Una Publicación del Estudio Adolfo Ruiz & Asociados
Perspectivas Microeconómicas
Informe sobre economía, management y negocios - N° 131 – Mayo de 2010
M. T. de Alvear 1261, 2° Of. 58 [1010] Buenos Aires, Argentina
Te/Fx: [054-1] 4812-1261 - e-mail: perspectivasmicroeconomicas@fibertel.com.ar
Cómo veían la Argentina del 2010
Llegados al bicentenerario de la Revolución de Mayo, transcribimos las respuestas que en, mayo de 2006, nos brindaron algunos especialistas en diversas áreas, acerca de cómo vislumbraban los escenarios que enfrentarían sus disciplinas en el año 2010.
Obsérvese que, prácticamente, todas las respuestas mantienen rigurosa actualidad.
1. Panorama económico
Respondieron: Enrique Blasco Garma (ex-Subgerente del Banco Central y Consultor); Agustín Monteverde (Economista y socio de Massot, Monteverde y Asociados); y Ludovico Videla (Consultor e investigador en temas económicos).
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de la Economía –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Enrique Blasco Garma: La actual tendencia de largo plazo, es hacia una progresiva desorganización de la sociedad, con una concentración creciente del poder político y sin una oposición custodiando el cumplimiento de los deberes de los funcionarios. En esas condiciones, la propiedad privada y los derechos individuales se debilitan, las reglas de juego se vuelven menos estables y predecibles. En ese ambiente, la economía debería languidecer, pues los agentes económicos no pueden elaborar proyectos de largo plazo. Sin embargo, esta visión no se ha materializado debido a las extraordinariamente favorables condiciones internacionales que agregan demanda a nuestros productos y a los activos en el país.
De mantener esa tendencia, Argentina continuará perdiendo relevancia económica en la región y, ese retraso relativo, lo tornará en un país más conflictivo. Cabe también recordar que, desde 2002, en nuestro país, todas las mediciones económicas están influidas por los tremendos cambios de precios relativos. A modo de ejemplo, mientras el PBI a precios constantes, que son de 1993, muestra niveles ligeramente superiores a los de 1998, señalando la total recuperación desde la crisis, el PBI en dólares muestra valores por habitante de la mitad del ingreso alcanzado en 1998. Es decir, una recuperación parcial.
Agustín Monteverde: Un país con franca debilidad en sus instituciones fundamentales (división e independencia de poderes, garantías civiles, derecho de propiedad y libertad de empresa). Aislado del mundo, estancado en su crecimiento y desarrollo, y con niveles de ingresos per cápita similares a los actuales.
Con pobrísimos niveles de capitalización, marcado déficit energético y recursos humanos absorbidos en empleos de tareas de bajo grado de especialización y calificación. Un régimen tributario desquiciado, hiper complejo e ineficaz, pero que concede enorme discrecionalidad y poder al gobierno sobre un ciudadano relegado a la condición de súbdito.
Ludovico Videla: Veo una situación muy semejante a la actual. Es decir un país empobrecido, con marcadas diferencias de ingreso, alto desempleo y produciendo materias primas y productos de bajo valor agregado. Es posible que, en los años que restan, se acentúe la semejanza con latino América, en los aspectos más negativos: debilidad institucional, clientelismo, corrupción, persecución a los opositores, estatismo ineficiente, avance del sindicalismo irrazonable, rigidez laboral, inseguridad jurídica para la inversión, y otras semejantes.
Creo que será muy difícil mantener un crecimiento significativo, como el logrado en los últimos años porque no se alcanzarán los niveles de inversión requeridos. Además, el cuadro fiscal es muy endeble, técnicamente tenemos déficit final si contabilizamos todo y, por otro lado, la deuda sigue creciendo. Los ingresos están basados en impuestos buenos y en otros malos que deben desaparecer, mientras el gasto sigue siendo muy ineficiente. Es posible que la alta inflación se quede entre nosotros, con los cortes de energía, gas, combustibles, y escasez de carne, telefonía, transporte, rutas y otras semejantes.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de la Economía argentina, en el año 2010?
Enrique Blasco Garma: Es fácil darse cuenta que desearía lo contrario a lo expuesto más arriba. Una nación previsible, con lazos de amistad en toda la comunidad internacional, respetada por el cumplimiento de todos sus compromisos. Por ello, en pleno proceso de desarrollo económico, social y político.
Agustín Monteverde: Un país con sólidas instituciones jurídicas y notable estabilidad normativa, que resguarden a ultranza el derecho a la propiedad, a comerciar y emprender y a la privacidad. Con reglas de juego claras, estables, extremadamente simples e idénticas para todos. Que impidan la formación de oligopolios o monopolios de hecho o de derecho, y que resguarden la libertad de elegir. Un Estado gendarme de la libre competencia y de los derechos individuales.
Una sociedad convencida de que la riqueza sólo surge del trabajo y del emprendimiento a riesgo. Que enarbola la más amplia y profunda competencia como necesidad de todos los mercados o negocios. Un país comprometido en desarrollar ventajas competitivas en torno a industrias agroalimentarias, a partir de una notable productividad en los sectores agropecuarios y energéticos. Y orgulloso de serlo.
