada sino impuesta
por la negativa del mundo a prestarle dinero, fue el bajo nivel de
endeudamiento externo; eso permitió al Gobierno encontrar fuera del país –no hay
ahorro interno suficiente- los fondos necesarios para financiar ese
gradualismo, aunque nos vuelva vulnerables y no se pueda seguir haciéndolo
hasta el infinito.
Reconozco
que estamos en una situación económica complicadísima, pero gran parte de ella
nos la debemos a nosotros mismos. Basta con pensar (o, simplemente, ver las
fotografías de las repletas playas de Brasil, Chile y Uruguay) cuántas divisas
pierde la Argentina por el turismo emisivo pero, mucho más grave aún, por la
brutal caída de las exportaciones y la tan remolona inversión directa que no
llega desde el exterior y, tampoco, de nuestros propios industriales que, en
cambio, han reflotado el mercado inmobiliario de Punta del Este y mantienen
afuera los capitales blanqueados.
Todo ello
nos obliga a reflexionar. Si la vocación social de modificar el rumbo suicida
que llevábamos, que representan los triunfos electorales de Cambiemos, no se
viera coronada por un crecimiento económico sostenido, que permitiera reducir
la incidencia de la deuda sobre la economía, sin dudas volvería el populismo
más salvaje y corrupto a hacerse con el poder. Ya en él, se vería enfrentado a
la imposibilidad de recurrir al financiamiento externo y, como consecuencia
directa, comenzaría a emitir moneda sin respaldo alguno, y el país caería de
inmediato en otra hiperinflación.
Porque no
podemos soñar imposibles: ¿a quién podría recurrir una Cristina Fernández
reencarnada para cubrir el déficit de ANSES, o para reponer los subsidios a la
energía y al transporte público?, ¿cómo haría para seguir manteniendo en el
Estado a más de un millón de parásitos?, ¿a qué recursos podría apelar para
pagar los sueldos de los empleados públicos?, ¿aumentaría la ya insoportable
presión impositiva?, ¿volvería a expropiar las ganancias del campo? El
peronismo, parte del cual hoy ha pasado a la resistencia, se limita a despotricar
contra una situación de la que es único responsable y no ofrece ninguna receta alternativa
alguna para justificar su oposición a las medidas que propone el Gobierno para salir
de esta terrible coyuntura.
Aunque
usted y, en cierta medida, yo mismo tengamos reparos contra la gestión del
Presidente y estemos impacientes frente a la demora en reducir la inflación y
el gasto público, debemos formularnos algunas preguntas elementales: ¿nos
parecen iguales Mauricio Macri y Daniel Scioli, María Eugenia Vidal y Anímal Fernández, Gabriela Michetti y
Carlos Zannini, Nicolás Massot y Cuervo Larroque,
Nicolás Dujovne y Axel Kiciloff, Carlos Rosenkrantz y Eugenio Zaffaroni?;
porque esa es hoy la opción. Y qué decir del resto de las personas que
volverían a ocuparse de la cosa pública, muchos de cuales hoy se encuentran en
la cárcel o están haciendo fila para ingresar, pero que recuperarían de
inmediato la libertad y la calma por obra y gracia de los volubles jueces
federales.
Pongámoslo
en blanco y negro: el kirchnerismo, el trotskismo y lo peor del corrupto sindicalismo
se han juntado para combatir a la Justicia que pretende, por primera vez en
muchísimo tiempo, investigar y castigar a sus mayores caciques, se llamen Julio
De Vido, Máximo Kirchner, Hugo Moyano, Marcelo Balcedo, Caballo Suárez, Pata Medina,
Milagro Salas, Hebe Bonafini, Víctor Santamaría, etc., y con ese único
propósito el tren fantasma que han formado ha convocado a una manifestación
para el jueves 22; arrearán, una vez más, a los obreros robados para defender a
los dirigentes ladrones.
En resumen, ha llegado el momento de elegir
definitivamente entre un ya imposible pasado de imaginado bienestar y un arduo sendero
que nos lleva al futuro, abriéndonos al mundo para convivir y competir
seriamente en él. Por eso, convoco
a todos mis conciudadanos a poner el hombro para ayudar al Gobierno a superar
el aún complicado presente económico y a apostar a ese nuevo horizonte de estabilidad,
crecimiento y responsabilidad. Si no lo hacemos, si seguimos mirando sólo
nuestro propio y personal interés, nos habremos definitivamente suicidado.
Bs.As.,
3 Feb 18
206 comentarios:
«El más antiguo ‹Más antiguo 201 – 206 de 206Según pasan los días, las semanas y los meses, todo ese cúmulo de mortificaciones que nos perturbaron obscenamente, van quedando en el olvido y los fantasmas del pasado comienzan a erguir sus testas al ver que en el horizonte ya no hay centinelas que den el alerta temprana de su nueva impertinencia. Y así toda la sarta de vivillos que disfrutaron de las canonjías del poder y que no han pagado a la Nación toda la deuda que con ella mantienen, recuperan sus fuerzas y sus pretensiones erigiéndose nuevamente en sensores como si a ellos nada ni nadie les pudieran reclamar. Y para ello cuentan con toda una panoplia de individuos que coadyuvan a que esas veleidades se hagan cada vez más ostentosas.
Y eso puede acaecer porque nuestro pueblo tiene la memoria de un mosquito y la petulancia de un elefante. Y con ello la estupidez que llega al paroxismo de un gobierno que no entiende que llegó adonde llegó porque no había otra opción posible y que entre muchos platos desagradables, él era el menos desagradable. Con esa fórmula explosiva nos vamos preparando sin prisa pero sin pausa a nuevas reediciones de viejas tragedias.
