viernes, 8 de noviembre de 2024

Fuera del Tarro

 


Fuera del Tarro

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 967)

 

“Cuanto más me despreciaran, más brutal sería mi argumento; no podrían verme venir”.

 Pola Oloixarac

 

Lo sucedido el martes en los Estados Unidos dejó al mundo entero en estado de estupefacción pues, hasta el día anterior, todos los pronósticos nos decían que habría paridad, que se tardaría mucho en conocer los resultados definitivos, que la diferencia entre Kamala Harris y Donald Trump llevaría a la judicialización del proceso electoral, que podría haber violencia callejera, etc. Nada de eso ocurrió, los analistas de opinión volvieron a equivocarse como tantas veces y el republicano, al  pintar de rojo el mapa entero, fue coronado por una auténtica avalancha de votos que permitió a su partido hacerse con la mayoría en ambas cámaras del Congreso y con la gobernación de casi todos los Estados de la Unión.

 

Me declaro ignominiosamente culpable por haber caído en esa trampa, engañado por las encuestas que consumí con pasión y que, a diario, informaban de las subas y bajas de ambos candidatos en cada uno de los Estados swingers, siempre con diferencias mínimas entre ellos. Mi única disculpa es que, seguramente, Trump incurrió en el mismo error, ya que agitó el fantasma de un fraude hasta último momento. Y digo esto porque, desde que compartí con mis compatriotas la sorpresa que significó la llegada de Javier Milei al poder, no hubiera debido ser así.

 

Nuestro Presidente interpretó con exactitud el giro copernicano que se había producido en la sociedad, y se transformó en la voz de ésta para expresar su descontento y su ira. Hasta el primer turno electoral, nadie daba una moneda por su futuro político, porque no habíamos percibido, a diferencia de él, ese profundo cambio que llevaría a la implosión de todos los partidos políticos tradicionales. En varios países europeos ese fenómeno se está replicando por el hartazgo de sus ciudadanos ante los excesos que trajeron aparejados la agenda globalista 2030, la imposición de las políticas woke, la insoportable presión gramsciana de las minorías para modificar las sociedades, siempre en sentido contrario los deseos y las arraigadas costumbres de las mayorías y destruyendo a su paso todo aquello que constituye la base de la civilización occidental, comenzando por la familia.

 

La poderosa victoria de Trump puso en pausa al mundo entero, y seguirá así hasta que, después de su asunción el 20 de enero, comiencen a despejarse las incógnitas acerca de la posición que adoptará en los múltiples escenarios de conflicto actuales, sean éstos bélicos, políticos o comerciales. Así, la OTAN se está preguntando si los Estados Unidos seguirán proveyendo a la defensa de Occidente frente a Rusia y los desmesurados apetitos territoriales de Vladimir Putin para recrear el imperio zarista, y seguramente Volodimir Zelensky ha perdido el sueño frente a la posibilidad de verse obligado a negociar la paz a cambio de la amputación del Dombass del territorio de Ucrania para su cesión al invasor. Y lo  mismo sucede en Medio Oriente, en especial en Irán, donde los terroristas ayatollahs ven con preocupación la llegada al Salón Oval de un Trump que, si bien se inclinará por reducir el compromiso militar de los Estados Unidos en el exterior y apoyarse más en los regímenes sunitas aliados de la región, no estará dispuesto a contemplar impávido más ataques contra Israel.

 

En el principal escenario de confrontación, es decir aquél en que compiten China y Estados Unidos, recíprocamente principales socios comerciales, en lugar de balas (no creo que, a pesar de las permanentes provocaciones de Xi Jinping a Taiwan y a todos los países del Pacífico sur, por el momento se llegue allí a una guerra real) se usarán como proyectiles barreras arancelarias, por la propensión del nuevo Presidente norteamericano a proteger a su propia industria frente a la agresividad de los bajos precios de su competidora oriental.