Una Argentina integrada al mundo a través de mínimos y únicos aranceles y con fructíferos acuerdos de libre comercio con la UE y/o el NAFTA, que aseguren a su vez, la solidez de sus instituciones de mercado.
Un sistema tributario ultra sencillo, universal, transaccional y con alícuotas módicas.. Simple, sin ambigüedades, ni contradicciones, ni superposiciones, ni vacíos. Sometido a los principios universales del derecho que aseguran la presunción de inocencia y el derecho a la defensa ante jueces independientes.
Ludovico Videla: Una economía abierta al mundo e integrada a grandes mercados como el ALCA y la UE, además del MERCOSUR. Como país líder en agro alimentos y productos de elevada tecnología. Con fuerte inversión en capital humano e investigación científica. Con un Estado reorganizado con cuadros reducidos pero de elevada jerarquía, donde los mejores graduados puedan incorporarse como diplomáticos, militares, jueces, o administradores gubernamentales. Con una protección total a la propiedad privada, que estimule inversiones de argentinos y extranjeros. Con impuestos bajos y una aplicación estricta del principio de subsidiariedad para el Estado y toda la sociedad en general.
Un país de oportunidades para el que quiera trabajar y progresar. Con mercados competitivos, transparentes y con libre acceso. Con la aplicación de la desregulación a fondo. Con un control riguroso de la aplicación de la ley para todos. Tolerancia cero para el delito, fraude, evasión o cosas semejantes. Con una conciencia ecológica y de mayor calidad de vida creciente, y una reforma educativa que saque la ideología de la universidad y la escuela y brinde igualdad de oportunidades reales a los jóvenes.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
Enrique Blasco Garma: Lo principal y prioritario es comprender que para aumentar la riqueza se necesita un orden político previsible, donde los poderes y las facultades estén claramente especificados y sean respetados. Si logramos comprender que el gobierno de la sociedad nos incumbe a todos, que para eso debemos asegurar el cumplimiento de las funciones de los agentes estatales, incluyendo jueces, legisladores y miembros de ejecutivo, habremos dado un paso adelante. Desentendiéndose del estado, las sociedades se debilitan. Aunque no figura en muchas plataformas electorales, asegurar el funcionamiento de la justicia, independiente del poder político, y que los legisladores deban responder a las necesidades de los ciudadanos, son bases fundamentales para nuestro despegue. En ese cado, los empresarios podrían dedicarse a crear riqueza y trabajo, en paz, pues el entorno político aseguraría la estabilidad de las expectativas y los planes de negocios.
En concreto, lograr el funcionamiento de los poderes del estado, en la forma prevista por nuestra constitución. Pero ello exige un seguimiento, una tarea de control de parte de los ciudadanos, a través de los partidos políticos interesados en la suerte del país más que en el patrimonio de sus dirigentes.
Agustín Monteverde: Además de volver al texto constitucional de 1853-1860, se requiere:
1- Ultra simplificación y desregulación normativa tendientes a proteger las garantías civiles esenciales, y elevando a la condición de sagrados los derechos relacionados con la vida y la propiedad de las personas. Apertura irrestricta de mercados y sectores cerrados, y persecución civil y penal a funcionarios que concedan reservas de mercado.
2- Sistema tributario de impuesto único, simple, universal y módico sobre las ventas y locaciones. Otorgamiento de subsidios exclusivamente a través de partidas presupuestarias específicas; nunca vía exenciones o eximiciones.
3- Rebaja unilateral de aranceles seguida de ambiciosos acuerdos bilaterales
Ludovico Videla: La reforma central es la política y constitucional. En segundo lugar la reforma del Estado, incluyendo sus fuentes de financiación y gasto. En tercer lugar, la reforma de las regulaciones y controles vigentes, para modernizarlos y adecuarlos a los principios descriptos[1].
2. Panorama educativo
Respondieron: Enrique Costa Lieste (Decano de la Facultad de Ciencias Empresariales – U.C.E.S,), Horacio O´Donnell (Rector de la U.C.E.S.), y Aldo J. Pérez (Vicepresidente de la Gestión Institucional – UB).
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de la Educación –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Enrique Costa Lieste: Creo que elevar el nivel de la escuela secundaria es crítico. Según nuestros análisis de los resultados de los primeros exámenes parciales de los alumnos ingresados en nuestra Universidad en el 2006, la tendencia sigue siendo a que el nivel de la educación secundaria siga en descenso, tanto en el área pública como en la privada.
Horacio O´Donnell: Habiendo mejorado en el tramo de la educación primario por la presión de los padres de las familias pobres -que son muchas y formarán en estos cinco años, conciencia del desbarranco de sus hijos-, mal igual que ahora en el campo de la secundaria. Algo mejor en algunas pocas Universidades Públicas. Mejor que ahora en el 50% de las Universidades Privadas.-
Aldo J. Pérez: Según repetidos anuncios del Ministerio de Educación, en el año 2006, se pondrán en revisión la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior por lo tanto, anticipar cualquier opinión al estar sujeta al resultado de un debate que no se inició, sería absolutamente aventurada.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de la Educación argentina, en el año 2010?
Enrique Costa Lieste: Que en las escuelas primarias y secundarias -como prioridad- se eduque para la práctica de la Educación Cívica, sin recurrir a los ineficientes métodos memorísticos-enciclopédicos que anularon el potencial de educación de la antigua “Instrucción Cívica” y de las similares que la siguieron.
