miércoles, 10 de marzo de 2010

Tabulaciones, banelkos y "¡pelito para la vieja!"

Tabulaciones, banelkos y “¡pelito para la vieja!”


El Gobierno, de ayer a hoy, y después de los nuevos exabruptos de la Presidente contra la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ahora calificándola de censora, se ha apuntado una serie de victorias frente a los opositores.

En primer término, ayer mismo “convenció” al distinguido e insospechado Senador Verna y a su colega pampeana de insistir con su proyecto de ley que, coma más o menos, reproducirá el DNU con que doña Cristina inoculó al Congreso Nacional en la apertura de las sesiones ordinarias.

Con ello, y notablemente sin derogar el DNU en cuestión ni devolver los montos hurtados al Banco Central, el Gobierno conseguirá que la oposición en el Senado vuelva a tener sólo 35 votos, mientras que el oficialismo exhibirá sus triunfadores 37.

Tengo la sensación –casi la misma que tengo respecto a las inexistentes seguridad e inflación- que las tarifas han vuelto a cobrar vigencia en nuestro Parlamento, como ya la tuvieron con Pontaquarto como valijero pero ahora seguramente más caras, y que los votos de algunos senadores, como diría nuestra inteligentísima señora Presidente, están tabulados y la “banelko” comenzó a funcionar.

No diría que estoy, en esto sorprendido, pues ya todos habíamos visto como los senadores pampeanos oscilaban en sus principios y opiniones. Era tan dinámica esa realidad que, si no fuera tan triste, cabría compararla con un movimiento sísmico. Sí espero que la misma enfermedad principista no afecte a los diputados del Peronismo Federal pues, si hay contagio, estaremos en el horno que nos habrá preparado don Néstor.

Pero también debo decir que sí me sorprendió la docilidad con la que los senadores y los diputados radicales aceptaron las reglas de juego que les impuso el oficialismo. Éste se amparó en el plazo de 10 días del que dispone el Jefe de Gabinete, el incuestionado don Aníbal, para enviar el DNU al Congreso –plazo que vence hoy mismo- para invocar la falta de dictamen de la Comisión respectiva, paso previo a su tratamiento en los plenarios de ambas cámaras.

Y digo que me sorprendió porque, según dijo la propia Presidente, el Poder Ejecutivo no piensa respetar fallo alguno ni privarse de disponer de los fondos que obtuvo con la complicidad necesaria de doña Merceditas, la sonriente.

En resumen, cuando las cámaras declaren nulo el DNU –si es que alguna vez lo hacen- el Gobierno, tal cual ha asegurado, habrá dispuesto de los US$ 4.300 millones en cuestión y, al mejor estilo argentino, le gritará al Congreso “¡pelito para la vieja!”

Y no creo, sinceramente, que el Congreso o la Justicia tengan los redaños suficientes para imponerse al Ejecutivo y sancionar, en serio, a los responsables de tamaño alzamiento contra la Constitución Nacional.

El resto es un mero show, una payasada sin nombre para la ciudadanía que lo mira por TV.

Y, a pesar de su crónico anuncio de apocalipsis y calamidades, la señora Lilita Carrió parece ser la única que conoce a este oficialismo tramposo y venal, y actúa en consecuencia, en la medida de sus posibilidades.

Bs.As., 10 Mar 10

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