Le confieso que ya estoy cansándome de este eterno deja vu, de saber por enésima vez cómo termina esta película que hemos visto hasta el hartazgo, como si no existiera otra en las carteleras. No soy para nada optimista de la respuesta de nuestro pueblo a sus sabias advertencias. Creo con mucho temor que una vez más los argentino tomarán el camino equivocado y otra vez nos encontraremos frente a un abismo que en cada oportunidad se hace más profundo e insondable. Si en esta ocasión perdemos esta inmejorable chance para emerger definitivamente, todas las parcas infernales emergerán una vez más, pero ahora para no irse jamás.
Con afecto.
Dante Calori
Sr. Avogadro:
Se me quedo en el "tintero" un comentario que es similar a lo que pasaba en Cuba cuando eramos ricos y Felices:
Menciona Vd. a las que se acogieron a un retiro que no les correspondia pero "les venia bien" me acorde de algunas de las Grandes Damas de la Sociedad Habanera que tenian "botellas"
La botella era el "nombrecito" dado a los que tenian un "empleo" pero no trabajaban e iban al lugar del empleo el dia del cobro a firmar el libro en que constaba habian recibido su cheque.
Y habian Grandes Señoras con empleo de "aguadores" esos eran los que llevaban agua a los que principalmente trabajaban haciendo o arreglando carreteras y caminos. Esos dineros generalmente los usaban para jugar a la Canasta en los muy elegantes Clubs que teniamos en nuestra bellisima HABANA.
Que no dejan de explotar a la Nacion por muy Grandes que esas Damas se crean.
Tanto que hay que ARREGLAR y hace falta que los Ciudadanos se llenen de Furor y no admitan semejantes conductas sea quien sea el aprovechado/aprovechada. Deben ser ABORCHONADAS
Y DEBE PUBLICARSE COMO NO RESPETAN A LA PATRIA NI A SUS COMPATRIOTAS.
Recuerdo ver en una de las grandes tiendas de La Habana a una empleada que llevaba al lado a una chica que estaba "probandose" trajes de baño y dejo uno puesto y se vistio. La empleada de la tienda habia contado el numero de trajes de baño y detuvo a la chica que se iba muy ufana. Cuando la llevaba por la tienda la empleada decia:
ESTA CHICA SE LLEVABA UN TRAJE DE BAñO PUESTO Y SIN PAGO PREVIO.
FUE EL CASTIGO APROPIADO TODOS LA VIERON COMO LO QUE ERA UNA LADRONA.
Claro eso en E.U. no se puede hacer, simplemente las llevan a la administracion de la tienda y llaman a la policia. Generalmente las arrestan o las multan de acuerdo con lo que robaron.
Algunas simplemente cambien las etiquetas por otras de menor precio y cuando van a pagar, las arrestan.
MUCHAS COSAS BUENAS, Silvia González
estimado Enrique , Eureka.. me ha llegado su última 'exposición' (essay) !
'coincido plenamente' en cuanto que 'el ejecutivo' No supo comunicar y mucho másss.. pero 'convengamos en que 'el horna' No estaba para 'boyos', habia 'moros en las costas' !
siii en que debemos estar del lado 'derecho' y No 'navegar' x aguas 'contaminadas'..
obs. aun falta mucho másss x 'hacer', que nos lo demuestren con poder de 'los hechos' !
¡soplan vientos de Cambios, nos pondremos 'a levantar las velas' en rumbo correcto !
abrazo irlandés a distancia , Pedro Rice Healey
Al tiempo que agradezco sus envíos, le ruego sustituir esta dirección por la siguiente:
prolibreiniciativa@gmail.com
Reitero mi gratitud y le saludo cordialmente
Prof. Alexander TORRES MEGA
Estimado Dr.:
quisiera aportar mi opinión sobre la base de su artículo que comparto en gran parte y me parece muy claro e inteligente. Ahora bien, la "fiesta hay que pagarla..." dicen varios. Pero también, falta en esa frase, decir: yo no estuve en la fiesta!...por qué la tengo que pagar?. Ok, acepto que la clase media y alta deben pagarla porque no hay otra y es lógico, pero la fiesta no fue de todos.
Aclarado ello, quisiera decir lo siguiente: el gobierno de Macri está en una crisis fenomenal que nos "ocultan" los medios de comunicación y/o se tapan con noticias judiciales cual novela de la tarde. Hoy se está haciendo una bestial "financiarización" de la economía que hace un daño irreparable al trabajo. No tenemos industria, ni vamos a tenerla por este camino; en consecuencia no funciona la balanza de pagos, hay que endeudarse más (y cada vez más), lo que genera dependencia financiera que trae aparejada altísimos costos sociales.
En síntesis, tenemos que mantener en el corazón la esperanza de que este proyecto funcione, porque los hechos (que son sagrados) ameritan interpretaciones (que, como sabemos, son libres) trágicas al final de este camino doloroso que estamos transitando.
Dios no quiera que paguemos esta fiesta para solo embarcarnos en una tragedia.
Si el modelo económico fracasa, el populismo vuelve fuertemente a nuestra región.
Un saludo
Sebastián
Estimado amigo Enrique:debido a mis fuertes dolores en la columna vertebral, estuve varios días sin entrar a internet, hoy abrí un "Infierno Alternativo", es excelente, estoy absolutamente de acuerdo con Ud.-Muchas Gracias.-Saludos.-
Martha Siciliani
Publicar un comentario