Horacio O´Donnell: Francamente más claro en los conceptos. Con un acortamiento del poder gremial al sentido común y a las cuestiones económicas. Quitándoles el poder extorsivo que algunos (pocos por suerte) dirigentes premiados ejercen. Con un estado que haya fijado políticas publicas claras al respecto, y con un Gobierno bastante mejor que el que hoy tenemos.
Aldo J. Pérez
1) En un proceso de mejora continua de la calidad educativa supervisada y constatada, mediante una evaluación permanente, seria y consistente.
2) Con una caída rotunda en la deserción escolar en todos sus niveles.
3) Sin conflictos gremiales en la relación con el personal docente y no docente.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
Enrique Costa Lieste:
1. Capacitación de los maestros y profesores en cómo educar para la práctica de la educación cívica.
2. Comenzar una convergencia hacia maestros y profesores que cuenten con títulos universitarios en docencia.
3. Modificar (anularlos es una utopía) los Estatutos del Docente en todo lo que hace al régimen de suplencias y, en general, las cláusulas que privilegian los derechos sobre las obligaciones de los docentes.
Horacio O´Donnell: Una ley de educación alejada de las concesiones y del aporte político que hacen hoy de la educación, por un lado, un lugar de estrecheces y, por el otro, un barril sin fondo. Otra ley que sancione a los padres que se desentiendan de las obligaciones de estudio de sus hijos. Y una campaña publicitaria comparativa de los resultados “en calidad de vida” que hoy presenta Argentina versus Corea del Sur, Irlanda y Finlandia. Y ver, también, como nos va a ir con Chile y en el MERCOSUR con Brasil.
Aldo J. Pérez:
· Promover efectivamente la articulación entre la Enseñanza Media y la Enseñanza Superior, para evitar el “trauma” del paso de un nivel a otro.
· Otorgar facilidades o ventajas impositivas a las empresas privadas que sostengan o apoyen proyectos educativos o de investigación, en las Universidades de gestión privada o pública.
· Apoyo crediticio –créditos blandos- para la adquisición de materiales tecnológicos o de laboratorios, a la institución que se dedique a la enseñanza o las investigaciones[1].
3. Panorama energético
Respondieron: Enrique G. Avogadro (abogado, especialista en temas energéticos); y Nicolás V. Gallo (ingeniero, ex–Ministro de Planificación).
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de la Energía en nuestro país –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Enrique G. Avogadro: Imagino que tendremos un país netamente importador de petróleo, casi sin reservas –tampoco de gas- y con incrementos muy serios en las tarifas. No creo que, con la actual tendencia en la materia -agravada por la insistencia del Gobierno central en intervenir en los mercados y alterar o rescindir contratos-, se produzca una fuerte corriente inversora que pueda modificar, en el corto plazo, la gravísima situación energética argentina. La demanda de electricidad, tradicionalmente, supera al crecimiento del PBI y, en Argentina, ese cuadro no tiene por qué modificarse. Consecuentemente, si la economía continúa creciendo, aún cuando no sea a este ritmo, la oferta nacional será incapaz de atender al consumo. Por lo demás, las importaciones de gas provenientes de Bolivia resultarán más caras y, si el Gobierno insiste en importar desde lugares lejanos fuel oil, el traslado de esos mayores costos a las tarifas, resultará inevitable. Respecto al súper gasoducto Venezuela-Brasil-Argentina, creo que no será realizado por varias razones: a) resultará económicamente inviable puesto que, por su extensión, no resistirá la comparación con un gasoducto virtual de GNL; b) el IBAMA brasileño no permitirá su paso por la Amazonia, por su impacto ambiental; c) Venezuela sólo produce gas asociado, y en cantidades insuficientes para atender a la demanda del gasoducto previsto; aún así, de concretarse, el precio final del gas transportado resultaría altísimo, por la incidencia de los costos de transporte.
Nicolás V. Gallo: De mantenerse las actuales tasas de crecimiento y los ajustes tarifarios permanezcan violentamente atrás de los costos de producción (desde 2001 los costos aumentaron 140% y las tarifas promedio 20%), la conclusión es que habrá una crisis de demanda insatisfecha creciente, por falta de inversiones. La reciente ley de “cargos de infraestructura” -de muy dudosa constitucionalidad– permitirá incentivar inversiones en el sector, pero al no haber planificación, seguramente el Estado actuará en base a reclamos puntuales, necesidades políticas circunstanciales y suposiciones de desarrollo que –inexorablemente- conducirán a una ineficiencia en la asignación de estos nuevos recursos para la inversión. La crisis será más significativa en términos de calidad de la prestación.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de energético, en el año 2010?
Enrique G. Avogadro: Se me formula una pregunta complicada. Obviamente, desearía un país auto-suficiente en la materia, tanto hablando de gas como de petróleo. Pero, para que ello ocurra, primero Argentina tendría que ofrecer un escenario de gran seguridad jurídica a los inversores, para diferenciarse de un marco latinoamericano (Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela) muy complicado. Y los plazos en los que la pregunta está presentada, no permiten imaginar algún camino breve que pueda producir un cambio sustancial respecto a la situación actual. Mis deseos tienen que ver con un crecimiento geométrico de las reservas, y con una expansión fuerte en materia de transporte. Desearía un desarrollo sostenido de las fuentes alternativas de energía y, por supuesto, también el descubrimiento de reservas en la plataforma continental. Lamentablemente, he dejado, hace mucho, de creer en los Reyes Magos.