 

En América Latina, si bien nunca ha sido una prioridad para los Estados Unidos, hoy su preocupación pasa por la fuerte penetración de China a través de leoninos préstamos para inversiones en infraestructura y de la adquisición de empresas proveedoras de materias primas, incluyendo alimentos. Con seguridad, no sólo los tiranos Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel, Daniel Ortega y Luis Arce pondrán sus barbas en remojo, sino que la inquietud llegará a Brasil, ya que Luiz Inácio Lula da Silva se ha transformado en una piedra en el zapato, precisamente por su aberrante posicionamiento frente al catastrófico drama venezolano, mientras que México, Colombia y Chile están gobernados por regímenes de izquierda que, a la luz de lo que está sucediendo, aparecen como trasnochados..

 

Finalmente, y salvo en lo que se refiere a un eventual apoyo a nuestro país en su relación con el FMI y otros organismos multilaterales de crédito, no creo que la relación personal e ideológica de Milei con Trump redunde en ventajas especiales para nuestros productos exportables, que compiten con los propios, ni en un marcado respaldo del Tesoro norteamericano a nuestra economía, que aún es muy frágil a pesar de lo sorprendentemente exitosa que ha resultado la gestión gubernamental durante estos once meses.

 

Ahora, nos cabe esperar hasta el miércoles 13, cuando conoceremos el fallo de la Cámara de Casación que revisó la condena a Cristina Fernández por corrupción, y hasta el 25, cuando sabremos el resultado del ballotage en Uruguay, donde Yamandú Orsi (Frente Amplio) competirá con Alvaro Delgado (Partido Nacional), éste con probabilidades de triunfar.

Bs.As., 9 Nov 24


viernes, 1 de noviembre de 2024

Ansiedad y Cimbronazos

 


Ansiedad y Cimbronazos

por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 966)

 

“He aprendido a no subestimar nunca a un cubano”.

 Laurence Debray

 

 

Comienzo felicitando a los uruguayos que, el domingo, fueron a las urnas para elegir quien gobernará el país a partir de marzo de 2025 y a los miembros del Legislativo y, también, para expresar su opinión sobre las reformas previsionales impuestas por Luis Lacalle Pou, cuestionadas por la izquierda y los sindicatos, y sobre la prohibición de los allanamientos nocturnos. Yamandú Orsi, candidato por el Frente Amplio, no alcanzó a imponerse y, el 25 de noviembre, deberá enfrentar un ballotage que, según sugieren los votos sumados de quienes integran la alianza de centro-derecha, podría coronar a Alvaro Delgado, del Partido Nacional o Blanco. La propuesta jubilatoria, casi un suicidio, fue rechazada pero se mantuvo el disparate de la limitación a la acción policial.

 

El mundo entero está en vilo ante las elecciones en los Estados Unidos, que se llevarán a cabo el próximo martes 5, ya que mucho dependerá, en todo el globo, de quien resulte ganador: Kamala Harris, Demócrata, o Donald Trump, Republicano. Las últimas encuestas conocidas dan una diferencia casi imperceptible en votos, por lo cual la definición saldrá de los Estados variables, o swingers. Es altamente probable, entonces, que se repita el escenario de 2016, cuando Hillary Clinton obtuvo más votos (dos millones) pero Trump fue quien llegó al poder. En una nota anterior, expliqué cómo funciona el sistema electoral allí. En un acto reciente de la campaña de Trump se cometió, en la recta final, un inexplicable error que puede costarle muy caro en el importantísimo voto latino, cuando un cómico, refiriéndose a Puerto Rico, la calificó como una “isla de basura”. Y Harris lucha contra su pasado de izquierda, una posición que el norteamericano medio rechaza visceralmente.

 

El resultado determinará el comportamiento de los Estados Unidos en todos los escenarios de conflicto actuales: la invasión de Rusia a Ucrania, los ataques de Irán (más Hamas y Hezbollah) a Israel, el estrecho de Ormuz, el Mar de la China, Corea del Norte, etc., aunque también en la guerra comercial con China y la inquietud que produce la creciente presencia de ese país en América Latina. Pese a la tradicional insignificancia con que el Departamento de Estado ha visto a nuestra región, hoy la fuerte rispidez en las relaciones con Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia, países que se han transformado en cabezas del playa de Rusia e Irán en el subcontinente, seguramente también originará una conducta distinta.  