Nicolás V. Gallo: Compatible con una proyección de demanda del orden del 5% anual de crecimiento, una mayor certeza en la calidad, una mayor influencia de energía de base hidráulica y nuclear, y una modernización general del parque térmico.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
Enrique G. Avogadro: Como dije, la primera medida debería ser una fuerte señal en materia de seguridad jurídica. La segunda, el otorgamiento de garantías reales a los eventuales inversores, vía algún fideicomiso a constituir en un país central. Y la tercera, razonables políticas tarifaria e impositiva, debidamente garantizadas, que permitan la protección a los sectores de menores recursos –vía subsidios o exenciones- y, a la vez, una adecuada retribución a la inversión. El resto, si todos esos puntos se dan, correrá por cuenta del mercado que, tradicionalmente, ha sido capaz de dotarse de los instrumentos adecuados.
Nicolás V. Gallo: Transparentar la relación costo sobre tarifas. Otorgar garantías firmes para la inversión privada en la ampliación y renovación del parque térmico. Planificar la intervención del Estado en las grandes inversiones para la producción de energía de base y la transmisión en alta tensión, acordando al mismo tiempo la integración operativa energética con los países vecinos[1].
4. Panorama Político
Respondieron: Rosendo Fraga (Director del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría); y Gonzalo V. Massot (Director del diario La Nueva Provincia).
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de la Política –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Rosendo Fraga: Para el 2010, pueden haber grandes cambios en la política argentina. Todavía en la presidencial de 2007, predominarán variantes del peronismo, pero para la presidencial de 2011, hay margen para la articulación de un nuevo sistema de partidos, en base a una coalición de centro-derecha y a otra de entro-izquierda.
Vicente G. Massot: Sin demasiados cambios. El problema de fondo es el arraigo de una cultura nociva que ha devaluado hasta extremos inconcebibles el valor de las instituciones. Esa cultura llevará años desarraigarla, en el supuesto caso de que alguien con el suficiente poder quiera y pueda intentarlo.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de la Política, en el año 2010?
Rosendo Fraga: Desearía el surgimiento de un nuevo sistema de partidos, sin el cual difícilmente mejore la calidad institucional de la Argentina. Es que a mayor calidad del sistema de partidos, mayor calidad institucional.
Vicente G. Massot: Como lo mejor es enemigo de lo bueno –conforme reza el viejo adagio español – desearía que para el Bicentenario hubiese conciencia y voluntad para empezar a desmontar la cultura nociva a la cual hice referencia antes. Eso sería suficiente.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
Rosendo Fraga:
1) Dar mayor prioridad a la educación y la salud pública.
2) Una drástica reforma del mercado laboral para reducir el trabajo informal.
3) Generar una verdadera independencia del poder judicial.
Vicente G. Massot:
a) independizar el nombramiento de los jueces de la clase política.
b) reinstalar el juicio de residencia, con la legitimación de la inversión de la carga de la prueba para los funcionarios públicos[1].
5. Panorama de las Relaciones Exteriores
Respondió: Roberto Starke (Analista Político)
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de las Relaciones Internacionales –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Roberto Starke: El posicionamiento internacional de la Argentina no variará significativamente. La crisis del 2001, el default y la actual política exterior sólo han profundizado la escasa significación de la Argentina en el mundo, cuya inercia no podrá torcerse fácilmente. Además la posición geográfica y geopolítica de la Argentina nunca despertó grandes pasiones o intereses, razón por la cual nuestro interés nacional debería ser lograr posicionar a nuestro país en un rango lo más atractivo posible, tarea que no es “de por si” que sencilla. En síntesis: creo que desde el punto de vista internacional, nuestro país tendrá escasa trascendencia.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de las Relaciones Internacionales de argentina, en el año 2010?
RS: Me interesaría que la política exterior de la Argentina asumiera esta escasez de recursos internacionales que tenemos, y definamos en consecuencia algunos puntos de estrategia externa que nos permita mejorar nuestra. posición relativa en la región y el mundo.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
RS: La primera: lograr de una vez por todas, una zona de libre comercio en el Mercosur, dejando de lado los grandes sueños de lograr un Mercosur que compita con otros proyectos de integración, con los cuales no podemos siquiera compararnos o competir. Segundo: mirar con otros ojos al Pacífico y a Chile como socio en algunos emprendimientos comerciales, económicos y políticos. Tercero: reacomodar nuestra relación con Estados Unidos, después del daño producido en la Cumbre de las Américas en el pasado mes de octubre. Esto significa ajustar con realismo las relaciones, con una nación que nos guste o no, es de enorme importancia para nuestro posicionamiento internacional y que implica, entre otras cosas, ir ajustando el mensaje que en este sentido se le da a la opinión pública interna, que es un factor político decisivo de esta relación, en algunos casos entorpeciendo la definición de dicha política[1].
Informe sobre economía, management y negocios - N° 131 – Mayo de 2010
M. T. de Alvear 1261, 2° Of. 58 [1010] Buenos Aires, Argentina
Te/Fx: [054-1] 4812-1261 - e-mail: perspectivasmicroeconomicas@fibertel.com.ar
Cómo veían la Argentina del 2010
Llegados al bicentenerario de la Revolución de Mayo, transcribimos las respuestas que en, mayo de 2006, nos brindaron algunos especialistas en diversas áreas, acerca de cómo vislumbraban los escenarios que enfrentarían sus disciplinas en el año 2010.
Obsérvese que, prácticamente, todas las respuestas mantienen rigurosa actualidad.
1. Panorama económico
Respondieron: Enrique Blasco Garma (ex-Subgerente del Banco Central y Consultor); Agustín Monteverde (Economista y socio de Massot, Monteverde y Asociados); y Ludovico Videla (Consultor e investigador en temas económicos).
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de la Economía –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Enrique Blasco Garma: La actual tendencia de largo plazo, es hacia una progresiva desorganización de la sociedad, con una concentración creciente del poder político y sin una oposición custodiando el cumplimiento de los deberes de los funcionarios. En esas condiciones, la propiedad privada y los derechos individuales se debilitan, las reglas de juego se vuelven menos estables y predecibles. En ese ambiente, la economía debería languidecer, pues los agentes económicos no pueden elaborar proyectos de largo plazo. Sin embargo, esta visión no se ha materializado debido a las extraordinariamente favorables condiciones internacionales que agregan demanda a nuestros productos y a los activos en el país.
De mantener esa tendencia, Argentina continuará perdiendo relevancia económica en la región y, ese retraso relativo, lo tornará en un país más conflictivo. Cabe también recordar que, desde 2002, en nuestro país, todas las mediciones económicas están influidas por los tremendos cambios de precios relativos. A modo de ejemplo, mientras el PBI a precios constantes, que son de 1993, muestra niveles ligeramente superiores a los de 1998, señalando la total recuperación desde la crisis, el PBI en dólares muestra valores por habitante de la mitad del ingreso alcanzado en 1998. Es decir, una recuperación parcial.
Agustín Monteverde: Un país con franca debilidad en sus instituciones fundamentales (división e independencia de poderes, garantías civiles, derecho de propiedad y libertad de empresa). Aislado del mundo, estancado en su crecimiento y desarrollo, y con niveles de ingresos per cápita similares a los actuales.
Con pobrísimos niveles de capitalización, marcado déficit energético y recursos humanos absorbidos en empleos de tareas de bajo grado de especialización y calificación. Un régimen tributario desquiciado, hiper complejo e ineficaz, pero que concede enorme discrecionalidad y poder al gobierno sobre un ciudadano relegado a la condición de súbdito.
Ludovico Videla: Veo una situación muy semejante a la actual. Es decir un país empobrecido, con marcadas diferencias de ingreso, alto desempleo y produciendo materias primas y productos de bajo valor agregado. Es posible que, en los años que restan, se acentúe la semejanza con latino América, en los aspectos más negativos: debilidad institucional, clientelismo, corrupción, persecución a los opositores, estatismo ineficiente, avance del sindicalismo irrazonable, rigidez laboral, inseguridad jurídica para la inversión, y otras semejantes.
Creo que será muy difícil mantener un crecimiento significativo, como el logrado en los últimos años porque no se alcanzarán los niveles de inversión requeridos. Además, el cuadro fiscal es muy endeble, técnicamente tenemos déficit final si contabilizamos todo y, por otro lado, la deuda sigue creciendo. Los ingresos están basados en impuestos buenos y en otros malos que deben desaparecer, mientras el gasto sigue siendo muy ineficiente. Es posible que la alta inflación se quede entre nosotros, con los cortes de energía, gas, combustibles, y escasez de carne, telefonía, transporte, rutas y otras semejantes.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de la Economía argentina, en el año 2010?
Enrique Blasco Garma: Es fácil darse cuenta que desearía lo contrario a lo expuesto más arriba. Una nación previsible, con lazos de amistad en toda la comunidad internacional, respetada por el cumplimiento de todos sus compromisos. Por ello, en pleno proceso de desarrollo económico, social y político.
Agustín Monteverde: Un país con sólidas instituciones jurídicas y notable estabilidad normativa, que resguarden a ultranza el derecho a la propiedad, a comerciar y emprender y a la privacidad. Con reglas de juego claras, estables, extremadamente simples e idénticas para todos. Que impidan la formación de oligopolios o monopolios de hecho o de derecho, y que resguarden la libertad de elegir. Un Estado gendarme de la libre competencia y de los derechos individuales.
Una sociedad convencida de que la riqueza sólo surge del trabajo y del emprendimiento a riesgo. Que enarbola la más amplia y profunda competencia como necesidad de todos los mercados o negocios. Un país comprometido en desarrollar ventajas competitivas en torno a industrias agroalimentarias, a partir de una notable productividad en los sectores agropecuarios y energéticos. Y orgulloso de serlo.
Una Argentina integrada al mundo a través de mínimos y únicos aranceles y con fructíferos acuerdos de libre comercio con la UE y/o el NAFTA, que aseguren a su vez, la solidez de sus instituciones de mercado.