 

La Argentina votó, en Naciones Unidas, condenando el embargo (no un “bloqueo”) de los Estados Unidos a Cuba. Es una flagrante mentira del castrismo achacar su evidente fracaso económico a un inexistente e imposible impedimento norteamericano a comerciar con el mundo entero, tal como lo ha hecho desde la crisis de los misiles de 1962; sólo a la incapacidad y la corrupción de los dirigentes cubanos se puede imputar la catástrofe que vive la isla más grande del Caribe. La implosión de la Unión Soviética y la caída vertical de la producción venezolana, además, terminaron con el regalo de tantos millones de barriles de petróleo que permitió al tiránico régimen sobrevivir siete décadas, con un costo social tan enorme. Discrepo con esa medida de Estados Unidos (sólo prohíbe a sus empresas comerciar con la isla), precisamente porque no sólo es inconducente sino que es usado como excusa por Miguel Díaz-Canel, tal como hicieran antes Fidel y Raúl Castro, para disimular los errores causados por su anquilosado y anacrónico comunismo ante naciones que padecen iguales males.

 

Todos los gobiernos cambian a muchos ministros y funcionarios en el primer año de gestión, movidos por la necesidad de realizar algunas correcciones quirúrgicas en la misma. Javier Milei, que llegó al poder sin partido político, sin gobernadores ni intendentes y, por supuesto, sin los cuadros propios indispensables para cubrir las cúpulas de ministerios y reparticiones públicas, ha debido realizar mayores ajustes que lo habitual, reemplazando a muchos funcionarios heredados de Fernández² y de Sergio Massa. Pensemos en la estructura vertical y piramidal de las fuerzas armadas, y la Cancillería, que deben obedecer siempre –aún cuando no estén de acuerdo con ellas- las órdenes impartidas por quien tiene las atribuciones constitucionales de conducir la defensa nacional y las relaciones exteriores.

 

Pero ni siquiera el despido de Nicolás Posse de la Jefatura del Gabinete de Ministros produjo un cimbronazo tan fuerte como el de Diana Mondino, Canciller, eyectada por ese voto. Si bien nuestro país, bajo el kircherismo se había expresado así, sonó extraño que nuestro representante en la ONU y su jefa, Mondino, ignoraran el férreo alineamiento de Milei con Washington e Israel, en especial después de un atípico comunicado de Presidencia del día anterior, estableciendo que los diplomáticos que no estuvieran dispuestos a acompañar la posición oficial del país contra los regímenes totalitarios de América Latina y contra la Agenda 2030 deberían abandonar de inmediato sus cargos. Sin embargo, Andrés Cisneros, refiriéndose a la influencia negativa del affaire Mondino en la imagen de Argentina ante el mundo, puntualizó: “El prestigio trae dólares, pero los dólares no traen prestigio”.

 

Este último entuerto es una cuenta más en el collar de pesados melones que nos dejó el kirchnerismo, ya que durante veinte años prostituyó al Ministerio de Relaciones Exteriores y a su cuerpo profesional –el mejor preparado del Estado hasta entonces- incorporando militantes irresponsables, inexpertos y soberbios a mansalva, engordando hasta la obesidad el número de diplomáticos activos y (lo multiplicó por seis) de empleados administrativos.

 

Bs.As., 2 Nov 24


Publicado en:

https://totalnewsagency.com/2024/11/01/ansiedad-y-cimbronazos/

https://prisioneroenargentina.com/ansiedad-y-cimbronazos/

https://www.informadorpublico.com/opinion/ansiedad-y-cimbronazos

https://diariocastellanos.com.ar/opinion//ansiedad-y-cimbronazos.htm

https://periodicotribuna.com.ar/37268-ansiedad-y-cimbronazos.html

https://www.notiar.com.ar/index.php/opinion/133594-ansiedad-y-cimbronazos-por-enrique-avogadro

https://prisioneroenargentina.com/post-data-de-ansiedad-y-cimbronazos/

https://www.diarioenfoques.net/index/edition/e/2382/s/18