Un sistema tributario ultra sencillo, universal, transaccional y con alícuotas módicas.. Simple, sin ambigüedades, ni contradicciones, ni superposiciones, ni vacíos. Sometido a los principios universales del derecho que aseguran la presunción de inocencia y el derecho a la defensa ante jueces independientes.
Ludovico Videla: Una economía abierta al mundo e integrada a grandes mercados como el ALCA y la UE, además del MERCOSUR. Como país líder en agro alimentos y productos de elevada tecnología. Con fuerte inversión en capital humano e investigación científica. Con un Estado reorganizado con cuadros reducidos pero de elevada jerarquía, donde los mejores graduados puedan incorporarse como diplomáticos, militares, jueces, o administradores gubernamentales. Con una protección total a la propiedad privada, que estimule inversiones de argentinos y extranjeros. Con impuestos bajos y una aplicación estricta del principio de subsidiariedad para el Estado y toda la sociedad en general.
Un país de oportunidades para el que quiera trabajar y progresar. Con mercados competitivos, transparentes y con libre acceso. Con la aplicación de la desregulación a fondo. Con un control riguroso de la aplicación de la ley para todos. Tolerancia cero para el delito, fraude, evasión o cosas semejantes. Con una conciencia ecológica y de mayor calidad de vida creciente, y una reforma educativa que saque la ideología de la universidad y la escuela y brinde igualdad de oportunidades reales a los jóvenes.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
Enrique Blasco Garma: Lo principal y prioritario es comprender que para aumentar la riqueza se necesita un orden político previsible, donde los poderes y las facultades estén claramente especificados y sean respetados. Si logramos comprender que el gobierno de la sociedad nos incumbe a todos, que para eso debemos asegurar el cumplimiento de las funciones de los agentes estatales, incluyendo jueces, legisladores y miembros de ejecutivo, habremos dado un paso adelante. Desentendiéndose del estado, las sociedades se debilitan. Aunque no figura en muchas plataformas electorales, asegurar el funcionamiento de la justicia, independiente del poder político, y que los legisladores deban responder a las necesidades de los ciudadanos, son bases fundamentales para nuestro despegue. En ese cado, los empresarios podrían dedicarse a crear riqueza y trabajo, en paz, pues el entorno político aseguraría la estabilidad de las expectativas y los planes de negocios.
En concreto, lograr el funcionamiento de los poderes del estado, en la forma prevista por nuestra constitución. Pero ello exige un seguimiento, una tarea de control de parte de los ciudadanos, a través de los partidos políticos interesados en la suerte del país más que en el patrimonio de sus dirigentes.
Agustín Monteverde: Además de volver al texto constitucional de 1853-1860, se requiere:
1- Ultra simplificación y desregulación normativa tendientes a proteger las garantías civiles esenciales, y elevando a la condición de sagrados los derechos relacionados con la vida y la propiedad de las personas. Apertura irrestricta de mercados y sectores cerrados, y persecución civil y penal a funcionarios que concedan reservas de mercado.
2- Sistema tributario de impuesto único, simple, universal y módico sobre las ventas y locaciones. Otorgamiento de subsidios exclusivamente a través de partidas presupuestarias específicas; nunca vía exenciones o eximiciones.
3- Rebaja unilateral de aranceles seguida de ambiciosos acuerdos bilaterales
Ludovico Videla: La reforma central es la política y constitucional. En segundo lugar la reforma del Estado, incluyendo sus fuentes de financiación y gasto. En tercer lugar, la reforma de las regulaciones y controles vigentes, para modernizarlos y adecuarlos a los principios descriptos[1].
2. Panorama educativo
Respondieron: Enrique Costa Lieste (Decano de la Facultad de Ciencias Empresariales – U.C.E.S,), Horacio O´Donnell (Rector de la U.C.E.S.), y Aldo J. Pérez (Vicepresidente de la Gestión Institucional – UB).
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de la Educación –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Enrique Costa Lieste: Creo que elevar el nivel de la escuela secundaria es crítico. Según nuestros análisis de los resultados de los primeros exámenes parciales de los alumnos ingresados en nuestra Universidad en el 2006, la tendencia sigue siendo a que el nivel de la educación secundaria siga en descenso, tanto en el área pública como en la privada.
Horacio O´Donnell: Habiendo mejorado en el tramo de la educación primario por la presión de los padres de las familias pobres -que son muchas y formarán en estos cinco años, conciencia del desbarranco de sus hijos-, mal igual que ahora en el campo de la secundaria. Algo mejor en algunas pocas Universidades Públicas. Mejor que ahora en el 50% de las Universidades Privadas.-
Aldo J. Pérez: Según repetidos anuncios del Ministerio de Educación, en el año 2006, se pondrán en revisión la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior por lo tanto, anticipar cualquier opinión al estar sujeta al resultado de un debate que no se inició, sería absolutamente aventurada.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de la Educación argentina, en el año 2010?
Enrique Costa Lieste: Que en las escuelas primarias y secundarias -como prioridad- se eduque para la práctica de la Educación Cívica, sin recurrir a los ineficientes métodos memorísticos-enciclopédicos que anularon el potencial de educación de la antigua “Instrucción Cívica” y de las similares que la siguieron.
Horacio O´Donnell: Francamente más claro en los conceptos. Con un acortamiento del poder gremial al sentido común y a las cuestiones económicas. Quitándoles el poder extorsivo que algunos (pocos por suerte) dirigentes premiados ejercen. Con un estado que haya fijado políticas publicas claras al respecto, y con un Gobierno bastante mejor que el que hoy tenemos.
Aldo J. Pérez
1) En un proceso de mejora continua de la calidad educativa supervisada y constatada, mediante una evaluación permanente, seria y consistente.
2) Con una caída rotunda en la deserción escolar en todos sus niveles.
3) Sin conflictos gremiales en la relación con el personal docente y no docente.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
Enrique Costa Lieste:
1. Capacitación de los maestros y profesores en cómo educar para la práctica de la educación cívica.
2. Comenzar una convergencia hacia maestros y profesores que cuenten con títulos universitarios en docencia.
3. Modificar (anularlos es una utopía) los Estatutos del Docente en todo lo que hace al régimen de suplencias y, en general, las cláusulas que privilegian los derechos sobre las obligaciones de los docentes.
Horacio O´Donnell: Una ley de educación alejada de las concesiones y del aporte político que hacen hoy de la educación, por un lado, un lugar de estrecheces y, por el otro, un barril sin fondo. Otra ley que sancione a los padres que se desentiendan de las obligaciones de estudio de sus hijos. Y una campaña publicitaria comparativa de los resultados “en calidad de vida” que hoy presenta Argentina versus Corea del Sur, Irlanda y Finlandia. Y ver, también, como nos va a ir con Chile y en el MERCOSUR con Brasil.
Aldo J. Pérez:
· Promover efectivamente la articulación entre la Enseñanza Media y la Enseñanza Superior, para evitar el “trauma” del paso de un nivel a otro.
· Otorgar facilidades o ventajas impositivas a las empresas privadas que sostengan o apoyen proyectos educativos o de investigación, en las Universidades de gestión privada o pública.
· Apoyo crediticio –créditos blandos- para la adquisición de materiales tecnológicos o de laboratorios, a la institución que se dedique a la enseñanza o las investigaciones[1].
3. Panorama energético
Respondieron: Enrique G. Avogadro (abogado, especialista en temas energéticos); y Nicolás V. Gallo (ingeniero, ex–Ministro de Planificación).
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de la Energía en nuestro país –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Enrique G. Avogadro: Imagino que tendremos un país netamente importador de petróleo, casi sin reservas –tampoco de gas- y con incrementos muy serios en las tarifas. No creo que, con la actual tendencia en la materia -agravada por la insistencia del Gobierno central en intervenir en los mercados y alterar o rescindir contratos-, se produzca una fuerte corriente inversora que pueda modificar, en el corto plazo, la gravísima situación energética argentina. La demanda de electricidad, tradicionalmente, supera al crecimiento del PBI y, en Argentina, ese cuadro no tiene por qué modificarse. Consecuentemente, si la economía continúa creciendo, aún cuando no sea a este ritmo, la oferta nacional será incapaz de atender al consumo. Por lo demás, las importaciones de gas provenientes de Bolivia resultarán más caras y, si el Gobierno insiste en importar desde lugares lejanos fuel oil, el traslado de esos mayores costos a las tarifas, resultará inevitable. Respecto al súper gasoducto Venezuela-Brasil-Argentina, creo que no será realizado por varias razones: a) resultará económicamente inviable puesto que, por su extensión, no resistirá la comparación con un gasoducto virtual de GNL; b) el IBAMA brasileño no permitirá su paso por la Amazonia, por su impacto ambiental; c) Venezuela sólo produce gas asociado, y en cantidades insuficientes para atender a la demanda del gasoducto previsto; aún así, de concretarse, el precio final del gas transportado resultaría altísimo, por la incidencia de los costos de transporte.
Nicolás V. Gallo: De mantenerse las actuales tasas de crecimiento y los ajustes tarifarios permanezcan violentamente atrás de los costos de producción (desde 2001 los costos aumentaron 140% y las tarifas promedio 20%), la conclusión es que habrá una crisis de demanda insatisfecha creciente, por falta de inversiones. La reciente ley de “cargos de infraestructura” -de muy dudosa constitucionalidad– permitirá incentivar inversiones en el sector, pero al no haber planificación, seguramente el Estado actuará en base a reclamos puntuales, necesidades políticas circunstanciales y suposiciones de desarrollo que –inexorablemente- conducirán a una ineficiencia en la asignación de estos nuevos recursos para la inversión. La crisis será más significativa en términos de calidad de la prestación.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de energético, en el año 2010?
Enrique G. Avogadro: Se me formula una pregunta complicada. Obviamente, desearía un país auto-suficiente en la materia, tanto hablando de gas como de petróleo. Pero, para que ello ocurra, primero Argentina tendría que ofrecer un escenario de gran seguridad jurídica a los inversores, para diferenciarse de un marco latinoamericano (Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela) muy complicado. Y los plazos en los que la pregunta está presentada, no permiten imaginar algún camino breve que pueda producir un cambio sustancial respecto a la situación actual. Mis deseos tienen que ver con un crecimiento geométrico de las reservas, y con una expansión fuerte en materia de transporte. Desearía un desarrollo sostenido de las fuentes alternativas de energía y, por supuesto, también el descubrimiento de reservas en la plataforma continental. Lamentablemente, he dejado, hace mucho, de creer en los Reyes Magos.
Nicolás V. Gallo: Compatible con una proyección de demanda del orden del 5% anual de crecimiento, una mayor certeza en la calidad, una mayor influencia de energía de base hidráulica y nuclear, y una modernización general del parque térmico.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
Enrique G. Avogadro: Como dije, la primera medida debería ser una fuerte señal en materia de seguridad jurídica. La segunda, el otorgamiento de garantías reales a los eventuales inversores, vía algún fideicomiso a constituir en un país central. Y la tercera, razonables políticas tarifaria e impositiva, debidamente garantizadas, que permitan la protección a los sectores de menores recursos –vía subsidios o exenciones- y, a la vez, una adecuada retribución a la inversión. El resto, si todos esos puntos se dan, correrá por cuenta del mercado que, tradicionalmente, ha sido capaz de dotarse de los instrumentos adecuados.
Nicolás V. Gallo: Transparentar la relación costo sobre tarifas. Otorgar garantías firmes para la inversión privada en la ampliación y renovación del parque térmico. Planificar la intervención del Estado en las grandes inversiones para la producción de energía de base y la transmisión en alta tensión, acordando al mismo tiempo la integración operativa energética con los países vecinos[1].
4. Panorama Político
Respondieron: Rosendo Fraga (Director del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría); y Gonzalo V. Massot (Director del diario La Nueva Provincia).
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de la Política –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Rosendo Fraga: Para el 2010, pueden haber grandes cambios en la política argentina. Todavía en la presidencial de 2007, predominarán variantes del peronismo, pero para la presidencial de 2011, hay margen para la articulación de un nuevo sistema de partidos, en base a una coalición de centro-derecha y a otra de entro-izquierda.
Vicente G. Massot: Sin demasiados cambios. El problema de fondo es el arraigo de una cultura nociva que ha devaluado hasta extremos inconcebibles el valor de las instituciones. Esa cultura llevará años desarraigarla, en el supuesto caso de que alguien con el suficiente poder quiera y pueda intentarlo.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de la Política, en el año 2010?
Rosendo Fraga: Desearía el surgimiento de un nuevo sistema de partidos, sin el cual difícilmente mejore la calidad institucional de la Argentina. Es que a mayor calidad del sistema de partidos, mayor calidad institucional.
Vicente G. Massot: Como lo mejor es enemigo de lo bueno –conforme reza el viejo adagio español – desearía que para el Bicentenario hubiese conciencia y voluntad para empezar a desmontar la cultura nociva a la cual hice referencia antes. Eso sería suficiente.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
Rosendo Fraga:
1) Dar mayor prioridad a la educación y la salud pública.
2) Una drástica reforma del mercado laboral para reducir el trabajo informal.
3) Generar una verdadera independencia del poder judicial.
Vicente G. Massot:
a) independizar el nombramiento de los jueces de la clase política.
b) reinstalar el juicio de residencia, con la legitimación de la inversión de la carga de la prueba para los funcionarios públicos[1].
5. Panorama de las Relaciones Exteriores
Respondió: Roberto Starke (Analista Político)
1. ¿Cómo visualiza a nuestro país desde el punto de vista de las Relaciones Internacionales –suponiendo la actual tendencia-, en el año 2010?
Roberto Starke: El posicionamiento internacional de la Argentina no variará significativamente. La crisis del 2001, el default y la actual política exterior sólo han profundizado la escasa significación de la Argentina en el mundo, cuya inercia no podrá torcerse fácilmente. Además la posición geográfica y geopolítica de la Argentina nunca despertó grandes pasiones o intereses, razón por la cual nuestro interés nacional debería ser lograr posicionar a nuestro país en un rango lo más atractivo posible, tarea que no es “de por si” que sencilla. En síntesis: creo que desde el punto de vista internacional, nuestro país tendrá escasa trascendencia.
2. ¿Cómo desearía que resultara el escenario real de las Relaciones Internacionales de argentina, en el año 2010?
RS: Me interesaría que la política exterior de la Argentina asumiera esta escasez de recursos internacionales que tenemos, y definamos en consecuencia algunos puntos de estrategia externa que nos permita mejorar nuestra. posición relativa en la región y el mundo.
3. ¿Qué tres medidas concretas resultaría imprescindibles a su juicio para alcanzar ese futuro deseable?
RS: La primera: lograr de una vez por todas, una zona de libre comercio en el Mercosur, dejando de lado los grandes sueños de lograr un Mercosur que compita con otros proyectos de integración, con los cuales no podemos siquiera compararnos o competir. Segundo: mirar con otros ojos al Pacífico y a Chile como socio en algunos emprendimientos comerciales, económicos y políticos. Tercero: reacomodar nuestra relación con Estados Unidos, después del daño producido en la Cumbre de las Américas en el pasado mes de octubre. Esto significa ajustar con realismo las relaciones, con una nación que nos guste o no, es de enorme importancia para nuestro posicionamiento internacional y que implica, entre otras cosas, ir ajustando el mensaje que en este sentido se le da a la opinión pública interna, que es un factor político decisivo de esta relación, en algunos casos entorpeciendo la definición de dicha política[1].
Mayo de 2010
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